LECCIONARIO IV

MISAL ROMANO

LECCIONARIO IV

PARA EL PROPIO DE LOS SANTOS
Y LAS MISAS COMUNES

ENERO

23 de enero: San Ildefonso, obispo (Propio de Toledo)

25 de enero: La conversión de san Pablo

26 de enero: Santos Timoteo y Tito

29 de enero: San Julián, obispo (Propio de Toledo)

FEBRERO

♦   2 de febrero: Presentación del Señor

14 de febrero: Santos Cirilo y Metodio. Patronos de Europa

22 de febrero: La Cátedra de San Pedro, apóstol

MARZO

19 de marzo: San José, esposo de la Bienaventurada Virgen María

25 de marzo: La Anunciación del Señor

ABRIL

25 de abril: San Marcos, evangelista

26 de abril: San Isidoro, obispo y doctor de la Iglesia

29 de abril: Santa Catalina de Siena, virgen y doctora de la Iglesia

MAYO

♦   1 de mayo: San José obrero

♦   3 de mayo: Santos Felipe y Santiago, apóstoles

10 de mayo: San Juan de Ávila

14 de mayo: San Matías, apóstol

15 de mayo: San Isidro labrador

31 de mayo: Visitación de la Bienaventurada Virgen María

Lunes después de Pentecostés: Bienaventurada Virgen María, Madre de la Iglesia

Jueves después de Pentecostés: Nuestro Señor Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote

Sábado posterior al segundo domingo después de Pentecostés
Inmaculado Corazón de la bienaventurada Virgen María


JUNIO

11 de junio: San Bernabé, apóstol

 

24 de junio: La Natividad de san Juan Bautista

§  Misa Vespertina de la Vigilia

§  Misa del día

 

29 de junio: San Pedro y san Pablo, apóstoles

§  Misa Vespertina de la Vigilia

§  Misa del día

 

♦  30 de junio: Santos Protomártires de la santa Iglesia Romana

 

JULIO

♦  3 de julio: Santo Tomás, apóstol

♦  4 de julio: Santa Isabel de Portugal

♦  3 de julio: San Antonio María Zaccaría

♦  6 de julio: Santa María Goretti, virgen y mártir

♦  9 de julio: Santos Agustín Zhao Rong, presbítero, y compañeros, mártires

11 de julio: San Benito, Abad, Patrono de Europa

13 de julio: San Enrique

14 de julio: San Camilo de Lelis, presbítero

15 de julio: San Buenaventura, obispo y doctor de la Iglesia

16 de julio: Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo

22 de julio: Santa María Magdalena

23 de julio: Santa Brígida, Patrona de Europa

 

25 de julio: Santiago, apóstol, patrono de España

 

26 de julio: Santos Joaquín y Ana, padres de Bienaventurada María Virgen

29 de julio: Santos Marta, María y Lázaro

30 de julio: San Pedro Crisólogo

31 de julio: San Ignacio de Loyola

AGOSTO

♦    1 de agosto: San Alfonso María de Ligorio

♦    2 de agosto: San Eusebio de Verceli

♦    2 de agosto: San Pedro Julián Eymard

♦    4 de agosto: San Juan María Vianney

♦    5 de agosto: Dedicación de la Basílica de Santa María

♦    6 de agosto: La Transfiguración del Señor

♦    7 de agosto: San Sixto II, papa y mártir

♦    7 de agosto: San Cayetano, presbítero

♦    8 de agosto: Santo Domingo de Guzmán

♦    9 de agosto: Santa Teresa Benedicta de la cruz, mártir y religiosa. Patrona de Europa

♦  10 de agosto: San Lorenzo, diácono y mártir

♦  11 de agosto: Santa Clara de Asís, virgen

♦  12 de agosto: Santa Juana Francisca de Chantal, religiosa

♦  13 de agosto: Santos Ponciano, Papa, e Hipólito, presbítero, mártires

♦  14 de agosto: San Maximiliano María Kolbe, presbítero, mártir de la caridad

 

♦  15 de agosto: La Asunción de la Bienaventurada Virgen María

§  Misa de la vigilia

§  Misa del día

 

16 de agosto: San Esteban de Hungría

19 de agosto: San Juan Eudes, presbítero

19 de agosto: San Ezequiel Moreno Díaz, obispo

20 de agosto: San Bernardo, abad y doctor de la Iglesia

21 de agosto: San Pío X, Papa

22 de agosto: Bienaventurada Virgen María, Reina

23 de agosto: Santa Rosa de Lima, virgen

24 de agosto: San Bartolomé, apóstol

25 de agosto: San Luis de Francia

25 de agosto: San José de Calasanz, presbítero

25 de agosto: Santa María Magdalena de Pazzi

26 de agosto: Santa Teresa de Jesús Jornet e Ibars

27 de agosto: Santa Mónica

28 de agosto: San Agustín, obispo y doctor de la Iglesia

29 de agosto: Martirio de san Juan Bautista

 

SEPTIEMBRE

♦    8 de septiembre:La Natividad de la Bienaventurada Virgen María

♦  14 de septiembre: La Exaltación de la Santa Cruz

♦  15 de septiembre: Bienaventurada Virgen María de los Dolores

♦  21 de septiembre: San Mateo, apóstol y evangelista

♦  23 de septiembre: San Pío de Pietrelcina, presbítero

♦  24 de septiembre: Bienaventurada Virgen María de la Merced

♦  26 de septiembre: Santos Cosme y Damián, mártires

♦  27 de septiembre: San Vicente de Paúl, presbítero

♦  28 de septiembre: San Wenceslao, mártir

♦  28 de septiembre: Santos Lorenzo Ruiz y compañeros, mártires

♦  29 de septiembre: Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael

OCTUBRE

♦   1 de octubre: Santa Teresa del Niño Jesús

♦   2 de octubre: Santos Ángeles Custodios

♦   3 de octubre: San Francisco de Borja

♦   4 de octubre: San Francisco de Asís

♦   5 de octubre: Témporas de acción de gracias y petición

♦   6 de octubre: San Bruno

♦   7 de octubre: Nuestra Señora del Rosario

12 de octubre: Bienaventurada Virgen María del Pilar

15 de octubre: Santa Teresa de Jesús

18 de octubre: San Lucas, evangelista

25 de octubre: Dedicación de la Santa Iglesia Catedral de Toledo

28 de octubre: Santos Simón y Judas, apóstoles

NOVIEMBRE

♦    1 de noviembre: Todos los Santos

♦    2 de noviembre: Conmemoración de todos los fieles difuntos

♦    3 de noviembre: San Martín de Porres

♦    4 de noviembre: San Carlos Borromeo

♦    5 de noviembre: Santa Ángela de la Cruz

♦    5 de noviembre: Santos cuyas reliquias se conservan en las iglesias de la Diócesis de Toledo.

♦    6 de noviembre: Santos Pedro Poveda e Inocencio de la Inmaculada y compañeros mártires.

♦    9 de noviembre: Dedicación de la Basílica de Letrán

♦  10 de noviembre: San León Magno

♦  11 de noviembre: San Martín de Tours

♦  12 de noviembre: San Josafat

♦  13 de noviembre: San Leandro

♦  15 de noviembre: San Eugenio, obispo (Propio de Toledo)

♦  16 de noviembre: Santa Margarita de Escocia

♦  16 de noviembre: Santa Gertrudis

♦  17 de noviembre: Santa Isabel de Hungría

♦  18 de noviembre: Dedicación de las Basílicas de los apóstoles san Pedro y san Pablo

♦  21 de noviembre: Presentación de la Santísima Virgen

♦  22 de noviembre: Santa Cecilia

♦  23 de noviembre: San Clemente I, Papa

♦  23 de noviembre: San Columbano, Abad

♦  24 de noviembre: San Andrés Dung-Lac y compañeros mártires

♦  24 de noviembre: Santa Catalina de Alejandría

♦  30 de noviembre: San Andrés, Apóstol

DICIEMBRE

♦    8 de diciembre: Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María

♦    9 de diciembre:Santa Leocadia, virgen y mártir, patrona de la juventud de Toledo (Propio de Toledo)

♦  26 de diciembre: San Esteban, protomártir

♦  27 de diciembre: San Juan, apóstol y evangelista

♦  28 de diciembre: Santos Inocentes, mártires






 

ENERO

23 de enero
SOLEMNIDAD DE SAN ILDEFONSO

ARCHIDIÓCESIS DE TOLEDO
SOLEMNIDAD

PRIMERA LECTURA

Sb 7, 7-10. 15-16.

Amé la sabiduría más que la salud y la belleza.

Lectura del libro de la Sabiduría.

SUPLIQUÉ y me fue dada la prudencia;
invoqué y vino a mí el espíritu de sabiduría.
La preferí a cetros y tronos,
y a su lado en nada tuve la riqueza.

No la equiparé a la piedra más preciosa,
porque todo el oro ante ella es un poco de arena,
y junto a ella la plata es como el barro.

La quise más que a la salud y la belleza
y la preferí a la misma luz, porque su resplandor no tiene ocaso.

Con ella me vinieron todos los bienes juntos,
tiene en sus manos riquezas incontables.

Que Dios me conceda hablar con conocimiento
y tener pensamientos dignos de sus dones,
porque él es el mentor de la sabiduría y el adalid de los sabios.

En sus manos estamos nosotros y nuestras palabras,
toda prudencia y toda inteligencia práctica.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 18, 8. 9. 10. 11. (R.: 10cd).

R. Los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos.

V. La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye a los ignorantes. R.

V. Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos. R.

V. El temor del Señor es puro
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos. R.

V. Más preciosos que el oro,
más que el oro fino;
más dulces que la miel
de un panal que destila. R.


SEGUNDA LECTURA

2 Tim 1, 13-14 – 2, 1-3.

Vela por el precioso depósito con la ayuda del Espíritu Santo.

Lectura de la segunda Carta de san Pablo a Timoteo.

QUERIDO hermano:

Ten por modelo las palabras sanas
que has oído de mí en la fe y el amor,
que tienen su fundamento en Cristo Jesús.

Vela por el precioso depósito
con la ayuda del Espíritu Santo que habita en nosotros.

Así pues, tú, hijo mío, hazte fuerte en la gracia de Cristo Jesús;
y lo que has oído de mí, a través de muchos testigos,
esto mismo confíalo a hombres fieles,
capaces, a su vez, de enseñar a otros.

Toma parte en los padecimientos como buen soldado de Cristo Jesús.


Palabra de Dios.

ALELUYA

Jn 15, 5.

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Yo soy la vid y vosotros los sarmientos —dice el Señor—.
El que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante;
porque sin mí no podéis hacer nada.


EVANGELIO

Lc 6, 43-49.

¿Por qué me llamáis “Señor, Señor”, y no hacéis lo que digo?

+

Lectura del santo Evangelio según san Lucas.

EN aquel tiempo, decía Jesús a sus discípulos:

«No hay árbol bueno que dé fruto malo, ni árbol malo que dé fruto bueno; por ello, cada árbol se conoce por su fruto; porque no se recogen higos de las zarzas, ni se vendimian racimos de los espinos.

El hombre bueno, de la bondad que atesora en su corazón saca el bien, y el que es malo, de la maldad saca el mal; porque de lo que rebosa el corazón habla la boca.

¿Por qué me llamáis “Señor, Señor”, y no hacéis lo que digo?

Todo el que viene a mí, escucha mis palabras y las pone en práctica, os voy a decir a quién se parece: se parece a uno que edificó una casa: cavó, ahondó y puso los cimientos sobre roca; vino una crecida, arremetió el río contra aquella casa, y no pudo derribarla, porque estaba sólidamente construida.

El que escucha y no pone en práctica se parece a uno que edificó una casa sobre tierra, sin cimiento; arremetió contra ella el río, y enseguida se derrumbó desplomándose, y fue grande la ruina de aquella casa».


Palabra de Dios.



25 de enero
LA CONVERSIÓN DE SAN PABLO

FIESTA

PRIMERA LECTURA (Opción 1)

Hch 22, 3-21

Levántate, recibe el bautismo y lava tus pecados invocando el nombre de Jesús.

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles.

EN aquellos días, dijo Pablo al pueblo:

«Yo soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero educado en esta ciudad; me formé a los pies de Gamaliel en la exacta observancia de la ley de nuestros padres; he servido a Dios con tanto celo como vosotros mostráis hoy. Yo perseguí a muerte este Camino, encadenando y metiendo en la cárcel a hombres y mujeres, como pueden atestiguar en favor mío el sumo sacerdote y todo el consejo de los ancianos. Ellos me dieron cartas para los hermanos de Damasco, y me puse en camino con el propósito de traerme encadenados a Jerusalén a los que encontrase allí, para que los castigaran. Pero yendo de camino, cerca ya de Damasco, hacia mediodía, de repente una gran luz del cielo me envolvió con su resplandor; caí por tierra y oí una voz que me decía: “Saúl, Saúl, ¿por qué me persigues?”.

Yo pregunté:

“¿Quién eres, Señor?”.

Y me dijo:

“Yo soy Jesús el Nazareno a quien tú persigues”.

Mis compañeros vieron el resplandor, pero no oyeron la voz que me hablaba. Yo pregunté:

“¿Qué debo hacer, Señor?”.

El Señor me respondió:

“Levántate, continúa el camino hasta Damasco, y allí te dirán todo lo que está determinado que hagas”.

Como yo no veía, cegado por el resplandor de aquella luz, mis compañeros me llevaron de la mano a Damasco. Un cierto Ananías, hombre piadoso según la ley, recomendado por el testimonio de todos los judíos residentes en la ciudad, vino a verme, se puso a mi lado y me dijo:

“Saúl, hermano, recobra la vista”.

Inmediatamente recobré la vista y lo vi. Él me dijo:

“El Dios de nuestros padres te ha elegido para que conozcas su voluntad, veas al Justo y escuches la voz de sus labios, porque vas a ser su testigo ante todos los hombres de lo que has visto y oído. Ahora, ¿qué te detiene? Levántate, recibe el bautismo y lava tus pecados invocando su nombre”.

Regresé a Jerusalén y, mientras oraba en el templo, caí en éxtasis y lo vi que me decía:

“Date prisa y sal inmediatamente de Jerusalén, pues no recibirán tu testimonio acerca de mí”.

Yo respondí:

“Señor, ellos saben que yo andaba por la sinagogas encarcelando y azotando a los que creían en ti; y cuando se derramaba la sangre de tu testigo Esteban, yo también me encontraba presente, aprobándolo y guardando los vestidos de los que lo mataban”.

Pero él me dijo:

“Ponte en camino, porque yo te voy a enviar lejos, a los gentiles”».


Palabra de Dios.

O bien:


PRIMERA LECTURA (Opción 2)

Hch 9, 1-22

Allí se te dirá lo que tienes que hacer.

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles.

EN aquellos días, Saulo, respirando todavía amenazas de muerte contra los discípulos del Señor, se presentó al sumo sacerdote y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, autorizándolo a traerse encadenados a Jerusalén a los que descubriese que pertenecían al Camino, hombres y mujeres.

Mientras caminaba, cuando ya estaba cerca de Damasco, de repente una luz celestial lo envolvió con su resplandor. Cayó a tierra y oyó una voz que le decía:

«Saúl, Saúl, ¿por qué me persigues?».

Dijo él:

«¿Quién eres, Señor?».

Respondió:

«Soy Jesús, a quien tú persigues. Pero levántate, entra en la ciudad, y allí se te dirá lo que tienes que hacer».

Sus compañeros de viaje se quedaron mudos de estupor, porque oían la voz, pero no veían a nadie. Saulo se levantó del suelo, y, aunque tenía los ojos abiertos, no veía nada. Lo llevaron de la mano hasta Damasco. Allí estuvo tres días ciego, sin comer ni beber.

Había en Damasco un discípulo, que se llamaba Ananías. El Señor lo llamó en una visión:

«Ananías».

Respondió él:

«Aquí estoy, Señor».

El Señor le dijo:

«Levántate y ve a la calle llamada Recta, y pregunta en casa de Judas por un tal Saulo de Tarso. Mira, está orando, y ha visto en visión a un cierto Ananías que entra y le impone las manos para que recobre la vista».

Ananías contestó:

«Señor, he oído a muchos hablar de ese individuo y del daño que ha hecho a tus santos en Jerusalén, y que aquí tiene autorización de los sumos sacerdotes para llevarse presos a todos los que invocan tu nombre».

El Señor le dijo:

«Anda, ve; que ese hombre es un instrumento elegido por mí para llevar mi nombre a pueblos y reyes, y a los hijos de Israel. Yo le mostraré lo que tiene que sufrir por mi nombre».

Salió Ananías, entró en la casa, le impuso las manos y dijo:

«Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció cuando venías por el camino, me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno de Espíritu Santo».

Inmediatamente se le cayeron de los ojos una especie de escamas, y recobró la vista. Se levantó, y fue bautizado. Comió, y recobró las fuerzas.

Se quedó unos días con los discípulos de Damasco, y luego se puso a anunciar en las sinagogas que Jesús es el Hijo de Dios. Los oyentes quedaban pasmados y comentaban:

«¿No es éste el que hacía estragos en Jerusalén con los que invocan ese nombre? Y ¿no había venido aquí precisamente para llevárselos encadenados a los sumos sacerdotes?».

Pero Pablo cobraba cada vez más ánimo y tenía confundidos a los judíos de Damasco, demostrando que Jesús es el Mesías.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial:

Sal 116, 1. 2

R. Id al mundo entero y proclamad el Evangelio.

O bien:

R. Aleluya.

V. Alabad al Señor, todas las naciones,
aclamadlo, todos los pueblos. R.

V. Firme es su misericordia con nosotros,
su fidelidad dura por siempre. R.


Aleluya

Cf. Jn 15, 16

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Yo os he elegido del mundo —dice el Señor—,
para que vayáis y deis fruto,
y vuestro fruto permanezca. R.


EVANGELIO

Mc 16, 15-18

Id al mundo entero y proclamad el Evangelio.

+

Lectura del santo Evangelio según san Marcos.

EN aquel tiempo, Jesús se apareció a los once y les dijo:

«Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación.

El que crea y sea bautizado se salvará; el que no crea será condenado.

A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos».


Palabra del Señor.


26 de enero
San Timoteo y san Tito

MEMORIA

PRIMERA LECTURA (Opción 1)

2 Tim 1, 1-8

Evoco el recuerdo de tu fe sincera.

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo.

PABLO, apóstol de Cristo Jesús por voluntad de Dios para anunciar la promesa de vida que hay en Cristo Jesús, a Timoteo, hijo querido: gracia, misericordia y paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús, Señor nuestro.

Doy gracias a Dios, a quien sirvo, como mis antepasados, con conciencia limpia, porque te tengo siempre presente en mis oraciones noche y día.

Al acordarme de tus lágrimas, ansío verte, para llenarme de alegría. Evoco el recuerdo de tu fe sincera, la que arraigó primero en tu abuela Loide y tu madre Eunice, y estoy seguro que también en ti.

Por esta razón te recuerdo que reavives el don de Dios que hay en ti por imposición de mis manos, pues Dios no nos ha dado un espíritu de cobardía, sino de fortaleza, de amor y de templanza.

Así pues, no te avergüences del testimonio de nuestro Señor ni de mí, su prisionero; antes bien, toma parte en los padecimientos por el Evangelio, según la fuerza de Dios.


Palabra de Dios.

O bien:


PRIMERA LECTURA (opción 2)

Tit 1, 1-5

A Tito, verdadero hijo en la fe que compartimos.

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles.

PABLO, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo, para suscitar la fe de los elegidos de Dios y el conocimiento de la verdad, que, de acuerdo con la piedad, lleva a la esperanza de la vida eterna; ésta fue prometida antes de los siglos por Dios, que nunca miente; al llegar el tiempo apropiado, él manifestó su palabra por la predicación que me fue confiada según el mandato de Dios nuestro Salvador, a Tito, verdadero hijo en la fe que compartimos: gracia y paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús, Salvador nuestro.

Mi intención al dejarte en Creta era que acabaras de organizar lo que aún faltaba por hacer y constituyeses presbíteros en cada ciudad, siguiendo las instrucciones que te di.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial:

Sal 95, 1. 2

R. Id al mundo entero y proclamad el Evangelio.

O bien:

R. Aleluya.

V. Alabad al Señor, todas las naciones,
aclamadlo, todos los pueblos. R.

V. Firme es su misericordia con nosotros,
su fidelidad dura por siempre. R.

Evangelio correspondiente del Leccionario III (par o impar).

O bien, se recomienda por razones pastorales el EVANGELIO: Mc 4, 26-34.

 

29 de enero
SAN JULIÁN, OBISPO

ARCHIDIÓCESIS DE TOLEDO
FIESTA

PRIMERA LECTURA

2 Cor 4, 1-2. 5-7

Predicamos a Jesucristo como Señor, y a nosotros como siervos vuestros por Jesús.

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios.

HERMANOS:

Encargados de este ministerio por la misericordia obtenida, no nos acobardamos; al contrario, hemos renunciado a la clandestinidad vergonzante, no actuando con intrigas ni falseando la palabra de Dios; sino que, manifestando la verdad, nos recomendamos a la conciencia de todo el mundo delante de Dios.

Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como siervos vuestros por Jesús.

Pues el Dios que dijo: «Brille la luz del seno de las tinieblas» ha brillado en nuestros corazones, para que resplandezca el conocimiento de la gloria de Dios reflejada en el rostro de Cristo.

Pero llevamos este tesoro en vasijas de barro, para que se vea que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no proviene de nosotros.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial:

Sal 88, 2-3. 4-5. 21-22. 25 y 27 (R.: 2a)

R. Cantaré eternamente las misericordias del Señor.

V. Cantaré eternamente las misericordias del Señor,
anunciaré tu fidelidad por todas las edades.
Porque dijiste: «La misericordia es un edificio eterno»,
más que el cielo has afianzado tu fidelidad. R.

V. «Sellé una alianza con mi elegido,
jurando a David, mi siervo:
Te fundaré un linaje perpetuo,
edificaré tu trono para todas las edades». R.

V. Encontré a David, mi siervo,
y lo he ungido con óleo sagrado;
para que mi mano esté siempre con él
y mi brazo lo haga valeroso. R.

V. Mi fidelidad y misericordia lo acompañarán,
por mi nombre crecerá su poder.
Él me invocará: “Tú eres mi padre,
mi Dios, mi Roca salvadora”. R.


Aleluya

Jn 15, 15b

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. a vosotros os llamo amigos, —dice el Señor—,
porque todo lo que he oído a mi Padre
os lo he dado a conocer. R.

 

EVANGELIO

Jn 15, 9-17

Os he destinado para que vayáis y deis fruto.

+

Lectura del santo Evangelio según san Juan.

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor.

Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.

Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud.

Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado.

Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos.

Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando.

Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.

No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto permanezca. De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé.

Esto os mando: que os améis unos a otros».


Palabra del Señor.



FEBRERO

2 de febrero
PRESENTACIÓN DEL SEÑOR

FIESTA

PRIMERA LECTURA

Mal 3, 1-4

Llegará a su santuario el Señor a quien vosotros andáis buscando.

Lectura de la profecía de Malaquías.

ESTO dice el Señor Dios:

«Voy a enviar a mi mensajero para que prepare el camino ante mí.

De repente llegará a su santuario el Señor a quien vosotros andáis buscando; y el mensajero de la alianza en quien os regocijáis, mirad que está llegando, dice el Señor del universo. ¿Quién resistirá el día de su llegada? ¿Quién se mantendrá en pie ante su mirada? Pues es como fuego de fundidor, como lejía de lavandero. Se sentará como fundidor que refina la plata; refinará a los levitas y los acrisolará como oro y plata, y el Señor recibirá ofrenda y oblación justas.

Entonces agradará al Señor la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en tiempos pasados, como antaño».


Palabra de Dios.

SEGUNDA LECTURA (Cuando coincide en Domingo)

Heb 2, 14-18

Tenía que parecerse en todo a sus hermanos.

Lectura de la carta a los Hebreos.

LO mismo que los hijos participan de la carne y de la sangre, así también participó Jesús de nuestra carne y sangre, para aniquilar mediante la muerte al señor de la muerte, es decir, al diablo, y liberar a cuantos, por miedo a la muerte, pasaban la vida entera como esclavos.

Notad que tiende una mano a los hijos de Abrahán, no a los ángeles. Por eso tenía que parecerse en todo a sus hermanos, para ser sumo sacerdote misericordioso y fiel en lo que a Dios se refiere, y expiar los pecados del pueblo. Pues, por el hecho de haber padecido sufriendo la tentación, puede auxiliar a los que son tentados.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 23, 7. 8. 9. 10 (R.: 10b)

R. El Señor, Dios del universo, él es el Rey de la gloria.

V. ¡Portones!, alzad los dinteles,
que se alcen las puertas eternales:
va a entrar el Rey de la gloria. R.

V. ¿Quién es ese Rey de la gloria?
El Señor, héroe valeroso,
el Señor, valeroso en la batalla. R.

V. ¡Portones!, alzad los dinteles,
que se alcen las puertas eternales:
va a entrar el Rey de la gloria. R.

V. ¿Quién es ese Rey de la gloria?
El Señor, Dios del universo,
él es el Rey de la gloria. R.


Aleluya

Lc 2, 32

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Luz para alumbrar a las naciones
y gloria de tu pueblo Israel. R.


EVANGELIO

Lc 2, 22-40

Mis ojos han visto a tu Salvador.

+

Lectura del santo Evangelio según san Lucas.

CUANDO se cumplieron los días de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: «Todo varón primogénito será consagrado al Señor», y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: «un par de tórtolas o dos pichones».

Había entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo estaba con él. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo.

Y cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo acostumbrado según la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo:

«Ahora, Señor, según tu promesa,
puedes dejar a tu siervo irse en paz.
Porque mis ojos han visto a tu Salvador,
a quien has presentado ante todos los pueblos:
luz para alumbrar a las naciones
y gloria de tu pueblo Israel».

Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño. Simeón los bendijo y dijo a María, su madre:

«Éste ha sido puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; y será como un signo de contradicción —y a ti misma una espada te traspasará el alma—, para que se pongan de manifiesto los pensamientos de muchos corazones».

Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, ya muy avanzada en años. De joven había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba del templo, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones noche y día. Presentándose en aquel momento, alababa también a Dios y hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén.

Y, cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño, por su parte, iba creciendo y robusteciéndose, lleno de sabiduría; y la gracia de Dios estaba con él.


Palabra del Señor.

EVANGELIO (Forma breve)

Lc 2, 22-40

Mis ojos han visto a tu Salvador.

+

Lectura del santo Evangelio según san Lucas.

CUANDO se cumplieron los días de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: «Todo varón primogénito será consagrado al Señor», y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: «un par de tórtolas o dos pichones».

Había entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo estaba con él. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo.

Y cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo acostumbrado según la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo:

«Ahora, Señor, según tu promesa,
puedes dejar a tu siervo irse en paz.
Porque mis ojos han visto a tu Salvador,
a quien has presentado ante todos los pueblos:
luz para alumbrar a las naciones
y gloria de tu pueblo Israel».


Palabra del Señor.


14 de febrero
SANTOS CIRILO, MONJE, Y METODIO, OBISPO,
PATRONOS DE EUROPA

FIESTA

PRIMERA LECTURA

Hch 13, 46-49

Sabed que nos dedicamos a los gentiles.

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles.

EN aquellos días, Pablo y Bernabé dijeron a los judíos:

«Teníamos que anunciaros primero a vosotros la palabra de Dios; pero como la rechazáis y no os consideráis dignos de la vida eterna, sabed que nos dedicamos a los gentiles. Así nos lo ha mandado el Señor: “Yo te he puesto como luz de los gentiles, para que lleves la salvación hasta el confín de la tierra”».

Cuando los gentiles oyeron esto, se alegraron y alababan la palabra del Señor; y creyeron los que estaban destinados a la vida eterna.

La palabra del Señor se iba difundiendo por toda la región.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 116, 1. 2

R. Id al mundo entero y proclamad el Evangelio.

O bien:

R. Aleluya.

V. Alabad al Señor, todas las naciones,
aclamadlo, todos los pueblos. R.

V. Firme es su misericordia con nosotros,
su fidelidad dura por siempre. R.


Aclamación antes del Evangelio (en Cuaresma)

Lc 4, 18

El Señor me ha enviado a evangelizar a los pobres,
a proclamar a los cautivos la libertad.

O bien:

Aleluya (para el Tiempo Ordinario)

Lc 4, 18

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. El Señor me ha enviado a evangelizar a los pobres,
a proclamar a los cautivos la libertad. R.


EVANGELIO

Lc 10, 1-9

La mies es abundante y los obreros pocos.

