L II ADVIENTO

Leccionario II
PARA LAS FERIAS DE ADVIENTO

TIEMPO DE ADVIENTO

1a SEMANA

2a SEMANA

3a SEMANA

FERIAS 17 a 24 DICIEMBRE


PRIMERA SEMANA DE ADVIENTO

· Lunes de la I semana de Adviento

· Martes de la I semana de Adviento

· Miércoles de la I semana de Adviento

· Jueves de la I semana de Adviento

· Viernes de la I semana de Adviento

· Sábado de la I semana de Adviento


SEGUNDA SEMANA DE ADVIENTO

· Lunes de la II semana de Adviento

· Martes de la II semana de Adviento

· Miércoles de la II semana de Adviento

· Jueves de la II semana de Adviento

· Viernes de la II semana de Adviento

· Sábado de la II semana de Adviento


TERCERA SEMANA DE ADVIENTO

· Lunes de la III semana de Adviento

· Martes de la III semana de Adviento

· Miércoles de la III semana de Adviento

· Jueves de la III semana de Adviento

· Viernes de la III semana de Adviento

· Aleluyas en las ferias de Adviento hasta el día 16 de diciembre



FERIAS DE ADVIENTO DESDE EL DÍA 17 AL 24 DE DICIEMBRE

Durante las ferias comprendidas entre el 17 y el 24 de diciembre se emplearan las lecturas a signadas a continuación para cada días.

Las que se omitan por coincidir en Domingo pueden leerse otro día de estas ferias, preferentemente para sustituir aquellas lecturas que ya se leen en Domingo.

Para ello debe tenerse en cuenta:

El 18 de diciembre se emplea como EVANGELIO el mismo texto (Mt 1, 18-24) que el IV Domingo del año A.

El 20 de diciembre se emplea como PRIMERA LECTURA el mismo texto (Is 7, 10-14) que el IV Domingo del año A; y como EVANGELIO el mismo texto (Lc 1, 26-38) que el IV Domingo del año B.

El 21 de diciembre se emplea como EVANGELIO el mismo texto (Lc 1, 39-45) que el IV Domingo del año C.

El 24 de diciembre se emplean como PRIMERA LECTURA el mismo texto (2 Sam 7, 1-5. 8b-12. 14a. 16) que el IV Domingo del año B.


· 17 de diciembre

· 18 de diciembre

· 19 de diciembre

· 20 de diciembre

· 21 de diciembre

· 22 de diciembre

· 23 de diciembre

· 24 de diciembre

Aleluya en las ferias de Adviento desde el día 17 al 24 de diciembre

 


TIEMPO DE ADVIENTO

PRIMERA SEMANA DE ADVIENTO

LUNES DE LA I SEMANA DE ADVIENTO


En el año A, para no repetir la PRIMERA LECTURA, que se ha leído el primer Domingo (Is 2, 1-5), se puede emplear la que se propone como opcional (Is 4, 2-6).


PRIMERA LECTURA

Is 2, 1-5

El Señor congrega a todas las naciones en la paz eterna del Reino de Dios.

Lectura del libro de Isaías.

VISIÓN de Isaías, hijo de Amós, acerca de Judá y de Jerusalén.

En los días futuros estará firme
el monte de la casa del Señor,
en la cumbre de las montañas,
más elevado que las colinas.

Hacia él confluirán todas las naciones,
caminarán pueblos numerosos y dirán:

«Venid, subamos al monte del Señor,
a la casa del Dios de Jacob.
Él nos instruirá en sus caminos
y marcharemos por sus sendas;
porque de Sión saldrá la ley,
la palabra del Señor de Jerusalén».

Juzgará entre las naciones,
será árbitro de pueblos numerosos.

De las espadas forjarán arados,
de las lanzas, podaderas.

No alzará la espada pueblo contra pueblo,
no se adiestrarán para la guerra.

Casa de Jacob, venid;
caminemos a la luz del Señor.


Palabra de Dios.

PRIMERA LECTURA (opcional para el Año A)

Is 4, 2-6

Será ornamento para los redimidos.

Lectura del libro de Isaías.

AQUEL día, el vástago del Señor será el esplendor y la gloria,
y el fruto del país será orgullo y ornamento para los redimidos de Israel.

A los que queden en Sión y al resto de Jerusalén,
los llamarán santos: todos los que en Jerusalén están inscritos para la vida.

Cuando el Señor haya lavado la impureza de las hijas de Sión
y purificado la sangre derramada en Jerusalén,
con viento justiciero, con un soplo ardiente,
creará el Señor sobre toda la extensión del monte Sión y sobre su asamblea
una nube de día, un humo y un resplandor de fuego llameante de noche.

Y por encima, la gloria será un baldaquino
y una tienda, sombra en la canícula,
refugio y abrigo de la tempestad y de la lluvia.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial (forma larga).

Sal 121, 1bc-2. 3-4b. 4d-5. 6-7. 8-9 (R.: cf. 1)

R. Vamos alegres a la casa del Señor.

V. ¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén. R.

V. Jerusalén está fundada
como ciudad bien compacta.
Allá suben las tribus,
las tribus del Señor. R.

V. Según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David. R.

V. Desead la paz a Jerusalén:
«Vivan seguros los que te aman,
haya paz dentro de tus muros,
seguridad en tus palacios». R.

V. Por mis hermanos y compañeros,
voy a decir: «La paz contigo».
Por la casa del Señor, nuestro Dios,
te deseo todo bien. R.


Salmo responsorial (forma breve).

Sal 121, 1bc-2. 3-4b. 8-9 (R.: cf. 1)

R. Vamos alegres a la casa del Señor.

V. ¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén. R.

V. Jerusalén está fundada
como ciudad bien compacta.
Allá suben las tribus,
las tribus del Señor. R.

V. Por mis hermanos y compañeros,
voy a decir: «La paz contigo».
Por la casa del Señor, nuestro Dios,
te deseo todo bien. R.


Aleluya

Cf. Sal 79, 4

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Ven a librarnos, Señor, Dios nuestro;
que brille tu rostro y nos salve. R.


En lugar del versículo antes del Evangelio propuesto para cada feria de Adviento hasta el día 16 de diciembre se puede escoger alguno de los siguientes.

EVANGELIO

Mt 8, 5-11

Vendrán muchos de oriente y occidente al reino de los cielos.

+

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

EN aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó rogándole:

«Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho».

Le contestó:

«Voy yo a curarlo».

Pero el centurión le replicó:

«Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; y le digo a uno: “Ve”, y va; al otro: “Ven”, y viene; a mi criado: “Haz esto”, y lo hace».

Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que lo seguían:

«En verdad os digo que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe. Os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de los cielos».


Palabra del Señor.


MARTES DE LA I SEMANA DE ADVIENTO


PRIMERA LECTURA

Is 11, 1-10

Sobre él se posará el espíritu del Señor.

Lectura del libro de Isaías.

AQUEL día, brotará un renuevo del tronco de Jesé,
y de su raíz florecerá un vástago.

Sobre él se posará el espíritu del Señor:
espíritu de sabiduría y entendimiento,
espíritu de consejo y fortaleza,
espíritu de ciencia y temor del Señor.
Lo inspirará el temor del Señor.

No juzgará por apariencias
ni sentenciará de oídas;
juzgará a los pobres con justicia,
sentenciará con rectitud a los sencillos de la tierra;
pero golpeará al violento con la vara de su boca,
y con el soplo de sus labios hará morir al malvado.

La justicia será ceñidor de su cintura,
y la lealtad, cinturón de sus caderas.

Habitará el lobo con el cordero,
el leopardo se tumbará con el cabrito,
el ternero y el león pacerán juntos:
un muchacho será su pastor.

La vaca pastará con el oso,
sus crías se tumbarán juntas;
el león como el buey, comerá paja.

El niño de pecho retoza junto al escondrijo de la serpiente,
y el recién destetado extiende la mano
hacia la madriguera del áspid.

Nadie causará daño ni estrago
por todo mi monte santo:
porque está lleno el país del conocimiento del Señor,
como las aguas colman el mar.

Aquel día, la raíz de Jesé
será elevada como enseña de los pueblos:
se volverán hacia ella las naciones
y será gloriosa su morada.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 71, 1-2, 7-8. 12-13. 17 (R.: cf. 7)

R. Que en sus días florezca la justicia
y la paz abunde eternamente.

V. Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud. R.

V. En sus días florezca la justicia
y la paz hasta que falte la luna;
domine de mar a mar,
del Gran Río al confín de la tierra. R.

V. Él librará al pobre que clamaba,
al afligido que no tenía protector;
él se apiadará del pobre y del indigente,
y salvará la vida de los pobres. R.

V. Que su nombre sea eterno,
y su fama dure como el sol;
él sea la bendición de todos los pueblos,
y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra. R.


Aleluya

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Mirad, el Señor llega con poder
e iluminará los ojos de sus siervos. R.


EVANGELIO

Lc 10, 21-24

Jesús, lleno de alegría en el Espíritu Santo.

+

Lectura del santo Evangelio según san Lucas.

EN aquella hora, Jesús se llenó de alegría en el Espíritu Santo y dijo:

«Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así te ha parecido bien.

Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar».

Y, volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte:

«¡Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis! Porque os digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que vosotros oís, y no lo oyeron».


Palabra del Señor.


MIERCOLES DE LA I SEMANA DE ADVIENTO


PRIMERA LECTURA

Is 25, 6-10a

El Señor invita a su festín y enjuga las lágrimas de todos los rostros.

Lectura del libro de Isaías.

EN aquel día, preparará el Señor del universo para todos los pueblos,
en este monte, un festín de manjares suculentos,
un festín de vinos de solera;
manjares exquisitos, vinos refinados.

Y arrancará en este monte
el velo que cubre a todos los pueblos,
el lienzo extendido sobre todas las naciones.

Aniquilará la muerte para siempre.

Dios, el Señor, enjugará las lágrimas de todos los rostros,
y alejará del país el oprobio de su pueblo
—lo ha dicho el Señor—.

