SALMOS 4 SEMANAS

SALTERIO del OFICIO de LECTURAS
para todos los Tiempos litúrgicos.

Salmos 1a SEMANA:

Salmos 2a SEMANA (y Semana Santa):

Salmos 3a SEMANA:

Salmos 4a SEMANA:


MIÉRCOLES CENIZA Y CUARESMA

(Comienza en el miércoles de la 4a semana del salterio)

Lecturas Oficio: Solemnidades, Fiestas
y memorias de santos.

Enero | Febrero | Marzo | Abril | Mayo | Junio | Julio | Agosto | Septiembre | Octubre | Noviembre | Diciembre |


SOLEMNIDADES y FIESTAS del SEÑOR:
En el Tiempo de Navidad:

| Navidad | Sagrada Familia | Madre de Dios |
| Epifanía Señor | Bautismo Señor |

Triduo Sagrado:

| Jueves Santo |
| Viernes Santo |
| Sábado Santo |

En el Tiempo de Pascua:

| Octava de Pascua de Resurrección |
| Ascensión | Pentecostés |

Solemnidades del Señor en el Tiempo Ordinario:

| Stma. Trinidad | Corpus Christi |
| Sagrado Corazón Jesús |
| Jesucristo Sumo y eterno Sacerdote |
| Jesucristo Rey del universo (Domingo 34o) |




Salmos 1a SEMANA:

Domingo

Lunes

Martes

Miércoles

Jueves

Viernes

Sábado

Sábados tpos fuertes

Salmos 2a SEMANA
(y Semana Santa):

Domingo (RAMOS)

Lunes (santo)

Martes (santo)

Miércoles (santo)

Jueves (o bien para JUEVES SANTO
Salmos del Viernes 3a semana)

Viernes

Sábado

Sábados tpos fuertes

Salmos 3a SEMANA:

Domingo

Lunes

Martes

Miércoles

Jueves

Viernes

Sábado

Salmos 4a SEMANA:

Domingo

Lunes

Martes

Miércoles (y M. CENIZA)

Jueves (y J. después de ceniza)

Viernes

Viernes tpos fuertes

Sábado

Sábados tpos fuertes


1a SEMANA:

DOMINGO 1a SEMANA: OFICIO LECTURAS.

Himnos:

Salmodia:

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO, 1o y 5o CUARESMA: El árbol de la vida es tu cruz, oh Señor.

ADVIENTO: Mirad, viene ya el Rey excelso, con gran poder, para salvar a todos los pueblos. Aleluya.

5o PASCUA: Aleluya. La piedra ha sido removida de la entrada del sepulcro. Aleluya.

Salmo 1.
Los dos caminos del hombre.

Felices los que poniendo su esperanza
en la cruz, se sumergieron en las aguas
del bautismo. (Autor anónimo del siglo II)

Dichoso el hombre
que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche.

Será como un árbol
plantado al borde de la acequia:
da fruto en su sazón
y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin.

No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.
En el juicio los impíos no se levantarán,
ni los pecadores en la asamblea de los justos;
porque el Señor protege el camino de los justos,
pero el camino de los impíos acaba mal.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO, 1o y 5o CUARESMA: El árbol de la vida es tu cruz, oh Señor.

ADVIENTO: Mirad, viene ya el Rey excelso, con gran poder, para salvar a todos los pueblos. Aleluya.

5o PASCUA: Aleluya. La piedra ha sido removida de la entrada del sepulcro. Aleluya.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO, 1o y 5o CUARESMA: Yo mismo he establecido a mi rey en Sión.

ADVIENTO: Alégrate y goza, hija de Jerusalén: mira a tu Rey que viene; no temas, Sión, tu salvación está cerca.

5o PASCUA: Aleluya. ¿A quién buscas, mujer?, ¿al que vive entre los muertos? Aleluya.

Salmo 2.
El Mesías, rey vencedor.

Verdaderamente se aliaron contra su santo
siervo Jesús, tu Ungido. (Hech 4, 27)

¿Por qué se amotinan las naciones,
y los pueblos planean un fracaso?

Se alían los reyes de la tierra,
los príncipes conspiran
contra el Señor y contra su Mesías:
«Rompamos sus coyundas,
sacudamos su yugo».

El que habita en el cielo sonríe,
el Señor se burla de ellos.
Luego les habla con ira,
los espanta con su cólera:
«Yo mismo he establecido a mi Rey
en Sión, mi monte santo».

Voy a proclamar el decreto del Señor;
él me ha dicho:
«Tú eres mi hijo: yo te he engendrado hoy.
Pídemelo: te daré en herencia las naciones,
en posesión, los confines de la tierra:
los gobernarás con cetro de hierro,
los quebrarás como jarro de loza».

Y ahora, reyes, sed sensatos;
escarmentad, los que regís la tierra:
servid al Señor con temor,
rendidle homenaje temblando;
no sea que se irrite, y vayáis a la ruina,
porque se inflama de pronto su ira.
¡Dichosos los que se refugian en él!

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO, 1o y 5o CUARESMA: Yo mismo he establecido a mi rey en Sión.

ADVIENTO: Alégrate y goza, hija de Jerusalén: mira a tu Rey que viene; no temas, Sión, tu salvación está cerca.

5o PASCUA: Aleluya. ¿A quién buscas, mujer?, ¿al que vive entre los muertos? Aleluya.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO, 1o y 5o CUARESMA: Tú, Señor, eres mi escudo, tú mantienes alta mi cabeza.

ADVIENTO: Salgamos con corazón limpio a recibir al Rey supremo, porque está para venir y no tardará.

5o PASCUA: Aleluya. No llores, María; ha resucitado el Señor. Aleluya.

Salmo 3.
Confianza en medio de la angustia.

Durmió el Señor el sueño
de la muerte y resucitó del sepulcro
porque el Padre fue su ayuda. (S. Ireneo)

Señor, cuántos son mis enemigos,
cuántos se levantan contra mí;
cuántos dicen de mí:
«Ya no lo protege Dios».

Pero tú, Señor, eres mi escudo y mi gloria,
tú mantienes alta mi cabeza.
Si grito invocando al Señor,
él me escucha desde su monte santo.

Puedo acostarme y dormir y despertar:
el Señor me sostiene.
No temeré al pueblo innumerable
que acampa a mi alrededor.

Levántate, Señor;
sálvame, Dios mío:
tú golpeaste a mis enemigos en la mejilla,
rompiste los dientes de los malvados.

De ti, Señor, viene la salvación
y la bendición sobre tu pueblo.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO, 1o y 5o CUARESMA: Tú, Señor, eres mi escudo, tú mantienes alta mi cabeza.

ADVIENTO: Salgamos con corazón limpio a recibir al Rey supremo, porque está para venir y no tardará.

5o PASCUA: Aleluya. No llores, María; ha resucitado el Señor. Aleluya.

LECTURAS DOMINGO:

Tiempo Ordinario 1-9. | 9-17. | 18-25. | 26-34.

Adviento | Navidad – Epifanía | Cuaresma | Pascua |

Lecturas Oficio: Solemnidades, Fiestas y memorias de santos.

Enero | Febrero | Marzo | Abril | Mayo | Junio | Julio | Agosto | Septiembre | Octubre | Noviembre | Diciembre |


LUNES 1a SEMANA: OFICIO LECTURAS.

Himnos:

Salmodia:

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, CUARESMA: Sálvame, Señor, por tu misericordia.

PASCUA: Sálvame, Señor, por tu misericordia. Aleluya.

Salmo 6.
Oración del afligido que acude a Dios.

Ahora mi alma está agitada…
Padre, líbrame de esta hora. (Jn 12, 27)

Señor, no me corrijas con ira,
no me castigues con cólera.
Misericordia, Señor, que desfallezco;
cura, Señor, mis huesos dislocados.
Tengo el alma en delirio,
y tú, Señor, ¿hasta cuándo?

Vuélvete, Señor, liberta mi alma,
sálvame por tu misericordia.

Porque en el reino de la muerte nadie te invoca,
y en el abismo, ¿quién te alabará?

Estoy agotado de gemir:
de noche lloro sobre el lecho,
riego mi cama con lágrimas.
Mis ojos se consumen irritados,
envejecen por tantas contradicciones.

Apartaos de mí, los malvados,
porque el Señor ha escuchado mis sollozos;
el Señor ha escuchado mi súplica,
el Señor ha aceptado mi oración.

Que la vergüenza abrume a mis enemigos,
que avergonzados huyan al momento.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, CUARESMA: Sálvame, Señor, por tu misericordia.

PASCUA: Sálvame, Señor, por tu misericordia. Aleluya.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, CUARESMA: El Señor es el refugio del oprimido en los momentos de peligro.

PASCUA: El Señor es el refugio del oprimido en los momentos de peligro. Aleluya.

Salmo 9 A.
Acción de gracias por la victoria.

De nuevo vendrá con gloria
para juzgar a vivos y muertos.

I

Te doy gracias, Señor, de todo corazón,
proclamando todas tus maravillas;
me alegro y exulto contigo,
y toco en honor de tu nombre, oh Altísimo.

Porque mis enemigos retrocedieron,
cayeron y perecieron ante tu rostro.
Defendiste mi causa y mi derecho,
sentado en tu trono como juez justo.

Reprendiste a los pueblos, destruiste al impío
y borraste para siempre su apellido.
El enemigo acabó en ruina perpetua,
arrasaste sus ciudades y se perdió su nombre.

Dios está sentado por siempre
en el trono que ha colocado para juzgar.
Él juzgará el orbe con justicia
y regirá las naciones con rectitud.

él será refugio del oprimido,
su refugio en los momentos de peligro.
Confiarán en ti los que conocen tu nombre,
porque no abandonas a los que te buscan.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, CUARESMA: El Señor es el refugio del oprimido en los momentos de peligro.

PASCUA: El Señor es el refugio del oprimido en los momentos de peligro. Aleluya.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, CUARESMA: Narraré tus hazañas en las puertas de Sión.

PASCUA: Narraré tus hazañas en las puertas de Sión. Aleluya.

II

Tañed en honor del Señor, que reside en Sión;
narrad sus hazañas a los pueblos;
él venga la sangre, él recuerda
y no olvida los gritos de los humildes.

Piedad, Señor; mira cómo me afligen mis enemigos;
levántame del umbral de la muerte,
para que pueda proclamar tus alabanzas
y gozar de tu salvación en las puertas de Sión.

Los pueblos se han hundido en la fosa que hicieron,
su pie quedó prendido en la red que escondieron.
El Señor apareció para hacer justicia,
y se enredó el malvado en sus propias acciones.

Vuelvan al abismo los malvados,
los pueblos que olvidan a Dios.
Él no olvida jamás al pobre,
ni la esperanza del humilde perecerá.

Levántate, Señor, que el hombre no triunfe:
sean juzgados los gentiles en tu presencia.
Señor, infúndeles terror,
y aprendan los pueblos que no son más que hombres.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, CUARESMA: Narraré tus hazañas en las puertas de Sión.

PASCUA: Narraré tus hazañas en las puertas de Sión. Aleluya.

LECTURAS LUNES:

Tiempo Ordinario 1-9. | 9-17. | 18-25. | 26-34.

Adviento | Navidad – Epifanía | Cuaresma | Pascua |

Lecturas Oficio: Solemnidades, Fiestas y memorias de santos.

Enero | Febrero | Marzo | Abril | Mayo | Junio | Julio | Agosto | Septiembre | Octubre | Noviembre | Diciembre |


MARTES 1a SEMANA: OFICIO LECTURAS:

Himnos:

Salmodia:

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, CUARESMA: El Señor hará justicia a los pobres.

PASCUA: El Señor hará justicia a los pobres. Aleluya.

Salmo 9 B.
Canto de acción de gracias.

Dichosos los pobres,
porque vuestroes
el reino de Dios. (Lc 6, 20)

I

¿Por qué te quedas lejos, Señor,
y te escondes en el momento del aprieto?
La soberbia del impío oprime al infeliz
y lo enreda en las intrigas que ha tramado.

El malvado se gloría de su ambición,
el codicioso blasfema y desprecia al Señor.
El malvado dice con insolencia:
«No hay Dios que me pida cuentas».

La intriga vicia siempre su conducta,
aleja de su mente tus juicios
y desafía a sus rivales.
Piensa: «No vacilaré,
nunca jamás seré desgraciado».

Su boca está llena de maldiciones,
de engaños y de fraudes;
su lengua encubre maldad y opresión;
en el zaguán se sienta al acecho
para matar a escondidas al inocente.

Sus ojos espían al pobre;
acecha en su escondrijo como león en su guarida,
acecha al desgraciado para robarle,
arrastrándolo a sus redes;

se agacha y se encoge
y con violencia cae sobre el indefenso.
Piensa: «Dios lo olvida,
se tapa la cara para no enterarse».

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, CUARESMA: El Señor hará justicia a los pobres.

PASCUA: El Señor hará justicia a los pobres. Aleluya.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, CUARESMA: Tú, Señor, ves las penas y los trabajos.

PASCUA: Tú, Señor, ves las penas y los trabajos. Aleluya.

II

Levántate, Señor, extiende tu mano,
no te olvides de los humildes;
¿por qué ha de despreciar a Dios el malvado,
pensando que no le pedirá cuentas?

Pero tú ves las penas y los trabajos,
tú miras y los tomas en tus manos.
A ti se encomienda el pobre,
tú socorres al huérfano.

Rómpele el brazo al malvado,
pídele cuentas de su maldad, y que desaparezca.
El Señor reinará eternamente
y los gentiles desaparecerán de su tierra.

Señor, tú escuchas los deseos de los humildes,
les prestas oído y los animas;
tú defiendes al huérfano y al desvalido:
que el hombre hecho de tierra
no vuelva a sembrar su terror.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, CUARESMA: Tú, Señor, ves las penas y los trabajos.

PASCUA: Tú, Señor, ves las penas y los trabajos. Aleluya.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, CUARESMA: Las palabras del Señor son palabras auténticas, como plata refinada siete veces.

PASCUA: Las palabras del Señor son palabras auténticas, como plata refinada siete veces. Aleluya.

Salmo 11.
Invocación a la fidelidad de Dios contra los enemigos mentirosos.

Porque éramos pobres,
el Padre nos ha mandado
a su Hijo. (San Agustín)

Sálvanos, Señor, que se acaban los buenos,
que desaparece la lealtad entre los hombres:
no hacen más que mentir a su prójimo,
hablan con labios embusteros
y con doblez de corazón.

Extirpe el Señor los labios embusteros
y la lengua fanfarrona
de los que dicen: «La lengua es nuestra fuerza,
nuestros labios nos defienden,
¿quién será nuestro amo?».

El Señor responde: «Por la opresión del humilde,
por el gemido del pobre, yo me levantaré,
y pondré a salvo al que lo ansía».

Las palabras del Señor son palabras auténticas,
como plata limpia de ganga,
refinada siete veces.

Tú nos guardarás, Señor,
nos librarás para siempre de esa gente:
de los malvados que merodean
para chupar como sanguijuelas sangre humana.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, CUARESMA: Las palabras del Señor son palabras auténticas, como plata refinada siete veces.

PASCUA: Las palabras del Señor son palabras auténticas, como plata refinada siete veces. Aleluya.

LECTURAS MARTES:

Tiempo Ordinario 1-9. | 9-17. | 18-25. | 26-34.

Adviento | Navidad – Epifanía | Cuaresma | Pascua |

Lecturas Oficio: Solemnidades, Fiestas y memorias de santos.

Enero | Febrero | Marzo | Abril | Mayo | Junio | Julio | Agosto | Septiembre | Octubre | Noviembre | Diciembre |


MIÉRCOLES 1a SEMANA: OFICIO LECTURAS:

Himnos:

Salmodia:

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, CUARESMA: Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza.

PASCUA: Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza. Aleluya.

Salmo 17.
Acción de gracias después de la victoria.

En aquella hora ocurrió un
violento terremoto. (Ap 11, 13)

I

Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza;
Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador.
Dios mío, peña mía, refugio mío, escudo mío,
mi fuerza salvadora, mi baluarte.
Invoco al Señor de mi alabanza
y quedo libre de mis enemigos.

Me cercaban olas mortales,
torrentes destructores me aterraban;
me envolvían las redes del abismo,
me alcanzaban los lazos de la muerte.

En el peligro invoqué al Señor,
grité a mi Dios:
desde su templo él escuchó mi voz,
y mi grito llegó a sus oídos.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, CUARESMA: Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza.

PASCUA: Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza. Aleluya.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, CUARESMA: El Señor me libró porque me amaba.

PASCUA: El Señor me libró porque me amaba. Aleluya.

II

Entonces tembló y retembló la tierra,
vacilaron los cimientos de los montes,
sacudidos por su cólera;
de su nariz se alzaba una humareda,
de su boca un fuego voraz,
y lanzaba carbones ardiendo.

Inclinó el cielo y bajó
con nubarrones debajo de sus pies;
volaba a caballo de un querubín
cerniéndose sobre las alas del viento,
envuelto en un manto de oscuridad.

Como un toldo, lo rodeaban
oscuro aguacero y nubes espesas;
al fulgor de su presencia, las nubes
se deshicieron en granizo y centellas;

y el Señor tronaba desde el cielo,
el Altísimo hacía oír su voz:
disparando sus saetas, los dispersaba,
y sus continuos relámpagos los enloquecían.

El fondo del mar apareció,
y se vieron los cimientos del orbe,
cuando tú, Señor, lanzaste un bramido,
con tu nariz resoplando de cólera.

Desde el cielo alargó la mano y me agarró,
me sacó de las aguas caudalosas,
me libró de un enemigo poderoso,
de adversarios más fuertes que yo.

Me acosaban el día funesto,
pero el Señor fue mi apoyo:
me sacó a un lugar espacioso,
me libró porque me amaba.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, CUARESMA: El Señor me libró porque me amaba.

PASCUA: El Señor me libró porque me amaba. Aleluya.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, CUARESMA: Señor, tú eres mi lámpara, tú alumbras mis tinieblas.

PASCUA: Señor, tú eres mi lámpara, tú alumbras mis tinieblas. Aleluya.

III

El Señor retribuyó mi justicia,
retribuyó la pureza de mis manos,
porque seguí los caminos del Señor
y no me rebelé contra mi Dios;
porque tuve presentes sus mandamientos
y no me aparté de sus preceptos;

Le fui enteramente fiel,
guardándome de toda culpa;
el Señor retribuyó mi justicia,
la pureza de mis manos en su presencia.

Con el fiel, tú eres fiel;
con el íntegro, tú eres íntegro;
con el sincero, tú eres sincero;
con el astuto, tú eres sagaz.
Tú salvas al pueblo afligido
y humillas los ojos soberbios.

Señor, tú eres mi lámpara;
Dios mío, tú alumbras mis tinieblas.
Fiado en ti, me meto en la refriega,
fiado en mi Dios, asalto la muralla.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, CUARESMA: Señor, tú eres mi lámpara, tú alumbras mis tinieblas.

PASCUA: Señor, tú eres mi lámpara, tú alumbras mis tinieblas. Aleluya.

LECTURAS MIÉRCOLES:

Tiempo Ordinario 1-9. | 9-17. | 18-25. | 26-34.

Adviento | Navidad – Epifanía | Cuaresma | Pascua |

Lecturas Oficio: Solemnidades, Fiestas y memorias de santos.

Enero | Febrero | Marzo | Abril | Mayo | Junio | Julio | Agosto | Septiembre | Octubre | Noviembre | Diciembre |


JUEVES 1a SEMANA OFICIO LECTURAS:

Himnos:

Salmodia:

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, CUARESMA: La promesa del Señor es escudo para los que a ella se acogen.

PASCUA: La promesa del Señor es escudo para los que a ella se acogen. Aleluya.

Salmo 17, 31-51.
El Señor revela su poder salvador.

Si Dios está con nosotros, ¿quién
estará contra nosotros? (Rm 8, 31)

IV

Perfecto es el camino de Dios,
acendrada es la promesa del Señor;
él es escudo para los que a él se acogen.

¿Quién es dios fuera del Señor?
¿Qué roca hay fuera de nuestro Dios?
Dios me ciñe de valor,
y me enseña un camino perfecto;

él me da pies de ciervo,
y me coloca en las alturas;
él adiestra mis manos para la guerra,
y mis brazos para tensar la ballesta.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, CUARESMA: La promesa del Señor es escudo para los que a ella se acogen.

PASCUA: La promesa del Señor es escudo para los que a ella se acogen. Aleluya.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, CUARESMA: Tu diestra, Señor, me sostuvo.

PASCUA: Tu diestra, Señor, me sostuvo. Aleluya.

V

Me dejaste tu escudo protector,
tu diestra me sostuvo,
multiplicaste tus cuidados conmigo.
Ensanchaste el camino a mis pasos,
y no flaquearon mis tobillos;

yo perseguía al enemigo hasta alcanzarlo,
y no me volvía sin haberlo aniquilado:
los derroté, y no pudieron rehacerse,
cayeron bajo mis pies.

Me ceñiste de valor para la lucha,
doblegaste a los que me resistían;
hiciste volver la espalda a mis enemigos,
rechazaste a mis adversarios.

Pedían auxilio, pero nadie los salvaba;
gritaban al Señor, pero no les respondía.
Los reduje a polvo, que arrebata el viento;
los pisoteaba como barro de las calles.

Me libraste de las contiendas de mi pueblo,
me hiciste cabeza de naciones,
un pueblo extraño fue mi vasallo.

Los extranjeros me adulaban,
me escuchaban y me obedecían.
Los extranjeros palidecían
y salían temblando de sus baluartes.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, CUARESMA: Tu diestra, Señor, me sostuvo.

PASCUA: Tu diestra, Señor, me sostuvo. Aleluya.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, CUARESMA: Viva el Señor, bendito sea mi Dios y Salvador.

PASCUA: Viva el Señor, bendito sea mi Dios y Salvador. Aleluya.

VI

Viva el Señor, bendita sea mi Roca,
sea ensalzado mi Dios y Salvador:
el Dios que me dio el desquite
y me sometió los pueblos;

que me libró de mis enemigos,
me levantó sobre los que resistían
y me salvó del hombre cruel.

Por eso te daré gracias entre las naciones, Señor,
y tañeré en honor de tu nombre:
tú diste gran victoria a tu rey,
tuviste misericordia de tu Ungido,
de David y su linaje por siempre.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, CUARESMA: Viva el Señor, bendito sea mi Dios y Salvador.

PASCUA: Viva el Señor, bendito sea mi Dios y Salvador. Aleluya.

LECTURAS JUEVES:

Tiempo Ordinario 1-9. | 9-17. | 18-25. | 26-34.

Adviento | Navidad – Epifanía | Cuaresma | Pascua |

Lecturas Oficio: Solemnidades, Fiestas y memorias de santos.

Enero | Febrero | Marzo | Abril | Mayo | Junio | Julio | Agosto | Septiembre | Octubre | Noviembre | Diciembre |


VIERNES 1a SEMANA OFICIO LECTURAS:

Himnos:

Salmodia:

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, CUARESMA: Levántate, Señor, y ven en mi auxilio.

PASCUA: Levántate, Señor, y ven en mi auxilio. Aleluya.

Salmo 34, 1-2. 3c. 9-19. 22-24a. 27-28.
Súplica contra los perseguidores injustos.

Se reunieron… y se pusieron
de acuerdo para detener a Jesús
con engaño y matarlo. (Mt 26, 34)

I

Pelea, Señor, contra los que me atacan,
guerrea contra los que me hacen guerra;
empuña el escudo y la adarga,
levántate y ven en mi auxilio;
di a mi alma:
«Yo soy tu victoria».

Y yo me alegraré con el Señor,
gozando de su victoria;
todo mi ser proclamará:
«Señor, ¿quién como tú,
que defiendes al débil del poderoso,
al pobre y humilde del explotador?».

Se presentaban testigos violentos:
me acusaban de cosas que ni sabía,
me pagaban mal por bien,
dejándome desamparado.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, CUARESMA: Levántate, Señor, y ven en mi auxilio.

PASCUA: Levántate, Señor, y ven en mi auxilio. Aleluya.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, CUARESMA: Juzga, Señor, y defiende mi causa, tú que eres poderoso.

PASCUA: Juzga, Señor, y defiende mi causa, tú que eres poderoso. Aleluya.

II

Yo, en cambio, cuando estaban enfermos,
me vestía de saco,
me mortificaba con ayunos
y desde dentro repetía mi oración.

Como por un amigo o por un hermano,
andaba triste;
cabizbajo y sombrío,
como quien llora a su madre.

Pero, cuando yo tropecé, se alegraron,
se juntaron contra mí
y me golpearon por sorpresa;
me laceraban sin cesar.

Cruelmente se burlaban de mí,
rechinando los dientes de odio.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, CUARESMA: Juzga, Señor, y defiende mi causa, tú que eres poderoso.