+

Lectura del santo Evangelio según san Lucas.

EN aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos, y los mandó delante de él, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía:

«La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies.

¡Poneos en camino! Mirad que os envío como corderos en medio de lobos. No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias; y no saludéis a nadie por el camino.

Cuando entréis en una casa, decid primero: “Paz a esta casa”. Y, si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros.

Quedaos en la misma casa, comiendo y bebiendo de lo que tengan: porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa en casa.

Si entráis en una ciudad y os reciben, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya en ella, y decidles: “El reino de Dios ha llegado a vosotros”».


Palabra del Señor.


22 de febrero
LA CÁTEDRA DE SAN PEDRO, APÓSTOL

FIESTA

PRIMERA LECTURA

1 Pe 5, 1-4

Yo, presbítero con ellos, testigo de la pasión de Cristo.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro.

QUERIDOS hermanos:

A los presbíteros entre vosotros, yo presbítero con ellos, testigo de la pasión de Cristo y partícipe de la gloria que se va a revelar, os exhorto: pastoread el rebaño de Dios que tenéis a vuestro cargo, mirad por él, no a la fuerza, sino de buena gana, como Dios quiere; no por sórdida ganancia, sino con entrega generosa; no como déspotas con quienes os ha tocado en suerte, sino convirtiéndoos en modelos del rebaño.

Y, cuando aparezca el Pastor supremo, recibiréis la corona inmarcesible de la gloria.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 22, 1b-3a. 4. 5. 6 (R.: 1b)

R. El Señor es mi pastor, nada me falta.

V. El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas. R.

V. Me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan. R.

V. Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa. R.

V. Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término. R.


Aclamación antes del Evangelio (en Cuaresma)

Mt 16, 18

Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia,
y el poder del infierno no la derrotará.

O bien:

Aleluya (para el Tiempo Ordinario)

Mt 16, 18

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia,
y el poder del infierno no la derrotará. R.

 

EVANGELIO

Mt 16, 13-19

Tú eres Pedro, y te daré las llaves del reino de los cielos.

+

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

EN aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos:

«¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?».

Ellos contestaron:

«Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas».

Él les preguntó:

«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?».

Simón Pedro tomó la palabra y dijo:

«Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo».

Jesús le respondió:

«¡Bienaventurado tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos.

Ahora yo te digo: tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará.

Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos».


Palabra del Señor.


MARZO

19 de marzo
SAN JOSÉ, ESPOSO
DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA

SOLEMNIDAD

PRIMERA LECTURA

2 Sam 7, 4-5a. 12-14a. 16

El Señor Dios le dará el trono de David, su padre.

Lectura del segundo libro de Samuel.

EN aquellos días, vino esta palabra del Señor a Natán:

«Ve y habla a mi siervo David:

“Así dice el Señor: Cuando se cumplan tus días y reposes con tus padres, yo suscitaré descendencia tuya después de ti. Al que salga de tus entrañas le afirmaré tu reino.

Será él quien construya una casa a mi nombre y yo consolidaré el trono de su realeza para siempre.

Yo seré para él un padre y él será para mí un hijo.

Tu casa y tu reino se mantendrán siempre firmes ante mí, tu trono durará para siempre”».


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 88, 2-3. 4-5. 27 y 29 (R.: 37)

R. Su linaje será perpetuo.

V. Cantaré eternamente las misericordias del Señor,
anunciaré tu fidelidad por todas las edades.
Porque dijiste: «La misericordia es un edificio eterno»,
más que el cielo has afianzado tu fidelidad. R.

V. «Sellé una alianza con mi elegido,
jurando a David, mi siervo:
Te fundaré un linaje perpetuo,
edificaré tu trono para todas las edades». R.

V. Él me invocará: “Tú eres mi padre,
mi Dios, mi Roca salvadora”.
Le mantendré eternamente mi favor,
y mi alianza con él será estable. R.


SEGUNDA LECTURA

Rom 4, 13. 16-18. 22

Apoyado en la esperanza, creyó contra toda esperanza.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos.

HERMANOS:

No por la ley sino por la justicia de la fe recibieron Abrahán y su descendencia la promesa de que iba a ser heredero del mundo.

Por eso depende de la fe, para que sea según gracia; de este modo, la promesa está asegurada para toda la descendencia, no solamente para la que procede de la ley, sino también para la que procede de la fe de Abrahán, que es padre de todos nosotros.

Según está escrito: «Te he constituido padre de muchos pueblos»; la promesa está asegurada ante aquel en quien creyó, el Dios que da vida a los muertos y llama a la existencia lo que no existe.

Apoyado en la esperanza, creyó contra toda esperanza que llegaría a ser padre de muchos pueblos, de acuerdo con lo que se le había dicho: «Así será tu descendencia».

Por lo cual le fue contado como justicia.


Palabra de Dios.

Versículo antes del Evangelio

Sal 83, 5

Dichosos los que viven en tu casa, Señor,
alabándote siempre.


EVANGELIO (opción 1)

Mt 1, 16. 18-21. 24a

José hizo lo que le había mandado el ángel del Señor.

+

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

JACOB engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.

La generación de Jesucristo fue de esta manera:

María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.

José, su esposo, como era justo y no quería difamarla, decidió repudiarla en privado. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:

«José, hijo de David, no temas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados».

Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor.


Palabra del Señor.

EVANGELIO (opción 2)

Lc 2, 41-51a

Tu padre y yo te buscábamos angustiados.

+

Lectura del santo Evangelio según san Lucas.

LOS padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por la fiesta de la Pascua.

Cuando cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres.

Éstos, creyendo que estaba en la caravana, anduvieron el camino de un día y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén buscándolo.

Y sucedió que, a los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.

Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre:

«Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Tu padre y yo te buscábamos angustiados».

Él les contestó:

«¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en las cosas de mi Padre?».

Pero ellos no comprendieron lo que les dijo.

Él bajó con ellos y fue a Nazaret y estaba sujeto a ellos.


Palabra del Señor.


25 de marzo
LA ANUNCIACIÓN DEL SEÑOR

SOLEMNIDAD

Cuando esta solemnidad coincide con la Semana Santa, se traslada al lunes siguiente al segundo domingo de Pascua.


PRIMERA LECTURA

Is 7, 10-14; 8, 10b

Mirad: la virgen está encinta.

Lectura del libro de Isaías.

EN aquellos días, el Señor habló a Ajaz y le dijo:

«Pide un signo al Señor, tu Dios: en lo hondo del abismo o en lo alto del cielo».

Respondió Ajaz:

«No lo pido, no quiero tentar al Señor».

Entonces dijo Isaías:

«Escucha, casa de David: ¿no os basta cansar a los hombres, que cansáis incluso a mi Dios? Pues el Señor, por su cuenta, os dará un signo. Mirad: la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel, porque con nosotros está Dios».

 

Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 39, 7-8a. 8b-9. 10. 11 (R.: cf. 8a y 9a)

R. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

V. Tú no quieres sacrificios ni ofrendas,
y, en cambio, me abriste el oído;
no pides holocaustos ni sacrificios expiatorios,
entonces yo digo: «Aquí estoy». R.

V. «—Como está escrito en mi libro—
para hacer tu voluntad».
Dios mío, lo quiero,
y llevo tu ley en las entrañas. R.

V. He proclamado tu salvación
ante la gran asamblea;
no he cerrado los labios,
Señor, tú lo sabes. R.

V. No me he guardado en el pecho tu justicia,
he contado tu fidelidad y tu salvación,
no he negado tu misericordia y tu lealtad
ante la gran asamblea. R.


SEGUNDA LECTURA

Heb 10, 4-10

Así está escrito en el comienzo del libro acerca de mí: «para hacer, ¡oh, Dios!, tu voluntad».

Lectura de la carta a los Hebreos.

HERMANOS:

Es imposible que la sangre de los toros y de los machos cabríos quite los pecados.

Por eso, cuando Cristo entró en el mundo dice:

«Tú no quisiste sacrificios ni ofrendas,
pero me formaste un cuerpo;
no aceptaste
holocaustos ni víctimas expiatorias.

Entonces yo dije: He aquí que vengo
—pues está escrito en el comienzo del libro acerca de mí—
para hacer, ¡oh, Dios!, tu voluntad».

Primero dice: «Tú no quisiste sacrificios ni ofrendas, ni holocaustos, ni víctimas expiatorias», que se ofrecen según la ley.

Después añade: «He aquí que vengo para hacer tu voluntad».

Niega lo primero, para afirmar lo segundo.

Y conforme a esa voluntad todos quedamos santificados por la oblación del cuerpo de Jesucristo, hecha una vez para siempre.


Palabra de Dios.

Versículo antes del Evangelio

Jn 1, 14ab

El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros,
y hemos contemplado su gloria.

Si cae en Tiempo Pascual:

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros,
y hemos contemplado su gloria.

 
EVANGELIO

Lc 1, 26-38

Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo.

+

Lectura del santo Evangelio según san Lucas.

EN aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.

El ángel, entrando en su presencia, dijo:

«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo».

Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo:

«No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin».

Y María dijo al ángel:

«¿Cómo será eso, pues no conozco varón?».

El ángel le contestó:

«El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque “para Dios nada hay imposible”».

María contestó:

«He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra».

Y el ángel se retiró.


Palabra del Señor.



ABRIL

25 de abril
SAN MARCOS, EVANGELISTA

FIESTA

PRIMERA LECTURA

1 Pe 5, 5b-14

Os saluda Marcos, mi hijo.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro.

QUERIDOS hermanos:

Revestíos todos de humildad en el trato mutuo, porque Dios resiste a los soberbios, mas da su gracia a los humildes. Así pues, sed humildes bajo la poderosa mano de Dios, para que él, os ensalce en su momento. Descargad en él todo vuestro agobio, porque él cuida de vosotros.

Sed sobrios, velad. Vuestro adversario, el diablo, como león rugiente, ronda buscando a quién devorar. Resistidle, firmes en la fe, sabiendo que vuestra comunidad fraternal en el mundo entero está pasando por los mismos sufrimientos. Y el Dios de toda gracia que os ha llamado a su gloria eterna en Cristo Jesús, después de sufrir un poco, él mismo os restablecerá, os afianzará, os robustecerá y os consolidará. Suyo es el poder por los siglos. Amén.

Os he escrito brevemente por medio de Silvano, al que tengo por hermano fiel, para exhortaros y para daros testimonio de que ésta es la verdadera gracia de Dios. Manteneos firmes en ella.

Os saluda la comunidad que en Babilonia comparte vuestra misma elección, y también Marcos, mi hijo. Saludaos unos a otros con el beso del amor.

Paz a todos vosotros, los que vivís en Cristo.

 

Palabra de Dios.

 

Salmo responsorial

Sal 88, 2-3. 6-7. 16-17 (R.: cf. 2a)

R. Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.

V. Cantaré eternamente las misericordias del Señor,
anunciaré tu fidelidad por todas las edades.
Porque dije: «La misericordia es un edificio eterno»,
más que el cielo has afianzado tu fidelidad. R.

V. El cielo proclama tus maravillas, Señor,
y tu fidelidad en la asamblea de los santos.
¿Quién sobre las nubes se compara a Dios?
¿Quién como el Señor entre los seres divinos? R.

V. Dichoso el pueblo que sabe aclamarte:
caminará, oh, Señor, a la luz de tu rostro;
tu nombre es su gozo cada día,
tu justicia es su orgullo. R.


Aleluya

1 Cor 1, 23a. 24b

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Nosotros predicamos a Cristo crucificado,
fuerza de Dios y sabiduría de Dios. R.


EVANGELIO

Mc 16, 15-20

Proclamad el Evangelio a toda la creación.

+

Lectura del santo Evangelio según san Marcos.

EN aquel tiempo, se apareció Jesús a los once y les dijo:

«Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación.

El que crea y sea bautizado se salvará; el que no crea será condenado.

A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos».

Después de hablarles, el Señor Jesús fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios.

Ellos se fueron a predicar el Evangelio por todas partes, y el Señor cooperaba confirmando la palabra con las señales que los acompañaban.


Palabra del Señor.



26 de abril
SAN ISIDORO,
OBISPO Y DOCTOR DE LA IGLESIA

FIESTA

PRIMERA LECTURA

1 Cor 2, 1-10

Vuestra fe se apoye en el poder de Dios.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios.

YO mismo, hermanos, cuando vine a vosotros a anunciaros el misterio de Dios, no lo hice con sublime elocuencia o sabiduría, pues nunca entre vosotros me precié de saber cosa alguna, sino a Jesucristo, y éste crucificado.

También yo me presenté a vosotros débil y temblando de miedo; mi palabra y mi predicación no fue con persuasiva sabiduría humana, sino en la manifestación y el poder del Espíritu, para que vuestra fe no se apoye en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.

Sabiduría, sí, hablamos, entre los perfectos, pero una sabiduría que no es de este mundo ni de los príncipes de este mundo, condenados a perecer, sino que enseñamos una sabiduría divina, misteriosa, escondida, predestinada por Dios antes de los siglos para nuestra gloria.

Ninguno de los príncipes de este mundo la ha conocido, pues, si la hubiesen conocido, nunca hubieran crucificado al Señor de la gloria.

Sino que, como está escrito:

«Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni el hombre puede pensar lo que Dios ha preparado para los que lo aman».

Y Dios nos lo ha revelado por el Espíritu; pues el Espíritu lo sondea todo, incluso lo profundo de Dios.

 

Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 118, 99-100. 101-102. 103-104 (R.: 105)

R. Lámpara es tu palabra para mis pasos,
luz en mi sendero.

V. Soy más docto que todos mis maestros,
porque medito tus preceptos.
Soy más sagaz que los ancianos,
porque cumplo tus leyes. R.

V. Aparto mi pie de toda senda mala,
para guardar tu palabra.
No me aparto de tus mandamientos,
porque tú me has instruido. R.

V. ¡Qué dulce al paladar tu promesa:
más que miel en la boca!
Considero tus decretos,
y odio el camino de la mentira. R.


Aleluya

Mt 5, 16

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Brille así vuestra luz ante los hombres,
para que vean vuestras buenas obras
y den gloria a vuestro Padre. R.


EVANGELIO

Mt 5, 13-16

Vosotros sois la luz del mundo.

+

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán?

No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente.

Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte.

Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa.

Brille así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en los cielos».


Palabra del Señor.



29 de abril
SANTA CATALINA DE SIENA,
VIRGEN Y DOCTORA DE LA IGLESIA.
PATRONA DE EUROPA

FIESTA

PRIMERA LECTURA

1 Jn 1, 5 – 2, 2

La sangre de Jesús nos limpia de todo pecado.

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan.

HERMANOS:

Éste es el mensaje que hemos oído de él y que os anunciamos: Dios es luz y en él no hay tiniebla alguna.

Si decimos que estamos en comunión con él y vivimos en las tinieblas, mentimos y no obramos la verdad. Pero, si caminamos en la luz, lo mismo que él está en la luz, entonces estamos en comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos limpia de todo pecado.

Si decimos que no hemos pecado, nos engañamos y la verdad no está en nosotros. Pero, si confesamos nuestros pecados, él, que es fiel y justo, nos perdonará los pecados y nos limpiará de toda injusticia.

Si decimos que no hemos pecado, lo hacemos mentiroso y su palabra no está en nosotros.

Hijos míos, os escribo esto para que no pequéis. Pero, si alguno peca, tenemos a uno que abogue ante el Padre: a Jesucristo, el Justo. Él es víctima de propiciación por nuestros pecados, no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 102, 1-2. 3-4. 8-9. 13-14. 17-18a (R.: 1)

R. Bendice, alma mía, al Señor.

V. Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios. R.

V. El Señor es compasivo y misericordioso,
lento a la ira y rico en clemencia.
No está siempre acusando
ni guarda rencor perpetuo.  R.

V. Como un padre siente ternura por sus hijos,
siente el Señor ternura por los que lo temen;
porque él conoce nuestra masa,
se acuerda de que somos barro. R.

V. La misericordia del Señor
dura desde siempre y por siempre,
para aquellos que lo temen;
su justicia pasa de hijos a nietos,
para los que guardan la alianza. R.


Aleluya

Cf. Lc 11, 21

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Bendito seas, Padre,
Señor del cielo y de la tierra,
porque has revelado
los misterios del reino a los pequeños. R.


EVANGELIO

Mt 11, 25-30

Has escondido estas cosas a los sabios, y las has revelado a los pequeños.

+

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

EN aquel momento tomó la palabra Jesús y dijo:

«Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y se las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, así te ha parecido bien.

Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.

Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera».


Palabra del Señor.

 

MAYO

1 de mayo
San José obrero

En las misas votivas de san José se dicen las siguientes lecturas.

En caso de celebrarse esta memoria, el Evangelio es obligatorio.

La primera lectura con su salmo, ordinariamente, de la feria. Por motivos pastorales se recomiendan las siguientes:

PRIMERA LECTURA (opción 1)

Gén 1, 26 – 2, 3

Llenad la tierra y sometedla.

Lectura del libro del Génesis.

DIJO Dios:

«Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza; que domine los peces del mar, las aves del cielo, los ganados y los reptiles de la tierra».

Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó, varón y mujer los creó.

Dios los bendijo; y les dijo Dios:

«Sed fecundos y multiplicaos, llenad la tierra y sometedla; dominad los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que se mueven sobre la tierra».

Y dijo Dios:

«Mirad, os entrego todas las hierbas que engendran semilla sobre la superficie de la tierra y todos los árboles frutales que engendran semilla: os servirán de alimento. Y la hierba verde servirá de alimento a todas las fieras de la tierra, a todas las aves del cielo, a todos los reptiles de la tierra y a todo ser que respira».

Y así fue. 

Vio Dios todo lo que había hecho, y era muy bueno.

Pasó una tarde, pasó una mañana: el día sexto.

Así quedaron concluidos el cielo, la tierra y todo el universo.

Y habiendo concluido el día séptimo la obra que había hecho, descansó el día séptimo de toda la obra que había hecho.

Y bendijo Dios el día séptimo y lo consagró, porque en él descansó de toda la obra que Dios había hecho cuando creó.


Palabra de Dios.

PRIMERA LECTURA (opción 2)

Col 3, 14-15. 17. 23-24

Lo que hacéis, hacedlo con toda el alma, como para servir al Señor, y no a los hombres.

Lectura de la cara del apóstol san Pablo a los Colosenses.

HERMANOS:

Por encima de todo, el amor, que es el vínculo de la unidad perfecta.

Que la paz de Cristo reine en vuestro corazón: a ella habéis sido convocados en un solo cuerpo.

Sed también agradecidos.

Y todo lo que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre de Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.

Lo que hacéis, hacedlo con toda el alma, como para servir al Señor, y no a los hombres: sabiendo que recibiréis del Señor en recompensa la herencia. Servid a Cristo Señor.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 89, 2. 3-4-12-13. 14 y 16 (R.: 17c)

R. Haz prósperas las obras de nuestras manos, Señor.

O bien:

R. Aleluya.

V. Antes que naciesen los montes 
o fuera engendrado el orbe de la tierra,
desde siempre y por siempre tú eres Dios. R.

V. Tú reduces el hombre a polvo,
diciendo: «Retornad, hijos de Adán».
Mil años en tu presencia son un ayer que pasó;
una vela nocturna. R.

V. Enséñanos a calcular nuestros años, 
para que adquiramos un corazón sensato.
Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo? 
Ten compasión de tus siervos. R.

V. Por la mañana sácianos de tu misericordia, 
y toda nuestra vida será alegría y júbilo.
Que tus siervos vean tu acción 
y sus hijos tu gloria. R.


Aleluya

Sal 67, 20

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Bendito el Señor cada día,
Dios lleva nuestras cargas, es nuestra salvación. R.


EVANGELIO

Mt 13, 54-58

¿No es el hijo del carpintero?

+

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

EN aquel tiempo, Jesús fue a su ciudad y se puso a enseñar en su sinagoga.

La gente decía admirada:

«¿De dónde saca éste esa sabiduría y esos milagros? ¿No es el hijo del carpintero? ¿No es su madre María, y sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas? ¿No viven aquí todas sus hermanas? Entonces, ¿de dónde saca todo eso?».

Y se escandalizaban a causa de él.

Jesús les dijo:

«Sólo en su tierra y en su casa desprecian a un profeta».

Y no hizo allí muchos milagros, por su falta de fe.


Palabra del Señor.

3 de mayo
SANTOS FELIPE Y SANTIAGO, APÓSTOLES

FIESTA

PRIMERA LECTURA

1 Co 15, 1-8

El Señor se apareció a Santiago, más tarde a todos los apóstoles.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios.

OS recuerdo, hermanos, el Evangelio que os anuncié y que vosotros aceptasteis, en el que además estáis fundados, y que os está salvando, si os mantenéis en la palabra que os anunciamos; de lo contrario, creísteis en vano.

Porque yo os transmití en primer lugar, lo que también yo recibí: que Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras; y que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las Escrituras; y que se apareció a Cefas y más tarde a los Doce; después se apareció a más de quinientos hermanos juntos, la mayoría de los cuales vive todavía, otros han muerto; después se apareció a Santiago, más tarde a todos los apóstoles; por último, como a un aborto, se me apareció también a mí.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 18, 2-3. 4-5b (R.: 5a)

R. A toda la tierra alcanza su pregón.

O bien:

R. Aleluya.

V. El cielo proclama la gloria de Dios,
el firmamento pregona la obra de sus manos:
el día al día le pasa el mensaje,
la noche a la noche se lo susurra. R.

V. Sin que hablen, sin que pronuncien,
sin que resuene su voz,
a toda la tierra alcanza su pregón,
y hasta los límites del orbe su lenguaje. R.


Aleluya

Jn 14, 6b. 9c

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Yo soy el camino y la verdad y la vida —dice el Señor—;
Felipe, quien me ha visto a mí ha visto al Padre. R.


EVANGELIO

Jn 14, 6-14

Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces?

+

Lectura del santo Evangelio según san Juan.

EN aquel tiempo, dijo Jesús a Tomás:

«Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí.

Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto».

Felipe le dice:

«Señor, muéstranos al Padre y nos basta».

Jesús le replica:

«Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: “Muéstranos al Padre”? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace las obras. Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre en mí. Si no, creed a las obras.

En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aun mayores, porque yo me voy al Padre. Y lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré».


Palabra del Señor.


10 de mayo
San Juan de Ávila, presbítero
y doctor de la Iglesia

MEMORIA

Ordinariamente, lecturas de la feria.

Por motivos pastorales, del Común de pastores, o bien del Común de doctores de la Iglesia. Se recomiendan las siguientes:

PRIMERA LECTURA

Hch 13, 46-49

Sabed que nos dedicamos a los gentiles.

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles.

EN aquellos días Pablo y Bernabé dijeron a los judíos:

«Teníamos que anunciaros primero a vosotros la palabra de Dios; pero como la rechazáis y no os consideráis dignos de la vida eterna, sabed que nos dedicamos a los gentiles. Así nos lo ha mandado el Señor: “Yo te he puesto como luz de los gentiles, para que lleves la salvación hasta el confín de la tierra”».

Cuando los gentiles oyeron esto, se alegraron y alababan la palabra del Señor; y creyeron los que estaban destinados a la vida eterna.

La palabra del Señor se iba difundiendo por toda la región.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 22, 1b-3. 4. 5. 6 (R.: 1b)

R. El Señor es mi pastor, nada me falta.

V. El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas;
me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre. R.

V. Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan. R.

V. Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa. R.

V. Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término. R.


Aleluya

Mt 5, 16

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Brille así vuestra luz ante los hombres,
para que vean vuestras buenas obras
y den gloria al Padre. R.


EVANGELIO

Mt 5, 13-19

Vosotros sois la luz del mundo.

+

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán?

No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente.

Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte.

Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa.

Brille así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en los cielos.

No creáis que he venido a abolir la Ley y los Profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud.

En verdad os digo que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la ley.

El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos.


Palabra del Señor.

 

14 de mayo
SAN MATÍAS, APÓSTOL

FIESTA

PRIMERA LECTURA

Hch 1, 15-17. 20-26

Le tocó a Matías, y lo asociaron a los once apóstoles.

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles.

EN aquellos días, Pedro se puso en pie en medio de los hermanos (había reunidas unas ciento veinte personas) y dijo:

«Hermanos, tenía que cumplirse lo que el Espíritu Santo, por boca de David, había predicho, en la Escritura, acerca de Judas, el que hizo de guía de los que arrestaron a Jesús, pues era de nuestro grupo y le cupo en suerte compartir este ministerio.

Y es que en el libro de los Salmos está escrito: «Que su morada quede desierta, y que nadie habite en ella», y también: «Que su cargo lo ocupe otro».

Es necesario, por tanto, que uno de los que nos acompañaron todo el tiempo en que convivió con nosotros el Señor Jesús, comenzando en el bautismo de Juan hasta el día en que nos fue quitado y llevado al cielo, se asocie a nosotros como testigo de su resurrección».

Propusieron dos: José, llamado Barsabá, de sobrenombre Justo, y Matías. Y rezando, dijeron:

«Señor, tú que penetras el corazón de todos, muéstranos a cuál de los dos has elegido para que ocupe el puesto de este ministerio y apostolado, del que ha prevaricado Judas para marcharse a su propio puesto».

Les repartieron suertes, le tocó a Matías, y lo asociaron a los once apóstoles.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 112, 1-2. 3-4. 5-6. 7-8 (R.: 8)

R. El Señor lo sentó con los príncipes de su pueblo.

O bien:

R. Aleluya.

V. Alabad, siervos del Señor,
alabad el nombre del Señor.
Bendito sea el nombre del Señor,
ahora y por siempre. R.

V. De la salida del sol hasta su ocaso,
alabado sea el nombre del Señor.
El Señor se eleva sobre todos los pueblos,
su gloria sobre los cielos. R.

V. ¿Quién como el Señor, Dios nuestro,
que se eleva en su trono
y se abaja para mirar
al cielo y a la tierra? R.

V. Levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre,
para sentarlo con los príncipes,
los príncipes de su pueblo. R.


Aleluya

Cf. Jn 15, 16

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Yo os he elegido del mundo —dice el Señor—,
para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto permanezca. R.


EVANGELIO

Jn 15, 9-17

No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido.

+

Lectura del santo Evangelio según san Juan.

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor.

Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.

Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud. Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado.

Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando.

Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.

No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto permanezca.

De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé. Esto os mando: que os améis unos a otros».


Palabra del Señor.

 

15 de mayo
San Isidro labrador

MEMORIA

Ordinariamente, lecturas de la feria.

Por motivos pastorales, se recomiendan las siguientes:

PRIMERA LECTURA (opción 1: siempre en Tiempo Pascual; también puede usarse fuera del Tiempo Pascual).

Sant 5, 7-8. 11. 16-18

El trabajador aguarda el fruto precioso de la tierra, esperando con paciencia.

Lectura de la carta del apóstol Santiago.

HERMANOS, esperad con paciencia hasta la venida del Señor. Mirad: el labrador aguarda el fruto precioso de la tierra, esperando con paciencia hasta que recibe la lluvia temprana y la tardía.

Esperad con paciencia también vosotros, y fortaleced vuestros corazones, porque la venida del Señor está cerca.

Mirad: nosotros proclamamos dichosos a los que tuvieron paciencia. Habéis oído hablar de la paciencia de Job y ya sabéis el final que le concedió el Señor, porque el Señor es compasivo y misericordioso.

Por tanto, confesaos mutuamente los pecados y rezad unos por otros para que os curéis: mucho puede la oración insistente del justo. Elías era semejante a nosotros en el sufrimiento, y rezó insistentemente para que no lloviera, y no llovió sobre la tierra durante tres años y seis meses. Volvió a rezar, y el cielo dio la lluvia y la tierra produjo su fruto.


Palabra de Dios.

PRIMERA LECTURA (opción 2: sólo fuera del tiempo pascual).

Gén 1, 1-2. 11-13. 26-28

Someted la tierra.

Lectura del libro del Génesis.

AL principio creó Dios el cielo y la tierra. La tierra estaba informe y vacía; la tiniebla cubría la superficie del abismo, mientras el espíritu de Dios se cernía sobre la faz de las aguas.

Dijo Dios:

«Cúbrase la tierra de verdor, de hierba verde que engendre semilla, y de árboles frutales que den fruto según su especie y que lleven semilla sobre la tierra».

Y así fue.

La tierra brotó hierba verde que engendraba semilla según su especie, y árboles que daban fruto y llevaban semilla según su especie.

Y vio Dios que era bueno.

Pasó una tarde, pasó una mañana: el día tercero.

Dijo Dios:

«Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza; que domine los peces del mar, las aves del cielo, los ganados y los reptiles de la tierra».

Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó, varón y mujer los creó.