Aquel día se dirá: «Aquí está nuestro Dios.
Esperábamos en él y nos ha salvado.
Éste es el Señor en quien esperamos.
Celebremos y gocemos con su salvación,
porque reposará sobre este monte la mano del Señor».


Palabra del Señor.

Salmo responsorial

Sal 22, 1b-3a. 3bc-4. 5. 6 (R.: 6cd)

R. Habitaré en la casa del Señor
por años sin término.

V. El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas. R.

V. Me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan. R.

V. Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa. R.


Aleluya

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Mirad que llega el Señor, para salvar a su pueblo;
bienaventurados los que están preparados para salir a su encuentro. R.


EVANGELIO

Mt 15, 29-37

Jesús cura a muchos y multiplica los panes.

+

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

EN aquel tiempo, Jesús, se dirigió al mar de Galilea, subió al monte y se sentó en él.

Acudió a él mucha gente llevando tullidos, ciegos, lisiados, sordomudos y muchos otros; los ponían a sus pies, y él los curaba.

La gente se admiraba al ver hablar a los mudos, sanos a los lisiados, andar a los tullidos y con vista a los ciegos, y daban gloria al Dios de Israel.

Jesús llamó a sus discípulos y les dijo:

«Siento compasión de la gente, porque llevan ya tres días conmigo y no tienen qué comer. Y no quiero despedirlos en ayunas, no sea que desfallezcan en el camino».

Los discípulos le dijeron:

«¿De dónde vamos a sacar en un despoblado panes suficientes para saciar a tanta gente?».

Jesús les dijo:

«¿Cuántos panes tenéis?».

Ellos contestaron:

«Siete y algunos peces».

Él mandó a la gente que se sentara en el suelo. Tomó los siete panes y los peces, pronunció la acción de gracias, los partió y los fue dando a los discípulos, y los discípulos a la gente.

Comieron todos hasta saciarse y recogieron las sobras: siete canastos llenos.


Palabra del Señor.


JUEVES DE LA I SEMANA DE ADVIENTO


PRIMERA LECTURA

Is 26, 1-6

Que entre un pueblo justo, que observa la lealtad.

Lectura del libro de Isaías.

AQUEL día, se cantará este canto en la tierra de Judá:

«Tenemos una ciudad fuerte,
ha puesto para salvarla murallas y baluartes.

Abrid las puertas para que entre un pueblo justo,
que observa la lealtad;
su ánimo está firme y mantiene la paz,
porque confía en ti.

Confiad siempre en el Señor,
porque el Señor es la Roca perpetua.

Doblegó a los habitantes de la altura,
a la ciudad elevada;
la abatirá, la abatirá
hasta el suelo, hasta tocar el polvo.

La pisarán los pies, los pies del oprimido,
los pasos de los pobres».


Palabra del Señor.

Salmo responsorial

Sal 117, 1 y 8-9. 19-21. 25-27a (R.: 26 a)

R. Bendito el que viene en nombre del Señor.

O bien:

R. Aleluya.

V. Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
Mejor es refugiarse en el Señor
que fiarse de los hombres,
mejor es refugiarse en el Señor
que fiarse de los jefes. R.

V. Abridme las puertas de la salvación,
y entraré para dar gracias al Señor.
Ésta es la puerta del Señor:
los vencedores entrarán por ella.
Te doy gracias porque me escuchaste
y fuiste mí salvación. R.

V. Señor, danos la salvación;
Señor, danos prosperidad.
Bendito el que viene en nombre del Señor,
os bendecimos desde la casa del Señor;
el Señor es Dios, él nos ilumina. R.


Aleluya

Is 55, 6

R.  Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Buscad al Señor mientras se deja encontrar,
invocadlo mientras esté cerca. R.


EVANGELIO

Mt 7, 21. 24-27

El que hace la voluntad del Padre entrará en el reino de los cielos.

+

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«No todo el que me dice “Señor, Señor” entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.

El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica se parece a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y descargaron contra la casa; pero no se hundió, porque estaba cimentada sobre roca.

El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica se parece a aquel hombre necio que edificó su casa sobre arena. Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y rompieron contra la casa, y se derrumbó. Y su ruina fue grande».


Palabra del Señor.


VIERNES DE LA I SEMANA DE ADVIENTO


PRIMERA LECTURA

Is 29, 17-24

Aquel día, verán los ojos de los ciegos.

Lectura del libro de Isaías.

ESTO dice el Señor:

«Pronto, muy pronto,
el Líbano se convertirá en vergel,
y el vergel parecerá un bosque.

Aquel día, oirán los sordos las palabras del libro;
sin tinieblas ni oscuridad verán los ojos de los ciegos.
Los oprimidos volverán a alegrarse en el Señor,
y los pobres se llenarán de júbilo en el Santo de Israel;
porque habrá desaparecido el violento, no quedará rastro del cínico;
y serán aniquilados los que traman para hacer el mal:
los que condenan a un hombre con su palabra,
ponen trampas al juez en el tribunal,
y por una nadería violan el derecho del inocente.

Por eso, el Señor, que rescató a Abrahán,
dice a la casa de Jacob:
“Ya no se avergonzará Jacob,
ya no palidecerá su rostro,
pues, cuando vean sus hijos mis acciones en medio de ellos,
santificarán mi nombre,
santificarán al Santo de Jacob
y temerán al Dios de Israel”.

Los insensatos encontrarán la inteligencia
y los que murmuraban aprenderán la enseñanza».


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 26, 1bcde. 4. 13-14 (R.: 1b)

R. El Señor es mi luz y mi salvación.

V. El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es la defensa de mi vida,
¿quién me hará temblar? R.

V. Una cosa pido al Señor,
eso buscaré:
habitar en la casa del Señor
por los días de mi vida;
gozar de la dulzura del Señor,
contemplando su templo. R.

V. Espero gozar de la dicha del Señor
en el país de la vida.
Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor. R.


Aleluya

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Mirad, el Señor llega con poder
e iluminará los ojos de sus siervos. R.


EVANGELIO

Mt 9, 27-31

Jesús cura a dos ciegos que creen en él.

+

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

EN aquel tiempo, dos ciegos seguían a Jesús, gritando:

«Ten compasión de nosotros, hijo de David».

Al llegar a la casa se le acercaron los ciegos, y Jesús les dijo:

«¿Creéis que puedo hacerlo?».

Contestaron:

«Sí, Señor».

Entonces les tocó los ojos, diciendo:

«Que os suceda conforme a vuestra fe».

Y se les abrieron los ojos. Jesús les ordenó severamente:

«¡Cuidado con que lo sepa alguien!».

Pero ellos, al salir, hablaron de él por toda la comarca.


Palabra del Señor.


SÁBADO DE LA I SEMANA DE ADVIENTO


PRIMERA LECTURA

Is 30, 19-21. 23-26

Se apiadará de ti al oír tu gemido.

Lectura del libro de Isaías.

ESTO dice el Señor, el Santo de Israel:

«Pueblo de Sión, que habitas en Jerusalén,
no tendrás que llorar,
se apiadará de ti al oír tu gemido:
apenas te oiga, te responderá.

Aunque el Señor te diera
el pan de la angustia y el agua de la opresión
ya no se esconderá tu Maestro,
tus ojos verán a tu Maestro.

Si te desvías a la derecha o a la izquierda,
tus oídos oirán una palabra a tus espaldas que te dice:
“Éste es el camino, camina por él”.

Te dará lluvia para la semilla
que siembras en el campo,
y el grano cosechado en el campo
será abundante y suculento;
aquel día, tus ganados pastarán en anchas praderas;
los bueyes y asnos que trabajan en el campo
comerán forraje fermentado,
aventado con pala y con rastrillo.

En toda alta montaña,
en toda colina elevada
habrá canales y cauces de agua
el día de la gran matanza, cuando caigan las torres.

La luz de la luna será como la luz del sol,
y la luz del sol será siete veces mayor,
como la luz de siete días,
cuando el Señor vende la herida de su pueblo
y cure las llagas de sus golpes».


Palabra del Señor.

Salmo responsorial

Sal 146, 1bc-2. 3-4. 5-6 (R.: Is 30, 18)

R. Dichosos los que esperan en el Señor.

V. Alabad al Señor, que la música es buena;
nuestro Dios merece una alabanza armoniosa.
El Señor reconstruye Jerusalén,
reúne a los deportados de Israel. R.

V. Él sana los corazones destrozados,
venda sus heridas.
Cuenta el número de las estrellas,
a cada una la llama por su nombre. R.

V. Nuestro Señor es grande y poderoso,
su sabiduría no tiene medida.
El Señor sostiene a los humildes,
humilla hasta el polvo a los malvados. R.


Aleluya

Is 33, 22

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. El Señor nos gobierna, nos da leyes, es nuestro rey:
él es nuestra salvación. R.


EVANGELIO

Mt 9, 35 – 10, 1. 5a. 6-8

Al ver a las muchedumbres, se compadecía de ellas.

+

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

EN aquel tiempo, Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, proclamando el evangelio del reino y curando toda enfermedad y toda dolencia.

Al ver a las muchedumbres, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas, «como ovejas que no tienen pastor».

Entonces dice a sus discípulos:

«La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies».

Llamó a sus doce discípulos y les dio autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y toda dolencia.

A estos doce los envió Jesús con estas instrucciones:

«Id a las ovejas descarriadas de Israel. Id y proclamad que ha llegado el reino de los cielos. Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, arrojad demonios. Gratis habéis recibido, dad gratis».


Palabra del Señor.


SEGUNDA SEMANA DE ADVIENTO

LUNES DE LA II SEMANA DE ADVIENTO


PRIMERA LECTURA

Is 35, 1-10

Dios viene en persona y os salvará.

Lectura del libro de Isaías.

EL desierto y el yermo se regocijarán,
se alegrará la estepa y florecerá,
germinará y florecerá como flor de narciso,
festejará con gozo y cantos de júbilo.

