L II NAVIDAD

Leccionario II
PARA LAS FERIAS DE NAVIDAD y EPIFANÍA

TIEMPO DE NAVIDAD

OCTAVA NAVIDAD

FERIAS ANTES EPIFANÍA

FERIAS DESPUÉS EPIFANÍA




OCTAVA DE NAVIDAD

29 de diciembre

30 de diciembre

31 de diciembre


FERIAS DEL TIEMPO DE NAVIDAD ANTES DE LA EPIFANÍA

Cuando la Epifanía se celebra el Domingo que cae entre los días 2 al 8 de enero, después de la Epifanía se toman las lecturas propuestas para los días del 7 al 12 de enero, y se omiten las siguientes.

2 de enero

3 de enero

4 de enero

5 de enero

6 de enero

7 de enero

Aleluya en las ferias del tiempo de Navidad antes de la Epifanía

 

FERIAS DEL TIEMPO DE NAVIDAD DESPUÉS DE LA EPIFANÍA

Durante las ferias que siguen a la Epifanía se emplean las lecturas asignadas a continuación para cada día.

El lunes posterior al Bautismo del Señor comienzan a emplearse las lecturas del tiempo ordinario, por lo que se omiten las aquí asignadas para los días 7 al 12 de enero.

7 de enero o bien lunes después del domingo de Epifanía

8 de enero o bien martes después del domingo de Epifanía

9 de enero o bien miércoles después del domingo de Epifanía

10 de enero o bien jueves después del domingo de Epifanía

11 de enero o bien viernes después del domingo de Epifanía

12 de enero o bien sábado después del domingo de Epifanía

Aleluya en las ferias del tiempo de Navidad después de Epifanía


APÉNDICES

Textos comunes para el canto del salmo responsorial


TIEMPO DE NAVIDAD

OCTAVA DE NAVIDAD


29 DE DICIEMBRE

Día V dentro de la Octava de Navidad


PRIMERA LECTURA

1 Jn 2, 3-11

Quien ama a su hermano permanece en la luz.

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan.

QUERIDOS hermanos:

En esto sabemos que conocemos a Jesús: en que guardamos sus mandamientos.

Quien dice: «Yo le conozco», y no guarda sus mandamientos, es un mentiroso, y la verdad no está en él. Pero quien guarda su palabra, ciertamente el amor de Dios ha llegado en él a su plenitud.

En esto conocemos que estamos en él.

Quien dice que permanece en él debe caminar como él caminó.

Queridos míos, no os escribo un mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que tenéis desde el principio. Este mandamiento antiguo es la palabra que habéis escuchado.

Y, sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo —y esto es verdadero en él y en vosotros—, pues las tinieblas pasan, y la luz verdadera brilla ya.

Quien dice que está en la luz y aborrece a su hermano está aún en las tinieblas. Quien ama a su hermano permanece en la luz y no tropieza. Pero quien aborrece a su hermano está en las tinieblas, camina en las tinieblas, no sabe adónde va, porque las tinieblas han cegado sus ojos.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 95, 1-2a. 2b-3. 5b-6 (R.: 11a)

R. Alégrese el cielo, goce la tierra.

V. Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre. R.

V. Proclamad día tras día su victoria.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones. R.

V. El Señor ha hecho el cielo;
honor y majestad lo preceden,
fuerza y esplendor están en su templo. R.


Aleluya

Lc 2, 32

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Luz para alumbrar a las naciones
y gloria de tu pueblo Israel. R.

 

En lugar del versículo antes del Evangelio propuesto para cada feria de Navidad antes de la Epifanía se pueden escoger alguno de los siguientes.


EVANGELIO

Lc 2, 22-35

Luz para alumbrar a las naciones

+

Lectura del santo Evangelio según san Lucas.

CUANDO se cumplieron los días de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: «Todo varón primogénito será consagrado al Señor», y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: «un par de tórtolas o dos pichones».

Había entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo estaba con él. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo.

Y cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo acostumbrado según la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo:

«Ahora, Señor, según tu promesa,
puedes dejar a tu siervo irse en paz.

Porque mis ojos “han visto a tu Salvador”,
a quien has presentado ante todos los pueblos:
“luz para alumbrar a las naciones”
y gloria de tu pueblo Israel».

Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño. Simeón los bendijo, y dijo a María, su madre:

«Éste ha sido puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; y será como un signo de contradicción —y a ti misma una espada te traspasará el alma—, para que se pongan de manifiesto los pensamientos de muchos corazones».


Palabra del Señor.



30 DE DICIEMBRE

Día VI dentro de la Octava de Navidad


PRIMERA LECTURA

1 Jn 2, 12-17

El que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan.

OS escribo, hijos míos, porque se os han perdonado vuestros pecados por su nombre.

Os escribo, padres, porque conocéis al que es desde el principio.

Os escribo, jóvenes, porque habéis vencido al Maligno.

Os he escrito, hijos, porque conocéis al Padre.

Os he escrito, padres, porque ya conocéis al que existía desde el principio.

Os he escrito, jóvenes, porque sois fuertes y que la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al Maligno.

No améis al mundo ni lo que hay en el mundo. Si alguno ama al mundo, no está en él el amor del Padre. Porque lo que hay en el mundo —la concupiscencia de la carne, y la concupiscencia de los ojos, y la arrogancia del dinero—, eso no procede del Padre, sino que procede del mundo. Y el mundo pasa, y su concupiscencia.

Pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 95, 7-8a. 8b-9. 10 (R.: 11a)

R. Alégrese el cielo, goce la tierra.

V. Familias de los pueblos, aclamad al Señor,
aclamad la gloria y el poder del Señor;
aclamad la gloria del nombre del Señor. R.

V. Entrad en sus atrios trayéndole ofrendas.
Postraos ante el Señor en el atrio sagrado,
tiemble en su presencia la tierra toda. R.