Dios los bendijo; y les dijo Dios:

«Sed fecundos y multiplicaos, llenad la tierra y sometedla; dominad los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que se mueven sobre la tierra».


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 1, 1-2. 3. 4 y 6 (R.: 2a)

R. Su gozo es la ley del Señor.

O bien:

R. Aleluya.

V. Dichoso el hombre 
que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche. R.

V. Será como un árbol
plantado al borde de la acequia:
da fruto en su sazón
y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin. R.

V. No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.
Porque el Señor protege el camino de los justos,
pero el camino de los impíos acaba mal. R.


Aleluya

Jn 15, 9b. 5b

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Permaneced en mi amor –dice el Señor–;
el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante. R.


EVANGELIO

Jn 15, 1-7

Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador

+

Lectura del santo Evangelio según san Juan.

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento que no da fruto en mí lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto.

Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros.

Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.

Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden.

Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará».


Palabra del Señor


31 de mayo
VISITACIÓN DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA

FIESTA

PRIMERA LECTURA (primera opción)

Sof 3, 14-18

El rey de Israel, el Señor, está en medio de ti.

Lectura de la profecía de Sofonías.

ALÉGRATE, hija de Sión, grita de gozo, Israel,
regocíjate y disfruta con todo tu ser, hija de Jerusalén.

El Señor ha revocado tu sentencia,
ha expulsado a tu enemigo.
El rey de Israel, el Señor,
está en medio de ti,
no temas mal alguno.

Aquel día se dirá a Jerusalén:
«¡No temas! ¡Sión, no desfallezcas!».

El Señor, tu Dios, está en medio de ti,
valiente y salvador;
se alegra y se goza contigo,
te renueva con su amor;
exulta y se alegra contigo
como en día de fiesta.
Acabé con tu mal,
con el peso de tu oprobio.


Palabra de Dios.

PRIMERA LECTURA (segunda opción)

Rom 12, 9-16b

Compartid las necesidades de los santos; practicad la hospitalidad.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos.

HERMANOS:

Que vuestro amor no sea fingido; aborreciendo lo malo, apegaos a lo bueno.

Amaos cordialmente unos a otros; que cada cual estime a los otros más que a sí mismo; en la actividad, no seáis negligentes; en el espíritu, manteneos fervorosos, sirviendo constantemente al Señor.

Que la esperanza os tenga alegres; manteneos firmes en la tribulación, sed asiduos en la oración; compartid las necesidades de los santos; practicad la hospitalidad.

Bendecid a los que os persiguen; bendecid, sí, no maldigáis.

Alegraos con los que están alegres; llorad con los que lloran.

Tened la misma consideración y trato unos con otros, sin pretensiones de grandeza, sino poniéndoos al nivel de la gente humilde.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Is 12, 2-3. 4bcd. 5-6 (R.: 6)

R. Es grande en medio de ti el Santo de Israel.

V. «El Señor es mi Dios y salvador:
confiaré y no temeré,
porque mi fuerza y mi poder es el Señor,
él fue mi salvación».
Y sacaréis aguas con gozo
de las fuentes de la salvación. R.

V. «Dad gracias al Señor,
invocad su nombre,
contad a los pueblos sus hazañas,
proclamad que su nombre es excelso». R.

V. Tañed para el Señor, que hizo proezas,
anunciadlas a toda la tierra;
gritad jubilosos, habitantes de Sión:
porque es grande medio de ti el Santo de Israel. R.


Aleluya

Cf. Lc 1, 45

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Bienaventurada tú, que has creído, Virgen María,
porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá. R.


EVANGELIO

Lc 1, 39-56

¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?

+

Lectura del santo Evangelio según san Lucas.

EN aquellos días, María se levantó y se puso en camino de prisa hacia la montaña, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.

Aconteció que, en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel de Espíritu Santo y, levantando la voz exclamó:

«¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Bienaventurada la que ha creído, porque lo que le ha dicho el Señor se cumplirá».

María dijo:

«Proclama mi alma la grandeza del Señor,
“se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humildad de su esclava”.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes en mí:
“su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación”.

Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
“derriba” del trono “a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes”
y a los ricos  “los despide vacíos”.

“Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia”
—como lo había prometido a “nuestros padres”—
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre».

María se quedó con Isabel unos tres meses y volvió a su casa.


Palabra del Señor.



Lunes posterior a Pentecostés
BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA,
MADRE DE LA IGLESIA

MEMORIA

PRIMERA LECTURA (primera opción)

Gén 3, 9-15. 20

Madre de todos los que viven.

Lectura del libro del Génesis.

EL Señor Dios llamó a Adán y le dijo:

«¿Dónde estás?».

Él contestó:

«Oí tu ruido en el jardín, me dio miedo, porque estaba desnudo, y me escondí».

El Señor Dios le replicó:

«¿Quién te informó de que estabas desnudo?, ¿es que has comido del árbol del que te prohibí comer?».

Adán respondió:

«La mujer que me diste como compañera me ofreció del fruto y comí».

El Señor Dios dijo a la mujer:

«¿Qué has hecho?».

La mujer respondió:

«La serpiente me sedujo y comí».

El Señor Dios dijo a la serpiente:

«Por haber hecho eso, maldita tú
entre todo el ganado y todas las fieras del campo;
te arrastrarás sobre el vientre
y comerás polvo toda tu vida;
pongo hostilidad entre ti y la mujer,
entre tu descendencia y su descendencia;
ésta te aplastará la cabeza
cuando tú la hieras en el talón».

Adán llamó a su mujer Eva, por ser la madre de todos los que viven


Palabra de Dios.


PRIMERA LECTURA (segunda opción)

Hch 1, 12-14

Perseveraban en la oración junto con María, la madre de Jesús.

Lectura de los Hechos de los Apóstoles.

LOS discípulos se volvieron a Jerusalén, desde el monte que llaman de los Olivos, que dista de Jerusalén lo que se permite caminar en sábado.

Cuando llegaron, subieron a la sala superior, donde se alojaban: Pedro y Juan y Santiago y Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé y Mateo, Santiago el de Alfeo y Simón el Zelotes y Judas el de Santiago.

Todos ellos perseveraban unánimes en la oración, junto con algunas mujeres y María, la madre de Jesús, y con sus hermanos.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 86 (R.: 1-2. 3 y 5. 6-7)

R. ¡Qué pregón tan glorioso para ti, ciudad de Dios!

V. Él la ha cimentado sobre el monte santo;
y el Señor prefiere las puertas de Sión
a todas las moradas de Jacob.
¡Qué pregón tan glorioso para ti, ciudad de Dios! R.

V. «Contaré a Egipto y a Babilonia
entre mis fieles;
filisteos, tirios y etíopes
han nacido allí». R.

V. Se dirá de Sión: «Uno por uno
todos han nacido en ella;
el Altísimo en persona la ha fundado». R.

V. El Señor escribirá en el registro de los pueblos:
«Éste ha nacido allí».
Y cantarán mientras danzan:
«Todas mis fuentes están en ti». R.


Aleluya

Cf. Lc 1, 45

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Alégrate, María, llena de gracia,
el Señor está contigo,
bendita tú entre las mujeres. R.


EVANGELIO

Jn 19, 25-34

Ahí tienes a tu hijo. Ahí tienes a tu madre.

+

Lectura del santo Evangelio según san Juan.

JUNTO a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de Cleofás, y María, la Magdalena. Jesús, al ver a su madre y junto a ella al discípulo al que amaba, dijo a su madre:

«Mujer, ahí tienes a tu hijo».

Luego, dijo al discípulo:

«Ahí tienes a tu madre».

Y desde aquella hora, el discípulo la recibió como algo propio.

Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba cumplido, para que se cumpliera la Escritura, dijo:

«Tengo sed».

Había allí un jarro lleno de vinagre. Y, sujetando una esponja empapada en vinagre a una caña de hisopo, se la acercaron a la boca. Jesús, cuando tomó el vinagre, dijo:

«Está cumplido».

E, inclinando la cabeza, entregó el espíritu.

Los judíos entonces, como era el día de la Preparación, para que no se quedaran los cuerpos en la cruz el sábado, porque aquel sábado era un día grande, pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y que los quitaran. Fueron los soldados, le quebraron las piernas al primero y luego al otro que habían crucificado con él; pero al llegar a Jesús, viendo que ya había muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados, con la lanza, le traspasó el costado, y al punto salió sangre y agua.


Palabra del Señor.


Jueves después de Pentecostés
NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO,
SUMO Y ETERNO SACERDOTE

FIESTA

Año A

PRIMERA LECTURA (opción 1)

Gén 22, 9-18

El sacrificio de Abrahán, nuestro padre en la fe.

Lectura del libro del Génesis.

EN aquellos días, llegaron al sitio que le había dicho Dios, Abrahán levantó allí el altar y apiló la leña, luego ató a su hijo Isaac y lo puso sobre el altar, encima de la leña. Entonces Abrahán alargó la mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo. Pero el ángel del Señor le gritó desde el cielo:

«¡Abrahán, Abrahán!».

Él contestó:

«Aquí estoy».

El ángel le ordenó:

«No alargues la mano contra el muchacho ni le hagas nada. Ahora he comprobado que temes a Dios, porque no te has reservado a tu hijo, a tu único hijo».

Abrahán levantó los ojos y vio un carnero enredado por los cuernos en la maleza. Se acercó, tomó el carnero y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo.

Abrahán llamó aquel sitio «El Señor ve», por lo que se dice aún hoy «En el monte el Señor es visto».

El ángel del Señor llamó a Abrahán por segunda vez desde el cielo y le dijo:

«Juro por mí mismo, oráculo del Señor: por haber hecho esto, por no haberte reservado tu hijo, tu hijo único, te colmaré de bendiciones y multiplicaré a tus descendientes como las estrellas del cielo y como la arena de la playa. Tus descendientes conquistarán las puertas de sus enemigos. Todas las naciones de la tierra se bendecirán con tu descendencia, porque has escuchado mi voz».


Palabra de Dios.
 

PRIMERA LECTURA (opción 2)

Hbr 10, 4-10

Así está escrito en el comienzo del libro acerca de mí: para hacer, ¡oh, Dios!, tu voluntad.

Lectura de la carta a los Hebreos.

HERMANOS:

Es imposible que la sangre de los toros y de los machos cabríos quite los pecados.

Por eso, al entrar él en el mundo dice:

«Tú no quisiste sacrificios ni ofrendas,
pero me formaste un cuerpo;
no aceptaste
holocaustos ni víctimas expiatorias.

Entonces yo dije: He aquí que vengo
—pues así está escrito en el comienzo del libro acerca de mí—
para hacer, ¡oh, Dios!, tu voluntad».

Primero dice: «Tú no quisiste sacrificios ni ofrendas, ni holocaustos, ni víctimas expiatorias», que se ofrecen según la ley.

Después añade: «He aquí que vengo para hacer tu voluntad».

Niega lo primero, para afirmar lo segundo.

Y conforme a esa voluntad todos quedamos santificados por la oblación del cuerpo de Jesucristo, hecha una vez para siempre.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 39, 7-8a. 8b-9. 10-11ab. 17 (R.: cf. 8a. 9a)

R. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

V. Tú no quieres sacrificios ni ofrendas,
y, en cambio, me abriste el oído;
no pides sacrificio expiatorio;
entonces yo digo: «Aquí estoy». R.

V. «—Como está escrito en mi libro—
para hacer tu voluntad.
Dios mío, lo quiero,
y llevo tu ley en las entrañas». R.

V. He proclamado tu justicia
ante la gran asamblea;
no he cerrado los labios, Señor, tú lo sabes.
No me he guardado en el pecho tu justicia,
he contado tu fidelidad y tu salvación. R.

V. Alégrense y gocen contigo
todos los que te buscan;
digan siempre: «Grande es el Señor»,
los que desean tu salvación. R.


Aleluya

Flp 2, 8-9

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Cristo se ha hecho obediente hasta la muerte,
y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo exaltó sobre todo
y le concedió el Nombre-sobre-todo-nombre. R.


EVANGELIO

Mt 26, 36-42

Mi alma está triste hasta la muerte.

+

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

JESÚS fue con ellos a un huerto, llamado Getsemaní, y dijo a los discípulos:

«Sentaos aquí, mientras voy allá a orar».

Y llevándose a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, empezó a sentir tristeza y angustia.

Entonces les dijo:

«Mi alma está triste hasta la muerte; quedaos aquí y velad conmigo».

Y adelantándose un poco cayó rostro en tierra y oraba diciendo:

«Padre mío, si es posible, que pase de mí este cáliz. Pero no se haga como yo quiero, sino como quieres tú».

Y volvió a los discípulos y los encontró dormidos. Dijo a Pedro:

«¿No habéis podido velar una hora conmigo? Velad y orad para no caer en la tentación, pues el espíritu está pronto, pero la carne es débil».

De nuevo se apartó por segunda vez y oraba diciendo:

«Padre mío, si este cáliz no puede pasar sin que yo lo beba, hágase tu voluntad».


Palabra del Señor.

Año B

PRIMERA LECTURA (opción 1)

Jer 31, 31-34

Haré una alianza nueva y no recordaré los pecados.

Lectura del libro de Jeremías.

YA llegan días —oráculo del Señor— en que haré con la casa de Israel y la casa de Judá una alianza nueva. No será una alianza como la que hice con sus padres, cuando los tomé de la mano para sacarlos de Egipto, pues quebrantaron mi alianza, aunque yo era su Señor —oráculo del Señor—.

Ésta será la alianza que haré con ellos después de aquellos días —oráculo del Señor—: Pondré mi ley en su interior y la escribiré en sus corazones; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Ya no tendrán que enseñarse unos a otros diciendo: «Conoced al Señor», pues todos me conocerán, desde el más pequeño al mayor —oráculo del Señor—, cuando perdone su culpa y no recuerde ya sus pecados.


Palabra de Dios.

PRIMERA LECTURA (opción 2)

Heb 10, 11-18

Ha perfeccionado definitivamente a los que van siendo santificados.

Lectura de la carta a los Hebreos.

TODO sacerdote ejerce su ministerio diariamente ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, porque de ningún modo pueden borrar los pecados.

Pero Cristo, “después de haber ofrecido” por los pecados un único sacrificio, está sentado para siempre jamás a la derecha de Dios y espera el tiempo que falta hasta que sus enemigos sean puestos como estrado de sus pies.

Con una sola ofrenda ha perfeccionado definitivamente a los que van siendo santificados. Esto nos lo atestigua también el Espíritu Santo.

En efecto, después de decir:

«Así será la alianza que haré con ellos
después de aquellos días»,

añade el Señor:

«Pondré mis leyes en sus corazones
y las escribiré en su mente,
y no me acordaré ya de sus pecados ni de sus culpas».

Ahora bien, donde hay perdón, no hay ya ofrenda por los pecados.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 109, 1bcde. 2.3 (R.: 4bc)

R. Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.

V. Oráculo del Señor a mi Señor:
«Siéntate a mi derecha,
y haré de tus enemigos
estrado de tus pies». R.

V. Desde Sión extenderá el Señor
el poder de tu cetro:
somete en la batalla a tus enemigos. R.

V. «Eres príncipe desde el día de tu nacimiento
entre esplendores sagrados;
yo mismo te engendré, desde el seno,
antes de la aurora». R.


Aleluya

Heb 5, 8-9

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Siendo Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer.
Y, llevado a la consumación,
se convirtió, para todos los que lo obedecen,
en autor de salvación eterna. R.


EVANGELIO

Mc 14, 12a. 22-25

Esto es mi cuerpo. Ésta es mi sangre.

+

Lectura del santo Evangelio según san Marcos.

EL primer día de los Ácimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, mientras comían, Jesús tomó pan y, pronunciando la bendición, lo partió y se lo dio diciendo:

«Tomad, esto es mi cuerpo».

Después tomó el cáliz, pronunció la acción de gracias, se lo dio y todos bebieron. Y les dijo:

«Ésta es mi sangre de la alianza, que es derramada por muchos. En verdad os digo que no volveré a beber del fruto de la vid hasta el día que beba el vino nuevo en el reino de Dios».


Palabra del Señor.

Año C

PRIMERA LECTURA (opción 1)

Is 6, 1-4. 8

Santo, santo, santo es el Señor del universo.

Lectura del libro de Isaías.

EN el año de la muerte del rey Ozías, vi al Señor sentado sobre un trono alto y excelso: la orla de su manto llenaba el templo.

Junto a él estaban los serafines, cada uno con seis alas: con dos alas se cubrían el rostro, con dos el cuerpo, con dos volaban, y se gritaban uno a otro diciendo:

«¡Santo, santo, santo es el Señor del universo, llena está la tierra de su gloria!».

Temblaban las jambas y los umbrales al clamor de su voz, y el templo estaba lleno de humo.

Entonces escuché la voz del Señor, que decía:

«¿A quién enviaré? ¿Y quién irá por nosotros?».

Contesté:

«Aquí estoy, mándame».


Palabra de Dios.

PRIMERA LECTURA (opción 2)

Heb 2, 10-18

El santificador y los santificados proceden todos del mismo.

Lectura de la carta a los Hebreos.

HERMANOS:

Convenía que aquel, para quien y por quien existe todo, llevara muchos hijos a la gloria perfeccionando mediante el sufrimiento al jefe que iba a guiarlos a la salvación.

El santificador y los santificados proceden todos del mismo. Por eso no se avergüenza de llamarlos hermanos, pues dice:

«Anunciaré tu nombre a mis hermanos, 
en medio de la asamblea te alabaré».

Y también: 

«En él pondré yo mi confianza».

Y de nuevo:

«Aquí estoy yo con los hijos que Dios me dio».

Por tanto, lo mismo que los hijos participan de la carne y de la sangre, así también participó Jesús de nuestra carne y sangre, para aniquilar mediante la muerte al señor de la muerte, es decir, al diablo, y liberar a cuantos, por miedo a la muerte, pasaban la vida entera como esclavos.

Notad que tiende una mano a los hijos de Abrahán, no a los ángeles. Por eso tenía que parecerse en todo a sus hermanos, para ser sumo sacerdote misericordioso y fiel en lo que a Dios se refiere, y expiar los pecados del pueblo. Pues, por el hecho de haber padecido sufriendo la tentación, puede auxiliar a los que son tentados.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 22, 2-3. 5. 6 (R.: 1b)

R. El Señor es mi pastor, nada me falta.

V. En verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas;
me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre. R.

V. Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa. R.

V. Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término. R.


Aleluya

Ez 36, 25a. 26a

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Derramaré sobre vosotros un agua pura que os purificará;
y os daré un corazón nuevo,
y os infundiré un espíritu nuevo. R.


EVANGELIO

Jn 17, 1-2. 9. 14-26

Por ellos me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.

+

Lectura del santo Evangelio según san Juan.

EN aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, dijo:

«Padre, ha llegado la hora, glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique a ti y, por el poder que tú le has dado sobre toda carne, dé la vida eterna a todos los que le has dado.

Te ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por estos que tú me diste, porque son tuyos.

Yo les he dado tu palabra, y el mundo los ha odiado porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los retires del mundo, sino que los guardes del maligno. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.

Santifícalos en la verdad: tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así yo los envío también al mundo. Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.

No sólo por ellos ruego, sino también por los que crean en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno, como tú, Padre, en mí, y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.

Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno; yo en ellos, y tú en mí, para que sean completamente uno, de modo que el mundo sepa que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí.

Padre, éste es mi deseo: que los que me has dado estén conmigo donde yo estoy y contemplen mi gloria, la que me diste, porque me amabas, antes de la fundación del mundo.

Padre justo, si el mundo no te ha conocido, yo te he conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste. Les he dado a conocer y les daré a conocer tu nombre, para que el amor que me tenías esté en ellos, y yo en ellos».


Palabra del Señor.


Sábado posterior al segundo domingo
después de Pentecostés
Inmaculado Corazón de la
bienaventurada Virgen María.

MEMORIA

Cuando esta memoria coincide con otra memoria obligatoria, ambas se consideran memorias libres.

En esta memoria el Evangelio es obligatorio.

La primera lectura con su salmo, ordinariamente, de la feria. Por motivos pastorales, del Común de la bienaventurada Virgen María. Se recomiendan las siguientes:

PRIMERA LECTURA – Is 61, 9-11

Salmo responsorial – 1 Sam 2, 1. 4-5. 6-7. 8abcd

Aleluya

Cf. Lc 2, 19

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Bienaventurada Virgen María,
que conservaba la palabra de Dios,
meditándola en su corazón. R.


EVANGELIO

Lc 2, 41-51

Conservaba todo esto en su corazón.

+

Lectura del santo Evangelio según san Lucas.

LOS padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por la fiesta de la Pascua.

Cuando cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres.

Éstos, creyendo que estaba en la caravana, anduvieron el camino de un día y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén buscándolo.

Y sucedió que, a los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.

Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre:

«Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Tu padre y yo te buscábamos angustiados».

Él les contestó:

«¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en las cosas de mi Padre?».

Pero ellos no comprendieron lo que les dijo.

Él bajó con ellos y fue a Nazaret y estaba sujeto a ellos.

Su madre conservaba todo esto en su corazón.


Palabra del Señor.


JUNIO

11 de junio
SAN BERNABÉ, APÓSTOL

MEMORIA

PRIMERA LECTURA

Hch 11, 21b-26; 13, 1-3

Era hombre bueno, lleno de Espíritu Santo y de fe.

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles.

EN aquellos días, gran número creyó y se convirtió al Señor.

Llegó la noticia a oídos de la Iglesia de Jerusalén, y enviaron a Bernabé a Antioquía; al llegar y ver la acción de la gracia de Dios, se alegró y exhortaba a todos a seguir unidos al Señor con todo empeño; porque era un hombre bueno, lleno de Espíritu Santo y de fe. Y una multitud considerable se adhirió al Señor.

Bernabé, salió para Tarso en busca de Saulo; cuando lo encontró y se lo llevó a Antioquía. Durante todo un año estuvieron juntos en aquella Iglesia e instruyeron a muchos. Fue en Antioquía donde por primera vez los discípulos fueron llamados cristianos.

En la Iglesia que estaba en Antioquía había profetas y maestros: Bernabé, Simeón, llamado Níger, Lucio, el de Cirene; Manahén, hermano de leche del tetrarca Herodes, y Saulo.

Un día que estaban celebrando el culto al Señor y ayunaban, dijo el Espíritu Santo:

«Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado».

Entonces, después de ayunar y orar, les impusieron las manos y los enviaron.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 97, 1. 2-3ab. 3c-4. 5-6 (R.: 2b)

R. El Señor revela a las naciones su justicia.

V. Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas.
Su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R.

V. El Señor da a conocer su salvación,
revela a las naciones su justicia.
Se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel. R.

V. Los confines de la tierra han contemplado
la salvación de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad. R.

V. Tañed la cítara para el Señor,
suenen los instrumentos:
con clarines y al son de trompetas,
aclamad al Rey y Señor. R.


Aleluya

Cf. Mt 27, 19a. 20b

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Id y haced discípulos a todos los pueblos —dice el Señor—;
yo estoy con vosotros todos los días,
hasta el final de los tiempos. R.


E
VANGELIO

Mt 10, 7-13

Gratis habéis recibido, dad gratis.

+

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles:

«Id y proclamad que ha llegado el reino de los cielos. Curad enfermos resucitad muertos, limpiad leprosos, arrojad demonios.

Gratis habéis recibido, dad gratis.

No os procuréis en la faja oro, plata ni cobre; ni tampoco alforja para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón; bien merece el obrero su sustento. Cuando entréis en una ciudad o aldea, averiguad quién hay allí de confianza y quedaos en su casa hasta que os vayáis. Al entrar en una casa, saludadla con la paz; si la casa se lo merece, vuestra paz vendrá a ella. Si no se lo merece, la paz volverá a vosotros».


Palabra del Señor.


24 de junio
LA NATIVIDAD DE SAN JUAN BAUTISTA

SOLEMNIDAD

MISA VESPERTINA DE LA VIGILIA


PRIMERA LECTURA

Jer 1, 4-10

Antes de formarte en el vientre, te escogí.

Lectura del libro de Jeremías.

EL Señor me dirigió la palabra:

«Antes de formarte en el vientre, te elegí; antes de que salieras del seno materno, te consagré: te constituí profeta de las naciones».

Yo repuse:

«¡Ay, Señor, Dios mío! Mira que no sé hablar, que sólo soy un niño».

El Señor me contestó:

«No digas que eres un niño, pues irás adonde yo te envíe y dirás lo que yo te ordene. No les tengas miedo, que yo estoy contigo para librarte —oráculo del Señor—».

El Señor extendió la mano, tocó mi boca y me dijo:

«Voy a poner mis palabras en tu boca. Desde hoy te doy poder sobre pueblos y reinos para arrancar y arrasar, para destruir y demoler, para reedificar y plantar».


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 70, 1-2. 3-4a. 5-6ab. 15ab y 17 (R.: 6b)

R. En el seno materno tú me sostenías.

V. A ti, Señor, me acojo:
no quede yo derrotado para siempre.
Tú que eres justo; líbrame y ponme a salvo,
inclina a mí tu oído y sálvame. R.

V. Sé tú mi roca de refugio,
el alcázar donde me salve,
porque mi peña y mi alcázar eres tú.
Dios mío, líbrame de la mano perversa. R.

V. Porque, tú, Señor, fuiste mi esperanza
y mi confianza, Señor, desde mi juventud.
En el vientre materno ya me apoyaba en ti,
en el seno tú me sostenías. R.

V. Mi boca contará tu auxilio,
y todo el día tu salvación.
Dios mío, me instruiste desde mi juventud
y hasta hoy relato tus maravillas. R.


SEGUNDA LECTURA

1 Pe 1, 8-12

Sobre esta salvación estuvieron explorando e indagando los profetas.

Lectura de la primera carta del Apóstol San Pedro.

QUERIDOS hermanos:

Sin haber visto a Jesucristo lo amáis y, sin contemplarlo todavía, creéis en él
y así os alegráis con un gozo inefable y radiante,
alcanzando así la meta de vuestra fe: la salvación de vuestras almas.

Sobre esta salvación estuvieron explorando e indagando los profetas
que profetizaron sobre la gracia destinada a vosotros
tratando de averiguar a quién y a qué momento apuntaba
el Espíritu de Cristo que había en ellos
cuando atestiguaba por anticipado la pasión del Mesías
y su consiguiente glorificación.

Y se les reveló que no era en beneficio propio, sino en el vuestro
por lo que administraban estas cosas
que ahora os anuncian quienes os proclaman el Evangelio
con la fuerza del Espíritu Santo enviado desde el cielo.

Son cosas que los mismos ángeles desean contemplar.


Palabra de Dios.

Aleluya

Jn 1, 7; Lc 1, 17

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Vino para dar testimonio de la luz;
para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto. R.


EVANGELIO

Lc 1, 5-17

Te dará un hijo, y le pondrás por nombre Juan.

+

Lectura del santo Evangelio según san Lucas.

EN los días de Herodes, rey de Judea, había un sacerdote de nombre Zacarías, del turno de Abías, casado con una descendiente de Aarón, cuyo nombre era Isabel.

Los dos eran justos ante Dios, y caminaban sin falta según los mandamientos y leyes del Señor.

No tenían hijos, porque Isabel era estéril, y los dos eran de edad avanzada.

Una vez que oficiaba delante de Dios con el grupo de su turno, según la costumbre de los sacerdotes, le tocó en suerte a él entrar en el santuario del Señor a ofrecer el incienso; la muchedumbre del pueblo estaba fuera rezando durante la ofrenda del incienso.

Y se le apareció el ángel del Señor, de pie a la derecha del altar del incienso.

Al verlo, Zacarías se sobresaltó y quedó sobrecogido de temor.

Pero el ángel le dijo:

«No temas, Zacarías, porque tu ruego ha sido escuchado: tu mujer Isabel te dará un hijo, y le pondrás por nombre Juan. Te llenarás de alegría y gozo, y muchos se alegrarán de su nacimiento. Pues será grande a los ojos del Señor: no beberá vino ni licor; estará lleno del Espíritu Santo ya en el vientre materno, y convertirá muchos hijos de Israel al Señor, su Dios. Irá delante del Señor, con el espíritu y poder de Elías, «para convertir los corazones de los padres hacia los hijos», y a los desobedientes, a la sensatez de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto».


Palabra del Señor.


24 de junio
LA NATIVIDAD DE SAN JUAN BAUTISTA

SOLEMNIDAD

MISA DEL DÍA


PRIMERA LECTURA

Is 49, 1-6

Te hago luz de las naciones.

Lectura del libro de Isaías.

ESCUCHADME, islas; atended, pueblos lejanos:

El Señor me llamó desde el vientre materno,
de las entrañas de mi madre, y pronunció mi nombre.