PASCUA: Juzga, Señor, y defiende mi causa, tú que eres poderoso. Aleluya.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, CUARESMA: Mi lengua anunciará tu justicia, todos los días te alabará, Señor.

PASCUA: Mi lengua anunciará tu justicia, todos los días te alabará, Señor. Aleluya.

III

Señor, ¿cuándo vas a mirarlo?
Defiende mi vida de los que rugen,
mi único bien, de los leones,
y te daré gracias en la gran asamblea,
te alabaré entre la multitud del pueblo.

Que no canten victoria mis enemigos traidores,
que no hagan guiños a mi costa
los que me odian sin razón.

Señor, tú lo has visto, no te calles,
Señor, no te quedes a distancia;
despierta, levántate, Dios mío,
Señor mío, defiende mi causa.

Que canten y se alegren
los que desean mi victoria,
que repitan siempre: «Grande es el Señor»,
los que desean la paz a tu siervo.

Mi lengua anunciará tu justicia,
todos los días te alabará.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, CUARESMA: Mi lengua anunciará tu justicia, todos los días te alabará, Señor.

PASCUA: Mi lengua anunciará tu justicia, todos los días te alabará, Señor. Aleluya.

LECTURAS VIERNES:

Tiempo Ordinario 1-9. | 9-17. | 18-25. | 26-34.

Adviento | Navidad – Epifanía | Cuaresma | Pascua |

Lecturas Oficio: Solemnidades, Fiestas y memorias de santos.

Enero | Febrero | Marzo | Abril | Mayo | Junio | Julio | Agosto | Septiembre | Octubre | Noviembre | Diciembre |


SÁBADO 1a SEMANA OFICIO LECTURAS TIEMPO ORDINARIO:

Himnos:

Salmodia:

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO: El que se haga pequeño como un niño, ése es el más grande en el reino de los cielos.

Salmo 130.
Abandono confiado en los brazos de Dios.

Aprended de mí que soy manso
y humilde de corazón. (Mt 11, 29)

Señor, mi corazón no es ambicioso,
ni mis ojos altaneros;
no pretendo grandezas
que superan mi capacidad;
sino que acallo y modero mis deseos,
como un niño en brazos de su madre.

Espere Israel en el Señor
ahora y por siempre.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO: El que se haga pequeño como un niño, ése es el más grande en el reino de los cielos.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO: Dios mío, con sincero corazón te lo ofrezco todo.

Salmo 131.
Promesas a la casa de David.

El Señor Dios le dará el trono
de David, su padre. (Lc 1, 32)

I

Señor, tenle en cuenta a David
todos sus afanes:
cómo juró al Señor
e hizo voto al Fuerte de Jacob:

«No entraré bajo el techo de mi casa,
no subiré al lecho de mi descanso,
no daré sueño a mis ojos,
ni reposo a mis párpados,
hasta que encuentre un lugar para el Señor,
una morada para el fuerte de Jacob».

Oímos que estaba en Efrata,
lo encontramos en el Soto de Jaar:
entremos en su morada,
postrémonos ante el estrado de sus pies.

Levántate, Señor, ven a tu mansión,
ven con el arca de tu poder:
que tus sacerdotes se vistan de gala,
que tus fieles vitoreen.
Por amor a tu siervo David,
no niegues audiencia a tu Ungido.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO: Dios mío, con sincero corazón te lo ofrezco todo.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO: El Señor juró a David una promesa: su reino permanecerá eternamente.

II

El Señor ha jurado a David
una promesa que no retractará:
«A uno de tu linaje
pondré sobre tu trono.

Si tus hijos guardan mi alianza
y los mandatos que les enseño,
también sus hijos, por siempre,
se sentarán sobre tu trono».

Porque el Señor ha elegido a Sión,
ha deseado vivir en ella:
«Ésta es mi mansión por siempre,
aquí viviré, porque la deseo.

Bendeciré sus provisiones,
a sus pobres los saciaré de pan,
vestiré a sus sacerdotes de gala,
y sus fieles aclamarán con vítores.

Haré germinar el vigor de David,
enciendo una lámpara para mi Ungido.
A sus enemigos los vestiré de ignominia,
sobre él brillará mi diadema».

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO: El Señor juró a David una promesa: su reino permanecerá eternamente.

LECTURAS SÁBADO:

Tiempo Ordinario 1-9. | 9-17. | 18-25. | 26-34.

Lecturas Oficio: Solemnidades, Fiestas y memorias de santos.

Enero | Febrero | Marzo | Abril | Mayo | Junio | Julio | Agosto | Septiembre | Octubre | Noviembre | Diciembre |


SÁBADO 1a SEMANA OFICIO LECTURAS TIEMPOS FUERTES:

Himnos:

Salmodia:

Antífona 1:

ADVIENTO, NAVIDAD, CUARESMA: Cantad al Señor y meditad sus maravillas.

PASCUA: Cantad al Señor y meditad sus maravillas. Aleluya.

Salmo 104.
El Señor es fiel a sus promesas.

Los apóstoles revelan a las naciones
las maravillas realizadas por Dios
en su venida. (S. Atanasio)

I

Dad gracias al Señor, invocad su nombre,
dad a conocer sus hazañas a los pueblos.
Cantadle al son de instrumentos,
hablad de sus maravillas,
gloriaos de su nombre santo,
que se alegren los que buscan al Señor.

Recurrid al Señor y a su poder,
buscad continuamente su rostro.
Recordad las maravillas que hizo,
sus prodigios, las sentencias de su boca.

¡Estirpe de Abrahán, su siervo;
hijos de Jacob, su elegido!
El Señor es nuestro Dios,
él gobierna toda la tierra.
Se acuerda de su alianza eternamente,
de la palabra dada, por mil generaciones;

de la alianza sellada con Abrahán,
del juramento hecho a Isaac,
confirmado como ley para Jacob,
como alianza eterna para Israel:
«A ti te daré el país cananeo,
como lote de vuestra heredad».

Cuando eran unos pocos mortales,
contados, y forasteros en el país,
cuando erraban de pueblo en pueblo,
de un reino a otra nación,
a nadie permitió que los molestase,
y por ellos castigó a reyes:
«No toquéis a mis ungidos,
no hagáis mal a mis profetas».

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 1:

ADVIENTO, NAVIDAD, CUARESMA: Cantad al Señor y meditad sus maravillas.

PASCUA: Cantad al Señor y meditad sus maravillas. Aleluya.

Antífona 2:

ADVIENTO, NAVIDAD, CUARESMA: No abandonó al justo vendido, sino que lo libró de sus calumniadores.

PASCUA: No abandonó al justo vendido, sino que lo libró de sus calumniadores. Aleluya.

II

Llamó al hambre sobre aquella tierra:
cortando el sustento de pan;
por delante había enviado a un hombre,
a José, vendido como esclavo;

le trabaron los pies con grillos,
le metieron el cuello en la argolla,
hasta que se cumplió su predicción,
y la palabra del Señor lo acreditó.

El rey lo mandó desatar,
el Señor de pueblos le abrió la prisión,
lo nombró administrador de su casa,
señor de todas sus posesiones,
para que a su gusto instruyera a los príncipes
y enseñase sabiduría a los ancianos.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 2:

ADVIENTO, NAVIDAD, CUARESMA: No abandonó al justo vendido, sino que lo libró de sus calumniadores.

PASCUA: No abandonó al justo vendido, sino que lo libró de sus calumniadores. Aleluya.

Antífona 3:

ADVIENTO, NAVIDAD, CUARESMA: Se acordó el Señor de su palabra y sacó a su pueblo con alegría.

PASCUA: Se acordó el Señor de su palabra y sacó a su pueblo con alegría. Aleluya.

III

Entonces Israel entró en Egipto,
Jacob se hospedó en la tierra de Cam.
Dios hizo a su pueblo muy fecundo,
más poderoso que sus enemigos.

A éstos les cambió el corazón
para que odiasen a su pueblo,
y usaran malas artes con sus siervos.
Pero envió a Moisés, su siervo,
y a Aarón, su escogido,
que hicieron contra ellos sus signos,
prodigios en la tierra de Cam.

Envió la oscuridad, y oscureció,
pero ellos resistieron a sus palabras;
convirtió sus aguas en sangre,
y dio muerte a sus peces;
su tierra pululaba de ranas,
hasta en la alcoba del rey.

Ordenó que vinieran tábanos
y mosquitos por todo el territorio;
les dio en vez de lluvia granizo,
llamas de fuego por su tierra;
e hirió higueras y viñas,
tronchó los árboles del país.

Ordenó que viniera la langosta,
saltamontes innumerables,
que roían la hierba de su tierra,
y devoraron los frutos de sus campos.
Hirió de muerte a los primogénitos del país,
primicias de su virilidad.

Sacó a su pueblo cargado de oro y plata,
entre sus tribus nadie tropezaba;
los egipcios se alegraban de su marcha,
porque los había sobrecogido el terror.

Tendió una nube que los cubriese,
y un fuego que los alumbrase de noche.
Lo pidieron, y envió codornices,
los sació con pan del cielo;
hendió la peña, y brotaron las aguas,
que corrieron en ríos por el desierto.

Porque se acordaba de la palabra sagrada,
que había dado a su siervo Abrahán,
sacó a su pueblo con alegría,
a sus escogidos con gritos de triunfo.

Les asignó las tierras de los gentiles,
y poseyeron las haciendas de las naciones:
para que guarden sus decretos,
y cumplan su ley.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 3:

ADVIENTO, NAVIDAD, CUARESMA: Se acordó el Señor de su palabra y sacó a su pueblo con alegría.

PASCUA: Se acordó el Señor de su palabra y sacó a su pueblo con alegría. Aleluya.

LECTURAS SÁBADO:

Adviento | Navidad – Epifanía | Cuaresma | Pascua |

Lecturas Oficio: Solemnidades, Fiestas y memorias de santos.

Enero | Febrero | Marzo | Abril | Mayo | Junio | Julio | Agosto | Septiembre | Octubre | Noviembre | Diciembre |


2a SEMANA:

DOMINGO 2a SEMANA OFICIO LECTURAS:

(El Domingo 34o no se rezan estos salmos, sino los propios de

LA SOLEMNIDAD DE JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO.

DOMINGO DE RAMOS.

Himnos:

Tiempo ordinario: Mañana:

Somos el pueblo de la Pascua,
Aleluya es nuestra canción,
Cristo nos trae la alegría;
levantemos el corazón.

El Señor ha vencido al mundo,
muerto en la cruz por nuestro amor,
resucitado de la muerte
y de la muerte vencedor.

Él ha venido a hacernos libres
con libertad de hijos de Dios,
Él desata nuestras cadenas,
alegraos en el Señor.

Sin conocerle, muchos siguen
rutas de desesperación,
no han escuchado la noticia
de Jesucristo Redentor.

Misioneros de la alegría,
de la esperanza y del amor,
mensajeros del Evangelio,
somos testigos del Señor.

Gloria a Dios Padre, que nos hizo,
gloria a Dios Hijo Salvador,
gloria al Espíritu divino:
tres personas y un solo Dios. Amén.


Tiempo ordinario: Tarde:

Nos dijeron de noche
que estabas muerto,
y la fe estuvo en vela
junto a tu cuerpo.

La noche entera
la pasamos queriendo
mover la piedra.

Con la vuelta del sol,
volverá a ver la tierra
la gloria del Señor.

No supieron contarlo
los centinelas:
nadie supo la hora
ni la manera.

Antes del día,
se cubrieron de gloria
tus cinco heridas.

Con la vuelta del sol,
volverá a ver la tierra
la gloria del Señor.

Si los cinco sentidos
buscan el sueño,
que la fe tenga el suyo
vivo y despierto.

La fe velando,
para verte de noche
resucitando.

Con la vuelta del sol,
volverá a ver la tierra
la gloria del Señor.

Salmodia:

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO: Señor, Dios mío, te vistes de belleza y majestad, la luz te envuelve como un manto. Aleluya.

ADVIENTO: Mirad, viene ya el Rey excelso, con gran poder, para salvar a todos los pueblos. Aleluya.

NAVIDAD: Señor, Dios mío, te vistes de belleza y majestad, la luz te envuelve como un manto. Aleluya.

CUARESMA y DOMINGO de RAMOS: Señor, Dios mío, te vistes de belleza y majestad, la luz te envuelve como un manto.

PASCUA: Aleluya. La piedra ha sido removida de la entrada del sepulcro. Aleluya.

Salmo 103.
Himno al Dios creador.

El que es de Cristo es una criatura nueva;
lo antiguo ha pasado, lo nuevo
ha comenzado. (2 Co 5, 17)

I

Bendice, alma mía, al Señor:
¡Dios mío, qué grande eres!
Te vistes de belleza y majestad,
la luz te envuelve como un manto.

Extiendes los cielos como una tienda,
construyes tu morada sobre las aguas;
las nubes te sirven de carroza,
avanzas en las alas del viento;
los vientos te sirven de mensajeros;
el fuego llameante, de ministro.

Asentaste la tierra sobre sus cimientos,
y no vacilará jamás;
la cubriste con el manto del océano,
y las aguas se posaron sobre las montañas;

pero a tu bramido huyeron,
al fragor de tu trueno se precipitaron,
mientras subían los montes y bajaban los valles:
cada cual al puesto asignado.
Trazaste una frontera que no traspasarán,
y no volverán a cubrir la tierra.

De los manantiales sacas los ríos,
para que fluyan entre los montes;
en ellos beben las fieras de los campos,
el asno salvaje apaga su sed;
junto a ellos habitan las aves del cielo,
y entre las frondas se oye su canto.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO: Señor, Dios mío, te vistes de belleza y majestad, la luz te envuelve como un manto. Aleluya.

ADVIENTO: Mirad, viene ya el Rey excelso, con gran poder, para salvar a todos los pueblos. Aleluya.

NAVIDAD: Señor, Dios mío, te vistes de belleza y majestad, la luz te envuelve como un manto. Aleluya.

CUARESMA y DOMINGO de RAMOS: Señor, Dios mío, te vistes de belleza y majestad, la luz te envuelve como un manto.

PASCUA: Aleluya. La piedra ha sido removida de la entrada del sepulcro. Aleluya.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO: El Señor saca pan de los campos, y vino para alegrar el corazón del hombre. Aleluya.

ADVIENTO: Alégrate y goza, hija de Jerusalén: mira a tu Rey que viene; no temas, Sión, tu salvación está cerca.

NAVIDAD: El Señor saca pan de los campos, y vino para alegrar el corazón del hombre. Aleluya.

CUARESMA y DOMINGO de RAMOS: El Señor saca pan de los campos, y vino para alegrar el corazón del hombre.

PASCUA: Aleluya. ¿A quién buscas, mujer?, ¿al que vive entre los muertos? Aleluya.

II

Desde tu morada riegas los montes,
y la tierra se sacia de tu acción fecunda;
haces brotar hierba para los ganados,
y forraje para los que sirven al hombre.

Él saca pan de los campos,
y vino que le alegra el corazón;
y aceite que da brillo a su rostro,
y alimento que le da fuerzas.

Se llenan de savia los árboles del Señor,
los cedros del Líbano que él plantó:
allí anidan los pájaros,
en su cima pone casa la cigüeña.
Los riscos son para las cabras,
las peñas son madriguera de erizos.

Hiciste la luna con sus fases,
el sol conoce su ocaso.
Pones las tinieblas y viene la noche,
y rondan las fieras de la selva;
los cachorros rugen por la presa,
reclamando a Dios su comida.

Cuando brilla el sol, se retiran,
y se tumban en sus guaridas;
el hombre sale a sus faenas,
a su labranza hasta el atardecer.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO: El Señor saca pan de los campos, y vino para alegrar el corazón del hombre. Aleluya.

ADVIENTO: Alégrate y goza, hija de Jerusalén: mira a tu Rey que viene; no temas, Sión, tu salvación está cerca.

NAVIDAD: El Señor saca pan de los campos, y vino para alegrar el corazón del hombre. Aleluya.

CUARESMA y DOMINGO de RAMOS: El Señor saca pan de los campos, y vino para alegrar el corazón del hombre.

PASCUA: Aleluya. ¿A quién buscas, mujer?, ¿al que vive entre los muertos? Aleluya.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO: Vio Dios todo lo que había hecho, y era muy bueno. Aleluya.

ADVIENTO: Salgamos con corazón limpio a recibir al Rey supremo, porque está para venir y no tardará.

NAVIDAD: Vio Dios todo lo que había hecho, y era muy bueno. Aleluya.

CUARESMA y DOMINGO de RAMOS: Vio Dios todo lo que había hecho, y era muy bueno.

PASCUA: Aleluya. No llores, María; ha resucitado el Señor. Aleluya.

III

Cuántas son tus obras, Señor,
y todas las hiciste con sabiduría;
la tierra está llena de tus criaturas.

Ahí está el mar: ancho y dilatado,
en él bullen, sin número,
animales pequeños y grandes;
lo surcan las naves, y el Leviatán
que modelaste para que retoce.

Todos ellos aguardan
a que les eches comida a su tiempo:
se la echas, y la atrapan;
abres tu mano, y se sacian de bienes;

escondes tu rostro, y se espantan;
les retiras el aliento, y expiran
y vuelven a ser polvo;
envías tu aliento, y los creas,
y repueblas la faz de la tierra.

Gloria a Dios para siempre,
goce el Señor con sus obras.
Cuando él mira la tierra, ella tiembla;
cuando toca los montes, humean.

Cantaré al Señor mientras viva,
tocaré para mi Dios mientras exista:
que le sea agradable mi poema,
y yo me alegraré con el Señor.

Que se acaben los pecadores en la tierra,
que los malvados no existan más.
¡Bendice, alma mía, al Señor!

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO: Vio Dios todo lo que había hecho, y era muy bueno. Aleluya.

ADVIENTO: Salgamos con corazón limpio a recibir al Rey supremo, porque está para venir y no tardará.

NAVIDAD: Vio Dios todo lo que había hecho, y era muy bueno. Aleluya.

CUARESMA y DOMINGO de RAMOS: Vio Dios todo lo que había hecho, y era muy bueno.

PASCUA: Aleluya. No llores, María; ha resucitado el Señor. Aleluya.

LECTURAS DOMINGO:

Tiempo Ordinario 1-9. | 9-17. | 18-25. | 26-34.

Adviento | Navidad – Epifanía | Cuaresma | Semana Santa | Pascua ─ PENTECOSTÉS |

Lecturas Oficio: Solemnidades, Fiestas y memorias de santos.

Enero | Febrero | Marzo | Abril | Mayo | Junio | Julio | Agosto | Septiembre | Octubre | Noviembre | Diciembre |


LUNES 2a SEMANA: OFICIO LECTURAS.

Himnos:

Tiempo ordinario: Mañana:

Hoy que sé que mi vida es un desierto,
en el que nunca nacerá una flor,
vengo a pedirte, Cristo jardinero,
por el desierto de mi corazón.

Para que nunca la amargura sea
en mi vida más fuerte que el amor,
pon, Señor, una fuente de alegría
en el desierto de mi corazón.

Para que nunca ahoguen los fracasos
mis ansias de seguir siempre tu voz,
pon, Señor, una fuente de esperanza
en el desierto de mi corazón.

Para que nunca busque recompensa
al dar mi mano o al pedir perdón,
pon, Señor, una fuente de amor puro
en el desierto de mi corazón.

Para que no me busque a mí cuando te busco
y no sea egoísta mi oración,
pon tu cuerpo, Señor, y tu palabra
en el desierto de mi corazón. Amén.

Tiempo ordinario: Tarde:

Ahora que la noche es tan pura,
y que no hay nadie más que tú,
dime quién eres.

Dime quién eres y por qué me visitas,
por qué bajas a mí que estoy tan necesitado,
y por qué te separas sin decirme tu nombre.

Dime quién eres tú que andas sobre la nieve;
tú que, al tocar las estrellas, las haces palidecer de hermosura;
tú que mueves el mundo tan suavemente,
que parece que se me va a derramar el corazón.

Dime quién eres; ilumina quién eres;
dime quién soy también, y por qué la tristeza de ser hombre;
dímelo ahora que alzo hacia ti mi corazón,
tú que andas sobre la nieve.

Dímelo ahora que tiembla todo mi ser en libertad,
ahora que brota mi vida y te llamo como nunca.
Sosténme entre tus manos; sosténme en mi tristeza,
tú que andas sobre la nieve.

Salmodia:

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, EPIFANÍA, CUARESMA, LUNES SANTO y PASCUA: Inclina tu oído hacia mí, Señor, y ven a salvarme.

Salmo 30, 2-17. 20-25.
Súplica confiada de un afligido.

Padre, a tus manos encomiendo
mi espíritu. (Lc 23, 46)

I

A ti, Señor, me acojo:
no quede yo nunca defraudado;
tú, que eres justo, ponme a salvo,
inclina tu oído hacia mí;

ven aprisa a librarme,
sé la roca de mi refugio,
un baluarte donde me salve,
tú que eres mi roca y mi baluarte;

por tu nombre dirígeme y guíame:
sácame de la red que me han tendido,
porque tú eres mi amparo.

A tus manos encomiendo mi espíritu:
tú, el Dios leal, me librarás;
tú aborreces a los que veneran ídolos inertes,
pero yo confío en el Señor;
tu misericordia sea mi gozo y mi alegría.

Te has fijado en mi aflicción,
velas por mi vida en peligro;
no me has entregado en manos del enemigo,
has puesto mis pies en un camino ancho.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, EPIFANÍA, CUARESMA, LUNES SANTO y PASCUA: Inclina tu oído hacia mí, Señor, y ven a salvarme.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, EPIFANÍA, CUARESMA, LUNES SANTO: Haz brillar, Señor, tu rostro sobre tu siervo.

PASCUA: Haz brillar, Señor, tu rostro sobre tu siervo. Aleluya.

II

Piedad, Señor, que estoy en peligro:
se consumen de dolor mis ojos,
mi garganta y mis entrañas.

Mi vida se gasta en el dolor;
mis años, en los gemidos;
mi vigor decae con las penas,
mis huesos se consumen.

Soy la burla de todos mis enemigos,
la irrisión de mis vecinos,
el espanto de mis conocidos:
me ven por la calle, y escapan de mí.
Me han olvidado como a un muerto,
me han desechado como a un cacharro inútil.

Oigo el cuchicheo de la gente,
y todo me da miedo;
se conjuran contra mí
y traman quitarme la vida.

Pero yo confío en ti, Señor,
te digo: «Tú eres mi Dios».
En tu mano están mis azares:
líbrame de los enemigos que me persiguen;
haz brillar tu rostro sobre tu siervo,
sálvame por tu misericordia.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, EPIFANÍA, CUARESMA, LUNES SANTO: Haz brillar, Señor, tu rostro sobre tu siervo.

PASCUA: Haz brillar, Señor, tu rostro sobre tu siervo. Aleluya.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, EPIFANÍA, CUARESMA, LUNES SANTO: Bendito sea el Señor, que ha hecho por mí prodigios de misericordia.

PASCUA: Bendito sea el Señor, que ha hecho por mí prodigios de misericordia. Aleluya.

III

Qué bondad tan grande, Señor,
reservas para tus fieles,
y concedes a los que a ti se acogen
a la vista de todos.

En el asilo de tu presencia los escondes
de las conjuras humanas;
los ocultas en tu tabernáculo,
frente a las lenguas pendencieras.

Bendito el Señor, que ha hecho por mí
prodigios de misericordia
en la ciudad amurallada.

Yo decía en mi ansiedad:
«Me has arrojado de tu vista»;
pero tú escuchaste mi voz suplicante
cuando yo te gritaba.

Amad al Señor, fieles suyos;
el Señor guarda a sus leales,
y a los soberbios les paga con creces.

Sed fuertes y valientes de corazón,
los que esperáis en el Señor.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, EPIFANÍA, CUARESMA, LUNES SANTO: Bendito sea el Señor, que ha hecho por mí prodigios de misericordia.

PASCUA: Bendito sea el Señor, que ha hecho por mí prodigios de misericordia. Aleluya.

LECTURAS LUNES:

Tiempo Ordinario 1-9. | 9-17. | 18-25. | 26-34.

Adviento | Navidad – Epifanía | Cuaresma | Semana Santa | Pascua |

Lecturas Oficio: Solemnidades, Fiestas y memorias de santos.

Enero | Febrero | Marzo | Abril | Mayo | Junio | Julio | Agosto | Septiembre | Octubre | Noviembre | Diciembre |


MARTES 2a SEMANA: OFICIO LECTURAS.

Himnos:

Tiempo ordinario: Mañana:

Porque, Señor, yo te he visto
y quiero volverte a ver,
quiero creer.

Te vi, sí, cuando era niño
y en agua me bauticé,
y, limpio de culpa vieja,
sin velos te pude ver.