V. Decid a los pueblos: «El Señor es rey:
él afianzó el orbe, y no se moverá;
él gobierna a los pueblos rectamente». R.


Aleluya

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Un día sagrado nos ha iluminado;
venid, naciones, y adorad al Señor,
porque hoy una gran luz ha bajado a la tierra. R.


EVANGELIO

Lc 2, 36-40

Hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén.

+

Lectura del santo Evangelio según san Lucas.

EN aquel tiempo, había una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, ya muy avanzada en años. De joven había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba del templo, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones noche y día. Presentándose en aquel momento, alababa también a Dios y hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén.

Y, cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, Jesús y sus padres volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño, por su parte, iba creciendo y robusteciéndose, lleno de sabiduría; y la gracia de Dios estaba con él.


Palabra del Señor.



31 DE DICIEMBRE

Día VII dentro de la Octava de Navidad


PRIMERA LECTURA

1 Jn 2, 18-21

Estáis ungidos por el Santo, y todos vosotros lo conocéis.

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan.

HIJOS míos, es la última hora.

Habéis oído que iba a venir un anticristo; pues bien, muchos anticristos han aparecido, por lo cual nos damos cuenta que es la última hora.

Salieron de entre nosotros, pero no eran de los nuestros. Si hubiesen sido de los nuestros, habrían permanecido con nosotros. Pero sucedió así para poner de manifiesto que no todos son de los nuestros.

En cuanto a vosotros, estáis ungidos por el Santo, y todos vosotros lo conocéis.

Os he escrito, no porque desconozcáis la verdad, sino porque la conocéis, y porque ninguna mentira viene de la verdad.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 95, 1-2. 11-12. 13 (R.: 11a)

R. Alégrese el cielo, goce la tierra.

V. Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre,
proclamad día tras día su victoria. R.

V. Alégrese el cielo, goce la tierra,
retumbe el mar y cuanto lo llena;
vitoreen los campos y cuanto hay en ellos,
aclamen los árboles bosque. R.

V. Delante del Señor, que ya llega,
ya llega a regir la tierra:
regirá el orbe con justicia
y los pueblos con fidelidad. R.


Aleluya

Jn 1, 14a. 12a

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. El Verbo se hizo carne
y habitó entre nosotros;
a cuantos lo recibieron,
les dio poder de ser hijos de Dios. R.


EVANGELIO

Jn 1, 1-18

El Verbo se hizo carne.

+

Comienzo del santo Evangelio según san Juan.

EN el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba junto a Dios, y el Verbo era Dios.

Él estaba en el principio junto a Dios.

Por medio de él se hizo todo, y sin él no se hizo nada de cuanto se ha hecho.

En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.

Y la luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no lo recibió.

Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él.

No era él la luz, sino el que daba testimonio de la luz.

El Verbo era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre, viniendo al mundo.

En el mundo estaba;
el mundo se hizo por medio de él, y el mundo no lo conoció.

Vino a su casa, y los suyos no lo recibieron.
Pero a cuantos lo recibieron, les dio poder de ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre.

Éstos no han nacido de sangre, ni de deseo de carne,
ni de deseo de varón, sino que han nacido de Dios.

Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.

Juan da testimonio de él y grita diciendo: «Éste es de quien dije: el que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo».

Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia.

Porque la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad nos ha llegado por medio de Jesucristo.

A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios Unigénito, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.


Palabra del Señor.



 

FERIAS DEL TIEMPO DE NAVIDAD
ANTES DE LA EPIFANÍA

Cuando la Epifanía se celebra el Domingo que cae entre los días 2 al 8 de enero, después de la Epifanía se toman las lecturas propuestas para los días del 7 al 12 de enero, y se omiten las siguientes.


2 DE ENERO


PRIMERA LECTURA

1 Jn 2, 22-28

Lo que habéis oído desde el principio permanezca en vosotros.

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan.

QUERIDOS hermanos:

¿Quién es el mentiroso sino el que niega que Jesús es el Cristo? Ése es el anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. Todo el que niega al Hijo tampoco posee al Padre. Quien confiesa al Hijo posee también al Padre.

En cuanto a vosotros, lo que habéis oído desde el principio permanezca en vosotros. Si permanece en vosotros lo que habéis oído desde el principio, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre; y ésta es la promesa que él mismo nos hizo: la vida eterna.

Os he escrito esto respecto a los que tratan de engañaros. Y en cuanto a vosotros, la unción que de él habéis recibido permanece en vosotros, y no necesitáis que nadie os enseñe. Pero como su unción os enseña acerca de todas las cosas —y es verdadera y no mentirosa—, según os enseñó, permaneced en él.

Y ahora, hijos, permaneced en él para que, cuando se manifieste, tengamos plena confianza y no quedemos avergonzados lejos de él en su venida.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 97, 1bcde. 2-3ab. 3cd-4 (R.: 3cd)

R. Los confines de la tierra han contemplado
la salvación de nuestro Dios.

V. Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas.
Su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R.

V. El Señor da a conocer su salvación,
revela a las naciones su justicia.
Se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel. R.

V. Los confines de la tierra han contemplado
la salvación de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad. R.


Aleluya

Heb 1, 1-2

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. En muchas ocasiones
habló Dios antiguamente
a los padres por los profetas.
En esta etapa final,
nos ha hablado por el Hijo. R.


En lugar del Aleluya propuesto para cada feria del tiempo de Navidad antes de la Epifanía se puede escoger alguno de los siguientes.


EVANGELIO

Jn 1, 19-28

El que viene detrás de mí.

+

Lectura del santo Evangelio según san Juan.

ÉSTE es el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a que le preguntaran:

«¿Tú quién eres?».

Él confesó y no negó; confesó:

«Yo no soy el Mesías».

Le preguntaron:

«¿Entonces, qué? ¿Eres tú Elías?».