Hizo de mi boca una espada afilada,
me escondió en la sombra de su mano;
me hizo flecha bruñida, me guardó en su aljaba
y me dijo: «Tú eres mi siervo, Israel,
por medio de ti me glorificaré».

Y yo pensaba: «En vano me he cansado,
en viento y en nada he gastado mis fuerzas».

En realidad el Señor defendía mi causa,
mi recompensa la custodiaba Dios.

Y ahora dice el Señor,
el que me formó desde el vientre como siervo suyo,
para que le devolviese a Jacob,
para que le reuniera a Israel;
he sido glorificado a los ojos de Dios.
Y mi Dios era mi fuerza:

«Es poco que seas mi siervo
para restablecer las tribus de Jacob
y traer de vuelta a los supervivientes de Israel.
Te hago luz de las naciones,
para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra».


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 138, 1-3. 13-14ab. 14c-15 (R.: 14a)

R. Te doy gracias porque me has escogido portentosamente.

V. Señor, tú me sondeas y me conoces;
me conoces cuando me siento o me levanto,
de lejos penetras mis pensamientos;
distingues mi camino y mi descanso,
todas mis sendas te son familiares. R.

V. Tú has creado mis entrañas,
me has tejido en el seno materno.
Te doy gracias, porque me has plasmado portentosamente,
porque son admirables tus obras. R.

V. Mi alma lo reconoce agradecida,
no desconocías mis huesos,
cuando, en lo oculto, me iba formando,
y entretejiendo en lo profundo de la tierra. R.


SEGUNDA LECTURA

Hch 13, 22-26

Juan predicó antes de que llegara Cristo.

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles.

EN aquellos días, dijo Pablo:

«Dios suscitó como rey a David, en favor del cual dio testimonio, diciendo: “Encontré a David”, hijo de Jesé, “hombre conforme a mi corazón, que cumplirá todos mis preceptos”.

Según lo prometido, Dios sacó de su descendencia un salvador para Israel: Jesús.

Juan predicó a todo Israel un bautismo de conversión antes de que llegara Jesús; y, cuando Juan estaba para concluir el curso de su vida, decía: “Yo no soy quien pensáis, pero, mirad, viene uno detrás de mí a quien no merezco desatarle las sandalias de los pies”.

Hermanos, hijos del linaje de Abrahán y todos vosotros los que teméis a Dios: a nosotros se nos ha enviado esta palabra de salvación».


Palabra de Dios.

Aleluya

Lc 1, 76

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. A ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor a preparar sus caminos. R.


EVANGELIO

Lc 1, 57-66. 80

Juan es su nombre.

+

Lectura del santo Evangelio según san Lucas.

A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y se alegraban con ella.

A los ocho días vinieron a circuncidar al niño, y querían llamarlo Zacarías, como su padre; pero la madre intervino diciendo:

«¡No! Se va a llamar Juan».

Y le dijeron:

«Ninguno de tus parientes se llama así».

Entonces preguntaban por señas al padre cómo quería que se llamase.

Él pidió una tablilla y escribió:

«Juan es su nombre».

Y todos se quedaron maravillados.

Inmediatamente se le soltó la boca y la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a Dios.

Los vecinos quedaron sobrecogidos, y se comentaban todos estos hechos por toda la montaña de Judea. Y todos los que los oían reflexionaban diciendo:

«Pues ¿qué será este niño?».

Porque la mano del Señor estaba con él.

El niño crecía y se fortalecía en el espíritu, y vivía en lugares desiertos hasta los días de su manifestación a Israel.


Palabra del Señor.


28 de junio
San Ireneo, obispo y mártir

MEMORIA

Ordinariamente, lecturas de la feria.

Por motivos pastorales, del Común de mártires, o bien del Común de pastores. Se recomiendan las siguientes:


PRIMERA LECTURA

2 Tim 2, 11b-26

Uno que sirve al Señor debe ser amable con todos, capaz de corregir con dulzura

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo.

QUERIDO hermano:

Busca la justicia, la fe, el amor, la paz junto con los que invocan al Señor con corazón limpio.

Rehúye las cuestiones necias y estúpidas, sabiendo que acaban en peleas; y uno que sirve al Señor no debe pelearse, sino ser amable con todos, hábil para enseñar, sufrido, capaz de corregir con dulzura a quienes sostienen doctrinas contrarias, por si Dios les concede la conversión que lleva al conocimiento de la verdad y vuelven en sí, escapando del lazo del diablo, que los tiene cautivos, para hacer su voluntad.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial – Sal 36, 3-4. 5-6. 30-31.

Aleluya – Jn 15, 9b. 5b.

EVANGELIO – Jn 17, 20-26.

 

29 de junio
SAN PEDRO Y SAN PABLO, APÓSTOLES

SOLEMNIDAD

MISA VESPERTINA DE LA VIGILIA

Para la misa votiva de los santos Pedro y Pablo, apóstoles, se toman las siguientes lecturas.


PRIMERA LECTURA

Hch 3, 1-10

Te doy lo que tengo: en nombre de Jesús, levántate y anda.

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles.

EN aquellos días, Pedro y Juan subían al templo, a la oración de la hora de nona, cuando vieron traer a cuestas a un lisiado de nacimiento. Solían colocarlo todos los días en la puerta del templo llamada «Hermosa», para que pidiera limosna a los que entraban. Al ver entrar en el templo a Pedro y a Juan, les pidió limosna. Pedro, con Juan a su lado, se quedó mirándolo y le dijo:

«Míranos».

Clavó los ojos en ellos, esperando que le darían algo. Pero Pedro le dijo:

«No tengo plata ni oro, pero te doy lo que tengo: en nombre de Jesucristo Nazareno, levántate y anda».

Y agarrándolo de la mano derecha lo incorporó. Al instante se le fortalecieron los pies y los tobillos, se puso en pie de un salto, echó a andar y entró con ellos en el templo por su pie, dando brincos y alabando a Dios. Todo el pueblo lo vio andando y alabando a Dios, y, al caer en la cuenta de que era el mismo que pedía limosna sentado en la puerta Hermosa del templo, quedaron estupefactos y desconcertados ante lo que le había sucedido.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 18, 2-3. 4-5 (R.: 5a)

R. A toda la tierra alcanza su pregón.

V. El cielo proclama la gloria de Dios,
el firmamento pregona la obra de sus manos:
el día al día le pasa el mensaje,
la noche a la noche se lo susurra. R.

V. Sin que hablen, sin que pronuncien,
sin que resuene su voz,
a toda la tierra alcanza su pregón
y hasta los límites del orbe su lenguaje. R.


SEGUNDA LECTURA

Gál 1, 11-20

Dios me escogió desde el seno de mi madre.

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Gálatas.

HERMANOS:

Os hago saber que el Evangelio anunciado por mí no es de origen humano; pues yo no lo he recibido ni aprendido de ningún hombre, sino por revelación de Jesucristo.

Porque habéis oído hablar de mi pasada conducta en el judaísmo: con qué saña perseguía a la iglesia de Dios y la asolaba, y aventajaba en el judaísmo a muchos de mi edad y de mi raza como defensor muy celoso de las tradiciones de mis antepasados.

Pero, cuando aquel que me escogió desde el seno de mi madre y me llamó por su gracia, se dignó revelar a su Hijo en mí para que lo anunciara entre los gentiles, no consulté con hombres ni subí a Jerusalén a ver a los apóstoles anteriores a mí, sino que, enseguida, me fui a Arabia, y volví a Damasco.

Después, pasados tres años, subí a Jerusalén para conocer a Cefas, y permanecí quince días con él.

De los otros apóstoles no vi a ninguno, sino a Santiago, el hermano del Señor.

Dios es testigo de que no miento en lo que os escribo.


Palabra de Dios.

Aleluya

Jn 21, 17d

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero. R.


EVANGELIO

Jn 21, 15-19

Apacienta mis corderos, pastorea mis ovejas.

+

Lectura del santo Evangelio según san Juan.

HABIÉNDOSE aparecido Jesús a sus discípulos, después de comer, le dijo a Simón Pedro:

«Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?».

Él le contestó:

«Sí, Señor, tú sabes que te quiero».

Jesús le dice:

«Apacienta mis corderos».

Por segunda vez le pregunta:

«Simón, hijo de Juan, ¿me amas?».

Él le contesta:

«Sí, Señor, tú sabes que te quiero».

Él le dice:

«Pastorea mis ovejas».

Por tercera vez le pregunta:

«Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?».

Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez: «¿Me quieres?» y le contestó:

«Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero».

Jesús le dice:

«Apacienta mis ovejas. En verdad, en verdad te digo: cuando eras joven, tú mismo te ceñías e ibas adonde querías; pero, cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras».

Esto dijo aludiendo a la muerte con que iba a dar gloria a Dios. Dicho esto, añadió:

«Sígueme».


Palabra del Señor.

 

29 de junio
SAN PEDRO Y SAN PABLO, APÓSTOLES

SOLEMNIDAD

MISA DEL DÍA

Para la misa votiva de los santos Pedro y Pablo, apóstoles, se toman las lecturas de la memoria de la Dedicación de las basílicas de los mismos apóstoles.

Para la misa votiva de san Pedro, cuando se dice por separado de san Pablo, se toman las lecturas de la fiesta de la Cátedra del mismo apóstol.

Para la misa votiva de san Pablo, cuando se dice por separado de san Pedro, se toman las lecturas de la fiesta de la Conversión del mismo apóstol.

PRIMERA LECTURA

Hch 12, 1-11

Ahora sé realmente que el Señor me ha librado de las manos de Herodes.

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles.

EN aquellos días, el rey Herodes decidió arrestar a algunos miembros de la Iglesia para maltratarlos. Hizo pasar a cuchillo a Santiago, hermano de Juan.

Al ver que esto agradaba a los judíos, decidió detener también a Pedro. Eran los días de los Ácimos. Después de prenderlo, lo metió en la cárcel, entregándolo a la custodia de cuatro piquetes de cuatro soldados cada uno; tenía intención de presentarlo al pueblo pasadas las fiestas de Pascua.

Mientras Pedro estaba en la cárcel bien custodiado, la Iglesia oraba insistentemente a Dios por él. Cuando Herodes iba a conducirlo al tribunal, aquella misma noche, estaba Pedro durmiendo entre dos soldados, atado con cadenas. Los centinelas hacían guardia a la puerta de la cárcel.

De repente, se presentó el ángel del Señor, y se iluminó la celda. Tocando a Pedro en el costado, lo despertó y le dijo:

«Date prisa, levántate».

Las cadenas se le cayeron de las manos, y el ángel añadió:

«Ponte el cinturón y las sandalias».

Así lo hizo, y el ángel le dijo:

«Envuélvete en el manto y sígueme».

Salió y lo seguía, sin acabar de creerse que era realidad lo que hacía el ángel, pues se figuraba que estaba viendo una visión. Después de atravesar la primera y la segunda guardia, llegaron al portón de hierro que daba a la ciudad, que se abrió solo ante ellos. Salieron y anduvieron una calle y de pronto se marchó el ángel.

Pedro volvió en sí y dijo:

«Ahora sé realmente que el Señor ha enviado a su ángel para librarme de las manos de Herodes y de toda la expectación del pueblo de los judíos».


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 33, 2-3. 4-5. 6-7. 8-9 (R.: 5b)

R. El Señor me libró de todas mis ansias.

V. Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. R.

V. Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias. R.

V. Contempladlo, y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
El afligido invocó al Señor, él lo escuchó
y lo salvó de sus angustias. R.

V. El ángel del Señor acampa
en torno a quienes lo temen y los protege.
Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él. R.


SEGUNDA LECTURA

2 Tim 4, 6-8. 17-18

Me está reservada la corona de la justicia.

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo.

QUERIDO hermano:

Yo estoy a punto de ser derramado en libación y el momento de mi partida es inminente.

He combatido el noble combate, he acabado la carrera, he conservado la fe.

Por lo demás, me está reservada la corona de la justicia, que el Señor, juez justo, me dará en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que hayan aguardado con amor su manifestación.

Mas el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas para que, a través de mí, se proclamara plenamente el mensaje y lo oyeran todas las naciones. Y fui librado de la boca del león.

El Señor me librará de toda obra mala y me salvará llevándome a su reino celestial.

A él la gloria por los siglos de los siglos. Amén.


Palabra de Dios.

Aleluya

Mt 16, 18

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia,
y el poder del infierno no la derrotará. R.


EVANGELIO

Mt 16, 13-19

Tú eres Pedro, y te daré las llaves del reino de los cielos.

+

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

EN aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos:

«¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?».

Ellos contestaron:

«Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas».

Él les preguntó:

«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?».

Simón Pedro tomó la palabra y dijo:

«Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo».

Jesús le respondió:

«¡Bienaventurado tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos.

Ahora yo te digo: tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos».


Palabra del Señor.

 

30 de junio
Santos Protomártires
de la santa Iglesia Romana

 

Ordinariamente, lecturas de la feria.

Por motivos pastorales, del Común de mártires. Se recomiendan las siguientes:

PRIMERA LECTURA — Rom 8, 31b-39.

Salmo responsorial — Sal 123, 2-3. 4-5. 7c-8.

Aleluya — Mt 5, 10.

EVANGELIO

Mt 24, 4-13

Por mi causa os odiarán todos los pueblos.

+

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Estad atentos a que nadie os engañe, porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: “Yo soy el Mesías”, y engañarán a muchos. Vais a oír hablar de guerras y noticias de guerra. Cuidado, no os alarméis, porque todo esto ha de suceder, pero todavía no es el final. Se levantará pueblo contra y reino contra reino, habrá hambre, epidemias y terremotos en diversos lugares; todo esto será el comienzo de los dolores.

Os entregarán al suplicio y os matarán, y por mi causa os odiarán todos los pueblos.

Entonces muchos se escandalizarán y se traicionarán mutuamente, y se odiarán unos a otros. Aparecerán muchos falsos profetas y engañarán a mucha gente, y, al crecer la maldad, se enfriará el amor en la mayoría; pero el que persevere hasta el final se salvará».


Palabra del Señor.


JULIO

3 de julio
SANTO TOMÁS, APÓSTOL

FIESTA

PRIMERA LECTURA

Ef 2, 19-22

Estáis edificados sobre el cimiento de los apóstoles.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios.

HERMANOS:

Ya no sois extranjeros ni forasteros, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios.

Estáis edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, y el mismo Cristo Jesús es la piedra angular. Por él todo el edificio queda ensamblado, y se va levantando hasta formar un templo consagrado al Señor. Por él también vosotros entráis con ellos en la construcción, para ser morada de Dios, por el Espíritu.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 116, 1. 2 (R.: Mc 16, 15)

R. Id al mundo entero
y proclamad el Evangelio.

O bien:

R. Aleluya.

V. Alabad al Señor todas las naciones,
aclamadlo todos los pueblos.  R.

V. Firme es su misericordia con nosotros,
su fidelidad dura por siempre.  R.


Aleluya

Jn 20, 29

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Porque me has visto, Tomás, has creído —dice el Señor—;
bienaventurados los que crean sin haber visto. R.


EVANGELIO

Jn 20, 24-29

¡Señor mío y Dios mío!

+

Lectura del santo Evangelio según san Juan.

TOMÁS, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús.

Y los otros discípulos le decían:

«Hemos visto al Señor».

Pero él les contestó:

«Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo».

A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo:

«Paz a vosotros».

Luego dijo a Tomás:

«Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente».

Contestó Tomás:

«¡Señor mío y Dios mío!».

Jesús le dijo:

«¿Porque me has visto has creído? Bienaventurados los que crean sin haber visto».


Palabra del Señor.

 

4 de julio
Santa Isabel de Portugal

Ordinariamente, lecturas de la feria.

Por motivos pastorales, del Común de santos y santas (para santos que practicaron obras de misericordia). Se recomiendan las siguientes:

PRIMERA LECTURA — 1 Jn 3, 14-18.

Salmo responsorial — Sal 111, 1b-2. 3-4. 5-7a. 7b-8. 9.

Aleluya — Jn 13, 34.

EVANGELIO — Mt 25, 31-46 (forma larga).

Mt 25, 31-40 (forma breve).

 

5 de julio
San Antonio María Zaccaría, presbítero

Ordinariamente, lecturas de la feria.

Por motivos pastorales, del Común de pastores, o bien del Común de santos y santas (para educadores, o bien para religiosos). Se recomiendan las siguientes:

PRIMERA LECTURA — 2 Tim 1, 13-14; 2, 1-3.

Salmo responsorial — Sal 1, 1-2. 3. 4 y 6.

Aleluya — Cf. Mt 11, 25

EVANGELIO — Mc 10, 13-16.

 

6 de julio
Santa María Goretti, virgen y mártir

Ordinariamente, lecturas de la feria.

Por motivos pastorales, del Común de mártires, o bien del Común de vírgenes. Se recomiendan las siguientes:

PRIMERA LECTURA

1 Cor 6, 13c-15a. 17-20

¡Vuestros cuerpos son miembros de Cristo!

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios.

HERMANOS:

El cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor; y el Señor, para el cuerpo. Y Dios resucitó al Señor y nos resucitará también a nosotros con su poder.

¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo?

El que se une al Señor es un espíritu con él.

Huid de la inmoralidad. Cualquier pecado que cometa el hombre queda fuera de su cuerpo. Pero el que fornica peca contra su propio cuerpo. ¿Acaso no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que habita en vosotros y habéis recibido de Dios?

Y no os pertenecéis, pues habéis sido comprados a buen precio. Por tanto, ¡glorificad a Dios con vuestro cuerpo!

 

Palabra de Dios.

Salmo responsorial — Sal 30, 3cd-4. 6 y 8ab. 16b y 17.

Aleluya — Sant 1, 12a.

EVANGELIO — Jn 12, 24-26.




9 de julio
Santos Agustín Zhao Rong, presbítero,
y compañeros, mártires

Ordinariamente, lecturas de la feria.

Por motivos pastorales, del Común de mártires. Se recomiendan las siguientes:

PRIMERA LECTURA — 1 Jn 5, 1-5.

Salmo responsorial — Sal 125, 1b+2ab. 2cd-3. 4-5. 6.

Aleluya — 2 Cor 1, 3b-4a.

EVANGELIO — Jn 12, 24-26.




11 de julio
SAN BENITO, PATRÓN DE EUROPA

FIESTA

PRIMERA LECTURA

Prov 2, 1-9

Abre tu mente a la prudencia.

Lectura del libro de los Proverbios.

HIJO mío, si aceptas mis palabras,
si quieres conservar mis consejos,
si prestas oído a la sabiduría
y abres tu mente a la prudencia;
si haces venir a la inteligencia
y llamas junto a ti a la prudencia;
si la procuras igual que el dinero
y la buscas lo mismo que un tesoro,
comprenderás lo que es temer al Señor
y alcanzarás el conocimiento de Dios.

Porque el Señor concede sabiduría,
de su boca brotan saber e inteligencia;
atesora acierto para el hombre recto,
es escudo para el de conducta intachable;
custodia la senda del honrado,
guarda el camino de sus fieles.

Entonces podrás comprender
justicia, derecho y rectitud,
el camino que lleva a la felicidad.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 33, 2-3. 4-5. 6-7. 8-9. 10-11 (R.: 2a)

R. Bendigo al Señor en todo momento.

O bien:

R. Gustad y ved qué bueno es el Señor.

V. Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. R.

V. Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias. R.

V. Contempladlo, y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
El afligido invocó al Señor,
él lo escuchó y lo salvó de sus angustias. R.

V. El ángel del Señor acampa en torno
a quienes lo temen y los protege.
Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él. R.

V. Todos sus santos, temed al Señor,
porque nada les falta a los que lo temen;
los ricos empobrecen y pasan hambre,
los que buscan al Señor no carecen de nada. R.


Aleluya

Mt 5, 3

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Bienaventurados los pobres en el espíritu,
porque de ellos es el reino de los cielos. R.


EVANGELIO

Mt 19, 27-29

Vosotros, los que me habéis seguido, recibiréis cien veces más.

+

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

EN aquel tiempo, dijo Pedro a Jesús:

«Ya ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué nos va a tocar?».

Jesús les dijo:

«En verdad os digo: cuando llegue la renovación y el Hijo del hombre se siente en el trono de su gloria, también vosotros, los que me habéis seguido, os sentaréis en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.

Todo el que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre, hijos o tierras, recibirá cien veces más y heredará la vida eterna.


Palabra del Señor.


13 de julio
San Enrique

Ordinariamente, lecturas de la feria.

Por motivos pastorales, del Común de santos y santas. Se recomiendan las siguientes:

PRIMERA LECTURA — Miq 6, 6-8.

Salmo responsorial — Sal 1, 1-2. 3. 4 y 6.

Aleluya — Cf. Jn 14, 23.

EVANGELIO — Mt 7, 21-27.

 

14 de julio
San Camilo de Lelis, presbítero

Ordinariamente, lecturas de la feria.

Por motivos pastorales, del Común de santos y santas (para santos que practicaron obras de misericordia). Se recomiendan las siguientes:

PRIMERA LECTURA — 1 Jn 3, 14-18.

Salmo responsorial — Sal 111, 1b-2. 3-4. 5-7a. 7b-8. 9.

Aleluya — Jn 13, 34.

EVANGELIO — Jn 15, 9-17.

 

15 de julio
San Buenaventura, obispo y doctor de la Iglesia

MEMORIA

Ordinariamente, lecturas de la feria.

Por motivos pastorales, del Común de pastores, o bien del Común de doctores de la Iglesia. Se recomiendan las siguientes:

PRIMERA LECTURA — Ef 3, 14-19.

Salmo responsorial — Sal 118, 9. 10. 11. 12. 13. 14.

Aleluya — Mt 23, 9b. 10b.

EVANGELIO — Mt 23, 8-12.

 



16 de julio
Bienaventurada Virgen María
del Monte Carmelo

MEMORIA

Ordinariamente, lecturas de la feria.

Por motivos pastorales, del Común de la bienaventurada Virgen María. Se recomiendan las siguientes:

PRIMERA LECTURA — Zac 2, 14-17.

Salmo responsorial — Lc 1, 46b-47. 48-49. 50-51. 52-53. 54-55.

Aleluya — Lc 11, 28.

EVANGELIO — Mt 12, 46-50.




22 de julio
SANTA MARÍA MAGDALENA

FIESTA

PRIMERA LECTURA (opción 1)

Cant 3, 1-4a

Encontré al amor de mi alma.

Lectura del libro del Cantar de los cantares.

ESTO dice la esposa:

«En mi lecho, por la noche,
buscaba al amor de mi alma;
lo buscaba, y no lo encontraba.

“Me levantaré y rondaré por la ciudad,
por las calles y las plazas,
buscaré al amor de mi alma”.

Lo busqué y no lo encontré.

Me encontraron los centinelas
que hacen la ronda por la ciudad.

“Habéis visto al amor de mi alma?”.

En cuanto los hube pasado,
encontré al amor de mi alma».


Palabra de Dios.

PRIMERA LECTURA (opción 2)

2 Cor 5, 14-17

Ahora ya no conocemos a Cristo según la carne.

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios.

HERMANOS:

Nos apremia el amor de Cristo al considerar que, si uno murió por todos, todos murieron.

Y Cristo murió por todos, para que los que viven ya no vivan para sí, sino para el que murió y resucitó por ellos.

De modo que nosotros desde ahora no conocemos a nadie según la carne; si alguna vez conocimos a Cristo según la carne, ahora ya no lo conocemos así.

Por tanto, si alguno está en Cristo es una criatura nueva. Lo viejo ha pasado, ha comenzado lo nuevo.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 62, 2. 3-4. 5-6. 8-9 (R.: 2b)

R. Mi alma está sedienta de ti, mi Dios.

V. Oh, Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua. R.

V. ¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabaran mis labios. R.

V. Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré como de enjundia y de manteca,
y mis labios te alabarán jubilosos. R.

V. Porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene. R.


Aleluya

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. «¿Qué has visto de camino, María, en la mañana?».
«A mi Señor glorioso, la tumba abandonada». R.


EVANGELIO

Jn 20, 1. 11-18

Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?

+

Lectura del santo Evangelio según san Juan.

EL primer día de la semana, María la Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.

Echó a correr y fue donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo:

«Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto».

Estaba María fuera, junto al sepulcro, llorando. Mientras lloraba, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados, uno a la cabecera y otro a los pies, donde había estado el cuerpo de Jesús.

Ellos le preguntan:

«Mujer, ¿por qué lloras?».

Ella les contesta:

«Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto».

Dicho esto, se vuelve y ve a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús.

Jesús le dice:

«Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?».

Ella, tomándolo por el hortelano, le contesta:

«Señor, si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo lo recogeré».

Jesús le dice:

«¡María!».

Ella se vuelve y le dice:

«¡Rabbuní!», que significa: «¡Maestro!».

Jesús le dice:

«No me retengas, que todavía no he subido al Padre. Pero, anda, ve a mis hermanos y diles: “Subo al Padre mío y Padre vuestro, al Dios mío y Dios vuestro”».

María la Magdalena fue y anunció a los discípulos:

«He visto al Señor y ha dicho esto».


Palabra del Señor.

 

23 de julio
SANTA BRÍGIDA, PATRONA DE EUROPA

FIESTA

PRIMERA LECTURA

Gal 2, 1-20

Vivo, pero no soy yo el que vive, es Cristo quien vive en mí.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas.

HERMANOS:

Yo he muerto a la ley por medio de la ley, con el fin de vivir para Dios.

Estoy crucificado con Cristo; vivo, pero no soy yo el que vive, es Cristo quien vive en mí.

Y mi vida de ahora en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 33, 2-3. 4-5. 6-7. 8-9. 10-11 (R.: 2a)

R. Bendigo al Señor en todo momento.

V. Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. R.

V. Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias. R.

V. Contempladlo, y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
El afligido invocó al Señor,
él lo escuchó y lo salvó de sus angustias. R.

V. El ángel del Señor acampa en torno
a quienes lo temen y los protege.
Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él. R.

V. Todos sus santos, temed al Señor,
porque nada les falta a los que lo temen;
los ricos empobrecen y pasan hambre,
los que buscan al Señor no carecen de nada. R.


Aleluya

Jn 15, 9b. 5b

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Permaneced en mi amor —dice el Señor—;
el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante. R.


EVANGELIO

Jn 15, 1-8

El que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante.

+

Lectura del santo Evangelio según san Juan.

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento que no da fruto en mí lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto.

Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros.

Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.

Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden. Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará.

Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos».


Palabra del Señor.




25 de julio
SANTIAGO, APÓSTOL, PATRONO DE ESPAÑA

SOLEMNIDAD

PRIMERA LECTURA

Hch 4, 33; 5, 12. 27-33; 12, 2

El rey Herodes hizo pasar a cuchillo a Santiago.

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles.

EN aquellos días, los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con mucho valor. Y se los miraba a todos con mucho agrado. Por mano de los apóstoles se realizaban muchos signos y prodigios en medio del pueblo.

Todos se reunían con un mismo espíritu en el pórtico de Salomón.

Les hicieron comparecer ante el Sanedrín y el sumo sacerdote los interrogó, diciendo:

«¿No os habíamos ordenado formalmente no enseñar en ese nombre? En cambio, habéis llenado Jerusalén con vuestra enseñanza y queréis hacernos responsables de la sangre de ese hombre».

Pedro y los apóstoles replicaron:

«Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien vosotros matasteis, colgándolo de un madero. Dios lo ha exaltado con su diestra, haciéndolo jefe y salvador, para otorgar a Israel la conversión y el perdón de los pecados. Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu Santo, que Dios da a los que lo obedecen».

Ellos, al oír esto, se consumían de rabia y trataban de matarlos.

El rey Herodes hizo pasar a cuchillo a Santiago, hermano de Juan.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 66, 2-3. 5. 7-8 (R.: 4)

R. Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.

V. El Señor tenga piedad y nos bendiga,
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación. R.

V. Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia,
y gobiernas las naciones de la tierra. R.

V. La tierra ha dado su fruto,
nos bendice el Señor, nuestro Dios.
Que Dios nos bendiga; que le teman
todos los confines de la tierra. R.


SEGUNDA LECTURA

2 Cor 4, 7-15

Llevamos siempre y en todas partes en el cuerpo la muerte de Jesús.

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios.

HERMANOS:

Llevamos este tesoro en vasijas de barro, para que se vea que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no proviene de nosotros.

Atribulados en todo, mas no aplastados; apurados, mas no desesperados; perseguidos, pero no abandonados; derribados, mas no aniquilados, llevando siempre y en todas partes en el cuerpo la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo.

Pues, mientras vivimos, continuamente nos están entregando a la muerte por causa de Jesús; para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal. De este modo, la muerte actúa en nosotros, y la vida en vosotros.