Le ha sido dada la gloria del Líbano,
el esplendor del Carmelo y del Sarón.
Contemplarán la gloria del Señor,
la majestad de nuestro Dios.

Fortaleced las manos débiles,
afianzad las rodillas vacilantes;
decid a los inquietos:
«Sed fuertes, no temáis.
¡He aquí vuestro Dios!
Llega el desquite,
la retribución de Dios.
Viene en persona y os salvará».

Entonces se despegarán los ojos de los ciegos,
los oídos de los sordos se abrirán;
entonces saltará el cojo como un ciervo,
y cantará la lengua del mudo,
porque han brotado aguas en el desierto
y corrientes en la estepa.

El páramo se convertirá en estanque,
el suelo sediento en manantial.

En el lugar donde se echan los chacales
habrá hierbas, cañas y juncos.

Habrá un camino recto.
Lo llamarán «Vía sacra».
Los impuros no pasarán por él.
Él mismo abre el camino
para que no se extravíen los inexpertos.

No hay por allí leones,
ni se acercarán las bestias feroces.
Los liberados caminan por ella
y por ella retornan los rescatados del Señor.

Llegarán a Sión con cantos de júbilo:
alegría sin límite en sus rostros.
Los dominan el gozo y la alegría.
Quedan atrás la pena y la aflicción.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 84, 9abc y 10. 11-12. 13-14 (R.: Is 35, 4ce)

R. He aquí nuestro Dios;
viene en persona y nos salvará.

V. Voy a escuchar lo que dice el Señor:
«Dios anuncia la paz
a su pueblo y a sus amigos».
La salvación está cerca de los que lo temen,
y la gloria habitará en nuestra tierra. R.

V. La misericordia y la fidelidad se encuentran,
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo. R.

V. El Señor nos dará la lluvia,
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,
y sus pasos señalarán el camino. R.


Aleluya

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Mirad, el Rey viene, el Señor de la tierra,
y él romperá el yugo de nuestra cautividad. R.


EVANGELIO

Lc 5, 17-26

Hoy hemos visto maravillas.

+

Lectura del santo Evangelio según san Lucas.

UN día, estaba Jesús enseñando, y estaban sentados unos fariseos y maestros de la ley, venidos de todas las aldeas de Galilea, Judea y Jerusalén. Y el poder del Señor estaba con él para realizar curaciones.

En esto, llegaron unos hombres que traían en una camilla a un hombre paralítico y trataban de introducirlo y colocarlo delante de él. No encontrando por donde introducirlo a causa del gentío, subieron a la azotea, lo descolgaron con la camilla a través de las tejas, y lo pusieron en medio, delante de Jesús. Él, viendo la fe de ellos, dijo:

«Hombre, tus pecados están perdonados».

Entonces se pusieron a pensar los escribas y los fariseos:

«¿Quién es éste que dice blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios?».

Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, respondió y les dijo:

«¿Qué estáis pensando en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir: “Tus pecados te son perdonados”, o decir: “Levántate y echa a andar”? Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar pecados dijo al paralítico: “A ti te lo digo, ponte en pie, toma tu camilla, vete a tu casa”».

Y, al punto, levantándose a la vista de ellos, tomó la camilla donde había estado tendido y se marchó a su casa dando gloria a Dios.

El asombro se apoderó de todos y daban gloria a Dios. Y, llenos de temor, decían:

«Hoy hemos visto maravillas».


Palabra del Señor.


MARTES DE LA II SEMANA DE ADVIENTO


PRIMERA LECTURA

Is 40, 1-11

Dios consuela a su pueblo.

Lectura del libro de Isaías.

«CONSOLAD, consolad a mi pueblo,
—dice vuestro Dios—;
hablad al corazón de Jerusalén, 
gritadle,
que se ha cumplido su servicio
y está pagado su crimen,
pues de la mano del Señor ha recibido
doble paga por sus pecados».

Una voz grita:
«En el desierto preparadle
un camino al Señor;
allanad en la estepa
una calzada para nuestro Dios;
que los valles se levanten,
que montes y colinas se abajen,
que lo torcido se enderece
y lo escabroso se iguale.

Se revelará la gloria del Señor,
y la verán todos juntos
ha hablado la boca del Señor».

Dice una voz: «Grita».

Respondo: «¿Qué debo gritar?».

«Toda carne es hierba
y su belleza como flor campestre:
se agosta la hierba, se marchita la flor,
cuando el aliento del Señor
sopla sobre ellos;
sí, la hierba es el pueblo;
se agosta la hierba, se marchita la flor,
pero la palabra de nuestro Dios
permanece por siempre».

Súbete a un monte elevado,
heraldo de Sión;
alza fuerte la voz,
heraldo de Jerusalén;
álzala, no temas,
di a las ciudades de Judá:

«Aquí está vuestro Dios.
Mirad, el Señor Dios llega con poder
y con su brazo manda.

Mirad, viene con él su salario
y su recompensa lo precede.

Como un pastor que apacienta el rebaño,
reúne con su brazo los corderos
y los lleva sobre el pecho;
cuida él mismo a las ovejas que crían».


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 95. 1-2. 3 y 10ac. 11-12. 13-14 (R.: Is 40, 9-10)

R. Aquí está nuestro Dios, que llega con poder.

V. Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre,
proclamad día tras día su victoria. R.

V. Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones.
Decid a los pueblos: «El Señor es rey,
él gobierna a los pueblos rectamente». R.

V. Alégrese el cielo, goce la tierra,
retumbe el mar y cuanto lo llena;
vitoreen los campos y cuanto hay en ellos,
aclamen los árboles del bosque. R.

V. Delante del Señor, que ya llega,
ya llega a regir la tierra:
regirá el orbe con justicia
y los pueblos con fidelidad. R.


Aleluya

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Está cerca el día del Señor;
mirad, él viene a salvarnos. R.


EVANGELIO

Mt 18, 12-14

Dios no quiere que se pierda ni uno de estos pequeños.

+

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«¿Qué os parece? Suponed que un hombre tiene cien ovejas: si una se le pierde, ¿no deja las noventa y nueve en los montes y va en busca de la perdida? Y si la encuentra, en verdad os digo que se alegra más por ella que por las noventa y nueve que no se habían extraviado.

Igualmente, no es voluntad de vuestro Padre que está en el cielo que se pierda ni uno de estos pequeños».


Palabra del Señor.


MIERCOLES DE LA II SEMANA DE ADVIENTO


PRIMERA LECTURA

Is 40, 25-31

El Señor todopoderoso fortalece a quien está cansado.

Lectura del libro de Isaías.

«¿CON quién podréis compararme,
quién es semejante a mí?», dice el Santo.

Alzad los ojos a lo alto y mirad:
¿quién creó esto?

Es él, que despliega su ejército al completo
y a cada uno convoca por su nombre.

Ante su grandioso poder, y su robusta fuerza,
ninguno falta a su llamada.

¿Por qué andas diciendo, Jacob,
y por qué murmuras, Israel:
«Al Señor no le importa mi destino,
mi Dios pasa por alto mis derechos»?

¿Acaso no lo sabes, es que no lo has oído?
El Señor es un Dios eterno
que ha creado los confines de la tierra.

No se cansa, no se fatiga,
es insondable su inteligencia.

Fortalece a quien está cansado,
acrecienta el vigor del exhausto.

Se cansan los muchachos, se fatigan,
los jóvenes tropiezan y vacilan;
pero los que esperan en el Señor
renuevan sus fuerzas,
echan alas como las águilas,
corren y no se fatigan,
caminan y no se cansan.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 102, 1bc-2. 3-4. 8 y 10 (R.: 1b)

R. Bendice, alma mía, al Señor.

V. Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios. R.

V. Él perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades;
él rescata tu vida de la fosa,
y te colma de gracia y de ternura. R.

V. El Señor es compasivo y misericordioso,
lento a la ira y rico en clemencia.
No nos trata como merecen nuestros pecados
ni nos paga según nuestras culpas. R.


Aleluya

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Mirad que llega el Señor, para salvar a su pueblo;
bienaventurados los que están preparados
para salir a su encuentro. R.


EVANGELIO

Mt 11, 28-30

Venid a mí todos los que estáis cansados.

+

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

EN aquel tiempo, Jesús tomó la palabra y dijo:

«Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré.

Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera».


Palabra del Señor.


JUEVES DE LA II SEMANA DE ADVIENTO


PRIMERA LECTURA

Is 41, 13-20

Yo soy tu libertador, el Santo de Israel.

Lectura del libro de Isaías.

YO, el Señor, tu Dios,
te tomo por la diestra y te digo:
«No temas, yo mismo te auxilio».

No temas, gusanillo de Jacob,
oruga de Israel,
yo mismo te auxilio,
—oráculo del Señor—,
tu libertador es el Santo de Israel.

Mira, te convierto en trillo nuevo,
aguzado, de doble filo:
trillarás los montes hasta molerlos;
reducirás a paja las colinas;
los aventarás y el viento se los llevará,
el vendaval los dispersará.

Pero tú te alegrarás en el Señor,
te gloriarás en el Santo de Israel.

Los pobres y los indigentes
buscan agua, y no la encuentran;
su lengua está reseca por la sed.

Yo, el Señor, les responderé;
yo, el Dios de Israel, no los abandonaré.

Haré brotar ríos en cumbres desoladas,
en medio de los valles, manantiales;
transformaré el desierto en marisma
y el yermo en fuentes de agua.

Pondré en el desierto cedros,
acacias, mirtos, y olivares;
plantaré en la estepa cipreses,
junto con olmos y alerces,
para que vean y sepan,
reflexionen y aprendan de una vez,
que la mano del Señor lo ha hecho,
que el Santo de Israel lo ha creado.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 144, 1bc y 9. 10-11. 12-13ab (R.: 8)

R. El Señor es clemente y misericordioso,
lento a la cólera y rico en piedad.

V. Te ensalzaré, Dios mío, mi rey;
bendeciré tu nombre por siempre jamás.
El Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas. R.

V. Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles.
Que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas. R.

V. Explicando tus hazañas a los hombres,
la gloria y majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo,
tu gobierno va de edad en edad. R.


Aleluya

Cf. Is 45, 8

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Cielos, destilad desde lo alto al Justo,
las nubes lo derramen,
se abra la tierra y brote el Salvador. R.


EVANGELIO

Mt 11, 11-15

No ha nacido uno más grande que Juan el Bautista.

+

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

EN aquel tiempo, dijo Jesús al gentío:

«En verdad os digo que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él.

Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora el reino de los cielos sufre violencia y los violentos lo arrebatan.

Los Profetas y la Ley han profetizado hasta que vino Juan; él es Elías, el que tenía que venir, con tal que queráis admitirlo.

El que tenga oídos, que oiga».


Palabra del Señor.


VIERNES DE LA II SEMANA DE ADVIENTO


PRIMERA LECTURA

Is 48, 17-19

Si hubieras atendido a mis mandatos.

Lectura del libro de Isaías.

ESTO dice el Señor, tu libertador,
el Santo de Israel:

«Yo, el Señor, tu Dios,
te instruyo por tu bien,
te marco el camino a seguir.

Si hubieras atendido a mis mandatos,
tu bienestar sería como un río,
tu justicia como las olas del mar,
tu descendencia como la arena,
como sus granos, el fruto de tus entrañas;
tu nombre no habría sido aniquilado,
ni eliminado de mi presencia».


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 1, 1-2. 3. 4 y 6 (R.: Jn 8, 12)

R. El que te sigue, Señor, tendrá la luz de la vida.

V. Dichoso el hombre
que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche. R.

V. Será como un árbol
plantado al borde de la acequia:
da fruto en su sazón
y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin. R.

V. No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.
Porque el Señor protege el camino de los justos,
pero el camino de los impíos acaba mal. R.


Aleluya

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. El Señor llega, salid a su encuentro;
él es el Príncipe de la paz. R.


EVANGELIO

Mt 11, 16-19

No escuchan ni a Juan ni al Hijo del hombre.

+

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

EN aquel tiempo, dijo Jesús al gentío:

«¿A quién compararé esta generación?

Se asemeja a unos niños sentados en la plaza, que gritan diciendo: “Hemos tocado la flauta, y no habéis bailado; hemos entonado lamentaciones, y no habéis llorado”.

Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: “Tiene un demonio”. Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: “Ahí tenéis a un comilón y borracho, amigo de publicanos y pecadores”.

Pero la sabiduría se ha acreditado por sus obras».


Palabra del Señor.


SÁBADO DE LA II SEMANA DE ADVIENTO


PRIMERA LECTURA

Eclo 48, 1-4. 9-11b

Elías volverá de nuevo.

Lectura del libro del Eclesiástico.

EN aquellos días, surgió el profeta Elías como un fuego,
su palabra quemaban como antorcha.

Él hizo venir sobre ellos el hambre,
y con su celo los diezmó.
Por la palabra del Señor cerró los cielos
y también hizo caer fuego tres veces.

¡Qué glorioso fuiste, Elías, con tus portentos!
¿Quién puede gloriarse de ser como tú?

Fuiste arrebatado en un torbellino ardiente,
en un carro de caballos de fuego;
tú fuiste designado para reprochar los tiempos futuros,
para aplacar la ira antes de que estallara,
para reconciliar a los padres con los hijos
y restablecer las tribus de Jacob.

Dichosos los que te vieron
y se durmieron en el amor.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 79, 2ac y 3b. 15-16. 18-19 (R.: 4)

R. Oh Dios, restáuranos,
que brille tu rostro y nos salve.

V. Pastor de Israel, escucha,
tú que te sientas sobre querubines, resplandece.
Despierta tu poder y ven a salvarnos. R.

V. Dios del universo, vuélvete:
mira desde el cielo, fíjate,
ven a visitar tu viña.
Cuida la cepa que tu diestra plantó,
y al hijo del hombre que tú has fortalecido. R.

V. Que tu mano proteja a tu escogido,
al hombre que tú fortaleciste.
No nos alejaremos de ti:
danos vida, para que invoquemos tu nombre. R.


Aleluya

Lc 3, 4cd. 6

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos.
Toda carne verá la salvación de Dios. R.


EVANGELIO

Mt 17, 10-13

Elías ya ha venido, y no lo reconocieron.

+

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

CUANDO bajaban del monte, los discípulos preguntaron a Jesús:

«¿Por qué dicen los escribas que primero tiene que venir Elías?».

Él les contestó:

«Elías vendrá y lo renovará todo. Pero os digo que Elías ya ha venido y no lo reconocieron, sino que han hecho con él lo que han querido. Así también el Hijo del hombre va a padecer a manos de ellos».

Entonces entendieron los discípulos que se refería a Juan el Bautista.


Palabra del Señor.


TERCERA SEMANA DE ADVIENTO

LUNES DE LA III SEMANA DE ADVIENTO

Si esta feria coincide con el día 17 ó 18 de diciembre en lugar de estas lecturas se emplean las propias: Día 17 ó Día 18.


PRIMERA LECTURA

Núm 24, 2-7. 15-17a

Avanza una estrella de Jacob.

Lectura del libro de los Números.

EN aquellos días, Balaán, tendiendo la vista, divisó a Israel acampado por tribus. El espíritu de Dios vino sobre él, y entonó sus versos:

«Oráculo de Balaán, hijo de Beor,
oráculo del hombre de ojos perfectos;
oráculo del que escucha palabras de Dios,
que contempla visiones del Poderoso,
que cae y se le abren los ojos:

¡Qué bellas tus tiendas, oh Jacob,
y tus moradas, Israel!
Como vegas dilatadas,
como jardines junto al río,
como áloes que plantó el Señor
o cedros junto a la corriente;
el agua fluye de sus cubos,
y con el agua se multiplica su simiente.
Su rey es más alto que Agag,
y descuella su reinado».

Y entonó sus versos:

«Oráculo de Balaán, hijo de Beor,
oráculo del hombre de ojos perfectos;
oráculo del que escucha palabras de Dios
y conoce los planes del Altísimo,
que contempla visiones del Poderoso,
que cae en éxtasis, y se le abren los ojos:

Lo veo, pero no es ahora,
lo contemplo, pero no será pronto:
Avanza una estrella de Jacob,
y surge un cetro de Israel».


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 24, 4-5a. 6 y 7cd. 8-9 (R.: 4b)

R. Señor, instrúyeme en tus sendas.

V. Señor, enséñame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas:
haz que camine con lealtad;
enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador. R.

V. Recuerda, Señor, que tu ternura
y tu misericordia son eternas;
acuérdate de mí con misericordia,
por tu bondad, Señor. R.

V. El Señor es bueno y es recto,
enseña el camino a los pecadores;
hace caminar a los humilles con rectitud,
enseña su camino a los humildes. R.


Aleluya

Sal 84, 8

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Muéstranos, Señor, tu misericordia
y danos tu salvación. R.


EVANGELIO

Mt 21, 23-27

El bautismo de Juan ¿de dónde venía?

+

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

EN aquel tiempo, Jesús llegó al templo y, mientras enseñaba, se le acercaron los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo para preguntarle:

«¿Con qué autoridad haces esto? ¿Quién te ha dado semejante autoridad?».

Jesús les replicó:

«Os voy a hacer yo también una pregunta; si me la contestáis, os diré yo también con qué autoridad hago esto. El bautismo de Juan ¿de dónde venía, del cielo o de los hombres?».

Ellos se pusieron a deliberar:

«Si decimos “del cielo”, nos dirá: “¿Por qué no le habéis creído?”. Si le decimos “de los hombres”, tememos a la gente; porque todos tienen a Juan por profeta».

Y respondieron a Jesús:

«No sabemos».

Él, por su parte, les dijo:

«Pues tampoco yo os digo con qué autoridad hago esto».


Palabra del Señor.


MARTES DE LA III SEMANA DE ADVIENTO

Si esta feria coincide con el día 17 ó 18 de diciembre en lugar de estas lecturas se emplean las propias: Día 17 ó Día 18.


PRIMERA LECTURA

Sof 3, 1-2. 9-13

La salvación mesiánica será enviada a todos los pobres.

Lectura de la profecía de Sofonías.

ESTO dice el Señor:

«¡Ay de la ciudad rebelde,
impura, tiránica!
No ha escuchado la llamada,
no ha aceptado la lección,
no ha confiado en el Señor,
no ha recurrido a su Dios.

Entonces purificaré
los labios de los pueblos
para que invoquen todos ellos
el nombre del Señor
y todos lo sirvan a una.

Desde las orillas de los ríos de Cus,
mis adoradores, los deportados,
traerán mi ofrenda.

Aquel día, ya no te avergonzarás
de las acciones con que me ofendiste,
pues te arrancaré tu orgullosa arrogancia,
y dejarás de engreírte en mi santa montaña.

Dejaré en ti un resto,
un pueblo humilde y pobre
que buscará refugio en el nombre del Señor.

El resto de Israel no hará más el mal,
no mentirá ni habrá engaño en su boca.

Pastarán y descansarán,
y no habrá quien los inquiete».


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 33, 2-3. 6-7. 17-18. 19 y 23 (R.: 7ab)

R. El afligido invocó al Señor, y él lo escuchó.

V. Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. R.

V. Contempladlo, y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
El afligido invocó al Señor,
él lo escuchó y lo salvó de sus angustias. R.

V. El Señor se enfrenta con los malhechores,
para borrar de la tierra su memoria.
Cuando uno grita, el Señor lo escucha
y lo libra de sus angustias. R.

V. El Señor está cerca de los atribulados,
salva a los abatidos.
El Señor redime a sus siervos,
no será castigado quien se acoge a él. R.


Aleluya

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Ven, Señor, y no tardes,
perdona los pecados de tu pueblo. R.