Devuélveme aquellas puras
transparencias de aire fiel,
devuélveme aquellas niñas
de aquellos ojos de ayer.

Están mis ojos cansados
de tanto ver luz sin ver;
por la oscuridad del mundo,
voy como un ciego que ve.

Tú que diste vista al ciego
y a Nicodemo también,
filtra en mis secas pupilas
dos gotas frescas de fe.

Tiempo ordinario: Tarde:

La noche no interrumpe
tu historia con el hombre;
la noche es tiempo de salvación.

De noche descendía tu escala misteriosa
hasta la misma piedra donde Jacob dormía.
La noche es tiempo de salvación.

De noche celebrabas la Pascua con tu pueblo,
mientras en las tinieblas volaba el exterminio.
La noche es tiempo de salvación.

Abrahán contaba tribus de estrellas cada noche;
de noche prolongabas la voz de la promesa.
La noche es tiempo de salvación.

De noche, por tres veces, oyó Samuel su nombre;
de noche eran los sueños tu lengua más profunda.
La noche es tiempo de salvación.

De noche, en un pesebre, nacía tu Palabra;
de noche lo anunciaron el ángel y la estrella.
La noche es tiempo de salvación.

La noche fue testigo de Cristo en el sepulcro;
la noche vio la gloria de la resurrección.
La noche es tiempo de salvación.

De noche esperaremos tu vuelta repentina,
y encontrarás a punto la luz de nuestra lámpara.
La noche es tiempo de salvación. Amén.

Salmodia:

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, EPIFANÍA, CUARESMA y MARTES SANTO: Encomienda tu camino al Señor, y él actuará.

PASCUA: Encomienda tu camino al Señor, y él actuará. Aleluya.

Salmo 36.
La verdadera y la falsa felicidad.

Dichosos los sufridos, porque
ellos heredarán la tierra. (Mt 5, 4)

I

No te exasperes por los malvados,
no envidies a los que obran el mal:
se secarán pronto, como la hierba;
como el césped verde se agostarán.

Confía en el Señor y haz el bien,
habita tu tierra y practica la lealtad;
sea el Señor tu delicia,
y él te dará lo que pide tu corazón.

Encomienda tu camino al Señor,
confía en él, y él actuará:
hará tu justicia como el amanecer,
tu derecho como el mediodía.

Descansa en el Señor y espera en él,
no te exasperes por el hombre que triunfa
empleando la intriga:

cohíbe la ira, reprime el coraje,
no te exasperes, no sea que obres mal;
porque los que obran mal son excluidos,
pero los que esperan en el Señor poseerán la tierra.

Aguarda un momento: desapareció el malvado,
fíjate en su sitio: ya no está;
en cambio, los sufridos poseen la tierra
y disfrutan de paz abundante.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, EPIFANÍA, CUARESMA y MARTES SANTO: Encomienda tu camino al Señor, y él actuará.

PASCUA: Encomienda tu camino al Señor, y él actuará. Aleluya.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, EPIFANÍA, CUARESMA y MARTES SANTO: Apártate del mal y haz el bien, porque el Señor ama la justicia.

PASCUA: Apártate del mal y haz el bien, porque el Señor ama la justicia. Aleluya.

II

El malvado intriga contra el justo,
rechina sus dientes contra él;
pero el Señor se ríe de él,
porque ve que le llega su hora.

Los malvados desenvainan la espada,
asestan el arco,
para abatir a pobres y humildes,
para asesinar a los honrados;
pero su espada les atravesará el corazón,
sus arcos se romperán.

Mejor es ser honrado con poco
que ser malvado en la opulencia;
pues al malvado se le romperán los brazos,
pero al honrado lo sostiene el Señor.

El Señor vela por los días de los buenos,
y su herencia durará siempre;
no se agostarán en tiempo de sequía,
en tiempo de hambre se saciarán;

pero los malvados perecerán,
los enemigos del Señor
se marchitarán como la belleza de un prado,
en humo se disiparán.

El malvado pide prestado y no devuelve,
el justo se compadece y perdona.
Los que el Señor bendice poseen la tierra,
los que él maldice son excluidos.

El Señor asegura los pasos del hombre,
se complace en sus caminos;
si tropieza, no caerá,
porque el Señor lo tiene de la mano.

Fui joven, ya soy viejo:
nunca he visto a un justo abandonado,
ni a su linaje mendigando el pan.
A diario se compadece y da prestado;
bendita será su descendencia.

Apártate del mal y haz el bien,
y siempre tendrás una casa;
porque el Señor ama la justicia
y no abandona a sus fieles.

Los inicuos son exterminados,
la estirpe de los malvados se extinguirá;
pero los justos poseen la tierra,
la habitarán por siempre jamás.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, EPIFANÍA, CUARESMA y MARTES SANTO: Apártate del mal y haz el bien, porque el Señor ama la justicia.

PASCUA: Apártate del mal y haz el bien, porque el Señor ama la justicia. Aleluya.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, EPIFANÍA, CUARESMA y MARTES SANTO: Confía en el Señor y sigue su camino.

PASCUA: Confía en el Señor y sigue su camino. Aleluya.

III

La boca del justo expone la sabiduría,
su lengua explica el derecho;
porque lleva en el corazón la ley de su Dios,
y sus pasos no vacilan.

El malvado espía al justo
e intenta darle muerte;
pero el Señor no lo entrega en sus manos,
no deja que lo condenen en el juicio.

Confía en el Señor, sigue su camino;
él te levantará a poseer la tierra,
y verás la expulsión de los malvados.

Vi a un malvado que se jactaba,
que prosperaba como un cedro frondoso;
volví a pasar, y ya no estaba;
lo busqué, y no lo encontré.

Observa al honrado, fíjate en el bueno:
su porvenir es la paz;
los impíos serán totalmente aniquilados,
el porvenir de los malvados quedará truncado.

El Señor es quien salva a los justos,
él es su alcázar en el peligro;
el Señor los protege y los libra,
los libra de los malvados y los salva
porque se acogen a él.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, EPIFANÍA, CUARESMA y MARTES SANTO: Confía en el Señor y sigue su camino.

PASCUA: Confía en el Señor y sigue su camino. Aleluya.

LECTURAS MARTES:

Tiempo Ordinario 1-9. | 9-17. | 18-25. | 26-34.

Adviento | Navidad – Epifanía | Cuaresma | Semana Santa | Pascua |

Lecturas Oficio: Solemnidades, Fiestas y memorias de santos.

Enero | Febrero | Marzo | Abril | Mayo | Junio | Julio | Agosto | Septiembre | Octubre | Noviembre | Diciembre |


MIÉRCOLES 2a SEMANA: OFICIO LECTURAS.

Himnos:

Tiempo ordinario: Mañana:

Estáte, Señor, conmigo,
siempre, sin jamás partirte,
y, cuando decidas irte,
llévame, Señor, contigo;
porque el pensar que te irás
me causa un terrible miedo
de si yo sin ti me quedo,
de si tú sin mí te vas.

Llévame en tu compañía,
donde tú vayas, Jesús,
porque bien sé que eres tú
la vida del alma mía;
si tú vida no me das,
yo sé que vivir no puedo,
ni si yo sin ti me quedo,
ni si tú sin mí te vas.

Por eso, más que a la muerte,
temo, Señor, tu partida,
y quiero perder la vida
mil veces más que perderte;
pues la inmortal que tú das
sé que alcanzarla no puedo
cuando yo sin ti me quedo,
cuando tú sin mí te vas. Amén.

Tiempo ordinario: Tarde:

Padre: has de oír
este decir
que se me abre en los labios como flor.

Te llamaré
Padre, porque
la palabra me sabe a más amor.

Tuyo me sé,
pues me miré
en mi carne prendido tu fulgor.

Me has de ayudar
a caminar,
sin deshojar mi rosa de esplendor.

Por cuanto soy
gracias te doy:
por el milagro de vivir.

Y por el ver
la tarde arder,
por el encantamiento de existir.

Y para ir,
Padre, hacia ti,
dame tu mano suave y tu amistad.

Pues te diré:
sólo no sé
ir rectamente hacia tu claridad.

Tras el vivir,
dame el dormir
con los que aquí anudaste a mi querer.

Dame, Señor,
hondo soñar.
¡Hogar dentro de ti nos has de hacer! Amén.

Salmodia:

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, EPIFANÍA, CUARESMA, MIÉRCOLES SANTO y PASCUA: También nosotros gemimos en nuestro interior, aguardando la redención de nuestro cuerpo.

Salmo 38.
Súplica de un enfermo.

La creación fue sometida a la frustración,
pero con la esperanza de que
se vería liberada. (Rm 8, 20. 21)

I

Yo me dije: «Vigilaré mi proceder,
para que no se me vaya la lengua;
pondré una mordaza a mi boca
mientras el impío esté presente».

Guardé silencio resignado,
no hablé con ligereza;
pero mi herida empeoró,
y el corazón me ardía por dentro;
pensándolo me requemaba,
hasta que solté la lengua.

«Señor, dame a conocer mi fin
y cuál es la medida de mis años,
para que comprenda lo caduco que soy».

Me concediste un palmo de vida,
mis días son nada ante ti;
el hombre no dura más que un soplo,
el hombre pasa como una sombra,
por un soplo se afana,
atesora sin saber para quién.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, EPIFANÍA, CUARESMA, MIÉRCOLES SANTO y PASCUA: También nosotros gemimos en nuestro interior, aguardando la redención de nuestro cuerpo.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, EPIFANÍA, CUARESMA, MIÉRCOLES SANTO y PASCUA: Escucha, Señor, mi oración: no seas sordo a mi llanto.

II

Y ahora, Señor, ¿qué esperanza me queda?
Tú eres mi confianza.
Líbrame de mis iniquidades,
no me hagas la burla de los necios.

Enmudezco, no abro la boca,
porque eres tú quien lo ha hecho.
Aparta de mí tus golpes,
que el ímpetu de tu mano me acaba.

Escarmientas al hombre
castigando su culpa;
como una polilla roes sus tesoros;
el hombre no es más que un soplo.

Escucha, Señor, mi oración,
haz caso de mis gritos,
no seas sordo a mi llanto;

porque yo soy huésped tuyo,
forastero como todos mis padres.
Aplácate, dame respiro,
antes de que pase y no exista.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, EPIFANÍA, CUARESMA, MIÉRCOLES SANTO y PASCUA: Escucha, Señor, mi oración: no seas sordo a mi llanto.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, EPIFANÍA, CUARESMA y MIÉRCOLES SANTO: Yo confío en la misericordia del Señor por siempre jamás.

PASCUA: Yo confío en la misericordia del Señor por siempre jamás. Aleluya.

Salmo 51.
Contra la violencia de los calumniadores.

El que se gloríe, que se gloríe
en el Señor. (1 Co 1, 31)

¿Por qué te glorías de la maldad
y te envalentonas contra el piadoso?
Estás todo el día maquinando injusticias,
tu lengua es navaja afilada,
autor de fraudes;

prefieres el mal al bien,
la mentira a la honradez;
prefieres las palabras corrosivas,
lengua embustera.

Pues Dios te destruirá para siempre,
te abatirá y te barrerá de tu tienda;
arrancará tus raíces
del suelo vital.

Lo verán los justos, y temerán,
y se reirán de él:
«Mirad al valiente
que no puso en Dios su apoyo,
confió en sus muchas riquezas,
se insolentó en sus crímenes».

Pero yo, como verde olivo,
en la casa de Dios,
confío en la misericordia de Dios
por siempre jamás.

Te daré siempre gracias
porque has actuado;
proclamaré delante de tus fieles:
«Tu nombre es bueno».

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, EPIFANÍA, CUARESMA y MIÉRCOLES SANTO: Yo confío en la misericordia del Señor por siempre jamás.

PASCUA: Yo confío en la misericordia del Señor por siempre jamás. Aleluya.

LECTURAS MIÉRCOLES:

Tiempo Ordinario 1-9. | 9-17. | 18-25. | 26-34.

Adviento | Navidad – Epifanía | Cuaresma | Semana Santa | Pascua |

Lecturas Oficio: Solemnidades, Fiestas y memorias de santos.

Enero | Febrero | Marzo | Abril | Mayo | Junio | Julio | Agosto | Septiembre | Octubre | Noviembre | Diciembre |


JUEVES 2a SEMANA: OFICIO LECTURAS.

Himnos:

Tiempo ordinario: Mañana:

Alfarero del hombre, mano trabajadora,
que, de los hondos limos iniciales,
convocas a los pájaros a la primera aurora,
al pasto, los primeros animales.

De mañana te busco, hecho de luz concreta,
de espacio puro y tierra amanecida.
De mañana te encuentro, Vigor, Origen, Meta
de los sonoros ríos de la vida.

El árbol toma cuerpo, y el agua melodía;
tus manos son recientes en la rosa;
se espesa la abundancia del mundo a mediodía,
y estás de corazón en cada cosa.

No hay brisa, si no alientas; monte, si no estás dentro,
ni soledad en que no te hagas fuerte.
Todo es presencia y gracia. Vivir es este encuentro:
Tú, por la luz, el hombre, por la muerte.

¡Que se acabe el pecado! ¡Mira que es desdecirte
dejar tanta hermosura en tanta guerra!
Que el hombre no te obligue, Señor, a arrepentirte
de haberle dado un día las llaves de la tierra. Amén.

Tiempo ordinario: Tarde:

Tras el temblor opaco de las lágrimas,
no estoy yo solo.
Tras el profundo velo de mi sangre,
no estoy yo solo.

Tras la primera música del día,
no estoy yo solo.
Tras la postrera luz de las montañas,
no estoy yo solo.

Tras el estéril gozo de las horas,
no estoy yo solo.
Tras el augurio helado del espejo,
no estoy yo solo.

No estoy yo solo; me acompaña, en vela,
la pura eternidad de cuanto amo.
Vivimos junto a Dios eternamente.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu,
por los siglos de los siglos. Amén.

Salmodia:

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, EPIFANÍA, CUARESMA y JUEVES SANTO: Nos diste, Señor, la victoria sobre el enemigo; por eso damos gracias a tu nombre.

PASCUA: Nos diste, Señor, la victoria sobre el enemigo; por eso damos gracias a tu nombre. Aleluya.

Salmo 43.
Oración del pueblo en las calamidades.

I

En todo esto vencemos fácilmente
por aquel que nos ha amado. (Rm 8, 37)

Oh Dios, nuestros oídos lo oyeron,
nuestros padres nos lo han contado:
la obra que realizaste en sus días,
en los años remotos.

Tú mismo con tu mano desposeíste a los gentiles,
y los plantaste a ellos;
trituraste a las naciones,
y los hiciste crecer a ellos.

Porque no fue su espada la que ocupó la tierra,
ni su brazo el que les dio la victoria,
sino tu diestra y tu brazo y la luz de tu rostro,
porque tú los amabas.

Mi rey y mi Dios eres tú,
que das la victoria a Jacob:
con tu auxilio embestimos al enemigo,
en tu nombre pisoteamos al agresor.

Pues yo no confío en mi arco,
ni mi espada me da la victoria;
tú nos das la victoria sobre el enemigo
y derrotas a nuestros adversarios.

Dios ha sido siempre nuestro orgullo,
y siempre damos gracias a tu nombre.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, EPIFANÍA, CUARESMA y JUEVES SANTO: Nos diste, Señor, la victoria sobre el enemigo; por eso damos gracias a tu nombre.

PASCUA: Nos diste, Señor, la victoria sobre el enemigo; por eso damos gracias a tu nombre. Aleluya.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, EPIFANÍA, CUARESMA, JUEVES SANTO y PASCUA: Perdónanos, Señor, y no entregues tu heredad al oprobio.

II

Ahora, en cambio, nos rechazas y nos avergüenzas,
y ya no sales, Señor, con nuestras tropas:
nos haces retroceder ante el enemigo,
y nuestro adversario nos saquea.

Nos entregas como ovejas a la matanza
y nos has dispersado por las naciones;
vendes a tu pueblo por nada,
no lo tasas muy alto.

Nos haces el escarnio de nuestros vecinos,
irrisión y burla de los que nos rodean;
nos has hecho el refrán de los gentiles,
nos hacen muecas las naciones.

Tengo siempre delante mi deshonra,
y la vergüenza me cubre la cara
al oír insultos e injurias,
al ver a mi rival y a mi enemigo.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, EPIFANÍA, CUARESMA, JUEVES SANTO y PASCUA: Perdónanos, Señor, y no entregues tu heredad al oprobio.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, EPIFANÍA, CUARESMA y JUEVES SANTO: Levántate, Señor, y redímenos por tu misericordia.

PASCUA: Levántate, Señor, y redímenos por tu misericordia. Aleluya.

III

Todo esto nos viene encima,
sin haberte olvidado
ni haber violado tu alianza,
sin que se volviera atrás nuestro corazón
ni se desviaran de tu camino nuestros pasos;
y tú nos arrojaste a un lugar de chacales
y nos cubriste de tinieblas.

Si hubiéramos olvidado el nombre de nuestro Dios
y extendido las manos a un dios extraño,
el Señor lo habría averiguado,
pues él penetra los secretos del corazón.

Por tu causa nos degüellan cada día,
nos tratan como a ovejas de matanza.
Despierta, Señor, ¿por qué duermes?
Levántate, no nos rechaces más.
¿Por qué nos escondes tu rostro
y olvidas nuestra desgracia y opresión?

Nuestro aliento se hunde en el polvo,
nuestro vientre está pegado al suelo.
Levántate a socorrernos,
redímenos por tu misericordia.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, EPIFANÍA, CUARESMA y JUEVES SANTO: Levántate, Señor, y redímenos por tu misericordia.

PASCUA: Levántate, Señor, y redímenos por tu misericordia. Aleluya.

LECTURAS JUEVES:

Tiempo Ordinario 1-9. | 9-17. | 18-25. | 26-34.

Adviento | Navidad – Epifanía | Cuaresma | Semana Santa | Pascua |

Lecturas Oficio: Solemnidades, Fiestas y memorias de santos.

Enero | Febrero | Marzo | Abril | Mayo | Junio | Julio | Agosto | Septiembre | Octubre | Noviembre | Diciembre |


VIERNES 2a SEMANA: OFICIO LECTURAS.

Himnos:

Salmodia:

Tiempo ordinario: Mañana:

Por el dolor creyente que brota del pecado;
por haberte querido de todo corazón;
por haberte, Dios mío, tantas veces negado,
tantas veces pedido, de rodillas, perdón.

Por haberte perdido; por haberte encontrado.
Porque es como un desierto nevado mi oración;
porque es como la hiedra sobre un árbol cortado
el recuerdo que brota cargado de ilusión.

Porque es como la hiedra, déjame que te abrace,
primero amargamente, lleno de flor después,
y que a mi viejo tronco poco a poco me enlace,
y que mi vieja sombra se derrame a tus pies.

¡Porque es como la rama donde la savia nace,
mi corazón, Dios mío, sueña que tú lo ves! Amén.

Tiempo ordinario: Tarde:

El dolor extendido por tu cuerpo,
sometida tu alma como un lago,
vas a morir y mueres por nosotros
ante el Padre que acepta perdonándonos.

Cristo, gracias aún, gracias, que aún duele
tu agonía en el mundo, en tus hermanos.
Que hay hambre, ese resumen de injusticias;
que hay hombre en el que estás crucificado.

Gracias por tu palabra que está viva,
y aquí la van diciendo nuestros labios;
gracias porque eres Dios y hablas a Dios
de nuestras soledades, nuestros bandos.

Que no existan verdugos, que no insistan;
rezas hoy con nosotros que rezamos.

Porque existen las víctimas, el llanto. Amén.

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, EPIFANÍA, CUARESMA y PASCUA: Señor, no me castigues con cólera.

Salmo 37.
Oración de un pecador en peligro de muerte.

Todos sus conocidos se mantenían
a distancia. (Lc 23, 49)

I

Señor, no me corrijas con ira,
no me castigues con cólera;
tus flechas se me han clavado,
tu mano pesa sobre mí;

no hay parte ilesa en mi carne
a causa de tu furor;
no tienen descanso mis huesos
a causa de mis pecados;

mis culpas sobrepasan mi cabeza,
son un peso superior a mis fuerzas.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, EPIFANÍA, CUARESMA y PASCUA: Señor, no me castigues con cólera.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, EPIFANÍA y CUARESMA: Señor, todas mis ansias están en tu presencia.

PASCUA: Señor, todas mis ansias están en tu presencia. Aleluya.

II

Mis llagas están podridas y supuran
por causa de mi insensatez;
voy encorvado y encogido,
todo el día camino sombrío.

Tengo las espaldas ardiendo,
no hay parte ilesa en mi carne;
estoy agotado, deshecho del todo;
rujo con más fuerza que un león.

Señor mío, todas mis ansias están en tu presencia,
no se te ocultan mis gemidos;
siento palpitar mi corazón,
me abandonan las fuerzas,
y me falta hasta la luz de los ojos.

Mis amigos y compañeros se alejan de mí,
mis parientes se quedan a distancia;
me tienden lazos los que atentan contra mí,
los que desean mi daño me amenazan de muerte,
todo el día murmuran traiciones.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, EPIFANÍA y CUARESMA: Señor, todas mis ansias están en tu presencia.

PASCUA: Señor, todas mis ansias están en tu presencia. Aleluya.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, EPIFANÍA y CUARESMA: Yo te confieso mi culpa, no me abandones, Señor, Dios mío.

PASCUA: Yo te confieso mi culpa, no me abandones, Señor, Dios mío. Aleluya.

III

Pero yo, como un sordo, no oigo;
como un mudo no abro la boca;
soy como uno que no oye
y no puede replicar.

En ti, Señor, espero,
y tú me escucharás, Señor, Dios mío;
esto pido: que no se alegren por mi causa,
que, cuando resbale mi pie, no canten triunfo.

Porque yo estoy a punto de caer,
y mi pena no se aparta de mí:
yo confieso mi culpa,
me aflige mi pecado.

Mis enemigos mortales son poderosos,
son muchos los que me aborrecen sin razón,
los que me pagan males por bienes,
los que me atacan cuando procuro el bien.

No me abandones, Señor;
Dios mío, no te quedes lejos;
ven aprisa a socorrerme,
Señor mío, mi salvación.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, NAVIDAD, EPIFANÍA y CUARESMA: Yo te confieso mi culpa, no me abandones, Señor, Dios mío.

PASCUA: Yo te confieso mi culpa, no me abandones, Señor, Dios mío. Aleluya.

LECTURAS VIERNES:

Tiempo Ordinario 1-9. | 9-17. | 18-25. | 26-34.

Adviento | Navidad – Epifanía | Cuaresma | Semana Santa | Pascua |

Lecturas Oficio: Solemnidades, Fiestas y memorias de santos.

Enero | Febrero | Marzo | Abril | Mayo | Junio | Julio | Agosto | Septiembre | Octubre | Noviembre | Diciembre |


SÁBADO 2a SEMANA: OFICIO LECTURAS.

Himnos:

Tiempo ordinario: Mañana:

Padre nuestro,
Padre de todos,
líbrame del orgullo
de estar solo.

No vengo a la soledad
cuando vengo a la oración,
pues sé que, estando contigo,
con mis hermanos estoy;
y sé que, estando con ellos,
tú estás en medio, Señor.

No he venido a refugiarme
dentro de tu torreón,
como quien huye a un exilio
de aristocracia interior.
Pues vine huyendo del ruido,
pero de los hombres no.

Allí donde va un cristiano
no hay soledad, sino amor,
pues lleva toda la Iglesia
dentro de su corazón.
Y dice siempre «nosotros»,
incluso si dice «yo».

Tiempo ordinario: Himnos Virgen María:

I

María, pureza en vuelo,
Virgen de vírgenes, danos
la gracia de ser humanos
sin olvidarnos del cielo.

Enséñanos a vivir,
ayúdenos tu oración,
danos en la tentación
la gracia de resistir.

Honor a la Trinidad
por esta limpia victoria,
y gloria por esta gloria
que alegra a la cristiandad. Amén.

II

Llena de rosas mi herida,
llena de estrellas mis ojos,
llena de paz mis abrojos,
llena de gracia mi vida
y, de esplendor revestida,
ven a mí en la última hora,
a cerrar, Consoladora,
mis ojos fijos en ti
y, vaciándome de mí,
lléname de ti, Señora. Amén.

III

Todos te deben servir,
Virgen y Madre de Dios,
que siempre ruegas por nos
y tú nos haces vivir.

Tanta fue tu perfección
y de tanto merecer,
que de ti quiso nacer
quien fue nuestra redención.

El tesoro divinal
en tu vientre se encerró,
tan precioso, que libró
todo el linaje humanal.

Tú sellaste nuestra fe
con el sello de la cruz,
tú pariste nuestra luz,
Dios de ti nacido fue.