Pero teniendo el mismo espíritu de fe, según lo que está escrito: «Creí, por eso hablé», también nosotros creemos y por eso hablamos; sabiendo que quien resucitó al Señor Jesús también nos resucitará a nosotros con Jesús y nos presentará con vosotros ante él.

Pues todo esto es para vuestro bien, a fin de que cuantos más reciban la gracia, mayor sea el agradecimiento, para gloria de Dios.


Palabra de Dios.

Aleluya

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Astro brillante de España, apóstol Santiago,
tu cuerpo descansa en la paz,
tu gloria pervive entre nosotros. R.


EVANGELIO

Mt 20, 20-28

Mi cáliz lo beberéis.

+

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

EN aquel tiempo, se acercó a Jesús la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos y se postró para hacerle una petición.

Él le preguntó:

«¿Qué deseas?».

Ella contestó:

«Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda».

Pero Jesús replicó:

«No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber el cáliz que yo he de beber?».

Contestaron:

«Podemos».

Él les dijo:

«Mi cáliz lo beberéis; pero sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre».

Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra los dos hermanos. Y llamándolos, Jesús les dijo:

«Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo.

Igual que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos».


Palabra del Señor.




26 de julio
SAN JOAQUÍN Y SANTA ANA,
PADRES DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA

MEMORIA

PRIMERA LECTURA

Eclo 44, 1. 10-15

Su nombre vive por generaciones.

Lectura del libro del Eclesiástico.

HAGAMOS el elogio de los hombres ilustres,
de nuestros padres según sus generaciones.

Ellos fueron hombres de bien,
cuyos méritos no han quedado en el olvido.

En sus descendientes se conserva
una rica herencia, su posteridad.

Sus descendientes han sido fieles a la alianza,
y, gracias a ellos, también sus hijos.

Su descendencia permanece por siempre,
y su gloria no se borrará.

Sus cuerpos fueron sepultados en paz,
y su nombre vive por generaciones.

Los pueblos hablarán de su sabiduría,
y la asamblea proclamará su alabanza.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 131, 11. 13-14. 17-18 (R.: cf. Lc 1, 32a)

R. El Señor Dios le ha dado el trono de David, su padre.

V. El Señor ha jurado a David
una promesa que no retractará:
«A uno de tu linaje
pondré sobre tu trono». R.

V. Porque el Señor ha elegido a Sión,
ha deseado vivir en ella:
«Ésta es mi mansión por siempre,
aquí viviré, porque la deseo». R.

V. «Haré germinar el vigor de David,
enciendo una lámpara para mi Ungido.
A sus enemigos los vestiré de ignominia,
sobre él brillará mi diadema». R.


Aleluya

Cf. Lc 2, 25c

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Aguardaban el consuelo de Israel,
y el Espíritu Santo estaba en ellos. R.


EVANGELIO

Mt 13, 16-17

Muchos profetas y justos desearon ver lo que veis.

+

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Bienaventurados vuestros ojos porque ven y vuestros oídos porque oyen.

En verdad os digo que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis y no lo vieron, y oír lo que oís y no lo oyeron».


Palabra del Señor.



29 de julio
SANTOS MARTA, MARÍA Y LÁZARO

MEMORIA

PRIMERA LECTURA

1 Jn 4, 7-16

Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros.

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan.

QUERIDOS hermanos, amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor.

En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al mundo a su Unigénito, para que vivamos por medio de él.

En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a su Hijo como víctima de propiciación por nuestros pecados.

Queridos hermanos, si Dios nos amó de esta manera, también nosotros debemos amarnos unos a otros.

A Dios nadie lo ha visto nunca. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud. En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros: en que nos ha dado de su Espíritu. Y nosotros hemos visto y damos testimonio de que el Padre envió a su Hijo para ser Salvador del mundo. Quien confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios.

Y nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él. Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 33, 2-3. 4-5. 6-7. 8-9. 10-11 (R.: 2a ó 9a)

R. Bendigo al Señor en todo momento.

O bien:

R. Gustad y ved qué bueno es el Señor.

V. Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren. R.

V. Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias. R.

V. Contempladlo, y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
El afligido invocó al Señor,
él lo escuchó y lo salvó de sus angustias. R.

V. El ángel del Señor acampa
en torno a quienes lo temen y los protege.
Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él. R.

V. Todos sus santos, temed al Señor,
porque nada les falta a los que lo temen;
los ricos empobrecen y pasan hambre,
los que buscan al Señor no carecen de nada. R.


Aleluya

Jn 8, 12b

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Yo soy la luz del mundo —dice el Señor—;
el que me sigue tendrá la luz de la vida. R.


EVANGELIO (opción 1)

Jn 11, 19-27

Creo que eres el Cristo, el Hijo de Dios.

+

Lectura del santo Evangelio según san Juan.

EN aquel tiempo, muchos judíos habían ido a ver a Marta y a María para darles el pésame por su hermano.

Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedó en casa. Y dijo Marta a Jesús:

«Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá».

Jesús le dijo:

«Tu hermano resucitará».

Marta respondió:

«Sé que resucitará en la resurrección en el último día».

Jesús le dijo:

«Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?».

Ella le contestó:

«Sí, Señor: yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo».


Palabra del Señor.

EVANGELIO (opción 2)

Lc 10, 38-42

Marta, Marta, andas inquieta y preocupada por muchas cosas

+

Lectura del santo Evangelio según san Lucas.

EN aquel tiempo, entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Esta tenía una hermana llamada María, que, sentada junto a los pies del Señor, escuchaba su palabra.

Marta, en cambio, andaba muy afanada con los muchos servicios; hasta que, acercándose, dijo:

«Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola para servir? Dile que me eche una mano».

Respondiendo, le dijo el Señor:

«Marta, Marta, andas inquieta y preocupada con muchas cosas; solo una es necesaria. María, pues, ha escogido la parte mejor, y no le será quitada».


Palabra del Señor.


30 de julio
San Pedro Crisólogo, obispo y doctor de la Iglesia

Ordinariamente, lecturas de la feria.

Por motivos pastorales, del Común de doctores de la Iglesia. Se recomiendan las siguientes:

PRIMERA LECTURA — Ef 3, 8-12.

Salmo responsorial — Sal 118, 9. 10. 11. 12. 13. 14.

Aleluya — Jn 15, 5.

EVANGELIO — Lc 6, 43-45.

 

31 de julio
San Ignacio de Loyola, presbítero

MEMORIA

Ordinariamente, lecturas de la feria.

Por motivos pastorales, del Común de pastores, o bien del Común de santos y santas (para religiosos). Se recomiendan las siguientes:

PRIMERA LECTURA

1 Cor 10, 31 – 11, 1

Hacedlo todo para gloria de Dios.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios.

HERMANOS:

Ya comáis, ya bebáis o hagáis lo que hagáis, hacedlo todo para gloria de Dios.

No deis motivo de escándalo ni a judíos, ni a griegos, ni a la Iglesia de Dios; como yo, que procuro contentar en todo a todos, no buscando mi propia ventaja, sino la de la mayoría, para que se salven.

Sed imitadores míos como yo lo soy de Cristo.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial — Sal 33, 2-3. 4-5. 6-7. 8-9. 10-11.

Aleluya — Mt 5, 3.

EVANGELIO — Lc 14, 25-33.

 

 

AGOSTO

1 de agosto
San Alfonso María de Ligorio,
obispo y doctor de la Iglesia

MEMORIA

Ordinariamente, lecturas de la feria.

Por motivos pastorales, del Común de pastores, o bien del Común de doctores de la Iglesia. Se recomiendan las siguientes.

PRIMERA LECTURA

Rom 8, 1-4

La ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús te ha librado de la ley del pecado y de la muerte.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos.

HERMANOS:

No hay condena alguna para los que están en Cristo Jesús, pues la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús te ha librado de la ley del pecado y de la muerte. Lo que era imposible a la ley, por cuanto que estaba debilitada a causa de la carne, lo ha hecho Dios: enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y en orden al pecado, condenó el pecado en la carne, para que la justa exigencia de la ley se cumpliera en nosotros, los que actuamos no de acuerdo con la carne, sino de acuerdo con el Espíritu.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial — Sal 118, 9. 10. 11. 12. 13. 14.

Aleluya — Mt 5, 16.

EVANGELIO — Mt 5, 13-19.

 

2 de agosto
San Eusebio de Vercelli, obispo

Ordinariamente, lecturas de la feria.

Por motivos pastorales, del Común de pastores. Se recomiendan las siguientes:

PRIMERA LECTURA — 1 Jn 5, 1-5.

Salmo responsorial — Sal 88, 2-3. 4-5. 21-22. 25 y 27.

Aleluya — Mt 5, 3.

EVANGELIO — Mt 5, 1-12a.

 

2 de agosto
San Pedro Julián Eymard, presbítero

Ordinariamente, lecturas de la feria.

Por motivos pastorales, del Común de pastores, o bien del Común de santos y santas (para religiosos). Se recomiendan las siguientes:

PRIMERA LECTURA — Hch 4, 32-35.

Salmo responsorial — Sal 33, 2-3. 4-5. 6-7. 8-9. 10-11.

Aleluya — Jn 15, 4a. 5b.

EVANGELIO — Jn 15, 1-8.


4 de agosto
San Juan María Vianney, presbítero

MEMORIA

Ordinariamente, lecturas de la feria.

Por motivos pastorales, del Común de pastores. Se recomiendan las siguientes:

PRIMERA LECTURA — Ez 3, 16-21.

Salmo responsorial — Sal 116, 1. 2.

Aleluya — Lc 4, 18.

EVANGELIO

Mt 9, 35 – 10, 1

Al ver a las muchedumbres, se compadecía de ellas.

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

EN aquel tiempo, Jesús recorría todas las ciudad y aldeas, enseñando en sus sinagogas, proclamando el evangelio del reino y curando toda enfermedad y toda dolencia.

Al ver a las muchedumbres, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas, «como ovejas que no tienen pastor».

Entonces dice a sus discípulos:

«La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies».

Llamó a sus doce discípulos y les dio autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y toda dolencia.


Palabra de Dios.

 

5 de agosto
Dedicación de la basílica de Santa María

Ordinariamente, lecturas de la feria.

Por motivos pastorales, del Común de la bienaventurada Virgen María. Se recomiendan las siguientes:

PRIMERA LECTURA — Ap 8, 1-4.

Salmo responsorial — Jdt 13, 18bcde. 19.

Aleluya — Lc 11, 28.

EVANGELIO — Lc 11, 27-28.




6 de agosto
LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR

FIESTA

Cuando esta fiesta coincide en domingo, antes del Evangelio se leen las dos lecturas siguientes. El salmo responsorial sigue a la primera lectura.

PRIMERA LECTURA (opción 1)

Dan 7, 9-10. 13-14

Su vestido era blanco como la nieve.

Lectura de la profecía de Daniel.

DURANTE la visión, vi que colocaban unos tronos, y un anciano se sentó; su vestido era blanco como nieve, su cabellera como lana limpísima; su trono, llamas de fuego; sus ruedas, llamaradas. Un río impetuoso de fuego brotaba delante de él. Miles y miles le servían, millones estaban a sus órdenes. Comenzó la sesión y se abrieron los libros.

Mientras miraba, en la visión nocturna vi venir en las nubes del cielo como un hijo de hombre, que se acercó al anciano y se presentó ante él.

Le dieron poder real y dominio; todos los pueblos, naciones y lenguas lo respetarán. Su dominio es eterno y no pasa, su reino no tendrá fin.


Palabra de Dios.

PRIMERA LECTURA (opción 2)

2 Pe 1, 16-19

Esta voz del cielo es la que oímos.

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pedro.

QUERIDOS hermanos:

Cuando os dimos a conocer el poder y la última venida de nuestro Señor Jesucristo, no nos fundábamos en fábulas fantásticas, sino que habíamos sido testigos oculares de su grandeza.

Él recibió de Dios Padre honra y gloria, cuando la Sublime Gloria le trajo aquella voz: «Éste es mi Hijo amado, mi predilecto». Esta voz, traída del cielo, la oímos nosotros, estando con él en la montaña sagrada.

Esto nos confirma la palabra de los profetas, y hacéis muy bien en prestarle atención, como a una lámpara que brilla en un lugar oscuro, hasta que despunte el día, y el lucero nazca en vuestros corazones.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 96, 1-2. 5-6. 9 (R.: cf. 1a. 9b)

R. El Señor reina, altísimo sobre toda la tierra

V. El Señor reina, la tierra goza,
se alegran las islas innumerables.
Tiniebla y nube lo rodean,
justicia y derecho sostienen su trono. R.

V. Los montes se derriten como cera
ante el dueño de toda la tierra;
los cielos pregonan su justicia,
y todos los pueblos contemplan su gloria. R.

V. Porque tú eres, Señor,
altísimo sobre toda la tierra,
encumbrado sobre todos los dioses. R.


Aleluya

Mt 17, 5c

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escuchadlo. R.

 

EVANGELIO (año A)

Mt 17, 1-9

Su rostro resplandecía como el sol.

+

Lectura del santo evangelio según san Mateo.

EN aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y subió con ellos aparte a un monte alto. Se transfiguró delante de ellos, y su rostro resplandecía como el sol, y sus vestidos se volvieron blancos como la luz.

De repente se les aparecieron Moisés y Elías conversando con él. Pedro, entonces, tomó la palabra y dijo a Jesús:

«Señor, ¡qué bueno es que estemos aquí! Si quieres, haré tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías».

Todavía estaba hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra y una voz desde la nube decía:

«Este es mi Hijo, el amado, en quien me complazco. Escuchadlo».

Al oírlo, los discípulos cayeron de bruces, llenos de espanto. Jesús se acercó y, tocándolos, les dijo:

«Levantaos, no temáis».

Al alzar los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús, solo. Cuando bajaban del monte, Jesús les mandó:

«No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos».


Palabra del Señor.

EVANGELIO (año B)

Mc 9, 2-10

Éste es mi Hijo, el amado.

+

Lectura del santo evangelio según san Marcos.

EN aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan, subió aparte con ellos solos a un monte alto, y se transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador, como no puede dejarlos ningún batanero del mundo.

Se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús.

Entonces Pedro tomó la palabra y dijo a Jesús:

«Maestro, ¡qué bueno es que estemos aquí! Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías».

No sabía qué decir, pues estaban asustados.

Se formó una nube que los cubrió y salió una voz de la nube:

«Éste es mi Hijo, el amado; escuchadlo».

De pronto, al mirar alrededor, no vieron a nadie más que a Jesús, solo con ellos.

Cuando bajaban del monte, les ordenó que no contasen a nadie lo que habían visto hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos.

Esto se les quedó grabado y discutían qué quería decir aquello de resucitar de entre los muertos.


Palabra del Señor.

EVANGELIO (año C)

Lc 9, 28b-36

Mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió.

+

Lectura del santo evangelio según san Lucas.

EN aquel tiempo, tomó Jesús a Pedro, a Juan y a Santiago y subió a lo alto del monte para orar. Y, mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió y sus vestidos brillaban de resplandor.

De repente, dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que, apareciendo con gloria, hablaban de su éxodo, que él iba a consumar en Jerusalén.

Pedro y sus compañeros se caían de sueño, pero se espabilaron y vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él.

Mientras estos se alejaban de él, dijo Pedro a Jesús:

«Maestro, ¡qué bueno es que estemos aquí! Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías».

No sabía lo que decía.

Todavía estaba diciendo esto, cuando llegó una nube que los cubrió con su sombra. Se llenaron de temor al entrar la nube.

Y una voz desde la nube decía:

«Éste es mi Hijo, el Elegido; escuchadlo».

Después de oírse la voz, se encontró Jesús solo. Ellos guardaron silencio y, por aquellos días, no contaron a nadie nada de lo que habían visto.


Palabra del Señor.


7 de agosto
San Sixto II, Papa y mártir

Ordinariamente, lecturas de la feria.

Por motivos pastorales, del Común de pastores. Se recomiendan las siguientes:

PRIMERA LECTURA Ez 3, 16-21.

Salmo responsorial — Sal 116, 1. 2.

Aleluya — Lc 4, 18.

EVANGELIO — Lc 4, 18.

 

7 de agosto
San Cayetano, presbítero

Ordinariamente, lecturas de la feria.

Por motivos pastorales, del Común de pastores. Se recomiendan las siguientes:

PRIMERA LECTURA — Ez 3, 16-21.

Salmo responsorial — Sal 116, 1. 2.

Aleluya — Lc 4, 18.

EVANGELIO — Lc 4, 18.


8 de agosto
Santo Domingo de Guzmán, presbítero

Ordinariamente, lecturas de la feria.

Por motivos pastorales, del Común de pastores. Se recomiendan las siguientes:

PRIMERA LECTURA Ez 3, 16-21.

Salmo responsorial — Sal 116, 1. 2.

Aleluya — Lc 4, 18.

EVANGELIO — Lc 4, 18.

 

 

9 de agosto
SANTA TERESA BENEDICTA DE LA CRUZ, VIRGEN Y MÁRTIR,
PATRONA DE EUROPA

FIESTA

PRIMERA LECTURA

Os 2, 16b. 17de. 21-22

Me desposaré contigo para siempre.

Lectura de la profecía de Oseas.

ESTO dice el Señor:

«Yo la llevo al desierto, le hablo al corazón.

Allí responderá como en los días de su juventud, como el día de su salida de Egipto.

Me desposaré contigo para siempre, me desposaré contigo en justicia y en derecho, en misericordia y en ternura, me desposaré contigo en fidelidad y conocerás al Señor».


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 44, 11-12. 14-15. 16-17 (R.: 11)

R. Escucha, hija, mira: inclina el oído.

V. Escucha, hija, mira: inclina el oído,
olvida tu pueblo y la casa paterna;
prendado está el rey de tu belleza:
póstrate ante él, que él es tu señor. R.

V. Ya entra la princesa,
bellísima, vestida de perlas y brocado;
la llevan ante el rey,
con séquito de vírgenes,
la siguen sus compañeras. R.

V. Las traen entre alegría y algazara,
van entrando en el palacio real.
«A cambio de tus padres tendrás hijos,
que nombrarás príncipes por toda la tierra». R.

 

Aleluya

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Ven, esposa de Cristo, recibe la corona,
que el Señor te preparó para toda la eternidad. R.

 

EVANGELIO

Mt 25, 1-13

¡Que llega el esposo, salid a su encuentro!

+

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:

«El reino de los cielos se parece a diez vírgenes que tomaron sus lámparas y salieron al encuentro del esposo.

Cinco de ellas eran necias y cinco eran prudentes.

Las necias, al tomar las lámparas, no se proveyeron de aceite; en cambio, las prudentes se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas.

El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron.

A medianoche se oyó una voz:

“¡Que llega el esposo, salid a su encuentro!”.

Entonces se despertaron todas aquellas vírgenes y se pusieron a preparar sus lámparas.

Y las necias dijeron a las prudentes:

“Dadnos de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas”.

Pero las prudentes contestaron:

“Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis”.

Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta.

Más tarde llegaron también las otras vírgenes, diciendo:

“Señor, señor, ábrenos”.

Pero él respondió:

“En verdad os digo que no os conozco”.

Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora».


Palabra del Señor.

 

10 de agosto
SAN LORENZO, DIÁCONO Y MÁRTIR

FIESTA

PRIMERA LECTURA

2 Cor 9, 6-10

Dios ama al que da con alegría.

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios.

HERMANOS:

El que siembra tacañamente, tacañamente cosechará; el que siembra abundantemente, abundantemente cosechará. Cada uno dé como le dicte su corazón: no a disgusto ni a la fuerza, pues Dios ama «al que da con alegría».

Y Dios tiene poder para colmaros de toda clase de dones, de modo que, teniendo lo suficiente siempre y en todo, os sobre para toda clase de obras buenas.

Como está escrito:

«Repartió abundantemente a los pobres,
su justicia permanece eternamente».

El que proporciona «semilla al que siembra y pan para comer» proporcionará y multiplicará vuestra semilla y aumentará los frutos de vuestra justicia.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 111, 1-2. 5-6. 7-8. 9 (R.: 5a)

R. Dichoso el que se apiada y presta.

V. Dichoso quien teme al Señor
y ama de corazón sus mandatos.
Su linaje será poderoso en la tierra,
la descendencia del justo será bendita. R.

V. Dichoso el que se apiada y presta,
y administra rectamente sus asuntos,
porque jamás vacilará,
El recuerdo del justo será perpetuo. R.

V. No temerá las malas noticias,
su corazón está firme en el Señor.
Su corazón está seguro, sin temor,
hasta que vea derrotados a sus enemigos. R.

V. Reparte limosna a los pobres;
su caridad dura por siempre,
y alzará la frente con dignidad. R.


Aleluya

Jn 8, 12bc

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. El que me sigue no camina en tinieblas —dice el Señor—,
sino que tendrá la luz de la vida. R.


EVANGELIO

Jn 12, 24-26

A quien me sirva, el Padre lo honrará.

+

Lectura del santo Evangelio según san Juan.

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«En verdad, en verdad os digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto.

El que se ama a sí mismo, se pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este mundo, se guardará para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi servidor; a quien me sirva, el Padre lo honrará».

 

Palabra del Señor.

 

11 de agosto
Santa Clara de Asís

Ordinariamente, lecturas de la feria.

Por motivos pastorales, del Común de pastores. Se recomiendan las siguientes:

PRIMERA LECTURA Ez 3, 16-21.

Salmo responsorial — Sal 116, 1. 2.

Aleluya — Lc 4, 18.

EVANGELIO — Lc 4, 18.

 

12 de agosto
Santa Juana Francisca de Chantal

Ordinariamente, lecturas de la feria.

Por motivos pastorales, del Común de pastores. Se recomiendan las siguientes:

PRIMERA LECTURA Ez 3, 16-21.

Salmo responsorial — Sal 116, 1. 2.

Aleluya — Lc 4, 18.

EVANGELIO — Lc 4, 18.

 

13 de agosto
Santos Ponciano, papa, e Hipólito, presbítero, mártires

Ordinariamente, lecturas de la feria.

Por motivos pastorales, del Común de pastores. Se recomiendan las siguientes:

PRIMERA LECTURA Ez 3, 16-21.

Salmo responsorial — Sal 116, 1. 2.

Aleluya — Lc 4, 18.

EVANGELIO — Lc 4, 18.

 

14 de agosto
San Maximiliano María Kolbe, presbítero, mártir

Ordinariamente, lecturas de la feria.

Por motivos pastorales, del Común de pastores. Se recomiendan las siguientes:

PRIMERA LECTURA Ez 3, 16-21.

Salmo responsorial — Sal 116, 1. 2.

Aleluya — Lc 4, 18.

EVANGELIO — Lc 4, 18.

 

 

15 de agosto
LA ASUNCIÓN DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA

SOLEMNIDAD

MISA DE LA VIGILIA

PRIMERA LECTURA

1 Cro 15, 3-4. 15-16; 16, 1-2

Llevaron el Arca de Dios y la colocaron en el centro de la tienda que David le había preparado.

Lectura del primer libro de las Crónicas.

EN aquellos días, David congregó en Jerusalén a todo Israel para subir el Arca del Señor al lugar que le había preparado. Reunió también a los hijos de Aarón y a los levitas.

Luego los levitas levantaron el Arca de Dios tal como lo había mandado Moisés por orden del Señor: apoyando los varales sobre sus hombros. David mandó a los jefes de los levitas emplazar a los cantores de sus familias con instrumentos musicales —arpas, cítaras y platillos— para que los hiciesen resonar, alzando la voz con júbilo.

Llevaron el Arca de Dios y la colocaron en el centro de la tienda que David le había preparado. Ofrecieron holocaustos y sacrificios de comunión en presencia de Dios. Cuando David acabó de ofrecerlos, bendijo al pueblo en nombre del Señor.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 131, 6-7. 9-10. 13-14 (R.: 8)

R. Levántate, Señor, ven a tu mansión,
ven con el arca de tu poder.

V. Oímos que estaba en Efratá,
la encontramos en el Soto de Jaar:
entremos en su morada,
postrémonos ante el estrado de sus pies. R.

V. Que tus sacerdotes se vistan de justicia,
que tus fieles vitoreen.
Por amor a tu siervo David,
no niegues audiencia a tu Ungido. R.

V. Porque el Señor ha elegido a Sión,
ha deseado vivir en ella:
«Ésta es mi mansión por siempre,
aquí viviré, porque la deseo». R.


SEGUNDA LECTURA

1 Cor 15, 54-57

Nos da la victoria por medio de Jesucristo.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios.

HERMANOS:

Cuando esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita:

«La muerte ha sido absorbida en la victoria. ¿Dónde está, muerte, tu victoria? ¿Dónde está, muerte, tu aguijón?».

El aguijón de la muerte es el pecado, y la fuerza del pecado, la ley.

¡Gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo!


Palabra de Dios.

Aleluya

Lc 11, 28

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Bienaventurados los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen. R.

 

EVANGELIO

Lc 11, 27-28

Bienaventurado el vientre que te llevó.

+

Lectura del santo Evangelio según san Lucas.

EN aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a la gente, una mujer de entre el gentío, levantando la voz, le dijo:

«Bienaventurado el vientre que te llevó y los pechos que te criaron».

Pero él dijo:

«Mejor, bienaventurados los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen».


Palabra del Señor.




15 de agosto
LA ASUNCIÓN DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA

MISA DEL DÍA

PRIMERA LECTURA

Ap 11, 19a; 12, 1. 3-6a. 10ab

Una mujer vestida del sol, y la luna bajo sus pies.

Lectura del libro del Apocalipsis.

SE abrió en el cielo el santuario de Dios, y apareció en su santuario el arca de su alianza.

Un gran signo apareció en el cielo: una mujer vestida del sol, y la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza; y está encinta, y grita con dolores de parto y con el tormento de dar a luz.

Y apareció otro signo en el cielo: un gran dragón rojo que tiene siete cabezas y diez cuernos, y sobre sus cabezas siete diademas, y su cola arrastra la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra.

Y el dragón se puso en pie ante la mujer que iba a dar a luz, para devorar a su hijo cuando lo diera a luz.

Y dio a luz un hijo varón, el que ha de pastorear a todas las naciones con vara de hierro, y fue arrebatado su hijo junto a Dios y junto a su trono; y la mujer huyó al desierto, donde tiene un lugar preparado por Dios.

Y oí una gran voz en el cielo que decía:

«Ahora se ha establecido la salvación y el poder y el reinado de nuestro Dios, y la potestad de su Cristo».


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 44, 10. 11. 12. 16 (R.: 10b)

R. De pie a tu derecha está la reina,
enjoyada con oro de Ofir.

V. Hijas de reyes salen a tu encuentro,
de pie a tu derecha está la reina,
enjoyada con oro de Ofir. R.

V. Escucha, hija, mira: inclina el oído,
olvida tu pueblo y la casa paterna. R.

V. Prendado está el rey de tu belleza:
póstrate ante él, que él es tu señor. R.

V. Las traen entre alegría y algazara,
van entrando en el palacio real. R.


SEGUNDA LECTURA

1 Cor 15, 20-27a 

Primero Cristo, como primicia; después todos los que son de Cristo.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios.

HERMANOS:

Cristo ha resucitado de entre los muertos y es primicia de los que han muerto.

Si por un hombre vino la muerte, por un hombre vino la resurrección. Pues lo mismo que en Adán mueren todos, así en Cristo todos serán vivificados.

Pero cada uno en su puesto: primero Cristo, como primicia; después todos los que son de Cristo, en su venida; después el final, cuando Cristo entregue el reino a Dios Padre, cuando haya aniquilado todo principado, poder y fuerza.

Pues Cristo tiene que reinar hasta que ponga a todos sus enemigos bajo sus pies. El último enemigo en ser destruido será la muerte, porque lo ha sometido todo bajo sus pies.


Palabra de Dios.

Aleluya

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. María ha sido asunta al cielo,
se alegra el ejército de los ángeles. R.


EVANGELIO

Lc 1, 39-56

El Poderoso ha hecho obras grandes en mí; enaltece a los humildes.

+

Lectura del santo Evangelio según san Lucas.

EN aquellos días, María se levantó y se puso en camino de prisa hacia la montaña, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.

Aconteció que, en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel de Espíritu Santo y, levantando la voz, exclamó:

«¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Bienaventurada la que ha creído, porque lo que le ha dicho el Señor se cumplirá».

María dijo:

«Proclama mi alma la grandeza del Señor,
“se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humildad de su esclava”.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes en mí:
“su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación”.

Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
“derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia”
—como lo había prometido a “nuestros padres”—
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre».