EVANGELIO

Mt 21, 28-32

Vino Juan y los pecadores le creyeron.

+

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

EN aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:

«¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: “Hijo, ve hoy a trabajar en la viña”. Él le contestó: “No quiero”. Pero después se arrepintió y fue.

Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó: “Voy, señor”. Pero no fue.

¿Quién de los dos cumplió la voluntad de su padre?».

Contestaron:

«El primero».

Jesús les dijo:

«En verdad os digo que los publicanos y las prostitutas van por delante de vosotros en el reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia y no le creísteis; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y, aun después de ver esto, vosotros no os arrepentisteis ni le creísteis».


Palabra del Señor.


MIERCOLES DE LA III SEMANA DE ADVIENTO


Si esta feria coincide con el día 17 ó 18 de diciembre en lugar de estas lecturas se emplean las propias: Día 17 ó Día 18.


PRIMERA LECTURA

Is 45, 6c-8. 18. 21b-25

Cielos, destilad desde lo alto.

Lectura del libro de Isaías.

«YO soy el Señor, y no hay otro,
el que forma la luz, y crea las tinieblas;
yo construyo la paz y creo la desgracia.
Yo, el Señor, hago todo esto.

Cielos, destilad desde lo alto la justicia,
las nubes la derramen,
se abra la tierra y brote la salvación,
y con ella germine la justicia.
Yo, el Señor, lo he creado».

Así dice el Señor, creador del cielo
—él es Dios—,
él modeló la tierra,
la fabricó y la afianzó,
no la creó vacía,
sino que la formó habitable:
«Yo soy el Señor, y no hay otro.
—No hay otro Dios fuera de mí—.

Yo soy un Dios justo y salvador,
y no hay ninguno más.

Volveos hacia mí para salvaros,
confines de la tierra,
pues yo soy Dios, y no hay otro.

Yo juro por mi nombre,
de mi boca sale una sentencia,
una palabra irrevocable:
Ante mí se doblará toda rodilla,
por mí jurará toda lengua»;
dirán: «Sólo el Señor
tiene la justicia y el poder».

A él vendrán avergonzados
los que se enardecían contra él;
con el Señor triunfará y se gloriará
la estirpe de Israel.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 84, 9abc y 10. 11-12. 13-14 (R.: cf. Is 45, 8)

R. Cielos, destilad desde lo alto al Justo,
las nubes lo derramen.

V. Voy a escuchar lo que dice el Señor:
«Dios anuncia la paz
a su pueblo y a sus amigos».
La salvación está cerca de los que lo temen,
y la gloria habitará en nuestra tierra. R.

V. La misericordia y la fidelidad se encuentran,
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo. R.

V. El Señor nos dará la lluvia,
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,
y sus pasos señalarán el camino. R.


Aleluya

Is 40, 9-10

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Alza fuerte la voz, heraldo;
mirad, el Señor Dios llega con poder. R.


EVANGELIO

Lc 7, 19-23

Anunciad a Juan lo que habéis visto y oído.

+

Lectura del santo Evangelio según san Lucas.

EN aquel tiempo, Juan, llamando a dos de sus discípulos los envió al Señor diciendo:

«¿Eres tú el que ha de venir, o tenemos que esperar a otro?».

Los hombres se presentaron ante él y le dijeron:

«Juan el Bautista nos ha mandado a ti para decirte: “¿Eres tú el que ha de venir, o tenemos que esperar a otro?”».

En aquella hora Jesús curó a muchos de enfermedades, achaques y malos espíritus, y a muchos ciegos les otorgó la vista.

Y respondiendo, les dijo:

«Id y anunciad a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan, los pobres son evangelizados. Y ¡bienaventurado el que no se escandalice de mí!».


Palabra del Señor.


JUEVES DE LA III SEMANA DE ADVIENTO


Si esta feria coincide con el día 17 ó 18 de diciembre en lugar de estas lecturas se emplean las propias: Día 17  ó  Día 18.


PRIMERA LECTURA

Is 54, 1-10

Como mujer abandonada te llama el Señor.

Lectura del libro de Isaías.

EXULTA, estéril, que no dabas a luz;
rompe a cantar, alégrate;
tú que no tenías dolores de parto:
porque la abandonada
tendrá más hijos que la casada —dice el Señor—.

Ensancha el espacio de tu tienda,
despliega los toldos de tu morada,
no los restrinjas,
alarga tus cuerdas,
afianza tus estacas,
porque te extenderás de derecha a izquierda.

Tu estirpe heredará las naciones
y poblará ciudades desiertas.

No temas, no tendrás que avergonzarte,
no te sientas ultrajada,
porque no deberás sonrojarte.

Olvidarás la vergüenza de tu soltería,
no recordarás la afrenta de tu viudez.

Quien te desposa es tu Hacedor:
su nombre es Señor todopoderoso.

Tu libertador es el Santo de Israel:
se llama «Dios de toda la tierra».

Como a una mujer abandonada y abatida
te llama el Señor;
como a esposa de juventud, repudiada
—dice tu Dios—.

Por un instante te abandoné,
pero con gran cariño te reuniré.

En un arrebato de ira,
por un instante te escondí mi rostro,
pero con amor eterno te quiero
—dice el Señor, tu liberador—.

Me sucede como en los días de Noé:
juré que las aguas de Noé
no volverían a cubrir la tierra;
así juro no irritarme contra ti
ni amenazarte.

Aunque los montes cambiasen
y vacilaran las colinas,
no cambiaría mi amor,
ni vacilaría mi alianza de paz
—dice el Señor que te quiere—.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 29, 2 y 4. 5-6. 11-12a y 13b (R.: 2a)

R. Te ensalzaré, Señor, porque me has librado.

V. Te ensalzaré, Señor, porque me has librado
y no has dejado que mis enemigos se rían de mí.
Señor, sacaste mi vida del abismo,
me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa. R.

V. Tañed para el Señor, fieles suyos,
celebrad el recuerdo de su nombre santo;
su cólera dura un instante;
su bondad, de por vida;
al atardecer nos visita el llanto;
por la mañana el júbilo. R.

V. Escucha, Señor, y ten piedad de mí;
Señor, socórreme.
Cambiaste mi luto en danzas.
Señor, Dios mío, te daré gracias por siempre. R.


Aleluya

Lc 3, 4cd. 6

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Prepara el camino del Señor, allanad sus senderos.
Toda carne verá la salvación del Señor. R.


EVANGELIO

Lc 7, 24-30

Juan es el mensajero que prepara el camino del Señor.

+

Lectura del santo Evangelio según san Lucas.

CUANDO se marcharon los mensajeros de Juan, Jesús se puso a hablar a la gente acerca de Juan:

«¿Qué salisteis a contemplar en el desierto? ¿Una caña sacudida por el viento? Pues ¿qué salisteis a ver? ¿Un hombre vestido con ropas finas? Mirad, los que se visten fastuosamente y viven entre placeres están en los palacios reales.

Entonces, ¿qué salisteis a ver? ¿Un profeta? Sí, os digo, y más que un profeta. Éste es de quien está escrito:

“Yo envío mi mensajero delante de ti,
el cual preparará tu camino ante ti”.

Porque os digo, entre los nacidos de mujer no hay nadie mayor que Juan. Aunque el más pequeño en el reino de Dios es mayor que él».

Al oír a Juan, todo el pueblo, incluso los publicanos, recibiendo el bautismo de Juan, proclamaron que Dios es justo. Pero los fariseos y los maestros de la ley, que no habían aceptado su bautismo, frustraron el designio de Dios para con ellos.


Palabra del Señor.


VIERNES DE LA III SEMANA DE ADVIENTO


Si esta feria coincide con el día 17 ó 18 de diciembre en lugar de estas lecturas se emplean las propias: Día 17  ó  Día 18.


PRIMERA LECTURA

Is 56, 1-3a. 6-8

Mi casa es casa de oración, y así la llamarán todos los pueblos.

Lectura del libro de Isaías.

ESTO dice el Señor:

«Observad el derecho, practicad la justicia,
porque mi salvación está por llegar,
y mi justicia se va a manifestar.

Dichoso el hombre que obra así,
el mortal que persevera en esto,
que observa el sábado sin profanarlo
y preserva su mano de obrar el mal.

El extranjero que se ha unido al Señor no diga:
“El Señor me excluirá ciertamente de su pueblo”.

A los extranjeros
que se han unidos al Señor para servirlo,
para amar el nombre del Señor
y ser sus servidores,
que observan el sábado sin profanarlo
y mantienen mi alianza,
los traeré a mi monte santo,
los llenaré de júbilo en mi casa de oración;
sus holocaustos y sacrificios
serán aceptables sobre mi altar;
porque mi casa es casa de oración
y así la llamarán todos los pueblos».

Oráculo del Señor, que reúne a los dispersos de Israel:
«Todavía congregaré a otros, además de los ya reunidos».


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 66, 2-3. 5. 7-8 (R.: 4)

R. Oh, Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.

V. Que Dios tenga piedad y nos bendiga,
ilumine su rostro sobe nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación. R.

V. Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia
y gobiernas las naciones de la tierra. R.

V. La tierra ha dado su fruto,
nos bendice el Señor, nuestro Dios.
Que Dios nos bendiga; que le teman
todos los confinas de la tierra. R.


Aleluya

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Ven, Señor, visítanos con tu paz,
para que nos alegremos en tu presencia de todo corazón. R.


EVANGELIO

Jn 5, 33-36

Juan es la lámpara que arde y brilla.

+

Lectura del santo Evangelio según san Juan.

EN aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos:

«Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él ha dado testimonio en favor de la verdad. No es que yo dependa del testimonio de un hombre; si digo esto es para que vosotros os salvéis. Juan era la lámpara que ardía y brillaba, y vosotros quisisteis gozar un instante de su luz.

Pero el testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan: las obras que el Padre me ha concedido llevar a cabo, esas obras que yo hago dan testimonio de mí: que el Padre me ha enviado».