Él dijo:

«No lo soy».

«¿Eres tú el Profeta?».

Respondió:

«No».

Y le dijeron:

«¿Quién eres, para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado? ¿Qué dices de ti mismo?».

Él contestó:

«Yo soy la voz que grita en el desierto: “Allanad el camino del Señor”, como dijo el profeta Isaías».

Entre los enviados había fariseos y le preguntaron:

«Entonces, ¿por qué bautizas si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?».

Juan les respondió:

«Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia».

Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde Juan estaba bautizando.


Palabra del Señor.



3 DE ENERO


PRIMERA LECTURA

1 Jn 2, 29 – 3, 6

Todo el que permanece en él no peca.

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan.

QUERIDOS hermanos:

Si sabéis que él es justo, reconoced que todo el que obra la justicia ha nacido de él.

Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos!

El mundo no nos conoce porque no lo conoció a él.

Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando él se manifiesta, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es.

Todo el que tiene esta esperanza en él se purifica a sí mismo, como él es puro.

Todo el que comete pecado quebranta también la ley, pues el pecado es quebrantamiento de la ley.

Y sabéis que él se manifestó para quitar los pecados, y en él no hay pecado.

Todo el que permanece en él no peca. Todo el que peca no lo ha visto ni conocido.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 97, 1bcde. 3cd-4. 5-6 (R.: 3cd)

R. Los confines de la tierra han contemplado
la salvación de nuestro Dios.

V. Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas.
Su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R.

V. Los confines de la tierra han contemplado
la salvación de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera,
gritad, vitoread, tocad. R.

V. Tañed la cítara para el Señor,
suenen los instrumentos:
con clarines y al son de trompetas,
aclamad al Rey y Señor. R.


Aleluya

Jn 1, 14a. 12a

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. El Verbo se hizo carne
y habitó entre nosotros;
a cuantos lo recibieron,
les dio poder de ser hijos de Dios. R.


EVANGELIO

Jn 1, 29-34

Éste es el Cordero de Dios.

+

Lectura del santo Evangelio según san Juan.

AL día siguiente, al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó:

«Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Éste es aquel de quien yo dije: “Tras de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo”. Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua, para que sea manifestado a Israel».

Y Juan dio testimonio diciendo:

«He contemplado al Espíritu que bajaba del cielo como una paloma, y se posó sobre él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: “Aquel sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre él, ése es el que bautiza con Espíritu Santo”. Y yo lo he visto y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios».


Palabra del Señor.



4 DE ENERO


PRIMERA LECTURA

1 Jn 3, 7-10

No puede pecar, porque ha nacido de Dios.

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan.

HIJOS míos, que nadie os engañe. Quien obra la justicia es justo, como él es justo.

Quien comete el pecado es del Diablo, pues el Diablo peca desde el principio. El Hijo de Dios se manifestó para deshacer las obras del Diablo.

Todo el que ha nacido de Dios no comete pecado, porque su germen permanece en él, y no puede pecar, porque ha nacido de Dios.

En esto se reconocen los hijos de Dios y los hijos del Diablo: todo el que no obra la justicia no es de Dios, ni tampoco el que no ama a su hermano.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 97, 1bcde. 7-8. 9 (R.: 3cd)

R. Los confines de la tierra han contemplado
la salvación de nuestro Dios.

V. Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas.
Su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R.

V. Retumbe el mar y cuanto contiene,
la tierra y cuantos la habitan;
aplaudan los ríos,
aclamen los montes. R.

V. Al Señor, que llega
para regir la tierra.
Regirá el orbe con justicia
y los pueblos con rectitud. R.


Aleluya

Heb 1, 1-2

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. En muchas ocasiones habló Dios antiguamente
a los padres por los profetas.
En esta etapa final, nos ha hablado por el Hijo. R.


EVANGELIO

Jn 1, 35-42

Hemos encontrado al Mesías.

+

Lectura del santo Evangelio según san Juan.

EN aquel tiempo, estaba Juan con dos de sus discípulos y, fijándose en Jesús que pasaba, dice:

«Éste es el Cordero de Dios».

Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús. Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunta:

«¿Qué buscáis?».

Ellos le contestaron:

«Rabí (que significa Maestro), ¿dónde vives?».

Él les dijo:

«Venid y veréis».

Entonces fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día; era como la hora décima.

Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús; encuentra primero a su hermano Simón y le dice:

«Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo)».

Y lo llevó a Jesús. Jesús se le quedó mirando y le dijo:

«Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas (que se traduce: Pedro)».


Palabra del Señor.



5 DE ENERO

PRIMERA LECTURA

1 Jn 3, 11-21

Hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a los hermanos.

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan.

QUERIDOS hermanos:

Éste es el mensaje que habéis oído desde el principio: que nos amemos unos a otros.

No seamos como Caín, que procedía del Maligno y asesinó a su hermano. ¿Y por qué lo asesinó? Porque sus obras eran malas, mientras que las de su hermano eran justas.

No os sorprenda, hermanos, que el mundo os odie; nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a los hermanos. El que no ama permanece en la muerte.

El que odia a su hermano es un homicida. Y sabéis que ningún homicida lleva permanentemente en sí vida eterna. En esto hemos conocido el amor: en que él dio su vida por nosotros. También nosotros debemos dar nuestra vida por los hermanos. Pero si uno tiene bienes del mundo y, viendo a su hermano en necesidad, le cierra sus entrañas, ¿cómo va a estar en él el amor de Dios?

Hijos míos, no amemos de palabra y de boca, sino de verdad y con obras.

En esto conoceremos que somos de la verdad y tranquilizaremos nuestro corazón ante él, en caso de que nos condene nuestro corazón, pues Dios es mayor que nuestro corazón y lo conoce todo. Queridos, si el corazón no nos condena, tenemos plena confianza ante Dios.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 99, 1-2. 3. 4. 5 (R.: 1)

R. Aclama al Señor, tierra entera.

V. Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con vítores. R.

V. Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño. R.

V. Entrad por sus puertas con acción de gracias,
por sus atrios con himnos,
dándole gracias y bendiciendo su nombre. R.

V. El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades. R.


Aleluya

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Un día sagrado nos ha iluminado;
venid, naciones, y adorad al Señor,
porque hoy una gran luz ha bajado a la tierra. R.


EVANGELIO

Jn 1, 43-51

Tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel.

+

Lectura del santo Evangelio según san Juan.

EN aquel tiempo, determinó Jesús salir para Galilea; encuentra a Felipe y le dice:

«Sígueme».

Felipe era de Betsaida, ciudad de Andrés y de Pedro. Felipe encuentra a Natanael y le dice:

«Aquel de quien escribieron Moisés en la ley y los profetas, lo hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de Nazaret».

Natanael le replicó:

«¿De Nazaret puede salir algo bueno?».

Felipe le contestó:

«Ven y verás».

Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él:

«Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño».

Natanael le contesta:

«¿De qué me conoces?».

Jesús le responde:

«Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi».

Natanael respondió:

«Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel».

Jesús le contestó:

«¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores».

Y le añadió:

«En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».


Palabra del Señor.



6 DE ENERO

Cuando la Epifanía se celebra el domingo 7 u 8 de enero se emplean las siguientes lecturas:


PRIMERA LECTURA

1 Jn 5, 5-13

El Espíritu, el agua y la sangre.

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan.

QUERIDOS hermanos:

¿Quién es el que vence al mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?

Éste es el que vino por el agua y la sangre: Jesucristo.

No sólo en el agua, sino en el agua y en la sangre; y el Espíritu es quien da testimonio, porque el Espíritu es la verdad.

Porque tres son los que dan testimonio: el Espíritu, el agua y la sangre, y el testimonio de los tres es único.

Si aceptamos el testimonio humano, mayor es el testimonio de Dios. Pues éste es el testimonio de Dios, que ha dado testimonio acerca de su Hijo. El que cree en el Hijo de Dios tiene el testimonio en sí mismo.

Quien no cree a Dios lo hace mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. Y éste es el testimonio: Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en su Hijo. Quien tiene al Hijo tiene la vida, quien no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.

Os he escrito estas cosas a los que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que os deis cuenta de que tenéis vida eterna.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 147, 12-13. 14-15. 19-20 (R.: 12a)

R. Glorifica al Señor, Jerusalén.

O bien:

R. Aleluya.

V. Glorifica al Señor, Jerusalén;
alaba a tu Dios, Sión.
Que ha reforzado los cerrojos de tus puertas,
y ha bendecido a tus hijos dentro de ti. R.

V. Ha puesto paz en tus fronteras,
te sacia con flor de harina.
Él envía su mensaje a la tierra,
y su palabra corre veloz. R.

V. Anuncia su palabra a Jacob,
sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así,
ni les dio a conocer sus mandatos. R.


Aleluya

Cf. Mc 9, 7

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Se abrieron los cielos y se oyó la voz del Padre:
«Éste es mi Hijo, el amado; escuchadlo». R.


EVANGELIO (opción 1).

Mc 1, 7-11

Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco.

+

Lectura del santo Evangelio según san Marcos.

EN aquel tiempo, proclamaba Juan:

«Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo y no merezco agacharme para desatarle la correa de sus sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con Espíritu Santo».

Y sucedió que por aquellos días llegó Jesús desde Nazaret de Galilea y fue bautizado por Jesús en el Jordán.

Apenas salió del agua, vio rasgarse los cielos y al Espíritu que bajaba hacia él como una paloma. Se oyó una voz desde los cielos:

«Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco».


Palabra del Señor.

EVANGELIO (opción 2, forma larga).

Lc 3, 23-38

Genealogía de Jesucristo, hijo de Adán, hijo de Dios.

+

Lectura del santo Evangelio según san Lucas.

EN aquel tiempo, Jesús, al empezar, tenía unos treinta años, y se pensaba que era hijo de José, que a su vez era de Helí, de Matat, de Leví, de Melquí, de Jannaí, de José, de Matatías, de Amós, de Nahún, de Eslí, de Nagái, de Maat, de Matatías, de Semeín, de Josec, de Jodá, de Joanán, de Resá, de Zorobabel, de Salatiel, de Nerí, de Melquí, de Addí, de Cosán, de Elmmadán, de Er, de Jesús, de Eliezer, de Jorín, de Matat, de Leví, de Simeón, de Judá, de José, de Jonán, de Eliacín, de Meleá, de Mená, de Matatá, de Natán, de David, de Jesé, de Jobed, de Booz, de Salá, de Naasón, de Aminadab, de Admín, de Arní, de Esrón, de Fares, de Judá, de Jacob, de Isacc, de Abrahán, de Tare, de Nacor, de Seruc, de Ragau, de Fálec, de Eber, de Salá, de Cainán, de Arfaxad, de Sem, de Noé, de Lámec, de Matusalén, de Henoc, de Járet, de Maleleed, de Cainán, de Enós, de Set, de Adán, de Dios.


Palabra del Señor.

EVANGELIO (opción 2, forma breve).

Lc 3, 23. 31-34. 36. 38

Genealogía de Jesucristo, hijo de Adán, hijo de Dios.

+

Lectura del santo Evangelio según san Lucas.

EN aquel tiempo, Jesús, al empezar, tenía unos treinta años, y se pensaba que era hijo de José, que a su vez era de Helí, de Meleá, de Mená, de Matatá, de Natán, de David, de Jesé, de Jobed, de Booz, de Salá, de Naasón, de Aminadab, de Admín, de Arní, de Esrón, de Fares, de Judá, de Jacob, de Isacc, de Abrahán, de Tare, de Nacor, de Cainán, de Arfaxad, de Sem, de Noé, de Lámec, de Enós, de Set, de Adán, de Dios.