María se quedó con Isabel unos tres meses y volvió a su casa.


Palabra del Señor.



16 de agosto
San Esteban de Hungría

Ordinariamente, lecturas de la feria.

Por motivos pastorales, del Común de santos y santas. Se recomiendan las siguientes:

PRIMERA LECTURA — Dt 6, 3-9.

Salmo responsorial — Sal 131, 1b-2. 3-4. 5-7a. 7b-8. 9.

Aleluya — Cf. Jn 14, 23.

EVANGELIO (forma larga) — Mt 25, 14-30.
(forma breve) — Mt 25, 14-23.



19 de agosto
San Juan Eudes, presbítero

Ordinariamente, lecturas de la feria.

Por motivos pastorales, del Común de pastores, o bien del Común de santos y santas. Se recomiendan las siguientes.

PRIMERA LECTURA — Ef 3, 14-19.

Salmo responsorial — Sal 130, 1bcde. 2. 3.

Aleluya — Cf. Mt 11, 25.

EVANGELIO — Mt 11, 25-30.

19 de agosto
San Ezequiel Moreno Díaz, obispo

Ordinariamente, lecturas de la feria.

Por motivos pastorales, del Común de pastores (para un obispo). Se recomiendan las siguientes.

PRIMERA LECTURA — 1 Cor 4, 1-5.

Salmo responsorial — Sal 95, 1-2a. 2b-3. 7-8a. 10.

EVANGELIO — Jn 15. 9-17.

 

20 de agosto
San Bernardo, abad y doctor de la Iglesia

MEMORIA

Ordinariamente, lecturas de la feria.

Por motivos pastorales, del Común de doctores de la Iglesia o bien del Común de santos y santas (para religiosos). Se recomiendan las siguientes.

PRIMERA LECTURA — Eclo 15, 1-6.

Salmo responsorial — Sal 118, 9. 10. 11. 12. 13. 14.

Aleluya — Jn 15, 9b. 5b.

EVANGELIO — Jn 17, 20-26.

 

21 de agosto
San Pío X, Papa

Ordinariamente, lecturas de la feria.

Por motivos pastorales, del Común de pastores. Se recomiendan las siguientes:

PRIMERA LECTURA Ez 3, 16-21.

Salmo responsorialSal 116, 1. 2.

AleluyaLc 4, 18.

EVANGELIO Lc 4, 18.

 

22 de agosto
Bienaventurada Virgen María, Reina

Ordinariamente, lecturas de la feria.

Por motivos pastorales, del Común de pastores. Se recomiendan las siguientes:

PRIMERA LECTURA Ez 3, 16-21.

Salmo responsorialSal 116, 1. 2.

AleluyaLc 4, 18.

EVANGELIO Lc 4, 18.

23 de agosto
Santa Rosa de Lima, virgen

Ordinariamente, lecturas de la feria.

Por motivos pastorales, del Común de pastores. Se recomiendan las siguientes:

PRIMERA LECTURA Ez 3, 16-21.

Salmo responsorial — Sal 116, 1. 2.

Aleluya — Lc 4, 18.

EVANGELIO — Lc 4, 18.

 

24 de agosto
SAN BARTOLOMÉ, APÓSTOL

FIESTA

PRIMERA LECTURA

Ap 21, 9b-14

Sobre los cimientos están los nombres de los doce apóstoles del Cordero.

Lectura del libro de Apocalipsis.

EL ángel me habló diciendo:

«Mira, te mostraré la novia, la esposa del Cordero».

Y me llevó en espíritu a un monte grande y elevado, y me mostró la ciudad santa de Jerusalén que descendía del cielo, de parte de Dios, y tenía la gloria de Dios; su resplandor era semejante a una piedra muy preciosa, como piedra de jaspe cristalino.

Tenía una muralla grande y elevada, tenía doce puertas y sobre las puertas doce ángeles y nombres grabados que son las doce tribus de Israel.

Al oriente tres puertas, al norte tres puertas, al sur tres puertas, y al poniente tres puertas, y la muralla de la ciudad tenía doce cimientos y sobre ellos los nombres de los doce apóstoles del Cordero.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 144, 10-11. 12-13ab. 17-18 (R.: 15ab)

R. Tus santos, Señor, proclamen la gloria de tu reinado.

V. Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles.
Que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas. R.

V. Explicando tus hazañas a los hombres,
la gloria y la majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo,
tu gobierno va de edad en edad. R.

V. El Señor es justo en todos sus caminos,
es bondadoso en todas sus acciones.
Cerca está el Señor de los que lo invocan,
de los que lo invocan sinceramente. R.


Aleluya

Jn 1, 49b

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Rabí, tú eres el Hijo de Dios,
tú eres el Rey de Israel. R.


EVANGELIO

Jn 1, 45-51

Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño.

+

Lectura del santo Evangelio según san Juan.

EN aquel tiempo, Felipe encuentra a Natanael y le dijo:

«Aquel de quien escribieron Moisés en la ley y los profetas, lo hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de Nazaret».

Natanael le replicó:

«¿De Nazaret puede salir algo bueno?».

Felipe le contestó:

«Ven y verás».

Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él:

«Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño».

Natanael le contesta:

«¿De qué me conoces?».

Jesús le responde:

«Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi».

Natanael respondió:

«Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel».

Jesús le contestó:

«¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores».

Y le añadió:

«En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».


Palabra del Señor.


25 de agosto
San Luis de Francia

Ordinariamente, lecturas de la feria.

Por motivos pastorales, del Común de pastores. Se recomiendan las siguientes:

PRIMERA LECTURA Ez 3, 16-21.

Salmo responsorial — Sal 116, 1. 2.

Aleluya — Lc 4, 18.

EVANGELIO — Lc 4, 18.

25 de agosto
San José de Calasanz, presbítero

Ordinariamente, lecturas de la feria.

Por motivos pastorales, del Común de pastores. Se recomiendan las siguientes:

PRIMERA LECTURA Ez 3, 16-21.

Salmo responsorial — Sal 116, 1. 2.

Aleluya — Lc 4, 18.

EVANGELIO — Lc 4, 18.

 

25 de agosto
Santa María Magdalena de Pazzi

Ordinariamente, lecturas de la feria.

Por motivos pastorales, del Común de pastores. Se recomiendan las siguientes:

PRIMERA LECTURA Ez 3, 16-21.

Salmo responsorial — Sal 116, 1. 2.

Aleluya — Lc 4, 18.

EVANGELIO — Lc 4, 18.

 

26 de agosto
Santa Teresa de Jesús Jornet e Ibars

Ordinariamente, lecturas de la feria.

Por motivos pastorales, del Común de pastores. Se recomiendan las siguientes:

PRIMERA LECTURA Ez 3, 16-21.

Salmo responsorial — Sal 116, 1. 2.

Aleluya — Lc 4, 18.

EVANGELIO — Lc 4, 18.

27 de agosto
Santa Mónica

Ordinariamente, lecturas de la feria.

Por motivos pastorales, del Común de pastores. Se recomiendan las siguientes:

PRIMERA LECTURA Ez 3, 16-21.

Salmo responsorial — Sal 116, 1. 2.

Aleluya — Lc 4, 18.

EVANGELIO — Lc 4, 18.

 

28 de agosto
San Agustín, obispo y doctor de la Iglesia

Ordinariamente, lecturas de la feria.

Por motivos pastorales, del Común de pastores. Se recomiendan las siguientes:

PRIMERA LECTURA Ez 3, 16-21.

Salmo responsorial — Sal 116, 1. 2.

Aleluya — Lc 4, 18.

EVANGELIO — Lc 4, 18.

 

29 de agosto
Martirio de san Juan Bautista

MEMORIA

PRIMERA LECTURA

Jer 1, 17-19

Diles todo lo que yo te mande. No les tengas miedo.

Lectura del libro de Jeremías.

EN aquellos días, me vino esta palabra del Señor:

«Cíñete los lomos:
prepárate para decirles todo lo que yo te mande.
No les tengas miedo,
o seré yo quien te intimide.

Desde ahora te convierto en plaza fuerte,
en columna de hierro y muralla de bronce,
frente a todo el país:
frente a los reyes y príncipes de Judá,
frente a los sacerdotes y al pueblo de la tierra.

Lucharan contra ti, pero no te podrán,
porque yo estoy contigo para librarte
—oráculo del Señor—».

 

Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 70, 1-2. 3-4a. 5-6ab. 15ab y 17 (R.: 15ab)

R. Mi boca contará tu salvación.

V. A ti, Señor, me acojo:
no quede yo derrotado para siempre.
Tú que eres justo, líbrame y ponme a salvo,
inclina a mí tu oído y sálvame. R.

V. Sé tú mi roca de refugio,
el alcázar donde me salve,
porqué mi peña y mi alcázar eres tú.
Dios mío, líbrame de la mano perversa. R.

V. Porque tú, Señor, fuiste mi esperanza
y mi confianza, Señor, desde mi juventud.
En el vientre materno ya me apoyaba en ti,
en el seno tú me sostenías. R.

V. Mi boca contará tu justicia,
y todo el día tu salvación,
Dios mío, me instruiste desde mi juventud,
y hasta hoy relato tus maravillas. R.


Aleluya

Mt 5, 10

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia,
porque de ellos es el reino de los cielos. R.


EVANGELIO

Mc 6, 17-29

Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan, el Bautista.

+

Lectura del santo Evangelio según san Marcos.

EN aquel tiempo, Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel encadenado.

El motivo era que Herodes se había casado con Herodías, mujer de su hermano Filipo, y Juan le decía que no le era lícito tener a la mujer de su hermano.

Herodías aborrecía a Juan y quería matarlo, pero no podía, porque Herodes respetaba a Juan, sabiendo que era un hombre justo y santo, y lo defendía. Al escucharlo, quedaba muy perplejo, aunque lo oía con gusto.

La ocasión llegó cuando Herodes, por su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a sus oficiales y a la gente principal de Galilea.

La hija de Herodías entró y danzó, gustando mucho a Herodes y a los convidados. El rey le dijo a la joven:

«Pídeme lo que quieras, que te lo daré».

Y le juró:

«Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino».

Ella salió a preguntarle a su madre:

«¿Qué le pido?».

La madre le contestó:

«La cabeza de Juan el Bautista».

Entró ella enseguida, a toda prisa, se acercó al rey y le pidió:

«Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista».

El rey se puso muy triste; pero, por el juramento y los convidados no quiso desairarla. Enseguida le mandó a uno de su guardia que trajese la cabeza de Juan. Fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una bandeja y se la entregó a la joven; la joven se la entregó a su madre.

Al enterarse sus discípulos fueron a recoger el cadáver y lo pusieron en un sepulcro.


Palabra del Señor.


SEPTIEMBRE

8 de septiembre
LA NATIVIDAD DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA

FIESTA

PRIMERA LECTURA (opción 1)

Miq 5, 1-4a

Dé a luz la que debe dar a luz.

Lectura de la profecía de Miqueas.

ESTO dice el Señor:

«Y tú, Belén Efratá,
pequeña entre los clanes de Judá,
de ti voy a sacar
al que ha de gobernar Israel;
sus orígenes son de antaño,
de tiempos inmemoriales.

Por eso, los entregará
hasta que dé a luz la que debe dar a luz,
el resto de sus hermanos volverá
junto con los hijos de Israel.

Se mantendrá firme, pastoreará
con la fuerza del Señor,
con el dominio del nombre del Señor, su Dios;
se instalarán, ya que el Señor se hará grande
hasta el confín de la tierra.

Él mismo será la paz».


Palabra de Dios.

PRIMERA LECTURA (opción 2)

Rom 8, 28-30

Dios predestinó a los que había conocido de antemano.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos.

HERMANOS:

Sabemos que a los que aman a Dios todo les sirve para el bien; a los cuales ha llamado conforme a su designio.

Porque a los que había conocido de antemano los predestinó a reproducir la imagen de su Hijo, para que él fuera el primogénito entre muchos hermanos.

Y a los que predestinó, los llamó; a los que llamó, los justificó; a los que justificó, los glorificó.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 12, 6ab. 6cd (R.: Is 61, 10)

R. Desbordo de gozo con el Señor.

V. Porque yo confío en tu misericordia:
mi alma gozará con tu salvación. R.

V. Y cantaré al Señor
por el bien que me ha hecho. R.


Aleluya

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Dichosa eres, santa Virgen María, y muy digna de toda alabanza:
porque de ti salió el Sol de justicia, Cristo, nuestro Dios. R.


EVANGELIO

Mt 1, 1-16. 18-23

La criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo.

+

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

LIBRO del origen de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán.

Abrahán engendró a Isaac, Isaac engendró a Jacob, Jacob engendró a Judá y a sus hermanos. Judá engendró, de Tamar, a Fares y a Zará, Fares engendró a Esrón, Esrón engendró a Arán, Arán engendró a Aminadab, Aminadab engendró a Naasón, Naasón engendró a Salmón, Salmón engendró, de Rajab, a Booz; Booz engendró, de Rut, a Obed; Obed engendró a Jesé, Jesé engendró a David, el rey.

David, de la mujer de Urías, engendró a Salomón, Salomón engendró a Roboán, Roboán engendró a Abías, Abías engendró a Asaf, Asaf engendró a Josafat, Josafat engendró a Jorán, Jorán engendró a Ozías, Ozías engendró a Joatán, Joatán engendró a Acaz, Acaz engendró a Ezequías, Ezequías engendró a Manasés, Manasés engendró a Amós, Amós engendró a Josías; Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, cuando el destierro de Babilonia.

Después del destierro de Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel engendró a Zorobabel, Zorobabel engendró a Abiud, Abiud engendró a Eliaquín, Eliaquín engendró a Azor, Azor engendró a Sadoc, Sadoc engendró a Aquín, Aquín engendró a Eliud, Eliud engendró a Eleazar, Eleazar engendró a Matán, Matán engendró a Jacob; y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.

La generación de Jesucristo fue de esta manera:

María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.

José, su esposo, como era justo y no quería difamarla, decidió repudiarla en privado. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:

«José, hijo de David, no temas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados».

Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por medio del profeta:

«Mirad: la virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrán por nombre Enmanuel, que significa “Dios-con-nosotros”».


Palabra del Señor.

EVANGELIO (forma breve)

Mt 1, 18-23

La criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo.

+

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

LA generación de Jesucristo fue de esta manera:

María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.

José, su esposo, como era justo y no quería difamarla, decidió repudiarla en privado. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:

«José, hijo de David, no temas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados».

Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por medio del profeta:

«Mirad: la virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrán por nombre Enmanuel, que significa “Dios-con-nosotros”».


Palabra del Señor.


14 de septiembre
LA EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ

FIESTA

Cuando esta fiesta coincide en domingo, antes del Evangelio se leen las dos lecturas siguientes. El salmo responsorial sigue a la primera lectura.


PRIMERA LECTURA (opción 1)

Núm 21, 4b-9

Cuando una serpiente mordía a alguien, éste miraba a la serpiente de bronce y salvaba la vida.

Lectura del libro de los Números.

EN aquellos días, el pueblo se cansó de caminar y habló contra Dios y contra Moisés:

«¿Por qué nos has sacado de Egipto para morir en el desierto? No tenemos ni pan ni agua, y nos da náuseas ese pan sin sustancia».

El Señor envió contra el pueblo serpientes abrasadoras, que los mordían, y murieron muchos de Israel.

Entonces el pueblo acudió a Moisés, diciendo:

«Hemos pecado hablando contra el Señor y contra ti; reza al Señor para que aparte de nosotros las serpientes».

Moisés rezó al Señor por el pueblo y el Señor le respondió:

«Haz una serpiente abrasadora y colócala en un estandarte:
los mordidos de serpientes quedarán sanos al mirarla».

Moisés hizo una serpiente de bronce y la colocó en un estandarte. Cuando una serpiente mordía a alguien, éste miraba a la serpiente de bronce y salvaba la vida.


Palabra de Dios.

PRIMERA LECTURA (opción 2)

Flp 2, 6-11

Se humilló a sí mismo; por eso Dios lo exaltó sobre todo.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses.

CRISTO Jesús, siendo de condición divina,
no retuvo ávidamente el ser igual a Dios;
al contrario, se despojó de sí mismo
tomando la condición de esclavo,
hecho semejante a los hombres.

Y así, reconocido como hombre por su presencia,
se humilló a sí mismo,
hecho obediente hasta la muerte,
y una muerte de cruz.

Por eso Dios lo exaltó sobre todo
y le concedió el Nombre-sobre-todo-nombre;
de modo que al nombre de Jesús
toda rodilla se doble
en el cielo, en la tierra, en el abismo,
y toda lengua proclame:
Jesucristo es Señor,
para gloria de Dios Padre.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 77, 1-2. 34-35. 36-37. 38 (R.: Cf. 7b)

R. No olvidéis las acciones del Señor.

V. Escucha, pueblo mío, mi enseñanza;
inclina el oído a las palabras de mi boca:
que voy a abrir mi boca a las sentencias,
para que broten los enigmas del pasado. R.

V. Cuando los hacía morir, lo buscaban,
y madrugaban para volverse hacia Dios;
se acordaban de que Dios era su roca,
el Dios altísimo su redentor. R.

V. Lo adulaban con sus bocas,
pero sus lenguas mentían:
su corazón no era sincero con él,
ni eran fieles a su alianza. R.

V. Él, en cambio, sentía lástima,
perdonaba la culpa y no los destruía:
una y otra vez reprimió su cólera,
y no despertaba todo su furor. R.


Aleluya

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Te adoramos, oh, Cristo, y te bendecimos:
porque con tu cruz has redimido el mundo. R.


EVANGELIO

Jn 3, 13-17

Tiene que ser elevado el Hijo del hombre.

+

Lectura del santo Evangelio según san Juan.

EN aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo:

«Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre.

Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna.

Porque tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna.

Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.

El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Unigénito de Dios».


Palabra del Señor.




15 de septiembre
BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA DE LOS DOLORES

MEMORIA

En esta memoria el Evangelio es obligatorio.
La primera lectura con su salmo, ordinariamente, de la feria

Secuencia: (opcional)

La Madre piadosa estaba
junto a la cruz y lloraba
mientras el Hijo pendía;
cuya alma, triste y llorosa,
traspasada y dolorosa,
fiero cuchillo tenía.

¡Oh cuán triste y cuán aflicta
se vio la Madre bendita,
de tantos tormentos llena!
Cuando triste contemplaba
y dolorosa miraba
del Hijo amado la pena.

Y ¿cuál hombre no llorara,
si a la Madre contemplara
de Cristo, en tanto dolor?
¿Y quién no se entristeciera,
Madre piadosa, si os viera
sujeta a tanto rigor?

Por los pecados del mundo,
vio a Jesús en tan profundo
tormento la dulce Madre.
Vio morir al Hijo amado,
que rindió desamparado
el espíritu a su Padre.

¡Oh dulce fuente de amor!,
Hazme sentir tu dolor
para que llore contigo.
Y que, por mi Cristo amado,
mi corazón abrasado
más viva en él que conmigo.

Y, por que a amarle me anime,
en mi corazón imprime
las llagas que tuvo en sí.
Y de tu Hijo, Señora,
divide conmigo ahora
las que padeció por mí.

Hazme contigo llorar
y de veras lastimar
de sus penas mientras vivo;
porque acompañar deseo
en la cruz, donde le veo,
tu Corazón compasivo.

¡Virgen de vírgenes santas!,
llore ya con ansias tantas,
que el llanto dulce me sea;
por que su pasión y muerte
tenga en mi alma, de suerte
que siempre sus penas vea.

Haz que de su cruz me enamore
y que en ella viva y more
de mi fe y amor indicio;
por que me inflame y encienda,
y contigo me defienda
en el día del juicio.

Haz que me ampare la muerte
de Cristo, cuando en tan fuerte
trance vida y alma estén;
por que, cuando quede en calma
el cuerpo, vaya mi alma
a su eterna gloria. Amén.


Aleluya

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Feliz la Virgen María,
que, sin morir, mereció la palma del martirio
junto a la cruz del Señor. R.


EVANGELIO (opción 1)

Jn 19, 25-27

Triste contemplaba y dolorosa miraba del Hijo amado la pena («Stabat Mater»).

+

Lectura del santo Evangelio según san Juan.

Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de Cleofás, y María, la Magdalena. Jesús, al ver a su madre y junto a ella al discípulo al que amaba, dijo a su madre:

«Mujer, ahí tienes a tu hijo».

Luego, dijo al discípulo:

«Ahí tienes a tu madre».

Y desde aquella hora, el discípulo la recibió como algo propio.


Palabra del Señor.

EVANGELIO (opción 2)

Lc 2, 33-35

A ti misma una espada te traspasará el alma.

+

Lectura del santo Evangelio según san Lucas.

EN aquel tiempo, el padre y la madre de Jesús estaban admirados por lo que se decía del niño.

Simeón los bendijo y dijo a María, su madre:

«Éste ha sido puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; y será como un signo de contradicción —y a ti misma una espada te traspasará el alma—, para que se pongan de manifiesto los pensamientos de muchos corazones».


Palabra del Señor.



21 de septiembre
SAN MATEO, APÓSTOL Y EVANGELISTA

FIESTA

PRIMERA LECTURA

Ef 4, 1-7. 11-13

Él ha constituido a unos, apóstoles, a otros, evangelistas.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios.

HERMANOS:

Yo, el prisionero por el Señor, os ruego que andéis como pide la vocación a la que habéis sido convocados.

Sed siempre humildes y amables, sed comprensivos, sobrellevaos mutuamente con amor, esforzándoos en mantener la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz. Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una sola es la esperanza de la vocación a la que habéis sido convocados. Un Señor, una fe, un bautismo. Un Dios, Padre de todos, que está sobre todos, actúa por medio de todos y está en todos.

A cada uno de nosotros se le ha dado la gracia según la medida del don de Cristo.

Y él ha constituido a unos, apóstoles, a otros, profetas, a otros, evangelistas, a otros, pastores y doctores, para el perfeccionamiento de los santos, en función de su ministerio, y para la edificación del cuerpo de Cristo; hasta que lleguemos todos a la unidad en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios, al Hombre perfecto, a la medida de Cristo en su plenitud.

 

Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 18, 2-3. 4-5 (R.: 5a)

R. A toda la tierra alcanza su pregón.

V. El cielo proclama la gloria de Dios,
el firmamento pregona la obra de sus manos:
el día al día le pasa el mensaje,
la noche a la noche se lo susurra. R.

V. Sin que hablen, sin que pronuncien,
sin que resuene su voz,
a toda la tierra alcanza su pregón
y hasta los límites del orbe su lenguaje. R.


Aleluya

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. A ti, oh Dios, te alabamos, a ti, Señor, te reconocemos;
a ti te ensalza el glorioso coro de los apóstoles. R.


EVANGELIO

Mt 9, 9-13

Sígueme. Él se levantó y lo siguió.

+

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

EN aquel tiempo, al pasar vio Jesús a un hombre llamado Mateo sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo:

«Sígueme».

Él se levantó y lo siguió.

Y estando en la casa, sentado a la mesa, muchos publicanos y pecadores, que habían acudido, se sentaban con Jesús y sus discípulos. Los fariseos, al verlo, preguntaron a los discípulos:

«¿Cómo es que vuestro maestro come con publicanos y pecadores?».

Jesús lo oyó y dijo:

«No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Andad, aprended lo que significa “Misericordia quiero y no sacrificio”: que no he venido a llamar a justos sino a pecadores».

 

Palabra del Señor.



23 de septiembre
San Pío de Pietrelcina, presbítero

MEMORIA

Ordinariamente, lecturas de la feria.

Por motivos pastorales, del Común de pastores, o bien del Común de santos y santas (para religiosos). Se recomiendan las siguientes:

PRIMERA LECTURA Gál 2, 19-20.

Salmo responsorial Sal 127, 1bc-2. 3. 4-5.

Aleluya Lc 21, 36abd.

EVANGELIO Mt 16, 24-27.

 

24 de septiembre
Bienaventurada Virgen María de la Merced

Ordinariamente, lecturas de la feria.

Por motivos pastorales, del Común de la bienaventurada Virgen María.

 

26 de septiembre
Santos Cosme y Damián, mártires

Ordinariamente, lecturas de la feria.

Por motivos pastorales, del Común de mártires. Se recomiendan las siguientes:

PRIMERA LECTURA Sab 3, 1-9.

Salmo responsorial Sal 125, 1b-2ab. 2cd-3. 4-5. 6.

Aleluya Sant 1, 12a.

EVANGELIO Mt 10, 28-33.

 

27 de septiembre
San Vicente de Paúl, presbítero

MEMORIA

Ordinariamente, lecturas de la feria.

Por motivos pastorales, del Común de pastores (para misioneros), o bien del Común de santos y santas (para santos que practicaron obras de misericordia). Se recomiendan las siguientes:

PRIMERA LECTURA 1 Cor 1, 26-31.

Salmo responsorial Sal 111, 1b-2. 3-4. 5-7a. 7b-8. 9.

Aleluya Jn 10, 14.

EVANGELIO Mt 9, 35-38.

 

28 de septiembre
San Wenceslao, mártir

Ordinariamente, lecturas de la feria.

Por motivos pastorales, del Común de mártires. Se recomiendan las siguientes:

PRIMERA LECTURA 1 Pe 3, 14-17.

Salmo responsorial Sal 125, 1b-2ab. 2cd-3. 4-5. 6.

Aleluya Mt 5, 10

EVANGELIO Mt 10, 34-39.

 

29 de septiembre
SANTOS ARCÁNGELES MIGUEL, GABRIEL Y RAFAEL

FIESTA

PRIMERA LECTURA (opción 1)

Dan 7, 9-10. 13-14

Miles y miles le servían.

Lectura de la profecía de Daniel.

MIRÉ y vi que colocaban unos tronos. Un anciano se sentó.
Su vestido era blanco como nieve,
su cabellera como lana limpísima;
su trono, llamas de fuego; sus ruedas, llamaradas;
un río impetuoso de fuego brotaba y corría ante él.
Miles y miles lo servían, millones estaban a sus órdenes.

Comenzó la sesión y se abrieron los libros.
Seguí mirando.
Y en mi visión nocturna vi venir una especie de hijo de hombre
entre las nubes del cielo.
Avanzó hacia el anciano y llegó hasta su presencia.

A él se le dio poder, honor y reino.
Y todos los pueblos, naciones y lenguas lo sirvieron.
Su poder es un poder eterno, no cesará. Su reino no acabará.

 

Palabra de Dios.

PRIMERA LECTURA (opción 2)

Ap 12, 7-12a

Miguel y sus ángeles combatieron contra el dragón.

Lectura del libro del Apocalipsis.

HUBO un combate en el cielo: Miguel y sus ángeles combatieron contra el dragón, y el dragón combatió, él y sus ángeles. Y no prevaleció y no quedó lugar para ellos en el cielo.

Y fue precipitado el gran dragón, la serpiente antigua, el llamado Diablo y Satanás, el que engaña al mundo entero; fue precipitado a la tierra y sus ángeles fueron precipitados con él.

Y oí una gran voz en el cielo que decía:

«Ahora se ha establecido la salvación y el poder y el reinado de nuestro Dios, y la potestad de su Cristo; porque fue precipitado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba ante nuestro Dios día y noche.

Ellos lo vencieron en virtud de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio que habían dado, y no amaron tanto su vida que temieran la muerte.

Por eso, estad alegres, cielos, y los que habitáis en ellos».


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 137, 1-2a. 2b-3. 4-5. 7c-8 (R.: 1c)

R. Delante de los ángeles tañeré para ti, Señor.

V. Te doy gracias, Señor, de todo corazón,
porque escuchaste las palabras de mi boca;
delante de los ángeles tañeré para ti;
me postraré hacia tu santuario. R.

V. Daré gracias a tu nombre:
por tu misericordia y tu lealtad,
porque tu promesa supera a tu fama.
Cuando te invoqué, me escuchaste,
acreciste el valor en mi alma. R.

V. Que te den gracias, Señor, los reyes de la tierra,
al escuchar el oráculo de tu boca;
canten los caminos del Señor,
porque la gloria del Señor es grande. R.


Aleluya

Sal 102, 21

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Bendecid al Señor, ejércitos suyos,
servidores que cumplís sus deseos. R.


EVANGELIO

Jn 1, 47-51

Veréis a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.

+

Lectura del santo Evangelio según san Juan.

EN aquel tiempo, vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él:

«Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño».

Natanael le contesta:

«¿De qué me conoces?».

Jesús le responde:

«Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi».

Natanael respondió:

«Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel».

Jesús le contestó:

«¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees?

Has de ver cosas mayores».

Y le añadió:

«En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».


Palabra del Señor.