Palabra del Señor.


FERIAS DE ADVIENTO
DESDE EL 17 AL 24 DE DICIEMBRE

Durante las ferias comprendidas entre el 17 y el 24 de diciembre se emplearan las lecturas a signadas a continuación para cada días.

Las que se omitan por coincidir en Domingo pueden leerse otro día de estas ferias, preferentemente para sustituir aquellas lecturas que ya se leen en Domingo.

Para ello debe tenerse en cuenta:

El 18 de diciembre se emplea como EVANGELIO el mismo texto (Mt 1, 18-24) que el IV Domingo del año A.

El 20 de diciembre se emplea como PRIMERA LECTURA el mismo texto (Is 7, 10-14) que el IV Domingo del año A; y como EVANGELIO el mismo texto (Lc 1, 26-38) que el IV Domingo del año B.

El 21 de diciembre se emplea como EVANGELIO el mismo texto (Lc 1, 39-45) que el IV Domingo del año C.

El 24 de diciembre se emplean como PRIMERA LECTURA el mismo texto (2 Sam 7, 1-5. 8b-12. 14a. 16) que el IV Domingo del año B.


17 DE DICIEMBRE


PRIMERA LECTURA

Gén 49, 1-2. 8-10

No se apartará de Judá el cetro.

Lectura del libro del Génesis

EN aquellos días, Jacob llamó a sus hijos y les dijo:

«Reuníos, que os voy a contar lo que os va a suceder en el futuro;
agrupaos y escuchadme, hijos de Jacob, oíd a vuestro padre Israel:

A ti, Judá, te alabarán tus hermanos,
pondrás tu mano sobre la cerviz de tus enemigos,
se postrarán ante ti los hijos de tu padre.

Judá es un león agazapado,
has vuelto de hacer presa, hijo mío;
se agacha y se tumba como león
o como leona, ¿quién se atreve a desafiarlo?

No se apartará de Judá el cetro,
ni el bastón de mando de entre sus rodillas,
hasta que venga aquel a quien está reservado,
y le rindan homenaje los pueblos».


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 71, 1-2. 3-4ab. 7-8. 17 (R.: cf. 7)

R. En sus días florezca la justicia,
y la paz abunde eternamente.

V. Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud. R.

V. Que los montes traigan paz,
y los collados justicia;
defienda a los humildes del pueblo,
socorra a los hijos del pobre. R.

V. En sus días florezca la justicia
y la paz hasta que falte la luna;
domine de mar a mar,
del Gran Río al confín de la tierra. R.

V. Que su nombre sea eterno,
y su fama dure como el sol;
él sea la bendición de todos los pueblos,
y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra. R.


Aleluya

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Sabiduría del Altísimo,
que lo dispones todo con firmeza y suavidad,
ven para mostrarnos el camino de la prudencia. R.


En lugar del versículo antes del Evangelio propuesto para cada feria de Adviento desde el día 17 al 24 de diciembre se puede escoger alguno de los siguientes.


EVANGELIO

Mt 1, 1-17

Genealogía de Jesucristo, hijo de David.

+

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

LIBRO del origen de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán.

Abrahán engendró a Isaac, Isaac engendró a Jacob, Jacob engendró a Judá y a sus hermanos.

Judá engendró, de Tamar, a Farés y a Zará, Farés engendró a Esrón, Esrón engendró a Arán, Arán engendró a Aminadab, Aminadab engendró a Naasón, Naasón engendró a Salmón, Salmón engendró, de Rajab, a Booz; Booz engendró, de Rut, a Obed; Obed engendró a Jesé, Jesé engendró a David, el rey.

David, de la mujer de Urías, engendró a Salomón, Salomón engendró a Roboán, Roboán engendró a Abías, Abías engendró a Asaf, Asaf engendró a Josafat, Josafat engendró a Jorán, Jorán engendró a Ozías, Ozías engendró a Joatán, Joatán engendró a Acaz, Acaz engendró a Ezequías, Ezequías engendró a Manasés, Manasés engendró a Amós, Amós engendró a Josías; Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, cuando el destierro de Babilonia.

Después del destierro de Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel engendró a Zorobabel, Zorobabel engendró a Abiud, Abiud engendró a Eliaquín, Eliaquín engendró a Azor, Azor engendró a Sadoc, Sadoc engendró a Aquín, Aquín engendró a Eliud, Eliud engendró a Eleazar, Eleazar engendró a Matán, Matán engendró a Jacob; y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.

Así, las generaciones desde Abrahán a David fueron en total catorce; desde David hasta la deportación a Babilonia, catorce; y desde la deportación a Babilonia hasta el Cristo, catorce.


Palabra del Señor.


18 DE DICIEMBRE


PRIMERA LECTURA

Jer 23, 5-8

Daré a David un vástago legítimo.

Lectura del libro de Jeremías.

MIRAD que llegan días —oráculo del Señor—
en que daré a David un vástago legítimo:
reinará como monarca prudente,
con justicia y derecho en la tierra.

En sus días se salvará Judá,
Israel habitará seguro.
Y le pondrán este nombre:
«El-Señor-nuestra-justicia».

Así que llegan días —oráculo del Señor— en que ya no se dirá: «Lo juro por el Señor, que sacó a los hijos de Israel de Egipto», sino: «Lo juro por el Señor, que sacó a la casa de Israel del país del norte y de los países por donde los dispersó, y los trajo para que habitaran en su propia tierra».


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 71, 1-2. 12-13. 18-19 (R.: cf. 7)

R. En sus días florezca la justicia,
y la paz abunde eternamente.

V. Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud. R.

V. Él librará al pobre que clamaba,
al afligido que no tenía protector;
él se apiadará del pobre y del indigente,
y salvará la vida de los pobres. R.

V. Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
el único que hace maravillas;
bendito por siempre su nombre glorioso;
que su gloria llene la tierra.
¡Amén, amén! R.


Aleluya

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Pastor de la casa de Israel,
que en el Sinaí diste a Moisés tu ley,
ven a rescatarnos con el poder de tu brazo. R.


EVANGELIO:

(Este EVANGELIO se lee el IV Domingo del año A: por ello se puede sustituir por el EVANGELIO de la Feria de Adviento entre el 17 y 24 que no se lea por coincidir en Domingo: 17 | 18 | 19 | 20 | 21 | 22 | 23 | 24)

Mt 1, 18-24

Jesús nacerá de María, desposada con José, hijo de David.

+

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

LA generación de Jesucristo fue de esta manera:

María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.

José, su esposo, como era justo y no quería difamarla, decidió repudiarla en privado. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:

«José, hijo de David, no temas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados».

Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por medio del profeta:

«Mirad: la virgen concebirá y dará a luz un hijo
y le pondrán por nombre Enmanuel,
que significa “Dios-con-nosotros”».

Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y acogió a su mujer.


Palabra del Señor.


19 DE DICIEMBRE


PRIMERA LECTURA

Jue 13, 2-7. 24-25a

El nacimiento de Sansón fue anunciado por el ángel.

Lectura del libro de los Jueces.

EN aquellos días, había en Sorá un hombre de estirpe danita, llamado Manoj. Su esposa era estéril y no tenía hijos.

El ángel del Señor se apareció a la mujer y le dijo:

«Eres estéril y no has engendrado. Pero concebirás y darás a luz un hijo. Ahora guárdate de beber vino o licor, y no comas nada impuro, pues concebirás y darás a luz un hijo. La navaja no pasará por su cabeza, porque el niño será un nazir de Dios desde el seno materno. Él comenzará a salvar a Israel de la mano de los filisteos».

La mujer dijo al esposo:

«Ha venido a verme un hombre de Dios. Su semblante era como el semblante de un ángel de Dios, muy terrible. No le pregunté de dónde era, ni me dio a conocer su nombre. Me dijo: “He aquí que concebirás y darás a luz un hijo. Ahora, pues, no bebas vino o licor, y no comas nada impuro; porque el niño será nazir de Dios desde el seno materno hasta el día de su muerte”».

La mujer dio a luz un hijo, al que puso el nombre de Sansón. El niño creció, y el Señor lo bendijo. El espíritu del Señor comenzó a agitarlo.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 70, 3-4a. 5-6ab. 16-17 (R.: cf. 8a)

R. Que se llene mi boca de tu alabanza,
y así cantaré tu gloria.

V. Sé tú mi roca de refugio,
el alcázar donde me salve,
porque mi peña y mi alcázar eres tú.
Dios mío, líbrame de la mano perversa. R.

V. Porque tú, Señor, fuiste mi esperanza
y mi confianza, Señor, desde mi juventud.
En el vientre materno ya me apoyaba en ti,
en el seno tú me sostenías. R.

V. Contaré tus proezas, Señor mío;
narraré tu justicia, tuya entera.
Dios mío, me instruiste desde mi juventud,
y hasta hoy relato tus maravillas. R.


Aleluya

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Raíz de Jesé,
que te alzas como un signo para los pueblos,
ven a librarnos, no tardes más. R.


EVANGELIO

Lc 1, 5-25

Gabriel anuncia el nacimiento de Juan Bautista.

+

Lectura del santo Evangelio según san Lucas.

EN los días de Herodes, rey de Judea, había un sacerdote de nombre Zacarías, del turno de Abías, casado con una descendiente de Aarón, cuyo nombre era Isabel.

Los dos eran justos ante Dios, y caminaban sin falta según los mandamientos y leyes del Señor. No tenían hijos, porque Isabel era estéril, y los dos eran de edad avanzada.

Una vez que oficiaba delante de Dios con el grupo de su turno, según la costumbre de los sacerdotes, le tocó en suerte a él entrar en el santuario del Señor a ofrecer el incienso; la muchedumbre del pueblo estaba fuera rezando durante la ofrenda del incienso.

Y se le apareció el ángel del Señor, de pie a la derecha del altar del incienso. Al verlo, Zacarías se sobresaltó y quedó sobrecogido de temor.