¡Oh clara virginidad,
fuente de toda virtud!
No ceses de dar salud
a toda la cristiandad. Amén.

Salmodia:

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO: Sólo el Señor hizo grandes maravillas: es eterna su misericordia.

Salmo 135.
Himno pascual.

Alabar a Dios es narrar
sus maravillas. (Casiano)

I

Dad gracias al Señor porque es bueno:
porque es eterna su misericordia.

Dad gracias al Dios de los dioses:
porque es eterna su misericordia.

Dad gracias al Señor de los señores:
porque es eterna su misericordia.

Sólo él hizo grandes maravillas:
porque es eterna su misericordia.

Él hizo sabiamente los cielos:
porque es eterna su misericordia.

Él afianzó sobre las aguas la tierra:
porque es eterna su misericordia.

Él hizo lumbreras gigantes:
porque es eterna su misericordia.

El sol que gobierna el día:
porque es eterna su misericordia.

La luna que gobierna la noche:
porque es eterna su misericordia.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO: Sólo el Señor hizo grandes maravillas: es eterna su misericordia.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO: Con mano poderosa, con brazo extendido, sacó a Israel de Egipto.

II

Él hirió a Egipto en sus primogénitos:
porque es eterna su misericordia.

Y sacó a Israel de aquel país:
porque es eterna su misericordia.

Con mano poderosa, con brazo extendido:
porque es eterna su misericordia.

Él dividió en dos partes el mar Rojo:
porque es eterna su misericordia.

Y condujo por en medio a Israel:
porque es eterna su misericordia.

Arrojó en el mar Rojo al Faraón:
porque es eterna su misericordia.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO: Con mano poderosa, con brazo extendido, sacó a Israel de Egipto.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO: Dad gracias al Dios del cielo: él nos libró de nuestros opresores.

III

Guió por el desierto a su pueblo:
porque es eterna su misericordia.

Él hirió a reyes famosos:
porque es eterna su misericordia.

Dio muerte a reyes poderosos:
porque es eterna su misericordia.

A Sijón, rey de los amorreos:
porque es eterna su misericordia.

Y a Hog, rey de Basán:
porque es eterna su misericordia.

Les dio su tierra en heredad:
porque es eterna su misericordia.

En heredad a Israel su siervo:
porque es eterna su misericordia.

En nuestra humillación, se acordó de nosotros:
porque es eterna su misericordia.

Y nos libró de nuestros opresores:
porque es eterna su misericordia.

Él da alimento a todo viviente:
porque es eterna su misericordia.

Dad gracias al Dios del cielo:
porque es eterna su misericordia.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO: Dad gracias al Dios del cielo: él nos libró de nuestros opresores.

LECTURAS SÁBADO:

Tiempo Ordinario 1-9. | 9-17. | 18-25. | 26-34.

Lecturas Oficio: Solemnidades, Fiestas y memorias de santos.

Enero | Febrero | Marzo | Abril | Mayo | Junio | Julio | Agosto | Septiembre | Octubre | Noviembre | Diciembre |


SÁBADO 2a SEMANA: OFICIO LECTURAS.

Himnos:

Salmodia:

Antífona 1:

ADVIENTO, NAVIDAD, EPIFANÍA y CUARESMA: Acuérdate de nosotros, Señor, visítanos con tu salvación.

PASCUA: Acuérdate de nosotros, Señor, visítanos con tu salvación. Aleluya.

Salmo 105.
Bondad de Dios e infidelidad del pueblo.

I

Todo esto fue escrito para escarmiento nuestro,
a quienes nos ha tocado vivir en la última
de las edades. (1 Cor 10, 11)

Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.

¿Quién podrá contar las hazañas de Dios,
pregonar toda su alabanza?
Dichosos los que respetan el derecho
y practican siempre la justicia.

Acuérdate de mí por amor a tu pueblo,
visítame con tu salvación:
para que vea la dicha de tus escogidos,
y me alegre con la alegría de tu pueblo,
y me gloríe con tu heredad.

Hemos pecado con nuestros padres,
hemos cometido maldades e iniquidades.
Nuestros padres en Egipto
no comprendieron tus maravillas;

no se acordaron de tu abundante misericordia,
se rebelaron contra el Altísimo en el mar Rojo,
pero Dios los salvó por amor de su nombre,
para manifestar su poder.

Increpó al mar Rojo, y se secó,
los condujo por el abismo como por tierra firme;
los salvó de la mano del adversario,
los rescató del puño del enemigo;

las aguas cubrieron a los atacantes,
y ni uno solo se salvó:
entonces creyeron sus palabras,
cantaron su alabanza.

Bien pronto olvidaron sus obras,
y no se fiaron de sus planes:
ardían de avidez en el desierto
y tentaron a Dios en la estepa.
Él les concedió lo que pedían,
pero les mandó un cólico por su gula.

Envidiaron a Moisés en el campamento,
y a Aarón, el consagrado al Señor:
se abrió la tierra y se tragó a Datán,
se cerró sobre Abirón y sus secuaces;
un fuego abrasó a su banda,
una llama consumió a los malvados.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 1:

ADVIENTO, NAVIDAD, EPIFANÍA y CUARESMA: Acuérdate de nosotros, Señor, visítanos con tu salvación.

PASCUA: Acuérdate de nosotros, Señor, visítanos con tu salvación. Aleluya.

Antífona 2:

ADVIENTO, NAVIDAD, EPIFANÍA, CUARESMA y PASCUA: No olvidéis la alianza que el Señor, vuestro Dios, pactó con vosotros.

II

En Horeb se hicieron un becerro,
adoraron un ídolo de fundición;
cambiaron su gloria por la imagen
de un toro que come hierba.

Se olvidaron de Dios, su salvador,
que había hecho prodigios en Egipto,
maravillas en el país de Cam,
portentos junto al mar Rojo.

Dios hablaba ya de aniquilarlos;
pero Moisés, su elegido,
se puso en la brecha frente a él,
para apartar su cólera del exterminio.

Despreciaron una tierra envidiable,
no creyeron en su palabra;
murmuraban en las tiendas,
no escucharon la voz del Señor.

Él alzó la mano y juró
que los haría morir en el desierto,
que dispersaría su estirpe por las naciones
y los aventaría por los países.

Se acoplaron con Baal Fegor,
comieron de los sacrificios a dioses muertos;
provocaron a Dios con sus perversiones,
y los asaltó una plaga;

pero Finés se levantó e hizo justicia,
y la plaga cesó;
y se le apuntó a su favor
por generaciones sin término.

Lo irritaron junto a las aguas de Meribá,
Moisés tuvo que sufrir por culpa de ellos;
le habían amargado el alma,
y desvariaron sus labios.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 2:

ADVIENTO, NAVIDAD, EPIFANÍA, CUARESMA y PASCUA: No olvidéis la alianza que el Señor, vuestro Dios, pactó con vosotros.

Antífona 3:

ADVIENTO, NAVIDAD, EPIFANÍA y CUARESMA: Sálvanos, Señor, Dios nuestro, y reúnenos de entre los gentiles.

PASCUA: Sálvanos, Señor, Dios nuestro, y reúnenos de entre los gentiles. Aleluya.

III

No exterminaron a los pueblos
que el Señor les había mandado;
emparentaron con los gentiles,
imitaron sus costumbres;

adoraron sus ídolos
y cayeron en sus lazos;
inmolaron a los demonios
sus hijos y sus hijas;

derramaron la sangre inocente
y profanaron la tierra ensangrentándola;
se mancharon con sus acciones
y se prostituyeron con sus maldades.

La ira del Señor se encendió contra su pueblo,
y aborreció su heredad;
los entregó en manos de gentiles,
y sus adversarios los sometieron;
sus enemigos los tiranizaban
y los doblegaron bajo su poder.

Cuántas veces los libró;
mas ellos, obstinados en su actitud,
perecían por sus culpas;
pero él miró su angustia,
y escuchó sus gritos.

Recordando su pacto con ellos,
se arrepintió con inmensa misericordia;
hizo que movieran a compasión
a los que los habían deportado.

Sálvanos, Señor, Dios nuestro,
reúnenos de entre los gentiles:
daremos gracias a tu santo nombre,
y alabarte será nuestra gloria.

Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
desde siempre y por siempre.
Y todo el pueblo diga:
«¡Amén!».

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 3:

ADVIENTO, NAVIDAD, EPIFANÍA y CUARESMA: Sálvanos, Señor, Dios nuestro, y reúnenos de entre los gentiles.

PASCUA: Sálvanos, Señor, Dios nuestro, y reúnenos de entre los gentiles. Aleluya.

LECTURAS SÁBADO:

Adviento | Navidad – Epifanía | Cuaresma | Semana Santa | Pascua |

Lecturas Oficio: Solemnidades, Fiestas y memorias de santos.

Enero | Febrero | Marzo | Abril | Mayo | Junio | Julio | Agosto | Septiembre | Octubre | Noviembre | Diciembre |


3a SEMANA:

DOMINGO 3a SEMANA OFICIO LECTURAS:

Himnos:

Salmodia:

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO: Día tras día, te bendeciré, Señor. Aleluya.

ADVIENTO: Mirad, viene ya el Rey excelso, con gran poder, para salvar a todos los pueblos. Aleluya.

CUARESMA: Día tras día, te bendeciré, Señor.

PASCUA: Aleluya. La piedra ha sido removida de la entrada del sepulcro. Aleluya.

Salmo 144.
Himno a la grandeza de Dios.

Justo eres tú, Señor, el que es
y el que era. (Ap 16, 5)

I

Te ensalzaré, Dios mío, mi rey;
bendeciré tu nombre por siempre jamás.

Día tras día, te bendeciré,
y alabaré tu nombre por siempre jamás.

Grande es el Señor, merece toda alabanza,
es incalculable su grandeza;
una generación pondera tus obras a la otra,
y le cuenta tus hazañas.

Alaban ellos la gloria de tu majestad,
y yo repito tus maravillas;
encarecen ellos tus temibles proezas,
y yo narro tus grandes acciones;
difunden la memoria de tu inmensa bondad,
y aclaman tus victorias.

El Señor es clemente y misericordioso,
lento a la cólera y rico en piedad;
el Señor es bueno con todos,
es cariñoso con todas sus criaturas.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO: Día tras día, te bendeciré, Señor. Aleluya.

ADVIENTO: Mirad, viene ya el Rey excelso, con gran poder, para salvar a todos los pueblos. Aleluya.

CUARESMA: Día tras día, te bendeciré, Señor.

PASCUA: Aleluya. La piedra ha sido removida de la entrada del sepulcro. Aleluya.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO: Tu reinado, Señor, es un reinado perpetuo. Aleluya.

ADVIENTO: Alégrate y goza, hija de Jerusalén: mira a tu Rey que viene; no temas, Sión, tu salvación está cerca.

CUARESMA: Tu reinado, Señor, es un reinado perpetuo.

PASCUA: Aleluya. ¿A quién buscas, mujer?, ¿al que vive entre los muertos? Aleluya.

II

Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas;

explicando tus hazañas a los hombres,
la gloria y majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo,
tu gobierno va de edad en edad.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO: Tu reinado, Señor, es un reinado perpetuo. Aleluya.

ADVIENTO: Alégrate y goza, hija de Jerusalén: mira a tu Rey que viene; no temas, Sión, tu salvación está cerca.

CUARESMA: Tu reinado, Señor, es un reinado perpetuo.

PASCUA: Aleluya. ¿A quién buscas, mujer?, ¿al que vive entre los muertos? Aleluya.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO: El Señor es fiel a sus palabras, bondadoso en todas sus acciones. Aleluya.

ADVIENTO: Salgamos con corazón limpio a recibir al Rey supremo, porque está para venir y no tardará.

CUARESMA: El Señor es fiel a sus palabras, bondadoso en todas sus acciones.

PASCUA: Aleluya. No llores, María; ha resucitado el Señor. Aleluya.

III

El Señor es fiel a sus palabras,
bondadoso en todas sus acciones.
El Señor sostiene a los que van a caer,
endereza a los que ya se doblan.

Los ojos de todos te están aguardando,
tú les das la comida a su tiempo;
abres tú la mano,
y sacias de favores a todo viviente.

El Señor es justo en todos sus caminos,
es bondadoso en todas sus acciones;
cerca está el Señor de los que lo invocan,
de los que lo invocan sinceramente.

Satisface los deseos de sus fieles,
escucha sus gritos, y los salva.
El Señor guarda a los que lo aman,
pero destruye a los malvados.

Pronuncie mi boca la alabanza del Señor,
todo viviente bendiga su santo nombre
por siempre jamás.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO: El Señor es fiel a sus palabras, bondadoso en todas sus acciones. Aleluya.

ADVIENTO: Salgamos con corazón limpio a recibir al Rey supremo, porque está para venir y no tardará.

CUARESMA: El Señor es fiel a sus palabras, bondadoso en todas sus acciones.

PASCUA: Aleluya. No llores, María; ha resucitado el Señor. Aleluya.

LECTURAS DOMINGO:

Tiempo Ordinario 1-9. | 9-17. | 18-25. | 26-34.

Adviento | Navidad – Epifanía | Cuaresma | Pascua – ASCENSIÓN DEL SEÑOR |

Lecturas Oficio: Solemnidades, Fiestas y memorias de santos.

Enero | Febrero | Marzo | Abril | Mayo | Junio | Julio | Agosto | Septiembre | Octubre | Noviembre | Diciembre |


LUNES 3a SEMANA OFICIO LECTURAS:

Himnos:

Salmodia:

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO y CUARESMA: Vendrá el Señor y no callará.

PASCUA: Vendrá el Señor y no callará. Aleluya.

Salmo 49.
El verdadero culto a Dios.

No he venido a abolir la ley,
sino a darle plenitud. (Mt 5, 17)

I

El Dios de los dioses, el Señor, habla:
convoca la tierra de oriente a occidente.
Desde Sión, la hermosa, Dios resplandece:
viene nuestro Dios, y no callará.

Lo precede fuego voraz,
lo rodea tempestad violenta.
Desde lo alto convoca cielo y tierra
para juzgar a su pueblo:

«Congregadme a mis fieles,
que sellaron mi pacto con un sacrificio».
Proclame el cielo su justicia;
Dios en persona va a juzgar.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO y CUARESMA: Vendrá el Señor y no callará.

PASCUA: Vendrá el Señor y no callará. Aleluya.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO y CUARESMA: Ofrece a Dios un sacrificio de alabanza.

PASCUA: Ofrece a Dios un sacrificio de alabanza. Aleluya.

II

«Escucha, pueblo mío, que voy a hablarte;
Israel, voy a dar testimonio contra ti;
—yo, Dios, tu Dios—.

No te reprocho tus sacrificios,
pues siempre están tus holocaustos ante mí.
Pero no aceptaré un becerro de tu casa,
ni un cabrito de tus rebaños;

pues las fieras de la selva son mías,
y hay miles de bestias en mis montes;
conozco todos los pájaros del cielo,
tengo a mano cuanto se agita en los campos.

Si tuviera hambre, no te lo diría;
pues el orbe y cuanto lo llena es mío.
¿Comeré yo carne de toros,
beberé sangre de cabritos?

Ofrece a Dios un sacrificio de alabanza,
cumple tus votos al Altísimo
e invócame el día del peligro:
yo te libraré, y tú me darás gloria».

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO y CUARESMA: Ofrece a Dios un sacrificio de alabanza.

PASCUA: Ofrece a Dios un sacrificio de alabanza. Aleluya.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO y CUARESMA: Quiero misericordia y no sacrificios, conocimiento de Dios más que holocaustos.

PASCUA: Quiero misericordia y no sacrificios, conocimiento de Dios más que holocaustos. Aleluya.

III

Dios dice al pecador:
«¿Por qué recitas mis preceptos
y tienes siempre en la boca mi alianza,
tú que detestas mi enseñanza
y te echas a la espalda mis mandatos?

Cuando ves un ladrón, corres con él;
te mezclas con los adúlteros;
sueltas tu lengua para el mal,
tu boca urde el engaño;

te sientas a hablar contra tu hermano,
deshonras al hijo de tu madre;
esto haces, ¿y me voy a callar?
¿Crees que soy como tú?
Te acusaré, te lo echaré en cara.

Atención los que olvidáis a Dios,
no sea que os destroce sin remedio.

El que me ofrece acción de gracias,
ése me honra;
al que sigue buen camino
le haré ver la salvación de Dios».

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO y CUARESMA: Quiero misericordia y no sacrificios, conocimiento de Dios más que holocaustos.

PASCUA: Quiero misericordia y no sacrificios, conocimiento de Dios más que holocaustos. Aleluya.

LECTURAS LUNES:

Tiempo Ordinario 1-9. | 9-17. | 18-25. | 26-34.

Adviento | Navidad – Epifanía | Cuaresma | Pascua – ASCENSIÓN DEL SEÑOR |

Lecturas Oficio: Solemnidades, Fiestas y memorias de santos.

Enero | Febrero | Marzo | Abril | Mayo | Junio | Julio | Agosto | Septiembre | Octubre | Noviembre | Diciembre |


MARTES 3a SEMANA: OFICIO LECTURAS.

Himnos:

Salmodia:

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO y CUARESMA: Se levanta Dios, y huyen de su presencia los que lo odian.

PASCUA: Se levanta Dios, y huyen de su presencia los que lo odian. Aleluya.

Salmo 67.
Entrada triunfal del Señor.

Subiendo a la altura, llevó cautivos
y dio dones a los hombres. (Ef 4, 8)

I

Se levanta Dios, y se dispersan sus enemigos,
huyen de su presencia los que lo odian;

como el humo se disipa, se disipan ellos;
como se derrite la cera ante el fuego,
así perecen los impíos ante Dios.

En cambio, los justos se alegran,
gozan en la presencia de Dios,
rebosando de alegría.

Cantad a Dios, tocad en su honor,
alfombrad el camino del que avanza por el desierto;
su nombre es el Señor:
alegraos en su presencia.

Padre de huérfanos, protector de viudas,
Dios vive en su santa morada.

Dios prepara casa a los desvalidos,
libera a los cautivos y los enriquece;
sólo los rebeldes
se quedan en la tierra abrasada.

Oh Dios, cuando salías al frente de tu pueblo
y avanzabas por el desierto,
la tierra tembló, el cielo destiló
ante Dios, el Dios del Sinaí;
ante Dios, el Dios de Israel.

Derramaste en tu heredad, oh Dios, una lluvia copiosa,
aliviaste la tierra extenuada;
y tu rebaño habitó en la tierra
que tu bondad, oh Dios, preparó para los pobres.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO y CUARESMA: Se levanta Dios, y huyen de su presencia los que lo odian.

PASCUA: Se levanta Dios, y huyen de su presencia los que lo odian. Aleluya.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO y CUARESMA: Nuestro Dios es un Dios que salva, el Señor Dios nos hace escapar de la muerte.

PASCUA: Nuestro Dios es un Dios que salva, el Señor Dios nos hace escapar de la muerte. Aleluya.

II

El Señor pronuncia un oráculo,
millares pregonan la alegre noticia:
«Los reyes, los ejércitos van huyendo, van huyendo;
las mujeres reparten el botín.

Mientras reposabais en los apriscos,
las palomas batieron sus alas de plata,
el oro destellaba en sus plumas.
Mientras el Todopoderoso dispersaba a los reyes,
la nieve bajaba sobre el Monte Umbrío».

Las montañas de Basán son altísimas,
las montañas de Basán son escarpadas;
¿por qué tenéis envidia, montañas escarpadas,
del monte escogido por Dios para habitar,
morada perpetua del Señor?

Los carros de Dios son miles y miles:
Dios marcha del Sinaí al santuario.
Subiste a la cumbre llevando cautivos,
te dieron tributo de hombres:
incluso los que se resistían
a que el Señor Dios tuviera una morada.

Bendito el Señor cada día,
Dios lleva nuestras cargas, es nuestra salvación.
Nuestro Dios es un Dios que salva,
el Señor Dios nos hace escapar de la muerte.

Dios aplasta las cabezas de sus enemigos,
los cráneos de los malvados contumaces.
Dice el Señor: «Los traeré desde Basán,
los traeré desde el fondo del mar;
teñirás tus pies en la sangre del enemigo
y los perros la lamerán con sus lenguas».

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO y CUARESMA: Nuestro Dios es un Dios que salva, el Señor Dios nos hace escapar de la muerte.

PASCUA: Nuestro Dios es un Dios que salva, el Señor Dios nos hace escapar de la muerte. Aleluya.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO y CUARESMA: Reyes de la tierra, cantad a Dios, tocad para el Señor.

PASCUA: Reyes de la tierra, cantad a Dios, tocad para el Señor. Aleluya.

III

Aparece tu cortejo, oh Dios,
el cortejo de mi Dios, de mi Rey,
hacia el santuario.

Al frente, marchan los cantores;
los últimos, los tocadores de arpa;
en medio, las muchachas van tocando panderos.

«En el bullicio de la fiesta, bendecid a Dios,
al Señor, estirpe de Israel».

Va delante Benjamín, el más pequeño;
los príncipes de Judá con sus tropeles;
los príncipes de Zabulón,
los príncipes de Neftalí.

Oh Dios, despliega tu poder,
tu poder, oh Dios, que actúa en favor nuestro.
A tu templo de Jerusalén
traigan los reyes su tributo.

Reprime a la Fiera del Cañaveral,
al tropel de los Toros,
a los Novillos de los pueblos.

Que se te rindan con lingotes de plata:
dispersa las naciones belicosas.
Lleguen los magnates de Egipto,
Etiopía extienda sus manos a Dios.

Reyes de la tierra, cantad a Dios,
tocad para el Señor,
que avanza por los cielos,
los cielos antiquísimos,
que lanza su voz, su voz poderosa:
«Reconoced el poder de Dios».

Sobre Israel resplandece su majestad,
y su poder sobre las nubes.
Desde el santuario, Dios impone reverencia:
es el Dios de Israel
quien da fuerza y poder a su pueblo.

¡Dios sea bendito!

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO y CUARESMA: Reyes de la tierra, cantad a Dios, tocad para el Señor.

PASCUA: Reyes de la tierra, cantad a Dios, tocad para el Señor. Aleluya.

LECTURAS MARTES:

Tiempo Ordinario 1-9. | 9-17. | 18-25. | 26-34.

Adviento | Navidad – Epifanía | Cuaresma | Pascua – ASCENSIÓN DEL SEÑOR |

Lecturas Oficio: Solemnidades, Fiestas y memorias de santos.

Enero | Febrero | Marzo | Abril | Mayo | Junio | Julio | Agosto | Septiembre | Octubre | Noviembre | Diciembre |


MIÉRCOLES 3a SEMANA: OFICIO LECTURAS.

Himnos:

Salmodia:

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO y CUARESMA: La misericordia y la fidelidad te preceden, Señor.

PASCUA: La misericordia y la fidelidad te preceden, Señor. Aleluya.

Salmo 88, 2-38.
Las misericordias del Señor sobre la casa de David.

Según lo prometido, Dios sacó
de la descendencia de David
un Salvador, Jesús. (Hech 13, 22-23)

I

Cantaré eternamente las misericordias del Señor,
anunciaré tu fidelidad por todas las edades.
Porque dije: «Tu misericordia es un edificio eterno,
más que el cielo has afianzado tu fidelidad».

Sellé una alianza con mi elegido,
jurando a David, mi siervo:
«Te fundaré un linaje perpetuo,
edificaré tu trono para todas las edades».

El cielo proclama tus maravillas, Señor,
y tu fidelidad en la asamblea de los ángeles.
¿Quién sobre las nubes se compara a Dios?
¿Quién como el Señor entre los seres divinos?

Dios es temible en el consejo de los ángeles,
es grande y terrible para toda su corte.
Señor de los ejércitos, ¿quién como tú?
El poder y la fidelidad te rodean.

Tú domeñas la soberbia del mar
y amansas la hinchazón del oleaje;
tú traspasaste y destrozaste a Rahab,
tu brazo potente desbarató al enemigo.

Tuyo es el cielo, tuya es la tierra;
tú cimentaste el orbe y cuanto contiene;
tú has creado el norte y el sur,
el Tabor y el Hermón aclaman tu nombre.

Tienes un brazo poderoso:
fuerte es tu izquierda y alta tu derecha.
Justicia y derecho sostienen tu trono,
misericordia y fidelidad te preceden.

Dichoso el pueblo que sabe aclamarte:
caminará, oh Señor, a la luz de tu rostro;
tu nombre es su gozo cada día,
tu justicia es su orgullo.

Porque tú eres su honor y su fuerza,
y con tu favor realzas nuestro poder.
Porque el Señor es nuestro escudo,
y el Santo de Israel nuestro rey.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO y CUARESMA: La misericordia y la fidelidad te preceden, Señor.