Palabra del Señor.



7 DE ENERO

Cuando la Epifanía se celebra el domingo 8 de enero se emplean las siguientes lecturas.


PRIMERA LECTURA

1 Jn 5, 14-21

Nos escucha en lo que le pedimos.

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan.

QUERIDOS hermanos:

En esto consiste la confianza que tenemos en el Hijo de Dios, en que si le pedimos algo según su voluntad, no escucha. Y si sabemos que nos escucha en lo que le pedimos, sabemos que tenemos conseguido lo que le hayamos pedido.

Si alguno ve que su hermano comete un pecado que no es de muerte, pida y Dios le dará vida —a los que cometan pecados que no son de muerte, pues hay un pecado que es de muerte, por el cual no digo que pida—.

Toda injusticia es pecado, pero hay pecado que no es de muerte.

Sabemos que todo el que ha nacido de Dios no peca, sino que el Engendrado de Dios lo guarda, y el Maligno no llega a tocarlo. Sabemos que somos de Dios, y que el mundo entero yace en poder del Maligno.

Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado inteligencia para que conozcamos al Verdadero. Nosotros estamos en el Verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el Dios verdadero y la vida eterna.

Hijos míos, guardaos de los ídolos.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 149, 1bc-2. 3-4. 5-6a y 9b (R.: 4a)

R. El Señor ama a su pueblo.

O bien:

R. Aleluya.

V. Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles,
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey. R.

V. Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes. R.

V. Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en files:
con vítores a Dios en la boca.
Es un honor para todos sus fieles. R.


Aleluya

Lc 7, 16

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Un gran Profeta ha surgido entre nosotros.
Dios ha visitado a su pueblo. R.


EVANGELIO

Jn 2, 1-11

Éste fue el primero de los signos que Jesús realizó en Caná de Galilea.

+

Lectura del santo Evangelio según san Juan.

EN aquel tiempo, había una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda.

Faltó el vino, y la madre de Jesús le dice:

«No tienen vino».

Jesús le dice:

«Mujer, ¿qué tengo yo que ver contigo? Todavía no ha llegado mi hora».

Su madre dice a los sirvientes:

«Haced lo que él os diga».

Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una.

Jesús les dice:

«Llenad las tinajas de agua».

Y las llenaron hasta arriba.

Entonces les dice:

«Sacad ahora y llevadlo al mayordomo».

Ellos se lo llevaron.

El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde venía (los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces llama al esposo y le dice:

«Todo el mundo pone primero el vino bueno y, cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado el vino bueno hasta ahora».

Éste fue el primero de los signos que Jesús realizó en Caná de Galilea; así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él.


Palabra del Señor.




FERIAS DEL TIEMPO DE NAVIDAD
DESPUÉS DE LA EPIFANÍA

Durante las ferias que siguen a la Epifanía se emplean las lecturas asignadas a continuación para cada día.

El lunes posterior al Bautismo del Señor comienzan a emplearse las lecturas del tiempo ordinario, por lo que se omiten las aquí asignadas para los días 7 al 12 de enero.


7 DE ENERO
o bien
LUNES DESPUÉS DEL DOMINGO DE EPIFANÍA


PRIMERA LECTURA

1 Jn 3, 22 – 4, 6

Examinad si los espíritus vienen de Dios.

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan.

QUERIDOS hermanos:

Cuanto pidamos lo recibimos de él, porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada.

Y éste es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo, Jesucristo, y que nos amemos unos a otros, tal como nos lo mandó. Quien guarda sus mandamientos permanece en Dios, y Dios en él; en esto conocemos que permanece en nosotros: por el Espíritu que nos dio.

Queridos míos: no os fieis de cualquier espíritu, sino examinad si los espíritus vienen de Dios, pues muchos falsos profetas han salido al mundo.

En esto podréis conocer el Espíritu de Dios: todo espíritu que confiesa a Jesucristo venido en carne es de Dios; y todo espíritu que no confiesa a Jesús no es de Dios: es del Anticristo. El cual habéis oído que iba a venir; pues bien, ya está en el mundo.

Vosotros, hijos míos, sois de Dios y lo habéis vencido. Pues el que está en vosotros es más que el que está en el mundo. Ellos son del mundo; por eso hablan según el mundo y el mundo los escucha. Nosotros somos de Dios.

Quien conoce a Dios nos escucha, quien no es de Dios no nos escucha.

En esto conocemos el Espíritu de la verdad y el espíritu del error.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 2, 7-8. 10-12a (R.: 8b)

R. Te daré en herencia las naciones

V. Voy a proclamar el decreto del Señor;
él me ha dicho: «Tú eres mi Hijo:
yo te he engendrado hoy.
Pídemelo:
te daré en herencia las naciones;
en posesión, los confines de la tierra». R.

V. Y ahora, reyes, sed sensatos;
escarmentad, los que regís la tierra:
servid al Señor con temor,
rendidle homenaje temblando. R.


Aleluya

Cf. Mt 4, 23

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Jesús proclamaba el evangelio del reino,
y curaba toda dolencia del pueblo. R.


En lugar del Aleluya propuesto para cada feria del tiempo de Navidad después de la Epifanía se puede escoger alguno de los siguientes.


EVANGELIO

Mt 4, 12-17. 23-25

Está cerca el reino de los cielos.

+

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

EN aquel tiempo, al enterarse Jesús de que habían arrestado a Juan se retiró a Galilea.

Dejando Nazaret se estableció en Cafarnaún, junto al mar, en el territorio de Zabulón y Neftalí, para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta Isaías:

«Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí,
camino del mar, al otro lado del Jordán,
Galilea de los gentiles.
El pueblo que habitaba en tinieblas
vio una luz grande;
a los que habitaban en tierra y sombras de muerte,
una luz les brilló».