Pero el ángel le dijo:

«No temas, Zacarías, porque tu ruego ha sido escuchado: tu mujer Isabel te dará un hijo, y le pondrás por nombre Juan. Te llenarás de alegría y gozo, y muchos se alegrarán de su nacimiento. Pues será grande a los ojos del Señor: no beberá vino ni licor; estará lleno del Espíritu Santo ya en el vientre materno, y convertirá muchos hijos de Israel al Señor, su Dios. Irá delante del Señor, con el espíritu y poder de Elías, para convertir los corazones de los padres hacía los hijos, y a los desobedientes, a la sensatez de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto».

Zacarías replicó al ángel:

«¿Cómo estaré seguro de eso? Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad avanzada».

Respondiendo el ángel, le dijo:

«Yo soy Gabriel, que sirvo en presencia de Dios; he sido enviado para hablarte y comunicarte esta buena noticia. Pero te quedarás mudo, sin poder hablar, hasta el día en que esto suceda, porque no has dado fe a mis palabras, que se cumplirán en su momento oportuno».

El pueblo, que estaba aguardando a Zacarías, se sorprendía de que tardase tanto en el santuario. Al salir no podía hablarles, y ellos comprendieron que había tenido una visión en el santuario. Él les hablaba por señas, porque seguía mudo.

Al cumplirse los días de su servicio en el templo, volvió a casa. Días después concibió Isabel, su mujer, y estuvo sin salir de casa cinco meses, diciendo:

«Esto es lo que ha hecho por mí el Señor, cuando se ha fijado en mí para quitar mi oprobio ante la gente».


Palabra del Señor.


20 DE DICIEMBRE


PRIMERA LECTURA

(Esta Lectura se lee el IV Domingo del año A: por ello se puede sustituir por la PRIMERA LECTURA de la Feria de Adviento entre el 17 y 24 que no se lea por coincidir en Domingo: 17 | 18 | 19 | 20 | 21 | 22 | 23 | 24)

Is 7, 10-14

Mirad: la virgen está encinta.

Lectura del libro de Isaías.

EN aquellos días, el Señor habló a Ajaz y le dijo:

«Pide un signo al Señor, tu Dios: en lo hondo del abismo o en lo alto del cielo».

Respondió Ajaz:

«No lo pido, no quiero tentar al Señor».

Entonces dijo Isaías:

«Escucha, casa de David: ¿no os basta cansar a los hombres, que cansáis incluso a mi Dios? Pues el Señor, por su cuenta, os dará un signo. Mirad: la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Enmanuel».


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 23, 1b-2. 3-4ab. 5-6 (R.: cf. 7c. 10c)

R. Va a entrar el Señor;
él es el Rey de la gloria.

V. Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
él la fundó sobre los mares,
él la afianzó sobre los ríos. R.

V. ¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede entrar en el recinto sacro?
El hombre de manos inocentes y puro corazón,
que no confía en los ídolos. R.

V. Ése recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
Ésta es la generación que busca al Señor,
que busca tu rostro, Dios de Jacob. R.


Aleluya

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Llave de David,
que abres las puertas del Reino eterno,
ven y libra a los cautivos que viven en tinieblas. R.


EVANGELIO:

(Este EVANGELIO se lee el IV Domingo del año B: por ello se puede sustituir por el EVANGELIO de la Feria de Adviento entre el 17 y 24 que no se lea por coincidir en Domingo: 17 | 18 | 19 | 20 | 21 | 22 | 23 | 24)

Lc 1, 26-38

Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo.

+

Lectura del santo Evangelio según san Lucas.

EN el mes sexto, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.

Él ángel, entrando en su presencia, dijo:

«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo».

Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo:

«No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin».

Y María dijo al ángel:

«¿Cómo será eso, pues no conozco varón?».

El ángel le contestó:

«El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible».

María contestó:

«He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra».

Y el ángel se retiró.


Palabra del Señor.


21 DE DICIEMBRE


PRIMERA LECTURA (opción 1)

Cant 2, 8-14

He aquí mi amado, llega saltando por los montes.

Lectura del libro del Cantar de los cantares.

¡UN rumor! ¡Mi amado!
Vedlo, aquí llega,
saltando por los montes,
brincando por las colinas.

Es mi amado un gamo,
parece un cervatillo.

Vedlo parado tras la cerca,
mirando por la ventana,
atisbando por la celosía.

Habla mi amado y me dice:

«Levántate, amada mía,
hermosa mía y vente».

Mira, el invierno ya ha pasado,
las lluvias cesaron, se han ido.
Brotan las flores en el campo,
llega la estación de la poda,
el arrullo de la tórtola
se oye en nuestra tierra.

En la higuera despuntan las yemas,
las viñas en flor exhalan su perfume.

«Levántate, amada mía,
hermosa mía, y vente».

Paloma mía, en las oquedades de la roca,
en el escondrijo escarpado,
déjame ver tu figura,
déjame escuchar tu voz:
es muy dulce tu voz
y fascinante tu figura.


Palabra de Dios.


PRIMERA LECTURA (opción 2)

Sof 3, 14-18a

El rey de Israel, el Señor, está en medio de ti.

Lectura de la profecía de Sofonías.

ALÉGRATE, hija de Sión, grita de gozo, Israel,
regocíjate y disfruta con todo tu ser, hija de Jerusalén.

El Señor ha revocado tu sentencia,
ha expulsado a tu enemigo.
El rey de Israel, el Señor,
está en medio de ti,
no temas mal alguno.

Aquel día se dirá a Jerusalén:
«¡No temas! ¡Sión, no desfallezcas!».
El Señor tu Dios está en medio de ti,
valiente y salvador;
se alegra y se goza contigo,
te renueva con su amor;
exulta y se alegra contigo
como en día de fiesta.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 32, 2-3. 11-12. 20-21 (R.: 1a. 3a)

R. Aclamad, justos, al Señor;
cantadle un cántico nuevo.

V. Dad gracias al Señor con la cítara,
tocad en su honor el arpa de diez cuerdas;
cantadle un cántico nuevo,
acompañando los vítores con bordones. R.

V. El plan del Señor subsiste por siempre;
los proyectos de su corazón, de edad en edad.
Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor,
el pueblo que él se escogió como heredad. R.

V. Nosotros aguardamos al Señor:
él es nuestro auxilio y escudo;
con él se alegra nuestro corazón,
en su santo nombre confiamos. R.


Aleluya

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Enmanuel, rey y legislador nuestro,
ven a salvarnos, Señor, Dios nuestro. R.


EVANGELIO:

(Este EVANGELIO se lee el IV Domingo del año C: por ello se puede sustituir por el EVANGELIO de la Feria de Adviento entre el 17 y 24 que no se lea por coincidir en Domingo: 17 | 18 | 19 | 20 | 21 | 22 | 23 | 24)

Lc 1, 39-45

¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?

+

Lectura del santo Evangelio según san Lucas.

EN aquellos días, María se levantó y se puso en camino de prisa hacia la montaña, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.

Aconteció que, en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel de Espíritu Santo y, levantando la voz, exclamó:

«¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!

¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Bienaventurada la que ha creído, porque lo que le ha dicho el Señor se cumplirá».


Palabra del Señor.


22 DE DICIEMBRE


PRIMERA LECTURA

1 Sam 1, 24-28

Ana da gracias por el nacimiento de Samuel.

Lectura del primer libro de Samuel.

EN aquellos días, una vez que Ana hubo destetado a Samuel, lo subió consigo, junto con un novillo de tres años, unos cuarenta y cinco kilos de harina y un odre de vino. Lo llevó a la casa del Señor a Siló y el niño se quedó como siervo.

Inmolaron el novillo, y presentaron el niño a Elí. Ella le dijo:

«Perdón, por tu vida, mi señor, yo soy aquella mujer que estuvo aquí en pie ante ti, implorando al Señor. Imploré este niño y el Señor me concedió cuanto le había pedido. Yo, a mi vez, lo cedo al Señor. Quede, pues, cedido al Señor de por vida».

Y se postraron allí ante el Señor.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

1 Sam 2, 1. 4-5. 6-7. 8abcd (R.: cf. 1a)

R. Mi corazón se regocija en el Señor, mi Salvador.

V. Mi corazón se regocija en el Señor,
mi poder se exalta por Dios.
Mi boca se ríe de mis enemigos,
porque gozo con tu salvación. R.

V. Se rompen los arcos de los valientes,
mientras los cobardes se ciñen de valor.
Los hartos se contratan por el pan,
mientras los hambrientos engordan;
la mujer estéril da a luz siete hijos,
mientras la madre de muchos queda baldía. R.

V. El Señor da la muerte y la vida,
hunde en el abismo y levanta;
da la pobreza y la riqueza,
humilla y enaltece. R.

V. Él levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre,
para hacer que se siente entre príncipes
y que herede un trono de gloria. R.


Aleluya

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Rey de las naciones
y Piedra angular de la Iglesia,
ven y salva al hombre que formaste
del barro de la tierra. R.


EVANGELIO

Lc 1, 46-56

El Poderoso ha hecho obras grandes en mí.

+

Lectura del santo Evangelio según san Lucas.

EN aquel tiempo, María dijo:

«Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humildad de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes en mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.

Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre».

María se quedó con Isabel unos tres meses y volvió a su casa.


Palabra del Señor.


23 DE DICIEMBRE


PRIMERA LECTURA

Mal 3, 1-4. 23-24

Os envío al profeta Elías, antes de que venga el Día del Señor.

Lectura de la profecía de Malaquías.

ESTO dice el Señor Dios:

«Voy a enviar a mi mensajero, para que prepare el camino ante mí.

De repente llegará a su santuario el Señor a quien vosotros andáis buscando; y el mensajero de la alianza en quien os regocijáis, mirad que está llegando, dice el Señor del universo.

¿Quién resistirá el día de su llegada? ¿Quién se mantendrá en pie ante su mirada? Pues es como fuego de fundidor, como lejía de lavandero. Se sentará como fundidor que refina la plata; refinará a los levitas y los acrisolará como oro y plata, y el Señor recibirá ofrenda y oblación justas.