PASCUA: La misericordia y la fidelidad te preceden, Señor. Aleluya.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO y CUARESMA: El Hijo de Dios nació según la carne de la estirpe de David.

PASCUA: El Hijo de Dios nació según la carne de la estirpe de David. Aleluya.

II

Un día hablaste en visión a tus amigos:
«He ceñido la corona a un héroe,
he levantado a un soldado sobre el pueblo.

Encontré a David, mi siervo,
y lo he ungido con óleo sagrado;
para que mi mano esté siempre con él
y mi brazo lo haga valeroso;

no lo engañará el enemigo
ni los malvados lo humillarán;
ante él desharé a sus adversarios
y heriré a los que lo odian.

Mi fidelidad y misericordia lo acompañarán,
por mi nombre crecerá su poder:
extenderé su izquierda hasta el mar,
y su derecha hasta el Gran Río.

Él me invocará: “Tú eres mi padre,
mi Dios, mi Roca salvadora”;
y yo lo nombraré mi primogénito,
excelso entre los reyes de la tierra.

Le mantendré eternamente mi favor,
y mi alianza con él será estable;
le daré una posteridad perpetua
y un trono duradero como el cielo».

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO y CUARESMA: El Hijo de Dios nació según la carne de la estirpe de David.

PASCUA: El Hijo de Dios nació según la carne de la estirpe de David. Aleluya.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO y CUARESMA: Juré una vez a David, mi siervo: «Tu linaje será perpetuo».

PASCUA: Juré una vez a David, mi siervo: «Tu linaje será perpetuo». Aleluya.

III

«Si sus hijos abandonan mi ley
y no siguen mis mandamientos,
si profanan mis preceptos
y no guardan mis mandatos,
castigaré con la vara sus pecados
y a latigazos sus culpas;

pero no les retiraré mi favor
ni desmentiré mi fidelidad,
no violaré mi alianza
ni cambiaré mis promesas.

Una vez juré por mi santidad
no faltar a mi palabra con David:
“Su linaje será perpetuo,
y su trono como el sol en mi presencia,
como la luna, que siempre permanece:
su solio será más firme que el cielo”».

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO y CUARESMA: Juré una vez a David, mi siervo: «Tu linaje será perpetuo».

PASCUA: Juré una vez a David, mi siervo: «Tu linaje será perpetuo». Aleluya.

LECTURAS MIÉRCOLES:

Tiempo Ordinario 1-9. | 9-17. | 18-25. | 26-34.

Adviento | Navidad – Epifanía | Cuaresma | Pascua – ASCENSIÓN DEL SEÑOR |

Lecturas Oficio: Solemnidades, Fiestas y memorias de santos.

Enero | Febrero | Marzo | Abril | Mayo | Junio | Julio | Agosto | Septiembre | Octubre | Noviembre | Diciembre |


JUEVES 3a SEMANA: OFICIO LECTURAS.

Himnos:

Salmodia:

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, CUARESMA y PASCUA: Mira, Señor, y contempla nuestro oprobio.

Salmo 88, 39-53.
Lamentación por la caída de la casa de David.

Ha suscitado una fuerza
de salvación en la casa
de David. (Lc 1, 69)

IV

Tú, encolerizado con tu Ungido,
lo has rechazado y desechado;
has roto la alianza con tu siervo
y has profanado hasta el suelo su corona;

has derribado sus murallas
y derrocado sus fortalezas;
todo viandante lo saquea,
y es la burla de sus vecinos;

has sostenido la diestra de sus enemigos
y has dado el triunfo a sus adversarios;
pero a él le has embotado la espada
y no lo has confortado en la pelea;

has quebrado su cetro glorioso
y has derribado su trono;
has acortado los días de su juventud
y lo has cubierto de ignominia.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, CUARESMA y PASCUA: Mira, Señor, y contempla nuestro oprobio.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO y CUARESMA: Yo soy el renuevo y el vástago de David, la estrella luciente de la mañana.

PASCUA: Yo soy el renuevo y el vástago de David, la estrella luciente de la mañana. Aleluya.

V

¿Hasta cuándo, Señor, estarás escondido
y arderá como un fuego tu cólera?
Recuerda, Señor, lo corta que es mi vida
y lo caducos que has creado a los humanos.

¿Quién vivirá sin ver la muerte?
¿Quién sustraerá su vida a la garra del abismo?
¿Dónde está, Señor, tu antigua misericordia
que por tu fidelidad juraste a David?

Acuérdate, Señor, de la afrenta de tus siervos:
lo que tengo que aguantar de las naciones,
de cómo afrentan, Señor, tus enemigos,
de cómo afrentan las huellas de tu Ungido.

Bendito el Señor por siempre. Amén, amén.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO y CUARESMA: Yo soy el renuevo y el vástago de David, la estrella luciente de la mañana.

PASCUA: Yo soy el renuevo y el vástago de David, la estrella luciente de la mañana. Aleluya.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO y CUARESMA: Nuestros años se acaban como la hierba, pero tú, Señor, permaneces desde siempre y por siempre.

PASCUA: Nuestros años se acaban como la hierba, pero tú, Señor, permaneces desde siempre y por siempre. Aleluya.

Salmo 89.
Baje a nosotros la bondad del Señor.

Para el Señor un día es
como mil años, y mil años
como un día. (2 Pe 3, 8)

Señor, tú has sido nuestro refugio
de generación en generación.

Antes que naciesen los montes
o fuera engendrado el orbe de la tierra,
desde siempre y por siempre tú eres Dios.

Tú reduces el hombre a polvo,
diciendo: «Retornad, hijos de Adán».
Mil años en tu presencia
son un ayer, que pasó;
una vela nocturna.

Los siembras año por año,
como hierba que se renueva:
que florece y se renueva por la mañana,
y por la tarde la siegan y se seca.

¡Cómo nos ha consumido tu cólera
y nos ha trastornado tu indignación!
Pusiste nuestras culpas ante ti,
nuestros secretos ante la luz de tu mirada:
y todos nuestros días pasaron bajo tu cólera,
y nuestros años se acabaron como un suspiro.

Aunque uno viva setenta años,
y el más robusto hasta ochenta,
la mayor parte son fatiga inútil,
porque pasan aprisa y vuelan.

¿Quién conoce la vehemencia de tu ira,
quién ha sentido el peso de tu cólera?
Enséñanos a calcular nuestros años,
para que adquiramos un corazón sensato.

Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo?
Ten compasión de tus siervos;
por la mañana sácianos de tu misericordia,
y toda nuestra vida será alegría y júbilo.

Danos alegría, por los días en que nos afligiste,
por los años en que sufrimos desdichas.
Que tus siervos vean tu acción
y sus hijos tu gloria.

Baje a nosotros la bondad del Señor
y haga prósperas las obras de nuestras manos.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO y CUARESMA: Nuestros años se acaban como la hierba, pero tú, Señor, permaneces desde siempre y por siempre.

PASCUA: Nuestros años se acaban como la hierba, pero tú, Señor, permaneces desde siempre y por siempre. Aleluya.

LECTURAS JUEVES:

Tiempo Ordinario 1-9. | 9-17. | 18-25. | 26-34.

Adviento | Navidad – Epifanía | Cuaresma | Pascua – ASCENSIÓN DEL SEÑOR |

Lecturas Oficio: Solemnidades, Fiestas y memorias de santos.

Enero | Febrero | Marzo | Abril | Mayo | Junio | Julio | Agosto | Septiembre | Octubre | Noviembre | Diciembre |


VIERNES 3a SEMANA: OFICIO LECTURAS.

Himnos:

Salmodia:

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, CUARESMA, (JUEVES SANTO) y PASCUA: Estoy agotado de gritar y de tanto aguardar a mi Dios.

Salmo 68, 2-22. 30-37.
Me devora el celo de tu templo.

Le dieron a beber vino
mezclado con hiel. (Mt 27, 34)

I

Dios mío, sálvame,
que me llega el agua al cuello:
me estoy hundiendo en un cieno profundo
y no puedo hacer pie;
he entrado en la hondura del agua,
me arrastra la corriente.

Estoy agotado de gritar,
tengo ronca la garganta;
se me nublan los ojos
de tanto aguardar a mi Dios.

Más que los pelos de mi cabeza
son los que me odian sin razón;
más duros que mis huesos,
los que me atacan injustamente.
¿Es que voy a devolver
lo que no he robado?

Dios mío, tú conoces mi ignorancia,
no se te ocultan mis delitos.
Que por mi causa no queden defraudados
los que esperan en ti, Señor de los ejércitos.

Que por mi causa no se avergüencen
los que te buscan, Dios de Israel.
Por ti he aguantado afrentas,
la vergüenza cubrió mi rostro.

Soy un extraño para mis hermanos,
un extranjero para los hijos de mi madre;
porque me devora el celo de tu templo,
y las afrentas con que te afrentan caen sobre mí.

Cuando me aflijo con ayunos,
se burlan de mí;
cuando me visto de saco,
se ríen de mí;
sentados a la puerta cuchichean,
mientras beben vino me sacan coplas.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, CUARESMA, (JUEVES SANTO) y PASCUA: Estoy agotado de gritar y de tanto aguardar a mi Dios.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, CUARESMA, (JUEVES SANTO) y PASCUA: En mi comida me echaron hiel, para mi sed me dieron vinagre.

II

Pero mi oración se dirige a ti,
Dios mío, el día de tu favor;
que me escuche tu gran bondad,
que tu fidelidad me ayude:

arráncame del cieno, que no me hunda;
líbrame de los que me aborrecen,
y de las aguas sin fondo.

Que no me arrastre la corriente,
que no me trague el torbellino,
que no se cierre la poza sobre mí.

Respóndeme, Señor, con la bondad de tu gracia;
por tu gran compasión, vuélvete hacia mí;
no escondas tu rostro a tu siervo:
estoy en peligro, respóndeme en seguida.

Acércate a mí, rescátame,
líbrame de mis enemigos:
estás viendo mi afrenta,
mi vergüenza y mi deshonra;
a tu vista están los que me acosan.

La afrenta me destroza el corazón, y desfallezco.
Espero compasión, y no la hay;
consoladores, y no los encuentro.
En mi comida me echaron hiel,
para mi sed me dieron vinagre.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, CUARESMA, (JUEVES SANTO) y PASCUA: En mi comida me echaron hiel, para mi sed me dieron vinagre.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, CUARESMA y (JUEVES SANTO): Buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón.

PASCUA: Buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón. Aleluya.

III

Yo soy un pobre malherido;
Dios mío, tu salvación me levante.
Alabaré el nombre de Dios con cantos,
proclamaré su grandeza con acción de gracias;
le agradará a Dios más que un toro,
más que un novillo con cuernos y pezuñas.

Miradlo, los humildes, y alegraos,
buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón.
Que el Señor escucha a sus pobres,
no desprecia a sus cautivos.
Alábenlo el cielo y la tierra,
las aguas y cuanto bulle en ellas.

El Señor salvará a Sión,
reconstruirá las ciudades de Judá,
y las habitarán en posesión.
La estirpe de sus siervos la heredará,
los que aman su nombre vivirán en ella.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, CUARESMA y (JUEVES SANTO): Buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón.

PASCUA: Buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón. Aleluya.

LECTURAS VIERNES:

Tiempo Ordinario 1-9. | 9-17. | 18-25. | 26-34.

Adviento | Navidad – Epifanía | Cuaresma | Jueves Santo | Pascua – ASCENSIÓN DEL SEÑOR |

Lecturas Oficio: Solemnidades, Fiestas y memorias de santos.

Enero | Febrero | Marzo | Abril | Mayo | Junio | Julio | Agosto | Septiembre | Octubre | Noviembre | Diciembre |


SÁBADO 3a SEMANA OFICIO LECTURAS:

Himnos:

Salmodia:

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO y CUARESMA: Dad gracias al Señor por su misericordia, por las maravillas que hace con los hombres.

PASCUA: Dad gracias al Señor por su misericordia, por las maravillas que hace con los hombres. Aleluya.

Salmo 106.
Acción gracias por la liberación.

Envió su palabra a los israelitas,
anunciando la paz que traería
Jesucristo. (Hech 10, 36)

I

Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.

Que lo confiesen los redimidos por el Señor,
los que él rescató de la mano del enemigo,
los que reunió de todos los países:
norte y sur, oriente y occidente.

Erraban por un desierto solitario,
no encontraban el camino de ciudad habitada;
pasaban hambre y sed,
se les iba agotando la vida;
pero gritaron al Señor en su angustia,
y los arrancó de la tribulación.

Los guió por un camino derecho,
para que llegaran a ciudad habitada.
Den gracias al Señor por su misericordia,
por las maravillas que hace con los hombres.
Calmó el ansia de los sedientos,
y a los hambrientos los colmó de bienes.

Yacían en oscuridad y tinieblas,
cautivos de hierros y miserias;
por haberse rebelado contra los mandamientos,
despreciando el plan del Altísimo.
Él humilló su corazón con trabajos,
sucumbían y nadie los socorría.
Pero gritaron al Señor en su angustia,
y los arrancó de la tribulación.

Los sacó de las sombrías tinieblas,
arrancó sus cadenas.
Den gracias al Señor por su misericordia,
por las maravillas que hace con los hombres.
Destrozó las puertas de bronce,
quebró los cerrojos de hierro.

Estaban enfermos por sus maldades,
por sus culpas eran afligidos;
aborrecían todos los manjares,
y ya tocaban las puertas de la muerte.
Pero gritaron al Señor en su angustia,
y los arrancó de la tribulación.

Envió su palabra para curarlos,
para salvarlos de la perdición.
Den gracias al Señor por su misericordia,
por las maravillas que hace con los hombres.
Ofrézcanle sacrificios de alabanza,
y cuenten con entusiasmo sus acciones.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO y CUARESMA: Dad gracias al Señor por su misericordia, por las maravillas que hace con los hombres.

PASCUA: Dad gracias al Señor por su misericordia, por las maravillas que hace con los hombres. Aleluya.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO y CUARESMA: Contemplaron las obras de Dios y sus maravillas.

PASCUA: Contemplaron las obras de Dios y sus maravillas. Aleluya.

II

Entraron en naves por el mar,
comerciando por las aguas inmensas.
Contemplaron las obras de Dios,
sus maravillas en el océano.

Él habló y levantó un viento tormentoso,
que alzaba las olas a lo alto:
subían al cielo, bajaban al abismo,
el estómago revuelto por el mareo,
rodaban, se tambaleaban como borrachos,
y no les valía su pericia.
Pero gritaron al Señor en su angustia,
y los arrancó de la tribulación.

Apaciguó la tormenta en suave brisa,
y enmudecieron las olas del mar.
Se alegraron de aquella bonanza,
y él los condujo al ansiado puerto.
Den gracias al Señor por su misericordia,
por las maravillas que hace con los hombres.

Aclámenlo en la asamblea del pueblo,
alábenlo en el consejo de los ancianos.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO y CUARESMA: Contemplaron las obras de Dios y sus maravillas.

PASCUA: Contemplaron las obras de Dios y sus maravillas. Aleluya.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO y CUARESMA: Los rectos lo ven y se alegran, y comprenden la misericordia del Señor.

PASCUA: Los rectos lo ven y se alegran, y comprenden la misericordia del Señor. Aleluya.

III

Él transforma los ríos en desierto,
los manantiales de agua en aridez;
la tierra fértil en marismas,
por la depravación de sus habitantes.

Transforma el desierto en estanques,
el erial en manantiales de agua.
Coloca allí a los hambrientos,
y fundan una ciudad para habitar.

Siembran campos, plantan huertos,
recogen cosechas.
Los bendice, y se multiplican,
y no les escatima el ganado.

Si menguan, abatidos por el peso
de infortunios y desgracias,
el mismo que arroja desprecio sobre los príncipes
y los descarría por una soledad sin caminos
levanta a los pobres de la miseria
y multiplica sus familias como rebaños.

Los rectos lo ven y se alegran,
a la maldad se le tapa la boca.
El que sea sabio, que recoja estos hechos
y comprenda la misericordia del Señor.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO y CUARESMA: Los rectos lo ven y se alegran, y comprenden la misericordia del Señor.

PASCUA: Los rectos lo ven y se alegran, y comprenden la misericordia del Señor. Aleluya.

LECTURAS SÁBADO:

Tiempo Ordinario 1-9. | 9-17. | 18-25. | 26-34.

Adviento | Navidad – Epifanía | Cuaresma | Pascua – ASCENSIÓN DEL SEÑOR |

Lecturas Oficio: Solemnidades, Fiestas y memorias de santos.

Enero | Febrero | Marzo | Abril | Mayo | Junio | Julio | Agosto | Septiembre | Octubre | Noviembre | Diciembre |


4a SEMANA:

DOMINGO 4a SEMANA OFICIO LECTURAS:

Himnos:

Salmodia:

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO: ¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede estar en el recinto sacro?

ADVIENTO: Mirad, viene ya el Rey excelso, con gran poder, para salvar a todos los pueblos. Aleluya.

CUARESMA: ¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede estar en el recinto sacro?

PASCUA: Aleluya. La piedra ha sido removida de la entrada del sepulcro. Aleluya.

Salmo 23.
Entrada solemne de Dios en el templo.

Las puertas del cielo se abren
ante Cristo que, como hombre,
sube al cielo. (S. Ireneo)

Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
él la fundó sobre los mares,
él la afianzó sobre los ríos.

— ¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en el recinto sacro?

— El hombre de manos inocentes
y puro corazón,
que no confía en los ídolos
ni jura contra el prójimo en falso.
Ése recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.

— Éste es el grupo que busca al Señor,
que viene a tu presencia, Dios de Jacob.

¡Portones!, alzad los dinteles,
que se alcen las antiguas compuertas:
va a entrar el Rey de la gloria.

— ¿Quién es ese Rey de la gloria?
— El Señor, héroe valeroso;
el Señor, héroe de la guerra.

¡Portones!, alzad los dinteles,
que se alcen las antiguas compuertas:
va a entrar el Rey de la gloria.

— ¿Quién es ese Rey de la gloria?
— El Señor, Dios de los ejércitos;
él es el Rey de la gloria.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO: ¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede estar en el recinto sacro?

ADVIENTO: Mirad, viene ya el Rey excelso, con gran poder, para salvar a todos los pueblos. Aleluya.

CUARESMA: ¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede estar en el recinto sacro?

PASCUA: Aleluya. La piedra ha sido removida de la entrada del sepulcro. Aleluya.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO: Bendecid, pueblos, a nuestro Dios, porque él nos ha devuelto la vida. Aleluya.

ADVIENTO: Alégrate y goza, hija de Jerusalén: mira a tu Rey que viene; no temas, Sión, tu salvación está cerca.

CUARESMA: Bendecid, pueblos, a nuestro Dios, porque él nos ha devuelto la vida.

PASCUA: Aleluya. ¿A quién buscas, mujer?, ¿al que vive entre los muertos? Aleluya.

Salmo 65.
Himno para un sacrificio de acción de gracias.

Este salmo habla de la resurrección
de Cristo y de la conversión
de los gentiles. (Hesiquio)

I

Aclamad al Señor, tierra entera;
tocad en honor de su nombre,
cantad himnos a su gloria.

Decid a Dios: «¡Qué temibles son tus obras,
por tu inmenso poder tus enemigos te adulan!».

Que se postre ante ti la tierra entera,
que toquen en tu honor,
que toquen para tu nombre.

Venid a ver las obras de Dios,
sus temibles proezas en favor de los hombres:
transformó el mar en tierra firme,
a pie atravesaron el río.

Alegrémonos con Dios,
que con su poder gobierna eternamente;
sus ojos vigilan a las naciones,
para que no se subleven los rebeldes.

Bendecid, pueblos, a nuestro Dios,
haced resonar sus alabanzas,
porque él nos ha devuelto la vida
y no dejó que tropezaran nuestros pies.

Oh Dios, nos pusiste a prueba,
nos refinaste como refinan la plata;
nos empujaste a la trampa,
nos echaste a cuestas un fardo:

sobre nuestro cuello cabalgaban,
pasamos por fuego y por agua,
pero nos has dado respiro.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO: Bendecid, pueblos, a nuestro Dios, porque él nos ha devuelto la vida. Aleluya.

ADVIENTO: Alégrate y goza, hija de Jerusalén: mira a tu Rey que viene; no temas, Sión, tu salvación está cerca.

CUARESMA: Bendecid, pueblos, a nuestro Dios, porque él nos ha devuelto la vida.

PASCUA: Aleluya. ¿A quién buscas, mujer?, ¿al que vive entre los muertos? Aleluya.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO: Fieles de Dios, venid a escuchar lo que el Señor ha hecho conmigo. Aleluya.

ADVIENTO: Salgamos con corazón limpio a recibir al Rey supremo, porque está para venir y no tardará.

CUARESMA: Fieles de Dios, venid a escuchar lo que el Señor ha hecho conmigo.

PASCUA: Aleluya. No llores, María; ha resucitado el Señor. Aleluya.

II

Entraré en tu casa con víctimas,
para cumplirte mis votos:
los que pronunciaron mis labios
y prometió mi boca en el peligro.

Te ofreceré víctimas cebadas,
te quemaré carneros,
inmolaré bueyes y cabras.

Fieles de Dios, venid a escuchar,
os contaré lo que ha hecho conmigo:
a él gritó mi boca
y lo ensalzó mi lengua.

Si hubiera tenido yo mala intención,
el Señor no me habría escuchado;
pero Dios me escuchó,
y atendió a mi voz suplicante.

Bendito sea Dios, que no rechazó mi súplica
ni me retiró su favor.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO: Fieles de Dios, venid a escuchar lo que el Señor ha hecho conmigo. Aleluya.

ADVIENTO: Salgamos con corazón limpio a recibir al Rey supremo, porque está para venir y no tardará.

CUARESMA: Fieles de Dios, venid a escuchar lo que el Señor ha hecho conmigo.

PASCUA: Aleluya. No llores, María; ha resucitado el Señor. Aleluya.

LECTURAS DOMINGO:

Tiempo Ordinario 1-9. | 9-17. | 18-25. | 26-34.

Adviento | Cuaresma | Pascua |

Lecturas Oficio: Solemnidades, Fiestas y memorias de santos.

Enero | Febrero | Marzo | Abril | Mayo | Junio | Julio | Agosto | Septiembre | Octubre | Noviembre | Diciembre |


LUNES 4a SEMANA OFICIO LECTURAS:

Himnos:

Salmodia:

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO y CUARESMA: ¡Qué bueno es el Dios de Israel para los justos!

PASCUA: ¡Qué bueno es el Dios de Israel para los justos! Aleluya.

Salmo 72.
Por qué sufre el justo.

¡Dichoso el que no se siente
defraudado por mí! (Mt 11, 6)

I

¡Qué bueno es Dios para el justo,
el Señor para los limpios de corazón!

Pero yo por poco doy un mal paso,
casi resbalaron mis pisadas:
porque envidiaba a los perversos,
viendo prosperar a los malvados.

Para ellos no hay sinsabores,
están sanos y orondos;
no pasan las fatigas humanas,
ni sufren como los demás.

Por eso su collar es el orgullo,
y los cubre un vestido de violencia;
de las carnes les rezuma la maldad,
el corazón les rebosa de malas ideas.

Insultan y hablan mal,
y desde lo alto amenazan con la opresión.
Su boca se atreve con el cielo.
Y su lengua recorre la tierra.

Por eso mi pueblo se vuelve a ellos
y se bebe sus palabras.
Ellos dicen: «¿Es que Dios lo va a saber,
se va a enterar el Altísimo?».
Así son los malvados:
siempre seguros, acumulan riquezas.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO y CUARESMA: ¡Qué bueno es el Dios de Israel para los justos!

PASCUA: ¡Qué bueno es el Dios de Israel para los justos! Aleluya.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, CUARESMA y PASCUA: Su risa se convertirá en llanto, y su alegría en tristeza.

II

Entonces, ¿para qué he limpiado yo mi corazón
y he lavado en la inocencia mis manos?
¿Para qué aguanto yo todo el día
y me corrijo cada mañana?

Si yo dijera: «Voy a hablar como ellos»,
renegaría de la estirpe de tus hijos.

Meditaba yo para entenderlo,
pero me resultaba muy difícil;
hasta que entré en el misterio de Dios,
y comprendí el destino de ellos.

Es verdad: los pones en el resbaladero,
los precipitas en la ruina;
en un momento causan horror,
y acaban consumidos de espanto.

Como un sueño al despertar, Señor,
al despertarte desprecias sus sombras.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, CUARESMA y PASCUA: Su risa se convertirá en llanto, y su alegría en tristeza.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO y CUARESMA: Para mí lo bueno es estar junto a Dios, pues los que se alejan de ti se pierden.

PASCUA: Para mí lo bueno es estar junto a Dios, pues los que se alejan de ti se pierden. Aleluya.