OCTUBRE

1 de octubre
Santa Teresa del Niño Jesús

MEMORIA

Ordinariamente, lecturas de la feria.

Por motivos pastorales, del Común de pastores. Se recomiendan las siguientes:

PRIMERA LECTURA Ez 3, 16-21.

Salmo responsorial — Sal 116, 1. 2.

Aleluya — Lc 4, 18.

EVANGELIO — Lc 4, 18.


2 de octubre
SANTOS ÁNGELES CUSTODIOS

MEMORIA

PRIMERA LECTURA

Ex 23, 20-23

Mi ángel irá por delante.

Lectura del libro del Éxodo.

ESTO dice el Señor:

Voy a enviarte un ángel por delante, para que te cuide en el camino y te lleve al lugar que he preparado.

Hazle caso y obedécele. No te rebeles, porque lleva mi nombre y no perdonará tus rebeliones.

Si le obedeces fielmente y haces lo que yo digo, tus enemigos serán mis enemigos y tus adversarios serán mis adversarios.

Mi ángel irá por delante y te llevará a las tierras de los amorreos, hititas, perizitas, cananeos, heveos y jebuseos, y yo los exterminaré.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 90, 1-2. 3-4. 5-6. 10-11 (R.: 11)

R. A sus ángeles ha dado órdenes
para que te guarden en tus caminos.

V. Tú que habitas al amparo del Altísimo,
que vives a la sombra del Omnipotente,
di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío,
Dios mío, confío en ti». R.

V. Él te librará de la red del cazador,
de la peste funesta.
Te cubrirá con sus plumas,
bajo sus alas te refugiarás:
su verdad es escudo y armadura. R.

V. No temerás el espanto nocturno,
ni la flecha que vuela de día,
ni la peste que se desliza en las tinieblas,
ni la epidemia que devasta a mediodía. R.

V. No se acercará la desgracia,
ni la plaga llegará hasta tu tienda,
porque a sus ángeles ha dado órdenes
para que te guarden en tus caminos. R.


Aleluya

Sal 102, 21

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Bendecid al Señor, ejércitos suyos,
servidores que cumplís sus deseos. R.


EVANGELIO

Mt 18, 1-5. 10

Sus ángeles están viendo siempre en los cielos el rostro de mi Padre celestial.

+

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

EN aquel tiempo, se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron:

«¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?».

Él llamó a un niño, lo puso en medio y dijo:

«En verdad os digo que, si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.

Por tanto, el que se haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el reino de los cielos.

El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí.

Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, porque os digo que sus ángeles están viendo siempre en los cielos el rostro de mi Padre celestial».


Palabra del Señor.


3 de octubre
San Francisco de Borja

Ordinariamente, lecturas de la feria.

Por motivos pastorales, del Común de pastores. Se recomiendan las siguientes:

PRIMERA LECTURA Ez 3, 16-21.

Salmo responsorial — Sal 116, 1. 2.

Aleluya — Lc 4, 18.

EVANGELIO — Lc 4, 18.


4 de octubre

San Francisco de Asís

MEMORIA

Ordinariamente, lecturas de la feria.

Por motivos pastorales, del Común de pastores. Se recomiendan las siguientes:

PRIMERA LECTURA Ez 3, 16-21.

Salmo responsorial — Sal 116, 1. 2.

Aleluya — Lc 4, 18.

EVANGELIO — Lc 4, 18.


5 de octubre
Témporas de acción de gracias y de petición

FERIA MAYOR

PRIMERA LECTURA

Dt 8, 7-18

Dios te da la fuerza para adquirir esa riqueza.

Lectura del libro del Deuteronomio.

MOISÉS habló al pueblo, diciendo:

«Cuando el Señor, tu Dios, te introduzca en la tierra buena, tierra de torrentes, de fuentes y veneros que manan en el monte y la llanura, tierra de trigo y cebada, de viñas, higueras y granados, tierra de olivares y de miel, tierra en que no comerás tasado el pan, en que no carecerás de nada, tierra que lleva hierro en sus rocas y de cuyos montes sacarás cobre, entonces comerás hasta saciarte y bendecirás al Señor, tu Dios, por la tierra buena que te ha dado.

Guárdate de olvidar al Señor, tu Dios, no observando sus preceptos, sus mandatos y sus decretos que yo te mando hoy.

No sea que, cuando comas hasta saciarte, cuando edifiques casas hermosas y las habites, cuando críen tus reses y ovejas, aumenten tu plata y tu oro, y abundes en todo, se engría tu corazón y olvides al Señor, tu Dios, que te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de esclavitud, que te hizo recorrer aquel desierto inmenso y terrible, con serpientes abrasadoras y alacranes, un sequedal sin una gota de agua, que sacó agua para ti de una roca de pedernal; que te alimentó en el desierto con un maná que no conocían tus padres, para afligirte y probarte, y para hacerte el bien al final.

Y no pienses: “Por mi fuerza y el poder de mi brazo me he creado estas riquezas”.

Acuérdate del Señor, tu Dios: que es él quien te da la fuerza para adquirir esa riqueza, a fin de mantener la alianza que juró a tus padres, como lo hace hoy».


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

1 Crón 29, 10bc. 11abc. 11d-12a. 12bcd (R.: 12b)

R. Tú eres Señor del universo.

V. Bendito eres, Señor,
Dios de nuestro padre Israel,
por los siglos de los siglos. R.

V. Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder,
la gloria, el esplendor, la majestad
porque tuyo es cuanto hay en cielo y tierra. R.

V. Tú eres rey y soberano de todo,
de ti viene la riqueza y la gloria. R.

V. Tú eres Señor del universo,
en tu mano está el poder y la fuerza,
tú engrandeces y confortas a todos. R.


SEGUNDA LECTURA

2 Cor 5, 17-21

Os pedimos que os reconciliéis con Dios.

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios.

HERMANOS:

Si alguno está en Cristo es una criatura nueva. Lo viejo ha pasado, ha comenzado lo nuevo.

Todo procede de Dios, que nos reconcilió consigo por medio de Cristo y nos encargó el ministerio de la reconciliación.

Porque Dios mismo estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo, sin pedirles cuenta de sus pecados, y ha puesto en nosotros el mensaje de la reconciliación.

Por eso, nosotros actuamos como enviados de Cristo, y es como si Dios mismo exhortara por medio de nosotros. En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios.

Al que no conocía el pecado, lo hizo pecado en favor nuestro, para que nosotros llegáramos a ser justicia de Dios en él.


Palabra de Dios.

Aleluya

Jn 10, 27

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Está cerca el reino de Dios;
convertíos y creed en el Evangelio. R.


EVANGELIO

Mt 7, 7-11

Todo el que pide recibe.

+

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre.

Si a alguno de vosotros le pide su hijo pan, ¿le dará una piedra?; y si le pide pescado, ¿le dará una serpiente? Pues si vosotros, aun siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le piden!».


Palabra del Señor.



12 de octubre
BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA DEL PILAR

FIESTA

PRIMERA LECTURA (opción 1)

1 Crón 15, 3-4. 15-16; 16, 1-2

Llevaron el Arca de Dios y la colocaron en el centro de la tienda que David le había preparado.

Lectura del primer libro de las Crónicas.

EN aquellos días, David congregó en Jerusalén a todo Israel para subir el Arca del Señor al lugar que le había preparado. Reunió también a los hijos de Aarón y a los levitas.

Luego los levitas levantaron el Arca de Dios tal como lo había mandado Moisés por orden del Señor: apoyando los varales sobre sus hombros.

David mandó a los jefes de los levitas emplazar a los cantores de sus familias con instrumentos musicales —arpas, cítaras y platillos— para que los hiciesen resonar, alzando la voz con júbilo.

Llevaron el Arca de Dios y la colocaron en el centro de la tienda que David le había preparado. Ofrecieron holocaustos y sacrificios de comunión en presencia de Dios. Cuando David acabó de ofrecerlos, bendijo al pueblo en nombre del Señor.


Palabra de Dios.

PRIMERA LECTURA (opción 2)

Hch 1, 12-14

Perseveraban en la oración, junto con María, la madre de Jesús.

Lectura de los Hechos de los Apóstoles.

DESPUÉS de que Jesús fue levantado al cielo, los apóstoles volvieron a Jerusalén, desde el monte que llaman de los Olivos, que dista de Jerusalén lo que se permite caminar en sábado. Cuando llegaron, subieron a la sala superior, donde se alojaban: Pedro y Juan y Santiago y Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé y Mateo, Santiago el de Alfeo y Simón el Zelotes y Judas el de Santiago.

Todos ellos perseveraban unánimes en la oración, junto con algunas mujeres y María, la madre de Jesús, y con sus hermanos.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 26, 1. 3. 4. 5

R. El Señor me ha coronado,
sobre la columna me ha exaltado.

V. El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es la defensa de mi vida,
¿quién me hará temblar? R.

V. Si un ejército acampa contra mí,
mi corazón no tiembla;
si me declaran la guerra,
me siento tranquilo. R.

V. Una cosa pido al Señor, eso buscaré:
habitar en la casa del Señor por los días de mi vida;
gozar de la dulzura del Señor,
contemplando su templo. R.

V. Él me protegerá en su tienda
el día del peligro;
me esconderá en lo escondido de su morada,
me alzará sobre la roca. R.


Aleluya

Sal 39, 3d. 4a

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Afianzó mis pies sobre roca,
me puso en la boca un cántico nuevo. R.


EVANGELIO

Lc 11, 27-28

«Bienaventurado el vientre que te llevó».

+

Lectura del santo Evangelio según san Lucas.

EN aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a la gente, una mujer de entre el gentío, levantando la voz, le dijo:

«Bienaventurado el vientre que te llevó y los pechos que te criaron».

Pero él dijo:

«Mejor, bienaventurados los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen».


Palabra del Señor.



15 de octubre
SANTA TERESA DE JESÚS,
VIRGEN Y DOCTORA DE LA IGLESIA

FIESTA

PRIMERA LECTURA

Eclo 15, 1-6

Lo llenará del espíritu de sabiduría y de inteligencia.

Lectura del libro del Eclesiástico.

ASÍ obra el que teme al Señor,
el que observa la ley alcanza la sabiduría.

Ella le sale al encuentro como una madre
y lo acoge como una joven esposa.

Lo alimenta con pan de inteligencia
y le da a beber agua de sabiduría.

Si se apoya en ella, no vacilará,
si se aferra a ella, no quedará defraudado.

Ella lo ensalzará sobre sus compañeros
y en medio de la asamblea le abrirá la boca.

Lo llenará del espíritu de sabiduría y de inteligencia
y lo revestirá con un vestido de gloria.

Encontrará gozo y corona de júbilo,
y un nombre eterno recibirá en herencia.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 88, 2-3. 6-7. 8-9. 16-17. 18-19 (R.: Sal 21, 23)

R. Contaré tu fama a mis hermanos,
en medio de la asamblea te alabaré.

V. Cantaré eternamente las misericordias del Señor,
anunciaré tu fidelidad por todas las edades.
Porque dijiste: «La misericordia es un edificio eterno»,
más que el cielo has afianzado tu fidelidad. R.

V. El cielo proclama tus maravillas, Señor,
y tu fidelidad en la asamblea de los ángeles.
¿Quién sobre las nubes se compara a Dios?
¿Quién como el Señor entre los seres divinos? R.

V. Dios es temible en el consejo de los santos,
es grande y terrible para toda su corte.
Señor del universo, ¿quién como tú?
El poder y la fidelidad te rodean. R.

V. Dichoso el pueblo que sabe aclamarte:
caminará, oh Señor, a la luz de tu rostro;
tu nombre es su gozo cada día,
tu justicia es su orgullo. R.

V. Porque tú eres su honor y su fuerza,
y con tu favor realzas nuestro poder.
Porque el Señor es nuestro escudo,
y el Santo de Israel nuestro rey. R.


Aleluya

Eclo 39, 10

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Las naciones hablarán de su sabiduría,
y la asamblea proclamará su alabanza. R.


EVANGELIO

Mt 11, 25-30

Soy manso y humilde de corazón.

+

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

EN aquel tiempo, tomó la palabra Jesús y dijo:

«Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, así te ha parecido bien.

Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.

Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera».


Palabra del Señor.



18 de octubre
SAN LUCAS, EVANGELISTA

FIESTA

PRIMERA LECTURA

2 Tim 4, 10-17b

Lucas es el único que está conmigo.

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo.

QUERIDO hermano:

Demas me ha abandonado, enamorado de este mundo presente, y se marchó a Tesalónica; Crescente, a Galacia; Tito, a Dalmacia; Lucas es el único que está conmigo. Toma a Marcos y tráelo contigo, pues me es útil para el ministerio. A Tíquico lo envié a Éfeso.

El manto que dejé en Tróade, en casa de Carpo, tráelo cuando vengas, y también los libros, sobre todo los pergaminos.

Alejandro, el herrero, se ha portado muy mal conmigo; el Señor le dará el pago conforme a sus obras. Guárdate de él también tú, porque se opuso vehementemente a nuestras palabras.

En mi primera defensa, nadie estuvo a mi lado, sino que todos me abandonaron. ¡No les sea tenido en cuenta!

Mas el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas para que, a través de mí, se proclamara plenamente el mensaje y lo oyeran todas las naciones.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 144, 10-11. 12-13ab. 17-18 (R.: cf. 12)

R. Tus santos, Señor, proclaman la gloria de tu reinado.

V. Que todas tus criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles.
Que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas. R.

V. Explicando tus hazañas a los hombres,
la gloria y majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo,
tu gobierno va de edad en edad. R.

V. El Señor es justo en todos sus caminos,
es bondadoso en todas sus acciones;
cerca está el Señor de los que lo invocan,
de los que lo invocan sinceramente. R.


Aleluya

Cf Jn 15, 16

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Yo os he elegido del mundo —dice el Señor—
para que vayáis y deis fruto,
y vuestro fruto permanezca. R.


EVANGELIO

Lc 10, 1-9

La mies es abundante y los obreros pocos.

+

Lectura del santo Evangelio según san Lucas.

EN aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos, y los mandó delante de él, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él.

Y les decía:

«La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies.

¡Poneos en camino! Mirad que os envío como corderos en medio de lobos. No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias; y no saludéis a nadie por el camino.

Cuando entréis en una casa, decid primero: “Paz a esta casa”. Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros.

Quedaos en la misma casa, comiendo y bebiendo de lo que tengan: porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa en casa.

Si entráis en una ciudad y os reciben, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya en ella, y decidles: “El reino de Dios ha llegado a vosotros”».


Palabra del Señor.



25 de octubre
DEDICACIÓN DE LA SANTA IGLESIA
CATEDRAL PRIMADA DE TOLEDO

SOLEMNIDAD: EN LA SANTA IGLESIA CATEDRAL DE TOLEDO

FIESTA: EN LA DIÓCESIS DE TOLEDO.

PRIMERA LECTURA

2 Crón 5, 6-10. 13 – 6, 2

Te he construido una casa para morada tuya,
un lugar donde habites para siempre.

Lectura del segundo libro de las Crónicas.

EN aquellos días, el rey Salomón y toda la comunidad de Israel reunida en torno a él sacrificaron ante el Arca ovejas y bueyes en número incalculable e incontable.

Los sacerdotes llevaron el Arca de la Alianza del Señor a su sitio, a la cámara del Santo de los Santos, situado bajo las alas de los querubines; los querubines extendían sus alas sobre el lugar del Arca, y cubrían el Arca y las andas por encima.

Las andas se alargaban hasta dejar ver sus extremos desde la nave, delante de la cámara, pero no desde fuera. (Han estado allí hasta el día de hoy).

En el Arca tan sólo estaban las dos tablas puestas por Moisés en el Horeb, cuando el Señor pactó con los hijos de Israel al salir de Egipto.

Trompeteros y cantores entonaron al unísono la alabanza y la acción de gracias al Señor; cuando ellos elevaban la voz —al son de trompetas, platillos y de instrumentos musicales para alabar al Señor «porque es bueno, porque es eterna su misericordia»—, una nube llenó el templo, el templo del Señor. Los sacerdotes no pudieron seguir oficiando, porque la gloria del Señor había llenado el templo de Dios.

Entonces dijo Salomón:

«El Señor quiere habitar en la oscuridad, pero yo te he construido una casa para morada tuya, un lugar donde habites para siempre».


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 83, 3. 4. 5 y 10a y 8a. 11 (R.: Ap 21, 3; Sal 83, 1a)

R. Ésta es la morada de Dios con los hombres.

O bien:

R. ¡Qué deseables son tus moradas,
Señor del universo!

V. Mi alma se consume y anhela
los atrios del Señor,
mi corazón y mi carne
retozan por el Dios vivo. R.

V. Hasta el gorrión ha encontrado una casa;
la golondrina, un nido
donde colocar sus polluelos:
tus altares, Señor del universo,
Rey mío y Dios mío. R.

V. Dichosos los que viven en tu casa,
alabándote siempre.
Fíjate, oh Dios, escudo nuestro,
mira el rostro de tu Ungido. R.

V. Vale más un día en tus atrios
que mil en mi casa,
y prefiero el umbral de la casa de Dios
a vivir con los malvados. R.


SEGUNDA LECTURA

1 Cor 3, 9c-11. 16-17

Sois templo de Dios.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios.

HERMANOS:

Sois edificio de Dios. Conforme a la gracia que Dios me ha dado, yo, como hábil arquitecto, puse el cimiento, mientras que otro levanta el edificio. Mire cada cual cómo construye.

Pues nadie puede poner otro cimiento fuera del ya puesto, que es Jesucristo.

¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros?

Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él; porque el templo de Dios es santo: y ese templo sois vosotros.


Palabra de Dios.

Aleluya

Ap 21, 3

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. He aquí la morada de Dios entre los hombres
—dice el Señor—. R.


EVANGELIO

Jn 10, 22-30

Yo doy la vida eterna a mis ovejas.

+

Lectura del santo Evangelio según san Juan.

SE celebraba entonces en Jerusalén la fiesta de la Dedicación del templo. Era invierno, y Jesús se paseaba en el templo por el pórtico de Salomón. Los judíos, rodeándolo, le preguntaban:

«¿Hasta cuándo nos vas a tener en suspenso? Si tú eres el Mesías, dínoslo francamente».

Jesús les respondió:

«Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ésas dan testimonio de mí. Pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas. Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre, lo que me ha dado, es mayor que todo, y nadie puede arrebatarlas de la mano de mi Padre. Yo y el Padre somos uno».


Palabra del Señor.



28 de octubre
SANTOS SIMÓN Y JUDAS, APÓSTOLES

FIESTA

PRIMERA LECTURA

Ef 2, 19-22

Estáis edificados sobre el cimiento de los apóstoles.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios.

HERMANOS:

Ya no sois extranjeros ni forasteros, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios.

Estáis edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, y el mismo Cristo Jesús es la piedra angular. Por él todo el edificio queda ensamblado, y se va levantando hasta formar un templo consagrado al Señor. Por él también vosotros entráis con ellos en la construcción, para ser morada de Dios, por el Espíritu.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 18, 2-3. 4-5 (R.: 5a)

R. A toda la tierra alcanza su pregón.

V. El cielo proclama la gloria de Dios,
el firmamento pregona la obra de sus manos:
el día al día le pasa el mensaje,
la noche a la noche se lo susurra. R.

V. Sin que hablen, sin que pronuncien,
sin que resuene su voz,
a toda la tierra alcanza su pregón
y hasta los límites del orbe su lenguaje. R.


Aleluya

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. A ti, oh Dios, te alabamos, a ti, Señor, te reconocemos;
a ti te ensalza el glorioso coro de los apóstoles, Señor. R.


EVANGELIO

Lc 6, 12-19

Escogió de entre ellos a doce, a los que también nombró apóstoles.

+

Lectura del santo Evangelio según san Lucas.

EN aquellos días, Jesús salió al monte a orar y pasó la noche orando a Dios.

Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió de entre ellos a doce, a los que también nombró apóstoles: Simón, al que puso de nombre Pedro, y Andrés, su hermano; Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Simón, llamado el Zelote; Judas el de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor.

Después de bajar con ellos, se paró en una llanura con un grupo grande de discípulos y una gran muchedumbre del pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón. Venían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; los atormentados por espíritus inmundos quedaban curados, y toda la gente trataba de tocarlo, porque salía de él una fuerza que los curaba a todos.


Palabra del Señor.



NOVIEMBRE

1 de noviembre
TODOS LOS SANTOS

SOLEMNIDAD

PRIMERA LECTURA

Ap 7, 2-4. 9-14

Vi una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de todas las naciones, razas, pueblos y lenguas.

Lectura del libro del Apocalipsis.

YO, Juan, vi a otro ángel que subía del oriente llevando el sello del Dios vivo. Gritó con voz potente a los cuatro ángeles encargados de dañar a la tierra y al mar diciéndoles:

«No dañéis a la tierra ni al mar ni a los árboles hasta que sellemos en la frente a los siervos de nuestro Dios».

Oí también el número de los sellados, ciento cuarenta y cuatro mil, de todas las tribus de Israel.

Después de esto vi una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de todas las naciones, razas, pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos. Y gritan con voz potente:

«¡La victoria es de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero!».

Y todos los ángeles que estaban de pie alrededor del trono y de los ancianos y de los cuatro vivientes cayeron rostro a tierra ante el trono, y adoraron a Dios, diciendo:

«Amén. La alabanza y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y el honor y el poder y la fuerza son de nuestro Dios, por los siglos de los siglos. Amén».

Y uno de los ancianos me dijo:

«Éstos que están vestidos con vestiduras blancas, ¿quiénes son y de dónde han venido?».

Yo le respondí:

«Señor mío, tú lo sabrás».

Él me respondió:

«Éstos son los que vienen de la gran tribulación: han lavado y blanqueado sus vestiduras en la sangre del Cordero».


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 23, 1-2. 3-4ab. 5-6 (R.: cf. 6)

R. Ésta es la generación que busca tu rostro, Señor.

V. Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
él la fundó sobre los mares,
él la afianzó sobre los ríos. R.

V. ¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en el recinto sacro?
El hombre de manos inocentes y puro corazón,
que no confía en los ídolos. R.

V. Ése recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
Ésta es la generación que busca al Señor,
que busca tu rostro, Dios de Jacob. R.


SEGUNDA LECTURA

1 Jn 3, 1-3

Veremos a Dios tal cual es.

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan.

QUERIDOS hermanos:

Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos! El mundo no nos conoce porque no lo conoció a él.

Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es.

Todo el que tiene esta esperanza en él se purifica a sí mismo, como él es puro.


Palabra de Dios.

Aleluya

Mt 11, 28

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Venid a mí todos los que estáis
cansados y agobiados —dice el Señor—,
y yo os aliviaré. R.


EVANGELIO

Mt 5, 1-12a

Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo.

+

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

EN aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió al monte, se sentó y se acercaron sus discípulos; y, abriendo su boca, les enseñaba diciendo:

«Bienaventurados los pobres en el espíritu,
porque de ellos es el reino de los cielos.

Bienaventurados los mansos,
porque ellos heredarán la tierra.

Bienaventurados los que lloran,
porque ellos serán consolados.

Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia,
porque ellos quedarán saciados.

Bienaventurados los misericordiosos,
porque ellos alcanzarán misericordia.

Bienaventurados los limpios de corazón,
porque ellos verán a Dios.

Bienaventurados los que trabajan por la paz,
porque ellos serán llamados hijos de Dios.

Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia,
porque de ellos es el reino de los cielos.

Bienaventurados vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo».


Palabra del Señor.



2 de noviembre
CONMEMORACIÓN DE TODOS LOS FIELES DIFUNTOS

A continuación se ofrecen las misas del Común de difuntos.

I

PRIMERA LECTURA (Opción 1)

Lam 3, 17-26

Es bueno esperar en silencio la salvación del Señor.

Lectura del libro de las Lamentaciones.

HE perdido la paz,
me he olvidado de la dicha;
me dije: «Ha sucumbido mi esplendor
y mi esperanza en el Señor».

Recordar mi aflicción y mi vida errante
es ajenjo y veneno;
no dejo de pensar en ello,
estoy desolado;
hay algo que traigo a la memoria,
por eso esperaré:
Que no se agota la bondad del Señor,
no se acaba su misericordia;
se renuevan cada mañana,
¡qué grande es tu fidelidad!;
me digo: «¡Mi lote es el Señor,
por eso esperaré en él!».

El Señor es bueno para quien espera en él, 
para quien lo busca;
es bueno esperar en silencio
la salvación del Señor.


Palabra de Dios.

PRIMERA LECTURA (Opción 2)

Rom 6, 3-9

Andemos en una vida nueva.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos.

HERMANOS:

¿Es que no sabéis que cuantos fuimos bautizados en Cristo Jesús fuimos bautizados en su muerte?

Por el bautismo fuimos sepultados con él en la muerte, para que, lo mismo que Cristo resucitó de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en una vida nueva.

Pues si hemos sido incorporados a él en una muerte como la suya, lo seremos también en una resurrección como la suya; sabiendo que nuestro hombre viejo fue crucificado con Cristo, para que fuera destruido el cuerpo de pecado, y, de este modo, nosotros dejáramos de servir al pecado; porque quien muere ha quedado libre del pecado.

Si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él; pues sabemos que Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más; la muerte ya no tiene dominio sobre él.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 129, 1b-2. 3-4. 5-6. 7. 8 (R.: 1b; cf. 7)

R. Desde lo hondo a ti grito, Señor.

O bien:

R. Espero en el Señor, espero en su palabra.

V. Desde lo hondo a ti grito, Señor;
Señor, escucha mi voz;
estén tus oídos atentos
a la voz de mi súplica. R.

V. Si llevas cuenta de los delitos, Señor,
¿quién podrá resistir?
Pero de ti procede el perdón,
y así infundes temor. R.

V. Mi alma espera en el Señor,
espera en su palabra;
mi alma aguarda al Señor,
más que el centinela la aurora. R.

V. Aguarde Israel al Señor,
como el centinela la aurora;
porque del Señor viene la misericordia,
la redención copiosa. R.

V. Y él redimirá a Israel
de todos sus delitos. R.


EVANGELIO

Jn 14, 1-6

En la casa de mi Padre hay muchas moradas.

+

Lectura del santo Evangelio según san Juan.

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

No se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no, os lo habría dicho, porque me voy a prepararos un lugar. Cuando vaya y os prepare un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino».

Tomás le dice:

«Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?».

Jesús le responde:

«Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí.


Palabra del Señor.

II

PRIMERA LECTURA

Rom 8, 31-35.

¿Quién nos separará del amor de Cristo?

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos.

HERMANOS:

Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros? El que no se reservó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará todo con él? ¿Quién acusará a los elegidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién condenará? ¿Acaso Cristo Jesús, que murió, más todavía, resucitó y está a la derecha de Dios y que además intercede por nosotros? ¿Quién nos separará del amor de Cristo?, ¿la tribulación?, ¿la angustia?, ¿la persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿el peligro?, ¿la espada?

Pero en todo esto vencemos de sobra gracias a aquel que nos ha amado. Pues estoy convencido de que ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni principados, ni presente, ni futuro, ni potencias, ni altura, ni profundidad, ni ninguna otra criatura podrá separarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, nuestro Señor.


Palabra de Dios.


Salmo responsorial

Sal 114, 5-6; 115, 10-11. 15-16a y c (R.: 1b; cf. 7)

R. Caminaré en presencia del Señor
en el país de los vivos.

O bien:

R. Aleluya.

V. El Señor es benigno y justo,
nuestro Dios es compasivo;
el Señor guarda a los sencillos:
estando yo sin fuerzas, me salvó. R.

V. Tenía fe, aun cuando dije:
«¡Qué desgraciado soy!».
Yo decía en mi apuro:
«Los hombres son unos mentirosos». R.

V. Mucho le cuesta al Señor
la muerte de sus fieles.
Señor, yo soy tu siervo,
rompiste mis cadenas. R.


EVANGELIO

Jn 17, 24-26

Deseo que están conmigo donde yo estoy.

+

Lectura del santo Evangelio según san Juan.

EN aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, oró diciendo:

«Padre, éste es mi deseo: que los que me has dado estén conmigo donde yo estoy y contemplen mi gloria, la que me diste, porque me amabas, antes de la fundación del mundo.

Padre justo, si el mundo no te ha conocido, yo te he conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste. Les he dado a conocer y les daré a conocer tu nombre, para que el amor que me tenías esté en ellos, y yo en ellos».


Palabra del Señor.


III

PRIMERA LECTURA

Rom 14, 7-9. 10b-12

Ya vivamos ya muramos, somos del Señor.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos.

HERMANOS:

Ninguno de nosotros vive para sí mismo y ninguno muere para sí mismo. Si vivimos, vivimos para el Señor; si morimos, morimos para el Señor; así que ya vivamos ya muramos, somos del Señor.