Entonces agradará al Señor la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en tiempos pasados, como antaño.

Mirad, os envío al profeta Elías, antes de que venga el Día del Señor, día grande y terrible. Él convertirá el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, para que no tenga que venir a castigar y destruir la tierra».


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 24, 4-5ab. 8-9. 10 y 14 (R.: Lc 21, 28)

R. Levantaos, alzad la cabeza;
se acerca vuestra liberación.

V. Señor, enséñame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas:
haz que camine con lealtad;
enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador. R.

V. El Señor es bueno y es recto,
y enseña el camino a los pecadores;
hace caminar a los humildes con rectitud,
enseña su camino a los humildes. R.

V. Las sendas del Señor son misericordia y lealtad
para los que guardan su alianza y sus mandatos.
El Señor se confía a los que lo temen,
y les da a conocer su alianza. R.


Aleluya

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Rey de las naciones y Piedra angular de la Iglesia,
ven y salva al hombre
que formaste del barro de la tierra. R.


EVANGELIO

Lc 1, 57-66

Nacimiento de Juan Bautista.

+

Lectura del santo Evangelio según san Lucas.

A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y se alegraban con ella.

A los ocho días vinieron a circuncidar al niño, y querían llamarlo Zacarías, como su padre; pero la madre intervino diciendo:

«¡No! Se va a llamar Juan».

Y le dijeron:

«Ninguno de tus parientes se llama así».

Entonces preguntaban por señas al padre cómo quería que se llamase. Él pidió una tablilla y escribió: «Juan es su nombre». Y todos se quedaron maravillados.

Inmediatamente se le soltó la boca y la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a Dios.

Los vecinos quedaron sobrecogidos, y se comentaban todos estos hechos por toda la montaña de Judea. Y todos los que los oían reflexionaban diciendo:

«Pues ¿qué será este niño?».

Porque la mano del Señor estaba con él.


Palabra del Señor.


24 DE DICIEMBRE


MISA MATUTINA

PRIMERA LECTURA:

(Esta Lectura se lee el IV Domingo del año B: por ello se puede sustituir por la PRIMERA LECTURA de la Feria de Adviento entre el 17 y 24 que no se lea por coincidir en Domingo: 17 | 18 | 19 | 20 | 21 | 22 | 23 | 24)

2 Sam 7, 1-5. 8b-12. 14a.16

El reino de David se mantendrá siempre firme ante el Señor.

Lectura del segundo libro de Samuel.

CUANDO el rey David se asentó en su casa y el Señor le hubo dado reposo de todos sus enemigos de alrededor, dijo al profeta Natán:

«Mira, yo habito en una casa de cedro, mientras el Arca de Dios habita en una tienda».

Natán dijo al rey:

«Ve y haz lo que desea tu corazón, pues el Señor está contigo».

Aquella noche vino esta palabra del Señor a Natán:

«Ve y habla a mi siervo David:

Así dice el Señor: ¿Tú me va a construir una casa para morada mía?

Yo te tomé del pastizal, de andar tras el rebaño, para que fueras jefe de mi pueblo Israel. He estado a tu lado por donde quiera que has ido, he suprimido a todos tus enemigos ante ti y te he hecho tan famoso como los grandes de la tierra. Dispondré un lugar para mi pueblo Israel y lo plantaré para que resida en él sin que lo inquieten, ni le hagan más daño los malvados, como antaño, cuando nombraba jueces sobre mi pueblo Israel. A ti te he dado reposo de todos tus enemigos. Pues bien, el Señor te anuncia que te va a edificar una casa.

En efecto, cuando se cumplan tus días y reposes con tus padres, yo suscitaré descendencia tuya después de ti. Al que salga de tus entrañas le afirmaré su reino. Yo seré para él un padre, y él será para mí un hijo.

Tu casa y tu reino se mantendrán siempre firmes ante mí; tu trono durará para siempre».


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 88, 2-3. 4-5. 27 y 29 (R.: cf. 2a)

R. Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.

V. Cantaré eternamente las misericordias del Señor,
anunciaré tu fidelidad por todas las edades.
Porque dijiste: «La misericordia es un edificio eterno»,
más que el cielo has afianzado tu fidelidad. R.

V. «Sellé una alianza con mi elegido,
jurando a David, mi siervo:
Te fundaré un linaje perpetuo,
edificaré tu trono para todas las edades». R.

V. «Él me invocará: Tú eres mi padre,
mi Dios, mi Roca salvadora;
Le mantendré eternamente mi favor,
y mí alianza con él será estable». R.

Aleluya

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Sol que naces de lo alto,
resplandor de la luz eterna, sol de justicia,
ven ahora a iluminar a los que viven en tinieblas
y en sombra de muerte. R.


EVANGELIO

Lc 1, 67-79

Nos visitará el sol que nace de lo alto.

+

Lectura del santo Evangelio según san Lucas.

EN aquel tiempo, Zacarías, padre de Juan, se llenó de Espíritu Santo y profetizó diciendo:

«Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo,
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas.

Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
realizando la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abrahán para concedernos
que, libres de temor, arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia, en su presencia, todos nuestros días.

Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación
por el perdón de sus pecados.

Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos por el camino de la paz».


Palabra del Señor.



ALELUYA
EN LAS FERIAS DE ADVIENTO
HASTA EL DÍA 16 DE DICIEMBRE


Estos textos pueden usarse en lugar de los que se hallan cada día antes del EVANGELIO en las ferias de Adviento hasta el día 16 de diciembre.

1.

Cf. Sal 79, 4

Ven a librarnos, Señor, Dios nuestro;
que brille tu rostro y nos salve.

2.

Sal 84, 8

Muéstranos, Señor, tu misericordia
y danos tu salvación.

3.

Is 33, 22

El Señor nos gobierna, nos da leyes, es nuestro rey:
él es nuestra salvación.

4.

Is 40, 9-10

Alza fuerte la voz, heraldo;
mirad, el Señor Dios llega con poder.

5.

Cf. Is 45, 8

Cielos, destilad desde lo alto al Justo, las nubes lo derramen,
se abra la tierra y brote el Salvador.

6.

Is 55, 6

Buscad al Señor mientras se deja encontrar,
invocadlo mientras esté cerca.

7.

Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos.
Toda carne verá la salvación de Dios.

8.

El Señor llega, salid a su encuentro;
él es el Príncipe de la paz.

9.

Mirad, el Señor llega con poder
e iluminará los ojos de sus siervos.

10.

Mirad que llega el Señor, para salvar a su pueblo;
bienaventurados los que están preparados para salir a su encuentro.

11.

Mirad, el Rey viene, el Señor de la tierra,
y él romperá el yugo de nuestra cautividad.

12.

Está cerca el día del Señor;
mirad, él viene a salvarnos.

13.

Ven, Señor, y no tardes,
perdona los pecados de tu pueblo.

14.

Ven, Señor, visítanos con tu paz,
para que nos alegremos en tu presencia de todo corazón.


ALELUYA
EN LAS FERIAS DE ADVIENTO
DESDE EL DÍA 17 AL 24 DE DICIEMBRE

Estos textos pueden usarse en lugar de los que se hallan cada día antes del EVANGELIO en las ferias de Adviento desde el día 17 al 24 de diciembre.

1.

Sabiduría del Altísimo, que lo dispones todo con firmeza y suavidad,
ven para mostrarnos el camino de la prudencia.

2.

Pastor de la casa de Israel,
que en el Sinaí diste a Moisés tu ley,
ven a rescatarnos con el poder de tu brazo.

3.

Raíz de Jesé, que te alzas como un signo para los pueblos,
ven a librarnos, no tardes más.

4.

Llave de David, que abres las puertas del Reino eterno,
ven y libra a los cautivos que viven en tinieblas.

5.

Sol que naces de lo alto,
resplandor de la luz eterna, sol de justicia,
ven ahora a iluminar a los que viven en tinieblas
y en sombra de muerte.

6.

Rey de las naciones y Piedra angular de la Iglesia,
ven y salva al hombre que formaste del barro de la tierra.

7.

Emmanuel, rey y legislador nuestro,
ven a salvarnos, Señor, Dios nuestro.


APÉNDICES

TEXTOS COMUNES
PARA EL CANTO DEL SALMO RESPONSORIAL

El Salmo responsorial ha de responder a cada lectura y ha de tomarse, por lo general, del Leccionario.

Con el fin de que el pueblo pueda decir más fácilmente la respuesta salmódica, pueden emplearse algunos textos de respuesta y de salmos que se han seleccionado según los diversos tiempos o según los distintos grupos de santos, en lugar de los textos correspondientes a la lectura, cada vez que se canta el salmo.


RESPUESTAS

Tiempo de Adviento: ¡Ven, Señor, a librarnos!

SALMOS TIEMPO DE ADVIENTO

Opción 1

Sal 24, 4-5a. 8-9 10 y 14 (R.: 1b)

R. Señor, instrúyeme en tus sendas.

V. Señor, enséñame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas:
haz que camine con lealtad;
enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador. R.

V. El Señor es bueno y es recto,
enseña el camino a los pecadores;
hace caminar a los humilles con rectitud,
enseña su camino a los humildes. R.

V. Las sendas del Señor son misericordia y lealtad
para los que guardan su alianza y sus mandatos.
El Señor se confía a los que lo temen
y les da a conocer su alianza. R.

Opción 2

Sal 84, 9abc y 10. 11-12. 13-14 (R.: 8a)

R. Muéstranos, Señor, tu misericordia.

V. Voy a escuchar lo que dice el Señor:
«Dios anuncia la paz
a su pueblo y a sus amigos».
La salvación está cerca de los que lo temen,
y la gloria habitará en nuestra tierra. R.

V. La misericordia y la fidelidad se encuentran,
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo. R.

V. El Señor nos dará la lluvia,
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,
Y sus pasos señalarán el camino. R.









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