III

Cuando mi corazón se agriaba
y me punzaba mi interior,
yo era un necio y un ignorante,
yo era un animal ante ti.

Pero yo siempre estaré contigo,
tú agarras mi mano derecha,
me guías según tus planes,
y me llevas a un destino glorioso.

¿No te tengo a ti en el cielo?
Y contigo, ¿qué me importa la tierra?
Se consumen mi corazón y mi carne
por Dios, mi lote perpetuo.

Sí: los que se alejan de ti se pierden;
tú destruyes a los que te son infieles.

Para mí lo bueno es estar junto a Dios,
hacer del Señor mi refugio,
y contar todas tus acciones
en las puertas de Sión.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO y CUARESMA: Para mí lo bueno es estar junto a Dios, pues los que se alejan de ti se pierden.

PASCUA: Para mí lo bueno es estar junto a Dios, pues los que se alejan de ti se pierden. Aleluya.

LECTURAS LUNES:

Tiempo Ordinario 1-9. | 9-17. | 18-25. | 26-34.

Adviento | Cuaresma | Pascua |

Lecturas Oficio: Solemnidades, Fiestas y memorias de santos.

Enero | Febrero | Marzo | Abril | Mayo | Junio | Julio | Agosto | Septiembre | Octubre | Noviembre | Diciembre |


MARTES 4a SEMANA OFICIO LECTURAS:

Himnos:

Salmodia:

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, CUARESMA y PASCUA: Mi grito, Señor, llegue hasta ti; no me escondas tu rostro.

Salmo 101.
Deseos y súplicas de un desterrado.

Dios nos consuela en todas
nuestras luchas. (2 Cor 1, 4)

I

Señor, escucha mi oración,
que mi grito llegue hasta ti;
no me escondas tu rostro
el día de la desgracia.
Inclina tu oído hacia mí;
cuando te invoco, escúchame en seguida.

Que mis días se desvanecen como humo,
mis huesos queman como brasas;
mi corazón está agostado como hierba,
me olvido de comer mi pan;
con la violencia de mis quejidos,
se me pega la piel a los huesos.

Estoy como lechuza en la estepa,
como búho entre ruinas;
estoy desvelado, gimiendo,
como pájaro sin pareja en el tejado.
Mis enemigos me insultan sin descanso;
furiosos contra mí, me maldicen.

En vez de pan, como ceniza,
mezclo mi bebida con llanto,
por tu cólera y tu indignación,
porque me alzaste en vilo y me tiraste;
mis días son una sombra que se alarga,
me voy secando como la hierba.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, CUARESMA y PASCUA: Mi grito, Señor, llegue hasta ti; no me escondas tu rostro.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, CUARESMA y PASCUA: Escucha, Señor, las súplicas de los indefensos.

II

Tú, en cambio, permaneces para siempre,
y tu nombre de generación en generación.
Levántate y ten misericordia de Sión,
que ya es hora y tiempo de misericordia.

Tus siervos aman sus piedras,
se compadecen de sus ruinas;
los gentiles temerán tu nombre,
los reyes del mundo, tu gloria.

Cuando el Señor reconstruya Sión,
y aparezca en su gloria,
y se vuelva a las súplicas de los indefensos,
y no desprecie sus peticiones,
quede esto escrito para la generación futura,
y el pueblo que será creado alabará al Señor.

Que el Señor ha mirado desde su excelso santuario,
desde el cielo se ha fijado en la tierra,
para escuchar los gemidos de los cautivos
y librar a los condenados a muerte.

Para anunciar en Sión el nombre del Señor,
y su alabanza en Jerusalén,
cuando se reúnan unánimes los pueblos
y los reyes para dar culto al Señor.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, CUARESMA y PASCUA: Escucha, Señor, las súplicas de los indefensos.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO y CUARESMA: Tú, Señor, cimentaste la tierra, y el cielo es obra de tus manos.

PASCUA: Tú, Señor, cimentaste la tierra, y el cielo es obra de tus manos. Aleluya.

III

Él agotó mis fuerzas en el camino,
acortó mis días;

y yo dije: «Dios mío, no me arrebates
en la mitad de mis días».

Tus años duran por todas las generaciones:
al principio cimentaste la tierra,
y el cielo es obra de tus manos.

Ellos perecerán, tú permaneces,
se gastarán como la ropa,
serán como un vestido que se muda.
Tú, en cambio, eres siempre el mismo,
tus años no se acabarán.

Los hijos de tus siervos vivirán seguros,
su linaje durará en tu presencia.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO y CUARESMA: Tú, Señor, cimentaste la tierra, y el cielo es obra de tus manos.

PASCUA: Tú, Señor, cimentaste la tierra, y el cielo es obra de tus manos. Aleluya.

LECTURAS MARTES:

Tiempo Ordinario 1-9. | 9-17. | 18-25. | 26-34.

Adviento | Cuaresma | Pascua |

Lecturas Oficio: Solemnidades, Fiestas y memorias de santos.

Enero | Febrero | Marzo | Abril | Mayo | Junio | Julio | Agosto | Septiembre | Octubre | Noviembre | Diciembre |

MIÉRCOLES 4a SEMANA OFICIO LECTURAS:

Para el Miércoles de Ceniza puede pinchar aquí.

Himnos:

Salmodia:

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, 4o CUARESMA y MIÉRCOLES CENIZA: Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus beneficios.

PASCUA: Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus beneficios. Aleluya.

Salmo 102.
Himno a la misericordia de Dios.

Por la entrañable misericordia
de nuestro Dios, nos visitará el sol
que nace de lo alto. (Lc 1, 78)

I

Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios.

Él perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades;
él rescata tu vida de la fosa,
y te colma de gracia y de ternura;
él sacia de bienes tus anhelos,
y como un águila se renueva tu juventud.

El Señor hace justicia
y defiende a todos los oprimidos;
enseñó sus caminos a Moisés
y sus hazañas a los hijos de Israel.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, 4o CUARESMA y MIÉRCOLES CENIZA: Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus beneficios.

PASCUA: Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus beneficios. Aleluya.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, 4o CUARESMA y MIÉRCOLES CENIZA: Como un padre siente ternura por sus hijos, siente el Señor ternura por sus fieles.

PASCUA: Como un padre siente ternura por sus hijos, siente el Señor ternura por sus fieles. Aleluya.

II

El Señor es compasivo y misericordioso,
lento a la ira y rico en clemencia;
no está siempre acusando
ni guarda rencor perpetuo;
no nos trata como merecen nuestros pecados
ni nos paga según nuestras culpas.

Como se levanta el cielo sobre la tierra,
se levanta su bondad sobre sus fieles;
como dista el oriente del ocaso,
así aleja de nosotros nuestros delitos.

Como un padre siente ternura por sus hijos,
siente el Señor ternura por sus fieles;
porque él conoce nuestra masa,
se acuerda de que somos barro.

Los días del hombre duran lo que la hierba,
florecen como flor del campo,
que el viento la roza, y ya no existe,
su terreno no volverá a verla.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, 4o CUARESMA y MIÉRCOLES CENIZA: Como un padre siente ternura por sus hijos, siente el Señor ternura por sus fieles.

PASCUA: Como un padre siente ternura por sus hijos, siente el Señor ternura por sus fieles. Aleluya.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, 4o CUARESMA y MIÉRCOLES CENIZA: Bendecid al Señor, todas sus obras.

PASCUA: Bendecid al Señor, todas sus obras. Aleluya.

III

Pero la misericordia del Señor dura siempre,
su justicia pasa de hijos a nietos:
para los que guardan la alianza
y recitan y cumplen sus mandatos.

El Señor puso en el cielo su trono,
su soberanía gobierna el universo.
Bendecid al Señor, ángeles suyos,
poderosos ejecutores de sus órdenes,
prontos a la voz de su palabra.

Bendecid al Señor, ejércitos suyos,
servidores que cumplís sus deseos.
Bendecid al Señor, todas sus obras,
en todo lugar de su imperio.

¡Bendice, alma mía, al Señor!

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, 4o CUARESMA y MIÉRCOLES CENIZA: Bendecid al Señor, todas sus obras.

PASCUA: Bendecid al Señor, todas sus obras. Aleluya.

LECTURAS MIÉRCOLES:

Tiempo Ordinario 1-9. | 9-17. | 18-25. | 26-34.

Adviento | Semana Ceniza y Cuaresma | Pascua |

Lecturas Oficio: Solemnidades, Fiestas y memorias de santos.

Enero | Febrero | Marzo | Abril | Mayo | Junio | Julio | Agosto | Septiembre | Octubre | Noviembre | Diciembre |



JUEVES 4a SEMANA OFICIO LECTURAS:

Himnos:

Salmodia:

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, 4o CUARESMA y JUEVES CENIZA: No fue su brazo el que les dio la victoria, sino tu diestra y la luz de tu rostro.

PASCUA: No fue su brazo el que les dio la victoria, sino tu diestra y la luz de tu rostro. Aleluya.

Salmo 43.
Oración del pueblo en las calamidades.

En todo vencemos fácilmente
en aquel que nos ha amado. (Rom 8, 37)

I

Oh Dios, nuestros oídos lo oyeron,
nuestros padres nos lo han contado:
la obra que realizaste en sus días,
en los años remotos.

Tú mismo con tu mano desposeíste a los gentiles,
y los plantaste a ellos;
trituraste a las naciones,
y los hiciste crecer a ellos.

Porque no fue su espada la que ocupó la tierra,
ni su brazo el que les dio la victoria,
sino tu diestra y tu brazo y la luz de tu rostro,
porque tú los amabas.

Mi rey y mi Dios eres tú,
que das la victoria a Jacob:
con tu auxilio embestimos al enemigo,
en tu nombre pisoteamos al agresor.

Pues yo no confío en mi arco,
ni mi espada me da la victoria;
tú nos das la victoria sobre el enemigo
y derrotas a nuestros adversarios.

Dios ha sido siempre nuestro orgullo,
y siempre damos gracias a tu nombre.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, 4o CUARESMA y JUEVES CENIZA: No fue su brazo el que les dio la victoria, sino tu diestra y la luz de tu rostro.

PASCUA: No fue su brazo el que les dio la victoria, sino tu diestra y la luz de tu rostro. Aleluya.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, 4o CUARESMA y JUEVES CENIZA: No apartará el Señor su rostro de vosotros, si os convertís a él.

PASCUA: No apartará el Señor su rostro de vosotros, si os convertís a él. Aleluya.

II

Ahora, en cambio, nos rechazas y nos avergüenzas,
y ya no sales, Señor, con nuestras tropas:
nos haces retroceder ante el enemigo,
y nuestro adversario nos saquea.

Nos entregas como ovejas a la matanza
y nos has dispersado por las naciones;
vendes a tu pueblo por nada,
no lo tasas muy alto.

Nos haces el escarnio de nuestros vecinos,
irrisión y burla de los que nos rodean;
nos has hecho el refrán de los gentiles,
nos hacen muecas las naciones.

Tengo siempre delante mi deshonra,
y la vergüenza me cubre la cara
al oír insultos e injurias,
al ver a mi rival y a mi enemigo.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, 4o CUARESMA y JUEVES CENIZA: No apartará el Señor su rostro de vosotros, si os convertís a él.

PASCUA: No apartará el Señor su rostro de vosotros, si os convertís a él. Aleluya.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, 4o CUARESMA, JUEVES CENIZA y PASCUA: Levántate, Señor, no nos rechaces más.

III

Todo esto nos viene encima,
sin haberte olvidado
ni haber violado tu alianza,
sin que se volviera atrás nuestro corazón
ni se desviaran de tu camino nuestros pasos;
y tú nos arrojaste a un lugar de chacales
y nos cubriste de tinieblas.

Si hubiéramos olvidado el nombre de nuestro Dios
y extendido las manos a un dios extraño,
el Señor lo habría averiguado,
pues él penetra los secretos del corazón.

Por tu causa nos degüellan cada día,
nos tratan como a ovejas de matanza.
Despierta, Señor, ¿por qué duermes?
Levántate, no nos rechaces más.
¿Por qué nos escondes tu rostro
y olvidas nuestra desgracia y opresión?

Nuestro aliento se hunde en el polvo,
nuestro vientre está pegado al suelo.
Levántate a socorrernos,
redímenos por tu misericordia.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO, ADVIENTO, 4o CUARESMA, JUEVES CENIZA y PASCUA: Levántate, Señor, no nos rechaces más.

LECTURAS JUEVES:

Tiempo Ordinario 1-9. | 9-17. | 18-25. | 26-34.

Adviento | Semana Ceniza y Cuaresma | Pascua |

Lecturas Oficio: Solemnidades, Fiestas y memorias de santos.

Enero | Febrero | Marzo | Abril | Mayo | Junio | Julio | Agosto | Septiembre | Octubre | Noviembre | Diciembre |


VIERNES 4a SEMANA OFICIO LECTURAS:

Himnos:

Salmodia:

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO: Dios mío, no te cierres a mi súplica, pues me turba la voz del enemigo.

Salmo 54, 2-15. 17-24.
Oración ante la traición de un amigo.

Jesús empezó a sentir
terror y angustia. (Mc 14, 33)

I

Dios mío, escucha mi oración,
no te cierres a mi súplica;
hazme caso y respóndeme,
me agitan mis ansiedades.

Me turba la voz del enemigo,
los gritos del malvado:
descargan sobre mí calamidades
y me atacan con furia.

Se me retuercen dentro las entrañas,
me sobrecoge un pavor mortal,
me asalta el temor y el terror,
me cubre el espanto,

y pienso: «¡Quién me diera alas de paloma
para volar y posarme!
Emigraría lejos,
habitaría en el desierto,

me pondría en seguida a salvo de la tormenta,
del huracán que devora, Señor;
del torrente de sus lenguas».

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO: Dios mío, no te cierres a mi súplica, pues me turba la voz del enemigo.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO: El Señor nos librará del poder de nuestro enemigo y adversario.

II

Violencia y discordia veo en la ciudad:
día y noche hacen la ronda
sobre sus murallas;

en su recinto, crimen e injusticia;
dentro de ella, calamidades;
no se apartan de su plaza
la crueldad y el engaño.

Si mi enemigo me injuriase,
lo aguantaría;
si mi adversario se alzase contra mí,
me escondería de él;

pero eres tú, mi compañero,
mi amigo y confidente,
a quien me unía una dulce intimidad:
juntos íbamos entre el bullicio
por la casa de Dios.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO: El Señor nos librará del poder de nuestro enemigo y adversario.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO: Encomienda a Dios tus afanes, que él te sustentará.

III

Pero yo invoco a Dios,
y el Señor me salva:
por la tarde, en la mañana, al mediodía,
me quejo gimiendo.

Dios escucha mi voz:
su paz rescata mi alma
de la guerra que me hacen,
porque son muchos contra mí.

Dios me escucha, los humilla
el que reina desde siempre,
porque no quieren enmendarse
ni temen a Dios.

Levantan la mano contra su aliado,
violando los pactos;
su boca es más blanda que la manteca,
pero desean la guerra;
sus palabras son más suaves que el aceite,
pero son puñales.

Encomienda a Dios tus afanes,
que él te sustentará;
no permitirá jamás que el justo caiga.

Tú, Dios mío, los harás bajar a ellos
a la fosa profunda.
Los traidores y sanguinarios
no cumplirán ni la mitad de sus años.
Pero yo confío en ti.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO: Encomienda a Dios tus afanes, que él te sustentará.

LECTURAS VIERNES:

Tiempo Ordinario 1-9. | 9-17. | 18-25. | 26-34.

Lecturas Oficio: Solemnidades, Fiestas y memorias de santos.

Enero | Febrero | Marzo | Abril | Mayo | Junio | Julio | Agosto | Septiembre | Octubre | Noviembre | Diciembre |


VIERNES 4a SEMANA OFICIO LECTURAS:

Himnos:

Salmodia:

Antífona 1:

ADVIENTO, 4o CUARESMA y VIERNES CENIZA: Nuestros padres nos contaron el poder del Señor y las maravillas que realizó.

PASCUA: Nuestros padres nos contaron el poder del Señor y las maravillas que realizó. Aleluya.

Salmo 77, 1-39.
Bondad de Dios e infidelidad del pueblo a través de la historia de la salvación.

Estas cosas sucedieron
en figura para nosotros. (1 Co 10, 6)

I

Escucha, pueblo mío, mi enseñanza,
inclina el oído a las palabras de mi boca:
que voy a abrir mi boca a las sentencias,
para que broten los enigmas del pasado.

Lo que oímos y aprendimos,
lo que nuestros padres nos contaron,
no lo ocultaremos a sus hijos,
lo contaremos a la futura generación:

las alabanzas del Señor, su poder,
las maravillas que realizó;
porque él estableció una norma para Jacob,
dio una ley a Israel.

Él mandó a nuestros padres
que lo enseñaran a sus hijos,
para que lo supiera la generación siguiente,
los hijos que nacieran después.

Que surjan y lo cuenten a sus hijos,
para que pongan en Dios su confianza
y no olviden las acciones de Dios,
sino que guarden sus mandamientos;

para que no imiten a sus padres,
generación rebelde y pertinaz;
generación de corazón inconstante,
de espíritu infiel a Dios.

Los arqueros de la tribu de Efraín
volvieron la espalda en la batalla;
no guardaron la alianza de Dios,
se negaron a seguir su ley,

echando en olvido sus acciones,
las maravillas que les había mostrado,
cuando hizo portentos a vista de sus padres,
en el país de Egipto, en el campo de Soán:

hendió el mar para darles paso,
sujetando las aguas como muros;
los guiaba de día con una nube,
de noche con el resplandor del fuego;

hendió la roca en el desierto,
y les dio a beber raudales de agua;
sacó arroyos de la peña,
hizo correr las aguas como ríos.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 1:

ADVIENTO, 4o CUARESMA y VIERNES CENIZA: Nuestros padres nos contaron el poder del Señor y las maravillas que realizó.

PASCUA: Nuestros padres nos contaron el poder del Señor y las maravillas que realizó. Aleluya.

Antífona 2:

ADVIENTO, 4o CUARESMA y VIERNES CENIZA: Los hijos comieron el maná y bebieron de la roca espiritual que los seguía.

PASCUA: Los hijos comieron el maná y bebieron de la roca espiritual que los seguía. Aleluya.

II

Pero ellos volvieron a pecar contra él,
y en el desierto se rebelaron contra el Altísimo:
tentaron a Dios en sus corazones,
pidiendo una comida a su gusto;

hablaron contra Dios: «¿Podrá Dios
preparar una mesa en el desierto?
Él hirió la roca, brotó agua
y desbordaron los torrentes;
pero ¿podrá también darnos pan,
proveer de carne a su pueblo?».

Lo oyó el Señor, y se indignó;
un fuego se encendió contra Jacob,
hervía su cólera contra Israel,
porque no tenían fe en Dios
ni confiaban en su auxilio.

Pero dio orden a las altas nubes,
abrió las compuertas del cielo:
hizo llover sobre ellos maná,
les dio un trigo celeste;
y el hombre comió pan de ángeles,
les mandó provisiones hasta la hartura.

Hizo soplar desde el cielo el levante,
y dirigió con su fuerza el viento sur;
hizo llover carne como una polvareda,
y volátiles como arena del mar;
los hizo caer en mitad del campamento,
alrededor de sus tiendas.

Ellos comieron y se hartaron,
así satisfizo su avidez;
pero, con la avidez recién saciada,
con la comida aún en la boca,
la ira de Dios hirvió contra ellos:
mató a los más robustos,
doblegó a la flor de Israel.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 2:

ADVIENTO, 4o CUARESMA y VIERNES CENIZA: Los hijos comieron el maná y bebieron de la roca espiritual que los seguía.

PASCUA: Los hijos comieron el maná y bebieron de la roca espiritual que los seguía. Aleluya.

Antífona 3:

ADVIENTO, 4o CUARESMA y VIERNES CENIZA: Se acordaron de que Dios era su roca y su redentor.

PASCUA: Se acordaron de que Dios era su roca y su redentor. Aleluya.

III

Y, con todo, volvieron a pecar,
y no dieron fe a sus milagros:
entonces consumió sus días en un soplo,
sus años en un momento;

y, cuando los hacía morir, lo buscaban,
y madrugaban para volverse hacia Dios;
se acordaban de que Dios era su roca,
el Dios Altísimo su redentor.

Lo adulaban con sus bocas,
pero sus lenguas mentían:
su corazón no era sincero con él,
ni eran fieles a su alianza.

Él, en cambio, sentía lástima,
perdonaba la culpa y no los destruía:
una y otra vez reprimió su cólera,
y no despertaba todo su furor;
acordándose de que eran de carne,
un aliento fugaz que no torna.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 3:

ADVIENTO, 4o CUARESMA y VIERNES CENIZA: Se acordaron de que Dios era su roca y su redentor.

PASCUA: Se acordaron de que Dios era su roca y su redentor. Aleluya.

LECTURAS VIERNES:

Adviento | Semana Ceniza y Cuaresma | Pascua |

Lecturas Oficio: Solemnidades, Fiestas y memorias de santos.

Enero | Febrero | Marzo | Abril | Mayo | Junio | Julio | Agosto | Septiembre | Octubre | Noviembre | Diciembre |


SÁBADO 4a SEMANA OFICIO LECTURAS:

Himnos:

Salmodia:

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO: El Señor convoca cielo y tierra para juzgar a su pueblo.

Salmo 49.
El verdadero culto a Dios.

No he venido a abolir la ley,
sino a darle plenitud. (Mt 5, 17)

I

El Dios de los dioses, el Señor, habla:
convoca la tierra de oriente a occidente.
Desde Sión, la hermosa, Dios resplandece:
viene nuestro Dios, y no callará.

Lo precede fuego voraz,
lo rodea tempestad violenta.
Desde lo alto convoca cielo y tierra
para juzgar a su pueblo:

«Congregadme a mis fieles,
que sellaron mi pacto con un sacrificio».
Proclame el cielo su justicia;
Dios en persona va a juzgar.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 1:

TIEMPO ORDINARIO: El Señor convoca cielo y tierra para juzgar a su pueblo.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO: Invócame el día del peligro, y yo te libraré.

II

«Escucha, pueblo mío, que voy a hablarte;
Israel, voy a dar testimonio contra ti;
—yo, Dios, tu Dios—.

No te reprocho tus sacrificios,
pues siempre están tus holocaustos ante mí.
Pero no aceptaré un becerro de tu casa,
ni un cabrito de tus rebaños;

Pues las fieras de la selva son mías,
y hay miles de bestias en mis montes;
conozco todos los pájaros del cielo,
tengo a mano cuanto se agita en los campos.

Si tuviera hambre, no te lo diría;
pues el orbe y cuanto lo llena es mío.
¿Comeré yo carne de toros,
beberé sangre de cabritos?

Ofrece a Dios un sacrificio de alabanza,
cumple tus votos al Altísimo
e invócame el día del peligro:
yo te libraré, y tú me darás gloria».

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 2:

TIEMPO ORDINARIO: Invócame el día del peligro, y yo te libraré.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO: El sacrificio de acción de gracias me honra.

III

Dios dice al pecador:
«¿Por qué recitas mis preceptos
y tienes siempre en la boca mi alianza,
tú que detestas mi enseñanza
y te echas a la espalda mis mandatos?

Cuando ves un ladrón, corres con él;
te mezclas con los adúlteros;
sueltas tu lengua para el mal,
tu boca urde el engaño;

te sientas a hablar contra tu hermano,
deshonras al hijo de tu madre;
esto haces, ¿y me voy a callar?
¿Crees que soy como tú?
Te acusaré, te lo echaré en cara.

Atención los que olvidáis a Dios,
no sea que os destroce sin remedio.

El que me ofrece acción de gracias,
ése me honra;
al que sigue buen camino
le haré ver la salvación de Dios».

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 3:

TIEMPO ORDINARIO: El sacrificio de acción de gracias me honra.

LECTURAS SÁBADO:

Tiempo Ordinario 1-9. | 9-17. | 18-25. | 26-34.

Lecturas Oficio: Solemnidades, Fiestas y memorias de santos.

Enero | Febrero | Marzo | Abril | Mayo | Junio | Julio | Agosto | Septiembre | Octubre | Noviembre | Diciembre |


SÁBADO 4a SEMANA OFICIO LECTURAS:

Himnos:

Salmodia:

Antífona 1:

ADVIENTO, 4o CUARESMA y SÁBADO CENIZA: El Señor los rescató de la opresión.

PASCUA: El Señor los rescató de la opresión. Aleluya.

Salmo 77, 40-72.
Bondad de Dios e infidelidad del pueblo a través de la historia de la salvación.