Desde entonces comenzó Jesús a predicar diciendo:

«Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos».

Jesús recorría toda Galilea enseñando en sus sinagogas, proclamando el evangelio del reino y curando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.

Su fama se extendió por toda Siria y le traían todos los enfermos aquejados de toda clase de enfermedades y dolores, endemoniados, lunáticos y paralíticos. Y él los curó.

Y lo seguían multitudes venidas de Galilea, Decápolis, Jerusalén, Judea y Transjordania.


Palabra del Señor.



8 DE ENERO
o bien
MARTES DESPUÉS DEL DOMINGO DE EPIFANÍA


PRIMERA LECTURA

1 Jn 4, 7-10

Dios es amor.

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan.

QUERIDOS hermanos, amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor.

En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al mundo a su Unigénito, para que vivamos por medio de él.

En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a su Hijo como víctima de propiciación por nuestros pecados.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 71, 1-2. 3-4ab. 7-8 (R.: cf. 11)

R. Se postrarán ante ti, Señor,
todos los pueblos de la tierra.

V. Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud. R.

V. Que los montes traigan paz,
y los collados justicia;
defienda a los humildes del pueblo,
socorra a los hijos del pobre. R.

V. En sus días florezca la justicia
y la paz hasta que falte la luna;
domine de mar a mar,
del Gran Río al confín de la tierra. R.


Aleluya

Lc 4, 18

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. El Señor me ha enviado
a evangelizar a los pobres,
a proclamar a los cautivos la libertad. R.


EVANGELIO

Mc 6, 34-44

Al multiplicar los panes Jesús se manifiesta como profeta.

+

Lectura del santo Evangelio según san Marcos.

EN aquel tiempo, Jesús vio una multitud y se compadeció de ella, porque andaban como ovejas que no tienen pastor; y se puso a enseñarles muchas cosas.

Cuando se hizo tarde se acercaron sus discípulos a decirle:

«Estamos en despoblado y ya es muy tarde. Despídelos, que vayan a los cortijos y aldeas de alrededor y se compren de comer».

Elles replicó:

«Dadles vosotros de comer».

Ellos le preguntaron:

«¿Vamos a ir a comprar doscientos denarios de pan para darles de comer?».

Él les dijo:

«¿Cuántos panes tenéis? Id a ver».

Cuando lo averiguaron le dijeron:

«Cinco, y dos peces».

Él les mandó que la gente se recostara sobre la hierba verde en grupos. Ellos se acomodaron por grupos de cien y de cincuenta.

Y tomando los cinco panes y los dos peces, alzando la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los iba dando a los discípulos para que se los sirvieran. Y repartió entre todos los dos peces.

Comieron todos y se saciaron, y recogieron las sobras: doce cestos de pan y de peces.

Los que comieron eran cinco mil hombres.


Palabra del Señor.



9 DE ENERO
o bien
MIÉRCOLES DESPUÉS DEL DOMINGO DE EPIFANÍA


PRIMERA LECTURA

1 Jn 4, 11-18

Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros.

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan.

QUERIDOS hermanos, si Dios nos amó de esta manera, también nosotros debemos amarnos unos a otros.

A Dios nadie lo ha visto nunca. Si nos amarnos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud.

En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros: en que nos ha dado de su Espíritu. Y nosotros hemos visto y damos testimonio de que el Padre envió a su Hijo para ser Salvador del mundo.

Quien confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios.

Y nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él.

Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él.

En esto ha llegado el amor a su plenitud con nosotros: en que tengamos confianza en el día del juicio, pues como él es, así somos nosotros en este mundo.

No hay temor en el amor, sino que el amor perfecto expulsa el temor, porque el temor mira el castigo; quien teme no ha llegado a la plenitud en el amor.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 71, 1-2. 10-11. 12-13 (R.: cf. 11)

R. Se postrarán ante ti, Señor,
todos los pueblos de la tierra.

V. Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud. R.

V. Los reyes de Tarsis y de las islas
le paguen tributo.
Los reyes de Saba y de Arabia
le ofrezcan sus dones;
póstrense ante él todos los reyes,
y sírvanle todos los pueblos. R.

V. Él librará al pobre que clamaba,
al afligido que no tenía protector;
él se apiadará del pobre y del indigente,
y salvará la vida de los pobres. R.


Aleluya

Cf. 1 Tm 3, 16

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Gloria a ti, Cristo, proclamado en las naciones;
gloria a ti, Cristo, creído en el mundo. R.


EVANGELIO

Mc 6, 45-52

Lo vieron andar sobre el mar.

+

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

DESPUÉS de haberse saciado los cinco mil hombres, Jesús enseguida apremió a los discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran hacia la orilla de Betsaida, mientras él despedía a la gente. Y después de despedirse de ellos, se retiró al monte a orar.

Llegada la noche, la barca estaba en mitad del mar y Jesús, solo, en tierra.

Viéndolos fatigados de remar, porque tenían viento contrario, a eso de la cuarta vigilia de la madrugada, fue hacia ellos andando sobre el mar, e hizo ademán de pasar de largo.

Ellos, viéndolo andar sobre el mar, pensaron que era un fantasma y dieron un grito, porque todos lo vieron y se asustaron.

Pero él habló enseguida con ellos y les dijo:

«Ánimo, soy yo, no tengáis miedo».

Entró en la barca con ellos y amainó el viento.

Ellos estaban en el colmo del estupor, pues no habían comprendido lo de los panes, porque tenían la mente embotada.


Palabra del Señor.


 

10 DE ENERO
o bien
JUEVES DESPUÉS DEL DOMINGO DE EPIFANÍA


PRIMERA LECTURA

1 Jn 4, 19 – 5, 4

Quien ama a Dios, ame también a su hermano.

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan.