Pues para esto murió y resucitó Cristo: para ser Señor de muertos y vivos.

Todos compareceremos ante el tribunal de Dios, pues está escrito:

«¡Por mi vida!, dice el Señor,
ante mí se doblará toda rodilla,
y toda lengua alabará a Dios».

Así pues, cada uno de nosotros dará cuenta de sí mismo a Dios.


Palabra de Dios.


Salmo responsorial

Sal 102, 8 y 10. 13-14. 15-16. 17-18 (R.: 8a; 36, 39a)

R. El Señor es compasivo y misericordioso.

O bien:

R. El Señor es quien salva a los justos.

V. El Señor es compasivo y misericordioso,
lento a la ira y rico en clemencia.
No nos trata como merecen nuestros pecados
ni nos paga según nuestras culpas. R.

V. Como un padre siente ternura por sus hijos,
siente el Señor ternura por los que lo temen;
porque él conoce nuestra masa,
se acuerda de que somos barro. R.

V. Los días del hombre duran lo que la hierba,
florecen como flor del campo,
que el viento la roza, y ya no existe,
su terreno no volverá a verla. R.

V. Pero la misericordia del Señor
dura desde siempre y por siempre,
para aquellos que lo temen;
su justicia pasa de hijos a nietos:
para los que guardan la alianza
y recitan y cumplen sus mandatos. R.


EVANGELIO

Mt 25, 31-46

Venid vosotros, benditos de mi Padre.

+

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria y serán reunidas ante él todas las naciones.

Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda.

Entonces dirá el rey a los de su derecha:

“Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme”.

Entonces los justos le contestarán:

“Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?”.

Y el rey les dirá:

“En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis”.

Entonces dirá a los de su izquierda:

“Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis”.

Entonces también éstos contestarán:

“Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?”.

Él les replicará:

“En verdad os digo: lo que no hicisteis con uno de éstos, los más pequeños, tampoco lo hicisteis conmigo”.

Y éstos irán al castigo eterno y los justos a la vida eterna».


Palabra del Señor.



5 de noviembre
SANTOS CUYAS RELIQUIAS SE CONSERVAN
EN LAS IGLESIAS DE LA DIÓCESIS DE TOLEDO

FIESTA

PRIMERA LECTURA (Opción 1)

Eclo 2, 7-11

Los que teméis al Señor, confiad en él, esperad.

Lectura del libro del Eclesiástico.

LOS que teméis al Señor, aguardad su misericordia
y no os desviéis, no sea que caigáis.

Los que teméis al Señor, confiad en él,
y no se retrasará vuestra recompensa.

Los que teméis al Señor, esperad bienes,
gozo eterno y misericordia.
Porque un don eterno con alegría es su recompensa.

Fijaos en las generaciones antiguas y ved:
¿Quién confió en el Señor y quedó defraudado?,
o ¿quién perseveró en su temor y fue abandonado?,
o ¿quién lo invocó y fue desatendido?

Porque el Señor es compasivo y misericordioso,
perdona los pecados y salva en tiempo de desgracia.


Palabra de Dios.

PRIMERA LECTURA (Opción 2)

1 Pe 4, 7b-11

Poned al servicio de los demás el carisma que cada uno ha recibido.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro.

HERMANOS:

Sed sensatos y sobrios para la oración.

Ante todo, mantened un amor intenso entre vosotros, porque el amor tapa multitud de pecados.

Sed hospitalarios unos con otros sin protestar.

Como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios, poned al servicio de los demás el carisma que cada uno ha recibido.

Si uno habla, que sean sus palabras como palabras de Dios; si uno presta servicio, que lo haga con la fuerza que Dios le concede, para que Dios sea glorificado en todo, por medio de Jesucristo, a quien corresponden la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 111, 1-2. 3-4. 5-7a. 7b – 8. 9 (R.: 1a)

R. Dichoso quien teme al Señor.

V. Dichoso quien teme al Señor
y ama de corazón sus mandatos.
Su linaje será poderoso en la tierra,
la descendencia del justo será bendita. R.

V. En su casa habrá riquezas y abundancia,
su caridad dura por siempre.
En las tinieblas brilla como una luz
el que es justo, clemente y compasivo. R.

V. Dichoso el que se apiada y presta,
y administra rectamente sus asuntos,
porque jamás vacilará.
El recuerdo del justo será perpetuo.
No temerá las malas noticias. R.

V. Su corazón está firme en el Señor.
Su corazón está seguro, sin temor,
hasta que vea derrotados a sus enemigos. R.

V. Reparte limosna a los pobres;
su caridad dura por siempre
y alzará la frente con dignidad. R.


Aleluya

Jn 8, 12b

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Yo soy la luz del mundo—dice el Señor—;
el que me sigue tendrá la luz de la vida. R.


EVANGELIO

Mt 5, 13-16

Vosotros sois la luz del mundo.

+

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente.

Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa.

Brille así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en los cielos.


Palabra del Señor.




9 de noviembre
DEDICACIÓN DE LA BASÍLICA DE LETRÁN

FIESTA

Cuando esta fiesta coincide en domingo, antes del Evangelio se leen las dos lecturas siguientes. El salmo responsorial sigue a la primera lectura.


PRIMERA LECTURA (opción 1)

Ez 47, 1-2. 8-9. 12

Vi agua que manaba del templo, y habrá vida allí donde llegue el torrente.

Lectura de la profecía de Ezequiel.

EN aquellos días, el ángel me hizo volver a la entrada del templo del Señor.

De debajo del umbral del templo corría agua hacia el este —el templo miraba al este—. El agua bajaba por el lado derecho del templo, al sur del altar.

Me hizo salir por el pórtico septentrional y me llevó por fuera hasta el pórtico exterior que mira al este. El agua corría por el lado derecho.

Me dijo:

«Estas aguas fluyen hacia la zona oriental, descienden hacia la estepa y desembocan en el mar de la Sal. Cuando hayan entrado en él, sus aguas serán saneadas. Todo ser viviente que se agita, allí donde desemboque la corriente, tendrá vida; y habrá peces en abundancia. Porque apenas estas aguas hayan llegado hasta allí, habrán saneado el mar y habrá vida allí donde llegue el torrente.

En ambas riberas del torrente crecerá toda clase de árboles frutales; no se marchitarán sus hojas ni se acabarán sus frutos; darán nuevos frutos cada mes, porque las aguas del torrente fluyen del santuario; su fruto será comestible y sus hojas medicinales».


Palabra de Dios.

PRIMERA LECTURA (opción 2)

1 Cor 3, 9c-11. 16-17

En domingo:

SEGUNDA LECTURA

Sois templo de Dios.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios.

CONFORME a la gracia que Dios me ha dado, yo, como hábil arquitecto, puse el cimiento, mientras que otro levanta el edificio. Mire cada cual cómo construye.

Pues nadie puede poner otro cimiento fuera del ya puesto, que es Jesucristo.

¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros?

Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él; porque el templo de Dios es santo: y ese templo sois vosotros.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 45, 2-3. 5-6. 8-9 (R.: 5)

R. Un río y sus canales alegran la ciudad de Dios,
el Altísimo consagra su morada.

V. Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza,
poderoso defensor en el peligro.
Por eso no tememos aunque tiemble la tierra,
y los montes se desplomen en el mar. R.

V. Un río y sus canales alegran la ciudad de Dios,
el Altísimo consagra su morada.
Teniendo a Dios en medio, no vacila;
Dios la socorre al despuntar la aurora. R.

V. El Señor del universo está con nosotros,
nuestro alcázar es el Dios de Jacob.
Venid a ver las obras del Señor,
las maravillas que hace en la tierra. R.


Aleluya

2 Cro 7, 16

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. He elegido y santificado este templo —dice el Señor—,
para que mi Nombre esté en él eternamente. R.


EVANGELIO

Jn 2, 13-22

Hablaba del templo de su cuerpo.

+

Lectura del santo Evangelio según san Juan.

SE acercaba la Pascua de los judíos y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo:

«Quitad esto de aquí: no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre».

Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito:

«El celo de tu casa me devora».

Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron:

«¿Qué signos nos muestras para obrar así?».

Jesús contestó:

«Destruid este templo, y en tres días lo levantaré».

Los judíos replicaron:

«Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?».

Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y creyeron a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús.


Palabra de Dios.



15 de noviembre
SAN EUGENIO, OBISPO (Archidiócesis de Toledo)

FIESTA

PRIMERA LECTURA (Opción 1)

Dt 10, 8-9

El Señor es su heredad.

Lectura del libro del Deuteronomio.

EN aquellos días, Moisés habló al pueblo diciendo:

«El Señor apartó a la tribu de Leví para llevar el Arca de la Alianza del Señor, para estar en presencia del Señor, para servirle y bendecir en su nombre, hasta el día de hoy.

Por eso, Leví no recibió parte en la heredad de sus hermanos, sino que el Señor es su heredad, como le dijo el Señor, tu Dios».


Palabra del Señor.

PRIMERA LECTURA (Opción 2)

1 Cor 4, 1-5

Servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios.

HERMANOS:

Que la gente sólo vea en nosotros servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios.

Ahora, lo que se busca en los administradores es que sean fieles. Para mí lo de menos es que me pidáis cuentas vosotros o un tribunal humano; ni siquiera yo me pido cuentas. La conciencia, es verdad, no me remuerde; pero tampoco por eso quedo absuelto: mi juez es el Señor.

Así, pues, no juzguéis antes de tiempo, dejad que venga el Señor. Él iluminará lo que esconden las tinieblas y pondrá al descubierto los designios del corazón; entonces cada uno recibirá de Dios lo que merece.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 88, 2-3. 4-5. 21-22. 25 y 27 (R.: 2a)

R. Cantaré eternamente las misericordias del Señor.

V. Cantaré eternamente las misericordias del Señor,
anunciaré tu fidelidad por todas las edades.
Porque dijiste: «La misericordia es un edificio eterno»,
más que el cielo has afianzado tu fidelidad. R.

V. «Sellé una alianza con mi elegido,
jurando a David, mi siervo:
Te fundaré un linaje perpetuo,
edificaré tu trono para todas las edades». R.

V. Encontré a David, mi siervo,
y lo he ungido con óleo sagrado;
para que mi mano esté siempre con él
y mi brazo lo haga valeroso. R.

V. Mi fidelidad y misericordia lo acompañarán,
por mi nombre crecerá su poder.
Él me invocará: “Tú eres mi padre,
mi Dios, mi Roca salvadora”. R.


Aleluya

Jn 15, 15b

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. A vosotros os llamo amigos —dice el Señor—,
porque todo lo que he oído a mi Padre
os lo he dado a conocer. R.


EVANGELIO

Jn 15, 9-17

Os he destinado para que vayáis y deis fruto.

+

Lectura del santo Evangelio según san Juan.

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor.

Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.

Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud.

Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado.

Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos.

Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando.

Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.

No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto permanezca. De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé.

Esto os mando: que os améis unos a otros».


Palabra del Señor.



30 de noviembre
SAN ANDRÉS, APÓSTOL

FIESTA

PRIMERA LECTURA

Rom 10, 9-18

La fe nace del mensaje que se escucha, y la escucha viene a través de la palabra de Cristo.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos.

HERMANOS:

Si profesas con tus labios que Jesús es el Señor, y crees con tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvado. Pues con el corazón se cree para alcanzar la justicia, y con los labios se profesa para alcanzar la salvación.

Pues dice la Escritura:

«Nadie que crea en él quedará confundido».

En efecto, no hay distinción entre judío y griego; porque uno mismo es el Señor de todos, generoso con todos los que lo invocan, pues «todo el que invoque el nombre del Señor será salvo».

Ahora bien, ¿cómo invocarán a aquel en quien no han creído?; ¿cómo creerán en aquel de quien no han oído hablar?; y ¿cómo oirán hablar de él sin nadie que anuncie?; y ¿cómo anunciarán si no los envían? Según está escrito:

«¡Qué hermosos los pies de los que anuncian la Buena Noticia del bien!».

Pero no todos han prestado oído al Evangelio. Pues Isaías afirma:

«Señor, ¿quién ha creído nuestro mensaje?».

Así, pues, la fe nace del mensaje que se escucha, y viene a través de la palabra de Cristo.

Pero digo yo: «¿Es que no lo han oído?».

Todo lo contrario:

«A toda la tierra alcanza su pregón, y hasta los confines del orbe sus palabras».


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 18, 2-3. 4-5 (R.: 5a)

R. A toda la tierra alcanza su pregón.

V. El cielo proclama la gloria de Dios,
el firmamento pregona la obra de sus manos:
el día al día le pasa el mensaje,
la noche a la noche se lo susurra. R.

V. Sin que hablen, sin que pronuncien,
sin que resuene su voz,
a toda la tierra alcanza su pregón
y hasta los límites del orbe su lenguaje. R.


Aleluya

Mt 4, 19

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Venid en pos de mí —dice el Señor—,
y os haré pescadores de hombres. R.


EVANGELIO

Mt 4, 18-22

Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.

+

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

EN aquel tiempo, pasando Jesús junto al mar de Galilea vio a dos hermanos, a Simón, llamado Pedro, y a Andrés, su hermano, que estaban echando la red en el mar, pues eran pescadores.

Les dijo:

«Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres».

Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.

Y pasando adelante vio a otros dos hermanos, a Santiago, hijo de Zebedeo, y a Juan, su hermano, que estaban en la barca repasando las redes con Zebedeo, su padre, y los llamó.

Inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron.


Palabra del Señor.




DICIEMBRE


8 de diciembre
INMACULADA CONCEPCIÓN
DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA

SOLEMNIDAD

PRIMERA LECTURA

Gén 3, 9-15. 20

Pongo hostilidad entre tu descendencia y la descendencia de la mujer.

Lectura del libro del Génesis.

DESPUÉS de comer Adán del árbol, el Señor Dios lo llamó y le dijo:

«¿Dónde estás?».

Él contestó:

«Oí tu ruido en el jardín, me dio miedo, porque estaba desnudo, y me escondí».

El Señor Dios le replicó:

«¿Quién te informó de que estabas desnudo?, ¿es que has comido del árbol del que te prohibí comer?».

Adán respondió:

«La mujer que me diste como compañera me ofreció del fruto y comí».

El Señor Dios dijo a la mujer:

«¿Qué has hecho?».

La mujer respondió:

«La serpiente me sedujo y comí».

El Señor Dios dijo a la serpiente:

«Por haber hecho eso, maldita tú entre todo el ganado y todas las fieras del campo; te arrastrarás sobre el vientre y comerás polvo toda tu vida; pongo hostilidad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y su descendencia; ésta te aplastará la cabeza cuando tú la hieras en el talón».

Adán llamó a su mujer Eva, por ser la madre de todos los que viven.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 97, 1. 2-3ab. 3c-4 (R.: 1)

R. Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas.

V. Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas.
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R.

V. El Señor da a conocer su salvación,
revela a las naciones su justicia.
Se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel. R.

V. Los confines de la tierra han contemplado
la salvación de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad. R.


SEGUNDA LECTURA

Ef 1, 3-6. 11-12

Dios nos eligió en Cristo antes de la fundación del mundo.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios.

BENDITO sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en Cristo
con toda clase de bendiciones espirituales en los cielos.

Él nos eligió en Cristo antes de la fundación del mundo
para que fuésemos santos e intachables ante él por el amor.

Él nos ha destinado por medio de Jesucristo,
según el beneplácito de su voluntad,
a ser sus hijos, para alabanza de la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido en el Amado.

En él hemos heredado también,
los que ya estábamos destinados
por decisión del que lo hace todo según su voluntad,
para que seamos alabanza de su gloria
quienes antes esperábamos en el Mesías.


Palabra de Dios.

Aleluya

Lc 1, 28

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo,
bendita tú entre las mujeres. R.


EVANGELIO

Lc 1, 26-38

Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.

+

Lectura del santo Evangelio según san Lucas.

EN aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.

El ángel, entrando en su presencia, dijo:

«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo».

Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél.

El ángel le dijo:

«No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin».

Y María dijo al ángel:

«¿Cómo será eso, pues no conozco varón?».

El ángel le contestó:

«El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, “porque para Dios nada hay imposible”».

María contestó:

«He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra».

Y el ángel se retiró.


Palabra del Señor.



9 de diciembre
SANTA LEOCADIA, VIRGEN Y MÁRTIR
Patrona de la juventud toledana

SOLEMNIDAD en la ciudad de Toledo
Memoria en la Archidiócesis

PRIMERA LECTURA

Jer 31, 2-7

Con amor eterno te amé.

Lectura de la profecía de Jeremías.

ESTO dice el Señor:

Encontró mi favor en el desierto 
el pueblo que escapó de la espada;
Israel camina a su descanso.

El Señor se le apareció de lejos: 
Con amor eterno te amé,
por eso prolongué mi misericordia para contigo.

Te construiré, serás reconstruida,
doncella capital de Israel;
volverás a llevar tus adornos,
bailarás entre corros de fiesta.

Volverás a plantar viñas
allá por los montes de Samaría;
las plantarán y vendimiarán.

«Es de día» gritarán los centinelas
arriba, en la montaña de Efraín:
«En marcha, vayamos a Sión,
donde está el Señor nuestro Dios».

Porque esto dice el Señor:
«Gritad de alegría por Jacob,
regocijaos por la flor de los pueblos;
proclamad, alabad y decid:
¡El Señor ha salvado a su pueblo,
ha salvado al resto de Israel!


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 34, 1bc. 2b. 3b. 22-23. 27 (R.: 27ab)

R. Canten y se alegren
los que desean mi justicia.

V. Pelea, Señor, contra los que me atacan,
guerrea contra los que me hacen guerra;
levántate y ven en mi auxilio;
di a mi alma: «Yo soy tu salvación». R.

V. Señor, tú lo has visto, no te calles;
Señor, no te quedes a distancia;
despierta, levántate, Dios mío;
Señor mío, defiende mi causa. R.

V. Canten y se alegren
los que desean mi justicia,
repitan siempre: «Grande es el Señor,
que desea la paz de su siervo». R.

 

SEGUNDA LECTURA

Rom 10, 8-14

Profesión de fe del que cree en Jesucristo.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos.

HERMANOS:

La Escritura dice: «La palabra está cerca de ti: la tienes en los labios y en el corazón».

Se refiere a la palabra de la fe que anunciamos.

Porque, si profesas con tus labios que Jesús es Señor, y crees con tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvo.

Pues con el corazón se cree para alcanzar la justicia, y con los labios se profesa para alcanzar la salvación.

Pues dice la Escritura: «Nadie que crea en él quedará confundido».

En efecto, no hay distinción entre judío y griego, porque uno mismo es el Señor de todos, generoso con todos los que lo invocan, pues «todo el que invoque el nombre del Señor será salvo».

Ahora bien, ¿cómo invocarán a aquel en quien no han creído?; ¿cómo creerán en aquel de quien no han oído hablar?; ¿cómo oirán hablar de él sin nadie que anuncie?


Palabra de Dios.

Aleluya

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. A ti, oh Dios, te alabamos, a ti, Señor, te reconocemos
a ti te ensalza el blanco ejército de los mártires. R.


EVANGELIO

Mc 14, 3-10

Se hablará de lo que ésta ha hecho.

+

Lectura del santo Evangelio según san Marcos.

EN aquel tiempo, estando Jesús en Betania, en casa de Simón, el leproso, sentado a la mesa, llegó una mujer con un frasco de perfume muy caro, de nardo puro; quebró el frasco y se lo derramó sobre la cabeza.

Algunos comentaban indignados:

«¿A qué viene este derroche de perfume? Se podía haber vendido por más de trescientos denarios para dárselo a los pobres».

Y reprendían a la mujer.

Pero Jesús replicó:

«Dejadla, ¿por qué la molestáis? Una obra buena ha hecho conmigo. Porque a los pobres los tenéis siempre con vosotros y podéis socorrerlos cuando queráis; pero a mí no me tenéis siempre. Ella ha hecho lo que podía: se ha adelantado a embalsamar mi cuerpo para la sepultura.

En verdad os digo que, en cualquier parte del mundo donde se proclame el Evangelio, se hablará de lo que ésta ha hecho, para memoria suya».

Judas Iscariote, uno de los Doce, fue a los sumos sacerdotes para entregárselo.


Palabra del Señor.

O bien:

EVANGELIO

Mt 10, 32-39

No he venido a sembrar paz, sino espada.

+

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

EN aquel tiempo, dijo Jesús a los apóstoles:

«A quien se declare por mí ante los hombres, yo también me declararé por él ante mi Padre que está en los cielos. Y si uno me niega ante los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre que está en los cielos.

No penséis que he venido a la tierra a sembrar paz: no he venido a sembrar paz, sino espada.

He venido a enemistar al hombre con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra; los enemigos de cada uno serán los de su propia casa.

El que quiere a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que quiere a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no carga con su cruz y me sigue, no es digno de mí.

El que encuentre su vida la perderá, y el que pierda su vida por mí, la encontrará».


Palabra del Señor.



11 de diciembre
Santa Maravillas de Jesús, virgen

MEMORIA LIBRE en Talavera de la Reina

Ordinariamente, lecturas de la feria.

Por motivos pastorales, del Común de vírgenes o de santos. Se recomiendan las siguientes:

PRIMERA LECTURA Ez 3, 16-21.

Salmo responsorial — Sal 116, 1. 2.

Aleluya — Lc 4, 18.

EVANGELIO — Lc 4, 18.

 

26 de diciembre
SAN ESTEBAN, PROTOMÁRTIR

FIESTA

PRIMERA LECTURA

Hch 6, 8-10; 7, 54-60

Veo los cielos abiertos.

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles.

EN aquellos días, Esteban, lleno de gracia y poder, realizaba grandes prodigios y signos en medio del pueblo.

Unos cuantos de la sinagoga llamada de los libertos, oriundos de Cirene, Alejandría, Cilicia y Asia, se pusieron a discutir con Esteban; pero no lograban hacer frente a la sabiduría y al espíritu con que hablaba.

Oyendo sus palabras, se recomían en sus corazones y rechinaban los dientes de rabia. Esteban, lleno de Espíritu Santo, fijando la mirada en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús de pie a la derecha de Dios, y dijo:

«Veo los cielos abiertos y al Hijo del hombre de pie a la derecha de Dios».

Dando un grito estentóreo, se taparon los oídos; y, como un solo hombre, se abalanzaron sobre él, lo empujaron fuera de la ciudad y se pusieron a apedrearlo. Los testigos dejaron sus capas a los pies de un joven llamado Saulo y se pusieron a apedrear a Esteban, que repetía esta invocación:

«Señor Jesús, recibe mi espíritu».


Palabra de Dios.

Salmo responsorial:

Sal 30, 3cd-4. 6 y Sab. 16bc-17

R. A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.

V. Sé la roca de mi refugio,
baluarte donde me salve,
tú que eres mi roca y mi baluarte;
por tu nombre dirígeme y guíame. R.

V. A tus manos encomiendo mi espíritu:
tú, el Dios leal, me librarás;
tu misericordia sea mi gozo y mi alegría.
Te has fijado en mi aflicción. R.

V. Líbrame de los enemigos que me persiguen.
Haz brillar tu rostro sobre tu siervo,
sálvame por tu misericordia. R.


Aleluya

Sal 117, 26a y 27a

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. Bendito el que viene en nombre del Señor;
el Señor es Dios, él nos ilumina. R.

 

EVANGELIO

Mt 10, 17-22

No seréis vosotros los que habléis, sino el Espíritu de vuestro Padre.

+

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«¡Cuidado con la gente!, porque os entregarán a los tribunales, os azotarán en las sinagogas y os harán comparecer ante gobernadores y reyes por mi causa, para dar testimonio ante ellos y ante los gentiles.

Cuando os entreguen, no os preocupéis de lo que vais a decir o de cómo lo diréis: en aquel momento se os sugerirá lo que tenéis que decir, porque no seréis vosotros los que habléis, sino que el Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros.

El hermano entregará al hermano a la muerte, el padre al hijo; se rebelarán los hijos contra sus padres y los matarán.

Y seréis odiados por todos a causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el final, se salvará».


Palabra del Señor.




27 de diciembre
SAN JUAN, APÓSTOL Y EVANGELISTA

FIESTA

PRIMERA LECTURA

1 Jn 1, 1-4

Eso que hemos visto y oído os lo anunciamos.

Comienzo de la primera carta del apóstol san Juan.

QUERIDOS hermanos:

Lo que existía desde el principio,
lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos,
lo que contemplamos y palparon nuestras manos
acerca del Verbo de la vida;
pues la Vida se hizo visible,
y nosotros hemos visto, damos testimonio y os anunciamos la vida eterna que estaba junto al Padre y se nos manifestó.

Eso que hemos visto y oído os lo anunciamos, para que estéis en comunión con nosotros y nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo Jesucristo.

Os escribimos esto, para que nuestro gozo sea completo.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 96, 1-2. 5-6. 11-12 (R.: 12a)

R. Alegraos, justos, con el Señor.

V. El Señor reina, la tierra goza,
se alegran las islas innumerables.
Tiniebla y nube lo rodean,
justicia y derecho sostienen su trono. R.

V. Los montes se derriten como cera ante el Señor,
ante el Señor de toda la tierra;
los cielos pregonan su justicia,
y todos los pueblos contemplan su gloria. R.

V. Amanece la luz para el justo,
y la alegría para los rectos de corazón.
Alegraos, justos, con el Señor,
celebrad su santo nombre. R.


Aleluya

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. A ti, oh, Dios, te alabamos, a ti, Señor, te reconocemos;
a ti te ensalza el glorioso coro de los apóstoles. R.


EVANGELIO

Jn 20, 2-8

El otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro.

+

Lectura del santo Evangelio según san Juan.

EL primer día de la semana, María la Magdalena echó a correr y fue donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo:

«Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto».

Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; e, inclinándose, vio los lienzos tendidos; pero no entró.

Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio los lienzos tendidos y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no con los lienzos, sino enrollado en un sitio aparte.

Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó.


Palabra del Señor.




28 de diciembre
SANTOS INOCENTES, MÁRTIRES

FIESTA

PRIMERA LECTURA

1 Jn 1, 5 – 2, 2

La sangre de Jesús nos limpia de todo pecado.

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan.

QUERIDOS hermanos:

Éste es el mensaje que hemos oído de Jesucristo y que os anunciamos: Dios es luz y en él no hay tiniebla alguna. Si decimos que estamos en comunión con él y vivimos en las tinieblas, mentimos y no obramos la verdad. Pero, si caminamos en la luz, lo mismo que él está en la luz, entonces estamos en comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos limpia de todo pecado.

Si decimos que no hemos pecado, nos engañamos y la verdad no está en nosotros. Pero, si confesamos nuestros pecados, él, que es fiel y justo, nos perdonará los pecados y nos limpiará de toda injusticia.

Si decimos que no hemos pecado, lo hacemos mentiroso y su palabra no está en nosotros.

Hijos míos, os escribo esto para que no pequéis. Pero, si alguno peca, tenemos a uno que abogue ante el Padre: a Jesucristo, el Justo. Él es víctima de propiciación por nuestros pecados, no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero.


Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 123, 2-3. 4-5. 7b-8 (R.: 7a)

R. Hemos salvado la vida, como un pájaro
de la trampa del cazador.

V. Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte,
cuando nos asaltaban los hombres,
nos habrían tragado vivos:
tanto ardía su ira contra nosotros. R.

V. Nos habrían arrollado las aguas,
llegándonos el torrente hasta el cuello;
nos habrían llegado hasta el cuello
las aguas espumantes. R.

V. La trampa se rompió,
y escapamos.
Nuestro auxilio es el nombre del Señor,
que hizo el cielo y la tierra. R.


Aleluya

R. Aleluya, aleluya, aleluya.

V. A ti, oh Dios te alabamos, a ti, Señor, te reconocemos;
a ti te ensalza el blanco ejército de los mártires, Señor. R.


EVANGELIO

Mt 2, 13-18

Herodes mandó matar a todos los niños en Belén.

+

Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

CUANDO se retiraron los magos, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo:

«Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo».

José se levantó, tomó al niño y a su madre, de noche, se fue a Egipto y se quedó hasta la muerte de Herodes para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta:

«De Egipto llamé a mi hijo».

Al verse burlado por los magos, Herodes montó en cólera y mandó matar a todos los niños de dos años para abajo, en Belén y sus alrededores, calculando el tiempo por lo que había averiguado de los magos.

Entonces se cumplió lo dicho por medio del profeta Jeremías:

«Un grito se oye en Ramá, llanto y lamentos grandes; es Raquel que llora por sus hijos y rehúsa el consuelo, porque ya no viven».


Palabra del Señor.



















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