Estas cosas sucedieron
en figura para nosotros. (1 Co 10, 6)

IV

¡Qué rebeldes fueron en el desierto,
enojando a Dios en la estepa!
Volvían a tentar a Dios,
a irritar al Santo de Israel,
sin acordarse de aquella mano
que un día los rescató de la opresión:

cuando hizo prodigios en Egipto,
portentos en el campo de Soán;
cuando convirtió en sangre los canales
y los arroyos, para que no bebieran;

cuando les mandó tábanos que los picasen,
y ranas que los hostigasen;
cuando entregó a la langosta sus cosechas,
y al saltamontes el fruto de sus sudores;

cuando aplastó con granizo sus viñedos
y con escarcha sus higueras;
cuando entregó sus ganados al pedrisco,
y al rayo sus rebaños;

cuando lanzó contra ellos el incendio de su ira,
su cólera, su furor, su indignación,
y, despachando a los siniestros mensajeros,
dio curso libre a su ira:

no los salvó de la muerte,
entregó sus vidas a la peste;
cuando hirió a los primogénitos en Egipto,
a las primicias de la virilidad en las tiendas de Cam.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 1:

ADVIENTO, 4o CUARESMA y SÁBADO CENIZA: El Señor los rescató de la opresión.

PASCUA: El Señor los rescató de la opresión. Aleluya.

Antífona 2:

ADVIENTO, 4o CUARESMA y SÁBADO CENIZA: Los hizo llegar el Señor hasta el monte que su diestra había adquirido.

PASCUA: Los hizo llegar el Señor hasta el monte que su diestra había adquirido. Aleluya.

V

Sacó como un rebaño a su pueblo,
los guió como un hato por el desierto,
los condujo seguros, sin alarmas,
mientras el mar cubría a sus enemigos;

los hizo entrar por las santas fronteras,
hasta el monte que su diestra había adquirido;
ante ellos rechazó a las naciones,
les asignó por suerte su heredad:
instaló en sus tiendas a las tribus de Israel.

Pero ellos tentaron al Dios Altísimo y se rebelaron,
negándose a guardar sus preceptos;
desertaron y traicionaron como sus padres,
fallaron como un arco engañoso;
con sus altozanos lo irritaban,
con sus ídolos provocaban sus celos.

Dios lo oyó y se indignó,
y rechazó totalmente a Israel;
abandonó su morada de Silo,
la tienda en que habitaba con los hombres;

abandonó sus valientes al cautiverio,
su orgullo a las manos enemigas;
entregó su pueblo a la espada,
encolerizado contra su heredad;

el fuego devoraba a los jóvenes,
y las novias ya no tenían cantos;
los sacerdotes caían a espada,
y sus viudas no los lloraban.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 2:

ADVIENTO, 4o CUARESMA y SÁBADO CENIZA: Los hizo llegar el Señor hasta el monte que su diestra había adquirido.

PASCUA: Los hizo llegar el Señor hasta el monte que su diestra había adquirido. Aleluya.

Antífona 3:

ADVIENTO, 4o CUARESMA y SÁBADO CENIZA: Escogió a la tribu de Judá y eligió a David, su siervo, para pastorear a Israel, su heredad.

PASCUA: Escogió a la tribu de Judá y eligió a David, su siervo, para pastorear a Israel, su heredad. Aleluya.

VI

Pero el Señor se despertó como de un sueño,
como un soldado vencido por el vino;
hirió al enemigo en la espalda,
infligiéndole una derrota perdurable.

Repudió las tiendas de José,
no escogió la tribu de Efraín;
escogió la tribu de Judá
y el monte Sión, su preferido.
Construyó su santuario como el cielo,
como a la tierra lo cimentó para siempre.

Escogió a David, su siervo,
lo sacó de los apriscos del rebaño;
de andar tras las ovejas, lo llevó
a pastorear a su pueblo, Jacob,
a Israel, su heredad.

Los pastoreó con corazón íntegro,
los guiaba con mano inteligente.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 3:

ADVIENTO, 4o CUARESMA y SÁBADO CENIZA: Escogió a la tribu de Judá y eligió a David, su siervo, para pastorear a Israel, su heredad.

PASCUA: Escogió a la tribu de Judá y eligió a David, su siervo, para pastorear a Israel, su heredad. Aleluya.

LECTURAS SÁBADO:

Adviento | Semana Ceniza y Cuaresma | Pascua |

Lecturas Oficio: Solemnidades, Fiestas y memorias de santos.

Enero | Febrero | Marzo | Abril | Mayo | Junio | Julio | Agosto | Septiembre | Octubre | Noviembre | Diciembre |



HIMNOS:

Oficios comunes:

Dedicación de una Iglesia | Santa María Virgen | Apóstoles | Varios mártires | Un mártir | Santos pastores | Santos doctores | Vírgenes | Santos varones | Santas mujeres | Difuntos

Adviento: mañana | tarde | desde el 17 diciembre

Navidad: -1- -2- -3- -4- -5- -6- -7-

Epifanía: -1- -2- -3-

Cuaresma: mañana | tarde

Pascua: mañana | tarde | Himnos después de la Ascensión.

HIMNOS Adviento para la mañana:

-1- -2- -3- -4-

I

Preparemos los caminos
—ya se acerca el Salvador—
y salgamos, peregrinos,
al encuentro del Señor.

Ven, Señor, a libertarnos,
ven, tu pueblo a redimir;
purifica nuestras vidas
y no tardes en venir.

El rocío de los cielos
sobre el mundo va a caer,
el Mesías prometido,
hecho niño, va a nacer.

De los montes la dulzura,
de los ríos leche y miel,
de la noche será aurora
la venida de Emmanuel.

Te esperamos anhelantes
y sabemos que vendrás;
deseamos ver tu rostro
y que vengas a reinar.

Consolaos y alegraos,
desterrados de Sión,
que ya viene, ya está cerca,
Él es nuestra salvación. Amén.

II

De luz nueva se viste la tierra,
porque el Sol que del cielo ha venido
en el seno feliz de la Virgen
de su carne se ha revestido.

El amor hizo nuevas las cosas,
el Espíritu ha descendido
y la sombra del que es poderoso
en la Virgen su luz ha encendido.

Ya la tierra reclama su fruto
y de bodas se anuncia alegría,
el Señor que en los cielos moraba
se hizo carne en la Virgen María.

Gloria a Dios, el Señor poderoso,
a su Hijo y Espíritu Santo,
que en su gracia y su amor nos bendijo
y a su reino nos ha destinado. Amén.


III

Mirad las estrellas fulgentes brillar,
sus luces anuncian que Dios ahí está;
la noche en silencio, la noche en su paz,
murmura esperanzas cumpliéndose ya.

Los ángeles santos, que vienen y van,
preparan caminos por donde vendrá
el Hijo del Padre, el Verbo eternal,
al mundo del hombre en carne mortal.

Abrid vuestras puertas, ciudades de paz,
que el Rey de la gloria ya pronto vendrá;
abrid corazones, hermanos, cantad
que vuestra esperanza cumplida será.

Los justos sabían que el hambre de Dios
vendría a colmarla el Dios del Amor,
su Vida en su vida, su Amor en su amor,
serían un día su gracia y su don.

Ven pronto, Mesías, ven pronto, Señor,
los hombres hermanos esperan tu voz,
tu luz, tu mirada, tu vida, tu amor.
Ven pronto, Mesías, sé Dios Salvador. Amén.

IV

Ruega por nosotros,
Madre de la Iglesia.

Virgen del Adviento,
esperanza nuestra,
de Jesús la aurora,
del cielo la puerta.

Madre de los hombres,
de la mar estrella,
llévanos a Cristo,
danos sus promesas.

Eres, Virgen Madre,
la de gracia llena,
del Señor la esclava,
del mundo la reina.

Alza nuestros ojos
hacia tu belleza,
guía nuestros pasos
a la vida eterna. Amén.

HIMNOS Adviento para la tarde:

-1- -2-

I

Jesucristo, Palabra del Padre,
luz eterna de todo creyente:
ven y escucha la súplica ardiente,
ven, Señor, porque ya se hace tarde.

Cuando el mundo dormía en tinieblas,
en tu amor tú quisiste ayudarlo
y trajiste, viniendo a la tierra,
esa vida que puede salvarlo.

Ya madura la historia en promesas,
sólo anhela tu pronto regreso;
si el silencio madura la espera,
el amor no soporta el silencio.

Con María la Iglesia te aguarda
con anhelos de esposa y de madre,
y reúne a sus hijos en vela,
para juntos poder esperarte.

Cuando vengas, Señor, en tu gloria,
que podamos salir a tu encuentro
y a tu lado vivamos por siempre,
dando gracias al Padre en el reino. Amén.

II

¡Maranatha!
¡Ven, Señor, Jesús!

Yo soy la Raíz y el Hijo de David,
la Estrella radiante de la mañana.

El Espíritu y la Esposa dicen: «¡Ven, Señor!».
Quien lo oiga diga: «¡Ven, Señor!».

Quien tenga sed, que venga; quien lo desee,
que tome el don del agua de la vida.

Sí, yo vengo pronto.
¡Amén! ¡Ven, Señor, Jesús!



HIMNOS Adviento a partir del 17 diciembre:

-1- -2- -3- -4- -5-

I

¡Cielos, lloved vuestra justicia!
¡Ábrete, tierra!
¡Haz germinar al Salvador!

Oh Señor, Pastor de la casa de Israel,
que conduces a tu pueblo,
ven a rescatarnos por el poder de tu brazo.
Ven pronto, Señor. ¡Ven, Salvador!

Oh Sabiduría, salida de la boca del Padre,
anunciada por profetas,
ven a enseñarnos el camino de la salvación.
Ven pronto, Señor. ¡Ven, Salvador!

Hijo de David, estandarte de los pueblos y los reyes,
a quien clama el mundo entero,
ven a libertarnos, Señor, no tardes ya.
Ven pronto, Señor. ¡Ven, Salvador!

Llave de David y Cetro de la casa de Israel,
tú que reinas sobre el mundo,
ven a libertar a los que en tinieblas te esperan.
Ven pronto, Señor. ¡Ven, Salvador!

Oh Sol naciente, esplendor de la luz eterna
y sol de justicia,
ven a iluminar a los que yacen en sombras de muerte.
Ven pronto, Señor. ¡Ven, Salvador!

Rey de las naciones y Piedra angular de la Iglesia,
tú que unes a los pueblos,
ven a libertar a los hombres que has creado.
Ven pronto, Señor. ¡Ven, Salvador!

Oh Emmanuel, nuestro Rey, Salvador de las naciones,
esperanza de los pueblos,
ven a libertarnos, Señor, no tardes ya.
Ven pronto, Señor. ¡Ven, Salvador!


II

De luz nueva se viste la tierra,
porque el Sol que del cielo ha venido
en el seno feliz de la Virgen
de su carne se ha revestido.

El amor hizo nuevas las cosas,
el Espíritu ha descendido
y la sombra del que es poderoso
en la Virgen su luz ha encendido.

Ya la tierra reclama su fruto,
y de bodas se anuncia alegría,
el Señor que en los cielos moraba
se hizo carne en la Virgen María.

Gloria a Dios, el Señor poderoso,
a su Hijo y Espíritu Santo,
que en su gracia y su amor nos bendijo,
y a su reino nos ha destinado. Amén.

III

Ya muy cercano, Emmanuel,
hoy te presiente Israel,
que en triste exilio vive ahora
y redención de ti implora.

Ven ya, del cielo resplandor,
Sabiduría del Señor,
pues con tu luz, que el mundo ansía,
nos llegará nueva alegría.

Llegando estás, Dios y Señor,
del Sinaí legislador,
que la ley santa promulgaste
y tu poder allí mostraste.

Ven, Vara santa de Jesé,
contigo el pueblo a lo que fue
volver espera, pues aún gime
bajo el cruel yugo que lo oprime.

Ven, Llave de David, que al fin
el cielo abriste al hombre ruin
que hoy puede andar, libre su vía,
con la esperanza del gran día.

Aurora tú eres que, al nacer,
nos trae nuevo amanecer,
y, con tu luz, viva esperanza
el corazón del hombre alcanza.

Rey de la gloria, tu poder
al enemigo ha de vencer,
y, al ayudar nuestra flaqueza,
se manifiesta tu grandeza. Amén.

IV

Alegría de nieve
por los caminos.
Todo espera la gracia
del bien nacido.

En desgracia los hombres,
dura la tierra.
Cuanta más nieve cae,
más cielo cerca.

La tierra tan dormida
ya se despierta.
Y hasta el hombre más muerto
se despereza.

Ya los montes se allanan
y las colinas,
y el corazón del hombre
vuelve a la vida. Amén.

V

Ven, ven, Señor, no tardes.
Ven, ven, que te esperamos.
Ven, ven, Señor, no tardes,
ven pronto, Señor.

El mundo muere de frío,
el alma perdió el calor,
los hombres no son hermanos,
el mundo no tiene amor.

Envuelto en sombría noche,
el mundo, sin paz, no ve;
buscando va una esperanza,
buscando, Señor, tu fe.

Al mundo le falta vida,
al mundo le falta luz,
al mundo le falta el cielo,
al mundo le faltas tú. Amén.




HIMNOS Navidad:

-1- -2- -3- -4- -5- -6- -7-

I

Te diré mi amor, Rey mío,
en la quietud de la tarde,
cuando se cierran los ojos
y los corazones se abren.

Te diré mi amor, Rey mío,
con una mirada suave,
te lo diré contemplando
tu cuerpo que en pajas yace.

Te diré mi amor, Rey mío,
adorándote en la carne,
te lo diré con mis besos,
quizá con gotas de sangre.

Te diré mi amor, Rey mío,
con los hombres y los ángeles,
con el aliento del cielo
que espiran los animales.

Te diré mi amor, Rey mío,
con el amor de tu Madre,
con los labios de tu esposa
y con la fe de tus mártires.

Te diré mi amor, Rey mío,
¡oh Dios del amor más grande!
¡Bendito en la Trinidad,
que has venido a nuestro valle. Amén.


II

Entonad los aires
con voz celestial:
«Dios niño ha nacido
pobre en un portal».

Anúnciale el ángel
la nueva al pastor,
que niño ha nacido
nuestro Salvador.

Adoran pastores
en sombras al Sol,
que niño ha nacido,
de una Virgen, Dios.

Haciéndose hombre,
al hombre salvó.
Un niño ha nacido,
ha nacido Dios. Amén.


III

Ver a Dios en la criatura,
ver a Dios hecho mortal,
ver en humano portal
la celestial hermosura.
¡Gran merced y gran ventura
a quien verlo mereció!
¡Quién lo viera y fuera yo!

Ver llorar a la alegría,
ver tan pobre a la riqueza,
ver tan baja la grandeza
y ver que Dios lo quería.
¡Gran merced fue en aquel día
la que el hombre recibió!
¡Quién lo viera y fuera yo!

Poner paz en tanta guerra,
calor donde hay tanto frío,
ser de todos lo que es mío,
plantar un cielo en la tierra.
¡Qué misión de escalofrío
la que Dios nos confió!
¡Quién lo hiciera y fuera yo! Amén.


IV

Eres niño y has amor:
¿qué farás cuando mayor?

Pues en tu natividad
te quema la caridad,
en tu varonil edad,
¿quién sufrirá su calor?

Eres niño y has amor:
¿qué farás cuando mayor?

Será tan vivo tu fuego
que, con importuno ruego,
por salvar el mundo ciego
te dará mortal dolor.

Eres niño y has amor:
¿qué farás cuando mayor?

Arderá tanto tu gana
que por la natura humana
querrás pagar su manzana
con muerte de malhechor.

Eres niño y has amor:
¿qué farás cuando mayor?

¡Oh amor, digno de espanto!,
pues que en este niño santo
has de pregonarte tanto,
cantemos a su loor:

Eres niño y has amor:
¿qué farás cuando mayor?

V

El mal se destierra,
ya vino el consuelo:
Dios está en la tierra,
ya la tierra es cielo.

Ya el mundo es trasunto
del eterno bien,
pues está en Belén
todo el cielo junto.

Ya no habrá más guerra
entre cielo y suelo:
Dios está en la tierra,
ya la tierra es cielo.

Ya baja a ser hombre
por quesubáis vos,
ya están hombre y Dios
en un solo hombre.

Ya muere el recelo
y el llanto se cierra:
Dios está en la tierra,
ya la tierra es cielo.

Ya el hombre no tiene
sueños de grandeza,
porque el Dios que viene,
viene en la pobreza.

Ya nadie se encierra
en su propio miedo:
Dios está en la tierra,
ya la tierra es cielo. Amén.

VI

Mirad qué aposentadores
tuvo la divina cámara:
verdín por tapicerías
y por cortinajes zarzas.

Pobre, desnudo, sin fuego,
quien con fuegos nos abasta,
está aquí el Niño. Un pesebre
de humildes bestias por cama.

Ved, puro Amor, que sois fuego
y estáis sobre un haz de pajas.
La Virgen, llanto en los ojos:
a incendio tal, tales aguas.

José, que goza y que gime
agridulces de naranja,
rindiéndose ya ha quedado
dormido bajo su capa. Amén.


VII

Decid a la noche clara
tome en sus manos el arpa,
y salmos de David cante,
cante con la Virgen santa.

Ángeles del cielo vienen,
de luz son las bellas alas,
y un canto divino traen
para estas nupcias sagradas.

Y, al amanecer, las aves
y el alba que se levanta,
con silbos del universo
cantadle vuestra alabanza.

Del Padre eterno nacido,
nace en carne la Palabra,
con nosotros vida y muerte,
y una muerte ensangrentada.

Al Hijo de Dios cantemos,
¡ay, gracia desenfrenada!,
ni los cielos sospecharon
que el mismo Dios se encarnara.

¡Oh gracia para adorar,
que nunca cupo más alta!
Tú, para hacernos divinos,
humano a nosotros bajas.

Cantad, criaturas todas,
que todas estáis salvadas,
y con la boca quedaos
al Padre diciendo: «¡Gracias!». Amén.



HIMNOS Epifanía:

-1- -2- -3-

I

Ayer, en leve centella,
te vio Moisés sobre el monte;
hoy no basta el horizonte
para contener tu estrella.

Los magos preguntan; y ella
de un Dios infante responde
que en duras pajas se acuesta
y más se nos manifiesta
cuanto más hondo se esconde. Amén


II

Confiada mira la luz dorada
que a ti hoy llega, Jerusalén:
de tu Mesías ve la alborada
sobre Belén.

El mundo todo ve hoy gozoso
la luz divina sobre Israel;
la estrella muestra al prodigioso
rey Emmanuel.

Ya los tres magos, desde el Oriente,
la estrella viendo, van de ella en pos;
dan sus primicias de amor ferviente
al niño Dios.

Ofrenda de oro que es Rey declara,
incienso ofrece a Dios su olor,
predice mirra muerte preclara,
pasión, dolor.

La voz del Padre, Cristo, te llama
su predilecto, sobre el Jordán.
Dios en los hombres hoy te proclama
valiente Juan.

Virtud divina resplandecía
del que del agua vino sacó,
cuando el anuncio de eucaristía
Caná bebió.

A darte gloria, Señor, invita
la luz que al hombre viniste a dar,
luz que nos trae gloria infinita
de amor sin par. Amén.


III

Reyes que venís por ellas,
no busquéis estrellas ya,
porque donde el sol está
no tienen luz las estrellas.

Mirando sus luces bellas,
no sigáis la vuestra ya,
porque donde el sol está
no tienen luz las estrellas.

Aquí parad, que aquí está
quien luz a los cielos da:
Dios es el puerto más cierto,
y si habéis hallado puerto
no busquéis estrellas ya.

No busquéis la estrella ahora:
que su luz ha oscurecido
este Sol recién nacido
en esta Virgen Aurora.

Ya no hallaréis luz en ellas,
el Niño os alumbra ya,
porque donde el sol está
no tienen luz las estrellas.

Aunque eclipsarse pretende,
no reparéis en su llanto,
porque nunca llueve tanto
como cuando el sol se enciende.

Aquellas lágrimas bellas
la estrella oscurecen ya,
porque donde el sol está
no tienen luz las estrellas. Amén.



HIMNOS Cuaresma por la mañana:

-1- -2- -3- -4- -5-

I

Éste es el día del Señor.
Éste es el tiempo de la misericordia.

Delante de tus ojos
ya no enrojeceremos,
a causa del antiguo
pecado de tu pueblo.
Arrancarás de cuajo
el corazón soberbio,
y harás un pueblo humilde
de corazón sincero.

En medio de las gentes
nos guardas como un resto
para cantar tus obras
y adelantar tu reino.
Seremos raza nueva
para los cielos nuevos;
sacerdotal estirpe,
según tu Primogénito.

Caerán los opresores
y exultarán los siervos;
los hijos del oprobio
serán tus herederos.
Señalarás entonces,
el día del regreso
para los que comían
su pan en el destierro.

¡Exulten mis entrañas!
¡Alégrese mi pueblo!
Porque el Señor que es justo,
revoca sus decretos:
La salvación se anuncia
donde acechó el infierno,
porque el Señor habita
en medio de su pueblo.

II

En tierra extraña peregrinos
con esperanza caminamos,
que, si arduos son nuestros caminos,
sabemos bien a dónde vamos.

En el desierto un alto hacemos,
es el Señor quien nos convida,
aquí comemos y bebemos
el pan y el vino de la Vida.

Para el camino se nos queda
entre las manos, guiadora,
la cruz, bordón, que es la vereda
y es la bandera triunfadora.

Entre el dolor y la alegría,
con Cristo avanza en su andadura
un hombre, un pobre que confía
y busca la ciudad futura. Amén.


III

Llorando los pecados
tu pueblo está, Señor.
Vuélvenos tu mirada
y danos el perdón.

Seguiremos tus pasos,
camino de la cruz,
subiendo hasta la cumbre
de la Pascua de luz.

La Cuaresma es combate;
las armas: oración,
limosnas y vigilias
por el Reino de Dios.

«Convertid vuestra vida,
volved a vuestro Dios,
y volveré a vosotros»,
esto dice el Señor.

Tus palabras de vida
nos llevan hacia ti,
los días cuaresmales
nos las hacen sentir. Amén.


IV

(Este himno sólo para los sábados.)

Dame tu mano, María,
la de las tocas moradas;
clávame tus siete espadas
en esta carne baldía.
Quiero ir contigo en la impía
tarde negra y amarilla.
Aquí, en mi torpe mejilla,
quiero ver si se retrata
esa lividez de plata,
esa lágrima que brilla.

Déjame que te restañe
ese llanto cristalino,
y a la vera del camino
permite que te acompañe.
Deja que en lágrimas bañe
la orla negra de tu manto
a los pies del árbol santo,
donde tu fruto se mustia.
Capitana de la angustia:
no quiero que sufras tanto.

Qué lejos, Madre, la cuna
y tus gozos de Belén:
«No, mi Niño, no. No hay quien
de mis brazos te desuna».
Y rayos tibios de luna,
entre las pajas de miel,
le acariciaban la piel
sin despertarle. ¡Qué larga
es la distancia y qué amarga
de Jesús muerto a Emmanuel! Amén.



V

(Este himno sólo para los sábados.)

¿Dónde está ya el mediodía
luminoso en que Gabriel,
desde el marco del dintel,
te saludó: «Ave María»?
Virgen ya de la agonía,
tu Hijo es el que cruza ahí.
Déjame hacer junto a ti
ese augusto itinerario.
Para ir al monte Calvario,
cítame en Getsemaní.

A ti, Doncella graciosa,
hoy maestra de dolores,
playa de los pecadores,
nido en que el alma reposa,
a ti ofrezco, pulcra rosa,
las jornadas de esta vía.
A ti, Madre, a quien quería
cumplir mi humilde promesa.
A ti, Celestial Princesa,
Virgen sagrada, María. Amén.



HIMNOS Cuaresma por la tarde:

-1- -2- -3-

I

Te damos gracias, Señor,
porque has depuesto la ira,
y has detenido ante el pueblo
la mano que lo castiga.

Tú eres el Dios que nos salva,
la luz que nos ilumina;
la mano que nos sostiene,
y el techo que nos cobija.

Y sacaremos con gozo
del manantial de la Vida,
las aguas que dan al hombre
la fuerza que resucita.

Entonces proclamaremos:
«¡Cantadle con alegría!
¡El nombre de Dios es grande;
su caridad, infinita!

¡Que alabe al Señor la tierra!
Contadle sus maravillas.
¡Qué grande, en medio del pueblo,
el Dios que nos justifica!». Amén.



II

Libra mis ojos de la muerte;
dales la luz que es su destino.
Yo, como el ciego del camino,
pido un milagro para verte.

Haz de esta piedra de mis manos
una herramienta constructiva;
cura su fiebre posesiva,
y ábrela al bien de mis hermanos.

Que yo comprenda, Señor mío,
al que se queja y retrocede;
que el corazón no se me quede
desentendidamente frío.