QUERIDOS hermanos:

Nosotros amemos a Dios, porque él nos amó primero. Si alguno dice: «Amo a Dios», y aborrece a su hermano, es un mentiroso; pues quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios, a quien no ve.

Y hemos recibido de él este mandamiento: quien ama a Dios, ame también a su hermano.

Todo el que cree que Jesús es el Cristo ha nacido de Dios; y todo el que ama al que da el ser ama también al que ha nacido de él.

En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios: si amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos.

Pues en esto consiste el amor de Dios: en que guardemos sus mandamientos. Y sus mandamientos no son pesados, pues todo lo que ha nacido de Dios vence al mundo. Y lo que ha conseguido la victoria sobre el mundo es nuestra fe.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 71, 1-2. 14 y 15bc. 17 (R.: cf. 11)

R. Se postrarán ante ti, Señor,
todos los pueblos de la tierra.

V. Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud. R.

V. Él rescatará sus vidas de la violencia,
su sangre será preciosa a sus ojos.
Recen por él continuamente
y lo bendigan todo el día. R.

V. Que su nombre sea eterno,
y su fama dure como el sol;
él sea la bendición de todos los pueblos,
y lo proclamen dichoso
todas las razas de la tierra. R.


Aleluya

Lc 4, 18

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. El Señor me ha enviado
a evangelizar a los pobres,
a proclamar a los cautivos la libertad. R.


EVANGELIO

Lc 4, 14-22a

Hoy se ha cumplido esta Escritura.

+

Lectura del santo Evangelio según san Lucas.

EN aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea con la fuerza del Espíritu; y su fama se extendió por toda la comarca.

Enseñaba en las sinagogas, y todos lo alababan.

Fue a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el rollo del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito:

«El Espíritu del Señor está sobre mí,
porque él me ha ungido.
Me ha enviado a evangelizar a los pobres,
a proclamar a los cautivos la libertad,
y a los ciegos, la vista;
a poner en libertad a los oprimidos;
a proclamar el año de gracia del Señor».

Y, enrollando el rollo y devolviéndolo al que lo ayudaba, se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos clavados en él. Y él comenzó a decirles:

«Hoy se ha cumplido esta Escritura que acabáis de oír».

Y todos le expresaban su aprobación y se admiraban de las palabras de gracia que salían de su boca.


Palabra del Señor.



11 DE ENERO

o bien
VIERNES DESPUÉS DEL DOMINGO DE EPIFANÍA


PRIMERA LECTURA

1 Jn 5, 5-13

El Espíritu, el agua y la sangre.

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan.

QUERIDOS hermanos:

¿Quién es el que vence al mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?

Éste es el que vino por el agua y la sangre: Jesucristo.

No sólo de agua, sino en el agua y en la sangre; y el Espíritu es quien da testimonio, porque el Espíritu es la verdad.

Porque tres son los que dan testimonio: el Espíritu, el agua y la sangre, y el testimonio de los tres es único.

Si aceptamos el testimonio humano, mayor es el testimonio de Dios. Pues éste es el testimonio de Dios, que ha dado testimonio acerca de su Hijo. El que cree en el Hijo de Dios tiene el testimonio en sí mismo.

Quien no cree a Dios lo hace mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. Y éste es el testimonio: Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en su Hijo. Quien tiene al Hijo tiene la vida, quien no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.

Os he escrito estas cosas a los que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que os deis cuenta de que tenéis vida eterna.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 147, 12-13. 14-15. 19-20 (R.: 12a)

R. Glorifica al Señor, Jerusalén.

O bien:

R. Aleluya.

V. Glorifica al Señor, Jerusalén;
alaba a tu Dios, Sion.
Que ha reforzado los cerrojos de tus puertas,
y ha bendecido a tus hijos dentro de ti. R.

V. Ha puesto paz en tus fronteras,
te sacia con flor de harina.
Él envía su mensaje a la tierra,
y su palabra corre veloz. R.

V. Anuncia su palabra a Jacob,
sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así,
ni les dio a conocer sus mandatos. R.


Aleluya

Cf. Mt 4, 23

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Jesús proclamaba el evangelio del reino,
y curaba toda dolencia del pueblo. R.


EVANGELIO

Lc 5, 12-16

Y enseguida la lepra se le quitó.

+

Lectura del santo Evangelio según san Lucas.

SUCEDIÓ que, estando Jesús en una de las ciudades, se presentó un hombre lleno de lepra; al ver a Jesús, cayendo sobre su rostro, le suplicó diciendo:

«Señor, si quieres, puedes limpiarme».

Y extendiendo la mano, lo tocó diciendo:

«Quiero, queda limpio».

Y enseguida la lepra se le quitó.

Y él le ordenó no comunicarlo a nadie; y le dijo:

«Ve, preséntate al sacerdote y ofrece por tu purificación según mandó Moisés, para que les sirva de testimonio».

Se hablaba de él cada vez más, y acudía mucha gente a oírlo y a que los curara de sus enfermedades.

Él, por su parte, solía retirarse a despoblado y se entregaba a la oración.


Palabra del Señor.



12 DE ENERO
o bien
SÁBADO DESPUÉS DEL DOMINGO DE EPIFANÍA


PRIMERA LECTURA

1 Jn 5, 14-21

Nos escucha en lo que le pedimos.

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan.

QUERIDOS hermanos:

En esto consiste la confianza que tenemos en el Hijo de Dios, en que si le pedimos algo según su voluntad, no escucha. Y si sabemos que nos escucha en lo que le pedimos, sabemos que tenemos conseguido lo que le hayamos pedido.

Si alguno ve que su hermano comete un pecado que no es de muerte, pida y Dios le dará vida —a los que cometan pecados que no son de muerte, pues hay un pecado que es de muerte, por el cual no digo que pida—.

Toda injusticia es pecado, pero hay pecado que no es de muerte.

Sabemos que todo el que ha nacido de Dios no peca, sino que el Engendrado de Dios lo guarda, y el Maligno no llega a tocarlo. Sabemos que somos de Dios, y que el mundo entero yace en poder del Maligno.

Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado inteligencia para que conozcamos al Verdadero. Nosotros estamos en el Verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el Dios verdadero y la vida eterna.

Hijos míos, guardaos de los ídolos.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 149, 1bc-2. 3-4. 5-6a y 9b (R.: 4a)

R. El Señor ama a su pueblo.

O bien:

R. Aleluya.

V. Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles,
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey. R.

V. Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes. R.

V. Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en files:
con vítores a Dios en la boca.
Es un honor para todos sus fieles. R.


Aleluya

Mt 4, 16

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. El pueblo que caminaba en tinieblas
vio una luz grande;
a los que habitaban en tierra y en sombra de muerte,
una luz les brilló. R.


EVANGELIO

Jn 3, 22-30

El amigo del esposo se alegra con la voz del esposo.

+

Lectura del santo Evangelio según san Juan.

EN aquel tiempo, fue Jesús con sus discípulos a Judea, se quedó allí con ellos y bautizaba.

También Juan estaba bautizando en Enón, cerca de Salín, porque había allí un agua abundante; la gente acudía y se bautizaba. A Juan todavía no le habían metido en la cárcel.

Se originó entonces una discusión entre un judío y los discípulos de Juan acerca de la purificación; ellos fueron a Juan y le dijeron:

«Rabí, el que estaba contigo en la otra orilla del Jordán, de quien tú has dado testimonio, ése está bautizando, y todo el mundo acude a él».

Contestó Juan:

«Nadie puede tomarse algo para sí si no se lo dan desde el cielo. Vosotros mismos sois testigos de que yo dije: “Yo no soy el Mesías, sino que he sido enviado delante de él”. El que tiene la esposa es el esposo; en cambio, el amigo del esposo, que asiste y lo oye, se alegra con la voz del esposo; pues esta alegría mía está colmada. Él tiene que crecer, y yo tengo que menguar».


Palabra del Señor.



 

ALELUYA
EN LAS FERIAS DEL TIEMPO DE NAVIDAD
ANTES DE LA EPIFANÍA

Estos textos pueden usarse en lugar de los que se hallan cada día antes del EVANGELIO en las ferias indicadas del tiempo de Navidad antes de Epifanía.

1.

Jn 1, 14a. 12a

El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros;
a cuantos lo recibieron, les dio poder de ser hijos de Dios.

2.

Heb 1, 1-2

En muchas ocasiones habló Dios antiguamente
a los padres por los profetas.
En esta etapa final, nos ha hablado por el Hijo.

3.

Un día sagrado nos ha iluminado;
venid, naciones, y adorad al Señor,
porque hoy una gran luz ha bajado a la tierra.



ALELUYA
EN LAS FERIAS DEL TIEMPO DE NAVIDAD
DESPUÉS DE EPIFANÍA

Estos textos pueden usarse en lugar de los que se hallan cada día antes del EVANGELIO en las ferias del tiempo de Navidad después de Epifanía.

1.

Mt 4, 16

El pueblo que habitaba en tinieblas
vio una luz grande;
a los que habitan en tierra y sombras de muerte,
una luz les brilló.

2.

Cf. Mt 4, 23

Jesús proclamaba el evangelio del reino,
y curaba toda dolencia en el pueblo.

3.

Lc 4, 18

El Señor me ha enviado a evangelizar a los pobres,
a proclamar a los cautivos la libertad.

4.

Lc 7, 16

Un gran Profeta ha surgido entre nosotros.
Dios ha visitado a su pueblo.

5.

Cf. 1 Tim 3, 16

Gloria a ti, Cristo, proclamado en las naciones;
gloria a ti, Cristo, creído en el mundo.




APÉNDICES

TEXTOS COMUNES
PARA EL CANTO DEL SALMO RESPONSORIAL

El Salmo responsorial ha de responder a cada lectura y ha de tomarse, por lo general, del Leccionario.

Con el fin de que el pueblo pueda decir más fácilmente la respuesta salmódica, pueden emplearse algunos textos de respuesta y de salmos que se han seleccionado según los diversos tiempos o según los distintos grupos de santos, en lugar de los textos correspondientes a la lectura, cada vez que se canta el salmo.

 

RESPUESTAS

Tiempo de Navidad: Hoy hemos contemplado tu gloria, Señor.

 

SALMOS

TIEMPO DE NAVIDAD

Sal 97, 1bcde. 2-3ab. 3cd-4. 5-6 (R.: 3cd)

R. Los confines de la tierra han contemplado
la salvación de nuestro Dios.

V. Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas.
Su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R.

V. El Señor da a conocer su salvación,
revela a las naciones su justicia.
Se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel. R.

V. Los confines de la tierra han contemplado
la salvación de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad. R.

V. Tañed la cítara para el Señor,
suenen los instrumentos:
con clarines y al son de trompetas,
aclamad al Rey y Señor. R.

 

EPIFANÍA

Sal 71, 1bc-2. 7-8. 10-11. 12-13 (R.: 11)

R. Póstrense ante él todos los reyes,
y sírvanle todos los pueblos

V. Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud. R.

V. En sus días florezca la justicia
y la paz hasta que falte la luna;
domine de mar a mar,
del Gran Río al confín de la tierra. R.

V. Los reyes de Tarsis y de las islas
le paguen tributo.
Los reyes de Saba y de Arabia
le ofrezcan sus dones;
póstrense ante él todos los reyes,
y sírvanle todos los pueblos. R.

V. Él librará al pobre que clamaba,
al afligido que no tenía protector;
él se apiadará del pobre y del indigente,
y salvará la vida de los pobres. R.










Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar
search previous next tag category expand menu location phone mail time cart zoom edit close