Guarda mi fe del enemigo
(¡tantos me dicen que estás muerto!)
Tú que conoces el desierto,
dame tu mano y ven conmigo. Amén.



III

¿Para qué los timbres de sangre y nobleza?
Nunca los blasones
fueron lenitivo para la tristeza
de nuestras pasiones.
¡No me des coronas, Señor, de grandeza!

¿Altivez? ¿Honores? Torres ilusorias
que el tiempo derrumba.
Es coronamiento de todas las glorias
un rincón de tumba.
¡No me des siquiera coronas mortuorias!

No pido el laurel que nimba al talento,
ni las voluptuosas
guirnaldas de lujo y alborozamiento.
¡Ni mirtos ni rosas!
¡No me des coronas que se lleva el viento!

Yo quiero la joya de penas divinas
que rasga las sienes.
Es para las almas que tú predestinas.
Sólo tú la tienes.
¡Si me das coronas, dámelas de espinas! Amén.



HIMNOS Tiempo Pascual por la mañana:

-1- -2- -3- -4- -5-

I

Ofrezcan los cristianos
ofrendas de alabanza,
a gloria de la Víctima
propicia de la Pascua.

Cordero sin pecado
que a las ovejas salva,
a Dios y a los culpables
unió con nueva alianza.

Lucharon vida y muerte
en singular batalla,
y, muerto el que es la Vida,
triunfante se levanta.

«¿Qué has visto de camino,
María, en la mañana?».
«A mi Señor glorioso,
la tumba abandonada;

los ángeles testigos,
sudarios y mortaja.
¡Resucitó de veras
mi amor y mi esperanza!

Venid a Galilea,
allí el Señor aguarda;
allí veréis los suyos
la gloria de la Pascua».

Primicia de los muertos,
sabemos por tu gracia
que estás resucitado;
la muerte en ti no manda.

Rey vencedor, apiádate
de la miseria humana,
y da a tus fieles parte
en tu victoria santa. Amén. Aleluya.

II

¡Alegría!, ¡alegría!, ¡alegría!

La muerte, en huida,
ya va malherida.
Los sepulcros se quedan desiertos.
Decid a los muertos:
«¡Renace la Vida,
y la muerte ya va de vencida!».

Quien le lloró muerto
lo encontró en el huerto,
hortelano de rosas y olivos.
Decid a los vivos:
«¡Viole jardinero
quien le viera colgar del madero!».

Las puertas selladas
hoy son derribadas.
En el cielo se canta victoria.
Gritadle a la gloria
que hoy son asaltadas
por el hombre sus «muchas moradas».


III

La noche y el alba, con su estrella fiel,
se gozan con Cristo, Señor de Israel,
con Cristo aliviado en el amanecer.

La vida y la muerte luchándose están.
Oh, qué maravilla de juego mortal,
Cristo, qué buen capitán.

En él se redime todo pecado,
el árbol caído devuelve su flor,
oh santa mañana de resurrección.

Qué gozo de tierra, de aire y de mar,
qué muerte, qué vida, qué fiel despertar,
qué gran romería de la cristiandad. Amén.



IV

Cristo, alegría del mundo,
resplandor de la gloria del Padre.
¡Bendita la mañana
que anuncia tu esplendor al universo!

En el día primero,
tu resurrección alegraba
el corazón del Padre.
En el día primero,
vio que todas las cosas eran buenas,
porque participaban de tu gloria.

La mañana celebra
tu resurrección y se alegra
con claridad de Pascua.
Se levanta la tierra
como un joven discípulo en tu busca,
sabiendo que el sepulcro está vacío.

En la clara mañana,
tu sagrada luz se difunde
como una gracia nueva.
Que nosotros vivamos
como hijos de luz y no pequemos
contra la claridad de tu presencia.


V

¡Cristo ha resucitado!
¡Resucitemos con Él!
¡Aleluya, aleluya!

Muerte y Vida lucharon,
y la muerte fue vencida.
¡Aleluya, aleluya!

Es el grano que muere
para el triunfo de la espiga.
¡Aleluya, aleluya!

Cristo es nuestra esperanza,
nuestra paz y nuestra vida.
¡Aleluya, aleluya!

Vivamos vida nueva,
el bautismo es nuestra Pascua.
¡Aleluya, aleluya!

¡Cristo ha resucitado!
¡Resucitemos con Él!
¡Aleluya, aleluya! Amén.



HIMNOS Tiempo Pascual para la tarde:

-1- -2- -3- -4- -5-

I

Nuestra Pascua inmolada, aleluya,
es Cristo el Señor, aleluya, aleluya.

Pascua sagrada, ¡oh fiesta de la luz!,
despierta, tú que duermes,
y el Señor te alumbrará.

Pascua sagrada, ¡oh fiesta universal!,
el mundo renovado
canta un himno a su Señor.

Pascua sagrada, ¡victoria de la cruz!
La muerte, derrotada,
ha perdido su aguijón.

Pascua sagrada, ¡oh noche bautismal!
Del seno de las aguas
renacemos al Señor.

Pascua sagrada, ¡eterna novedad!
Dejad al hombre viejo,
revestíos del Señor.

Pascua sagrada. La sala del festín
se llena de invitados
que celebran al Señor.

Pascua sagrada. ¡Cantemos al Señor!
Vivamos la alegría
dada a luz en el dolor.


II

Quédate con nosotros,
la tarde está cayendo.

¿Cómo te ncontraremos
al declinar el día,
si tu camino no es nuestro camino?
Detente con nosotros;
la mesa está servida,
caliente el pan y envejecido el vino.

¿Cómo sabremos que eres
un hombre entre los hombres,
si no compartes nuestra mesa humilde?
Repártenos tu cuerpo,
y el gozo irá alejando
la oscuridad que pesa sobre el hombre.

Vimos romper el día
sobre tu hermoso rostro,
y al sol abrirse paso por tu frente.
Que el viento de la noche
no apague el fuego vivo
que nos dejó tu paso en la mañana.

Arroja en nuestras manos,
tendidas en tu busca,
las ascuas encendidas del Espíritu;
y limpia, en lo más hondo
del corazón del hombre,
tu imagen empañada por la culpa.


III

Porque anochece ya,
porque es tarde, Dios mío,
porque temo perder
las huellas del camino,
no me dejes tan solo,
y quédate conmigo.

Porque he sido rebelde
y he buscado el peligro,
y escudriñé curioso
las cumbres y el abismo,
perdóname, Señor,
y quédate conmigo.

Porque ardo en sed de ti
y en hambre de tu trigo,
ven, siéntate a mi mesa,
bendice el pan y el vino.
¡Qué aprisa cae la tarde!
¡Quédate al fin conmigo! Amén.


IV

¿Qué ves en la noche,
dinos, centinela?

Dios como un almendro
con la flor despierta;
Dios que nunca duerme
busca quien no duerma,
y entre las diez vírgenes
sólo hay cinco en vela.

Gallos vigilantes
que la noche alertan.
Quien negó tres veces
otras tres confiesa,
y pregona el llanto
lo que el miedo niega.

Muerto le bajaban
a la tumba nueva.
Nunca tan adentro
tuvo al sol la tierra.
Daba el monte gritos,
piedra contra piedra.

Vi los cielos nuevos
y la tierra nueva.
Cristo entre los vivos,
y la muerte muerta.
Dios en las criaturas,
¡y eran todas buenas!



V

Nos dijeron de noche
que estabas muerto,
y la fe estuvo en vela
junto a tu cuerpo.
La noche entera
la pasamos queriendo
mover la piedra.

Con la vuelta del sol,
volverá a ver la tierra
la gloria del Señor.

No supieron contarlo
los centinelas:
nadie supo la hora
ni la manera.
Antes del día,
se cubrieron de gloria
tus cinco heridas.

Si los cinco sentidos
buscan el sueño,
que la fe tenga el suyo
vivo y despierto.
La fe velando,
para verte de noche
resucitando. Amén.


Himnos después de la Ascensión.

-1- -2- -3-

I

¡El mundo brilla de alegría!
¡Se renueva la faz de la tierra!
¡Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo!

Ésta es la hora
en que rompe el Espíritu
el techo de la tierra,
y una lengua de fuego innumerable
purifica, renueva, enciende, alegra
las entrañas del mundo.

Ésta es la fuerza
que pone en pie a la Iglesia
en medio de las plazas,
y levanta testigos en el pueblo
para hablar con palabras como espadas
delante de los jueces.

Llama profunda
que escrutas e iluminas
el corazón del hombre:
restablece la fe con tu noticia,
y el amor ponga en vela la esperanza
hasta que el Señor vuelva.



II

¡Oh llama de amor viva,
que tiernamente hieres
de mi alma en el más profundo centro!;
pues ya no eres esquiva,
acaba ya, si quieres;
rompe la tela de este dulce encuentro.

¡Oh cauterio suave!
¡Oh regalada llaga!
¡Oh mano blanda! ¡Oh toque delicado!,
que a vida eterna sabe
y toda deuda paga;
matando, muerte en vida la has trocado.

¡Oh lámparas de fuego,
en cuyos resplandores
las profundas cavernas del sentido,
que estaba oscuro y ciego,
con extraños primores,
calor y luz dan junto a su querido!

¡Cuán manso y amoroso
recuerdas en mi seno,
donde secretamente solo moras,
y en tu aspirar sabroso
de bien y gloria lleno,
cuán delicadamente me enamoras! Amén.


III

Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.

Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno. Amén.



HIMNOS Oficios comunes:

Dedicación de una Iglesia:

I

Piedra angular y fundamento es Cristo
del templo espiritual que al Padre alaba,
en comunión de amor con el Espíritu
viviente, en lo más íntimo del alma.

Piedras vivas son todos los cristianos,
ciudad, reino de Dios edificándose,
entre sonoros cánticos de júbilo,
al Rey del universo, templo santo.

El cosmos de alegría se estremece
en latido vital de nueva savia,
al pregustar el gozo y la alegría
de un cielo y una tierra renovados.

Cantad, hijos de Dios, adelantados
del Cristo total, humanidad salvada,
en la que Dios en todos será todo,
comunión viva en plenitud colmada.

Demos gracias al Padre, que nos llama
a ser sus hijos en el Hijo amado,
abramos nuestro espíritu al Espíritu,
adoremos a Dios que a todos salva. Amén.


II

Nueva Jerusalén y ciudad santa,
nuevo Israel, nueva morada
de la comunidad de Dios en Cristo edificada,
Iglesia santa.

Esposa engalanada, con Cristo desposada
por obra del Espíritu en sólida alianza,
divino hogar, fuego de Dios que al mundo inflama,
Iglesia santa.

Edén de Dios y nuevo paraíso,
donde el nuevo Adán recrea a sus hermanos,
donde el «no» del pecador, por pura gracia,
el «sí» eterno de amor de Dios alcanza,
Iglesia santa.

Adoremos a Dios omnipotente y a su Espíritu,
que en el Hijo Jesús, Señor constituido,
del hombre que ha caído raza de Dios levanta,
Iglesia santa. Amén.


Santa María Virgen:

I

Lucero del alba,
luz de mi alma,
santa María.

Virgen y Madre,
hija del Padre,
santa María.

Flor del Espíritu,
Madre del Hijo,
santa María.

Amor maternal
del Cristo total,
santa María.

II

Quién podrá tanto alabarte
según es tu merecer;
quién sabrá tan bien loarte
que no le falte saber;
pues que para nos valer
tanto vales,
da remedio a nuestros males.

¡Oh Madre de Dios y hombre!
¡Oh concierto de concordia!
Tú que tienes por renombre
Madre de misericordia;
pues para quitar discordia
tanto vales,
da remedio a nuestros males.

Tú que estabas ya criada
cuando el mundo se crió;
tú que estabas muy guardada
para quien de ti nació;
pues por ti nos conoció,
si nos vales,
fenecerán nuestros males.

Tú que eres flor de las flores,
tú que del cielo eres puerta,
tú que eres olor de olores,
tú que das gloria muy cierta;
si de la muerte muy muerta
no nos vales,
no hay remedio a nuestros males. Amén.

III

Todos te deben servir,
Virgen y Madre de Dios,
que siempre ruegas por nos,
y tú nos haces vivir.

Tanta fue tu perfección
y de tanto merecer,
que de ti quiso nacer
quien fue nuestra redención.

El tesoro divinal
en tu vientre se encerró,
tan precioso, que libró
todo el linaje humanal.

Tú sellaste nuestra fe
con el sello de la cruz,
tú pariste nuestra luz,
Dios de ti nacido fue.

¡Oh clara virginidad,
fuente de toda virtud!,
no ceses de dar salud
a toda la cristiandad. Amén.

IV

María, pureza en vuelo,
Virgen de vírgenes, danos
la gracia de ser humanos
sin olvidarnos del cielo.

Enséñanos a vivir;
ayúdenos tu oración;
danos en la tentación
la gracia de resistir.

Honor a la Trinidad
por esta limpia victoria.
Y gloria por esta gloria
que alegra la cristiandad. Amén.


Apóstoles:

I

Vosotros que escuchasteis la llamada
de viva voz que Cristo os dirigía,
abrid nuestro vivir y nuestra alma
al mensaje de amor que él nos envía.

Vosotros que invitados al banquete
gustasteis el sabor del nuevo vino,
llenad el vaso, del amor que ofrece,
al sediento de Dios en su camino.

Vosotros que tuvisteis tan gran suerte
de verle dar a muertos nueva vida,
no dejéis que el pecado y que la muerte
nos priven de la vida recibida.

Vosotros que lo visteis ya glorioso,
hecho Señor de gloria sempiterna,
haced que nuestro amor conozca el gozo
de vivir junto a él la vida eterna. Amén.


II

Benditos son los pies de los que llegan
para anunciar la paz que el mundo espera,
apóstoles de Dios que Cristo envía,
voceros de su voz, grito del Verbo.

De pie en la encrucijada del camino
del hombre peregrino y de los pueblos,
es el fuego de Dios el que los lleva
como cristos vivientes a su encuentro.

Abrid, pueblos, la puerta a su llamada,
la verdad y el amor son don que llevan;
no temáis, pecadores, acogedlos,
el perdón y la paz serán su gesto.

Gracias, Señor, que el pan de tu palabra
nos llega por tu amor, pan verdadero;
gracias, Señor, que el pan de vida nueva
nos llega por tu amor, partido y tierno. Amén.


III

Voceros de Dios,
heraldos de Amor,
apóstoles santos.

Locura de cruz,
de Dios es la luz,
apóstoles santos.

Mensaje del Rey,
de amor es la ley,
apóstoles santos.

De Cristo solaz,
sois cristos de paz
apóstoles santos.

Sois piedra frontal
del reino final,
apóstoles santos. Amén.


Varios mártires:

I

Testigos de amor
de Cristo Señor,
mártires santos.

Rosales en flor
de Cristo el olor,
mártires santos.

Palabras de luz
de Cristo Jesús,
mártires santos.

Corona inmortal
de Cristo total,
mártires santos. Amén.

II

Espíritus sublimes, ¡oh mártires gloriosos!,
felices moradores de la inmortal Sión,
rogad por los que luchan en las batallas recias,
que alcancen la victoria y eterno galardón.

¡Oh mártires gloriosos de rojas vestiduras,
que brillan con eternos fulgores ante Dios!
Con vuestro riego crezca de Cristo la semilla,
y el campo de las mieses se cubra ya en sazón. Amén.

Un mártir:

I

«Quien entrega su vida por amor
la gana para siempre»,
dice el Señor.

Aquí el bautismo proclama
su voz de gloria y de muerte.
Aquí la unción se hace fuerte
contra el cuchillo y la llama.
Mirad cómo se derrama
mi sangre por cada herida.
Si Cristo fue mi comida,
dejadme ser pan y vino
en el lagar y el molino
donde me arrancan la vida.

II

Palabra del Señor ya rubricada
es la vida del mártir ofrecida
como prueba fiel de que la espada
no puede ya truncar la fe vivida.

Fuente de fe y de luz es su memoria,
coraje para el justo en la batalla
del bien, de la verdad, siempre victoria
que, en vida y muerte, el justo en Cristo halla.

Martirio es el dolor de cada día,
si en Cristo y con amor es aceptado,
fuego lento de amor que, en la alegría
de servir al Señor, es consumado.

Concédenos, oh Padre, sin medida,
y tú, Señor Jesús crucificado,
el fuego del Espíritu de vida
para vivir el don que nos has dado. Amén.

Santos pastores:

I

Cristo, cabeza, rey de los pastores;
el pueblo entero, madrugando a fiesta;
canta a la gloria de tu sacerdote
himnos sagrados.

Con abundancia de sagrado crisma;
la unción profunda de tu Santo Espíritu
le armó guerrero y le nombró en la Iglesia
jefe del pueblo.

Él fue pastor y forma del rebaño,
luz para el ciego, báculo del pobre,
padre común, presencia providente,
todo de todos.

Tú que coronas sus merecimientos,
danos la gracia de imitar su vida;
y al fin, sumisos a su magisterio;
danos su gloria. Amén.

II

Cantemos al Señor con alegría,
unidos a la voz del pastor santo;
demos gracias a Dios, que es luz y guía,
solícito pastor de su rebaño.

Es su voz y su amor el que nos llama
en la voz del pastor que él ha elegido,
es su amor infinito el que nos ama
en la entrega y amor de este otro cristo.

Conociendo en la fe su fiel presencia,
hambrientos de verdad y luz divina,
sigamos al pastor que es providencia
de pastos abundantes que son vida.

Apacienta, Señor, guarda a tus hijos,
manda siempre a tu mies trabajadores;
cada aurora, a la puerta del aprisco,
nos aguarde el amor de tus pastores. Amén.


Santos doctores:

I

Experiencia de Dios fue vuestra ciencia,
su Espíritu de verdad os dio a beberla
en la revelación, que es su presencia
en velos de palabra siempre nueva.

Abristeis el camino para hallarla
a todo el que de Dios hambre tenía,
palabra del Señor que, al contemplarla,
enciende nuestras luces que iluminan.

Saber de Dios en vida convertido
es la virtud del justo, que, a su tiempo,
si Dios le dio la luz, fue lo debido
que fuera su verdad, su pensamiento.

En nuestro corazón de criaturas,
nos encendió la luz para esconderla,
que poco puede andar quien anda a oscuras
por sendas de verdad sin poder verla.

Demos gracias a Dios humildemente
y al Hijo, su Verdad que a todos guía;
dejemos que su Luz, faro esplendente,
nos guíe por el mar de nuestra vida. Amén.

II

Verbo de Dios, eterna luz divina,
fuente eternal de toda verdad pura,
gloria de Dios que el cosmos ilumina,
antorcha toda luz en noche oscura.

Palabra eternamente pronunciada
por la mente del Padre sin principio,
que en el tiempo a los hombres nos fue dada
en el seno de la Virgen hecha Hijo.

Las tinieblas de muerte y de pecado
en que yacía el hombre, así vencido,
su verdad y su luz han disipado,
con su vida y su muerte ha redimido.

No dejéis de brillar, faros divinos,
con destellos de luz que Dios envía,
proclamad la verdad en los caminos
de los hombres y los pueblos, sed su guía. Amén.


Santas Vírgenes:

I

Nos apremia el amor, vírgenes santas;
vosotras, que seguisteis su camino,
guiadnos por las sendas de las almas
que hicieron de su amar amor divino.

Esperasteis en vela a vuestro Esposo
en la noche fugaz de vuestra vida;
cuando llamó a la puerta, vuestro gozo
fue contemplar su gloria sin medida.

Vuestra fe y vuestro amor fue fuego ardiente
que mantuvo la llama en la tardanza;
vuestra antorcha encendida fielmente
ha colmado de luz vuestra esperanza.

Pues gozáis ya las nupcias que el Cordero
con la Iglesia de Dios ha celebrado,
no dejéis que se apague nuestro fuego
en la pereza y el sueño del pecado.

Demos gracias a Dios y, humildemente,
pidamos al Señor que su llamada
nos encuentre en vigilia permanente,
despiertos en la fe y en veste blanca. Amén.


II

Esta mujer no quiso
tomar varón ni darle su ternura,
selló su compromiso
con otro amor que dura
sobre el amor de toda criatura.

Y tanto se apresura
a zaga de la huella del Amado,
que en él se transfigura,
y el cuerpo anonadado
ya está por el amor resucitado.

Aquí la Iglesia canta
la condición futura de la historia,
y el cuerpo se adelanta
en esta humilde gloria
a la consumación de su victoria.

Mirad los regocijos
de la que por estéril sollozaba,
y se llenó de hijos
porque el Señor miraba
la pequeñez humilde de su esclava. Amén.


III

Dichosa tú, que entre todas,
fuiste por Dios sorprendida
con tu lámpara encendida
para el banquete de bodas.

Con el abrazo inocente
de un hondo pacto amoroso,
vienes a unirte al Esposo
por virgen y por prudente.

Enséñanos a vivir;
ayúdenos tu oración;
danos en la tentación
la gracia de resistir.

Honor a la Trinidad
por esta limpia victoria.
Y gloria por esta gloria
que alegra la cristiandad. Amén.


Santos varones:

I

Desde que mi voluntad
está a la vuestra rendida,
conozco yo la medida
de la mejor libertad.
Venid, Señor, y tomad
las riendas de mi albedrío;
de vuestra mano me fío
y a vuestra mano me entrego,
que es poco lo que me niego
si yo soy vuestro y vos mío.

A fuerza de amor humano
me abraso en amor divino.
La santidad es camino
que va de mí hacia mi hermano.
Me di sin tender la mano
para cobrar el favor;
me di en salud y en dolor
a todos, y de tal suerte
que me ha encontrado la muerte
sin nada más que el amor. Amén.


II

Cuando, Señor, el día ya declina,
quedaos con el hombre, que la noche
del tiempo y de la lucha en que camina
turba su corazón con su reproche.

Disipad nuestras dudas, hombres santos,
que, en el alto glorioso del camino,
ya dejasteis atrás temores tantos
de perder vuestra fe en el don divino.

Perdonad nuestros miedos, seguidores
del camino en la fe que os fue ofrecido,
hacednos, con vosotros, confesores
de la fe y del amor que habéis vivido.

Que tu amor, Padre santo, haga fuerte
nuestro amor, nuestra fe en tu Hijo amado,
que la hora suprema de la muerte
sea encuentro en la luz, don consumado. Amén.


III

Para un santo religioso:

Dichosos los que oísteis la llamada
al pleno seguimiento del Maestro,
dichosos cuando puso su mirada
y os quiso para amigo y compañero.

Dichosos si abrazasteis la pobreza
para llenar de Dios vuestras alforjas,
para servirle a él con fortaleza,
con gozo y con amor a todas horas.

Dichosos mensajeros de verdades,
marchando por caminos de la tierra,
predicando bondad contra maldades,
pregonando la paz contra las guerras.

Dichosos, del perdón dispensadores,
dichosos, de los tristes el consuelo,
dichosos, de los hombres servidores,
dichosos, herederos de los cielos. Amén.



Santas mujeres:

I

Dichosas sois vosotras que guardasteis
con amor maternal en vuestro seno
la palabra del Hijo que engendrasteis
en la vida de fe y de amor pleno.

Dichosas sois vosotras que en la vida
hicisteis de la fe vuestra entereza,
vuestra gracia en la Gracia fue asumida,
maravilla de Dios y de belleza.

Dichosas sois vosotras que supisteis
ser hijas del amor que Dios os daba,
y así, en la fe, de muchos madres fuisteis,
fecunda plenitud que nunca acaba.

No dejéis de ser madres en la gloria
de los hombres que luchan con anhelo;
ante Dios vuestro amor haga memoria
de los hijos que esperan ir al cielo. Amén.


II

La mujer fuerte
puso en Dios su esperanza:
Dios la sostiene.

Hizo del templo su casa;
mantuvo ardiendo su lámpara.

En la mesa de los hijos,
hizo a los pobres un sitio.

Guardó memoria a sus muertos;
gastó en los vivos su tiempo.

Sirvió, consoló, dio fuerzas;
guardó para sí sus penas.

Vistió el dolor de plegaria;
la soledad, de esperanza.

Y Dios la cubrió de gloria
como de un velo de bodas.

La mujer fuerte
puso en Dios su esperanza:
Dios la sostiene. Amén.


III

Finísimo fue el lino con que ella
fue tejiendo, a lo largo de su vida,
esa historia de amor que la hace bella
a los ojos de Dios y bendecida.

Supo trenzar con tino los amores
del cielo y de la tierra, y santamente
hizo altar del telar de sus labores,
oración desgranada lentamente.

Flor virgen, florecida en amor santo,
llenó el hogar de paz y joven vida,
su dulce fortaleza fue su encanto,
la fuerza de su amor la fe vivida.

Una escuela de fe fue su regazo,
todos fueron dichosos a su vera,
su muerte en el Señor fue un tierno abrazo,
su vida será eterna primavera. Amén.
























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